En este momento hubiera deseado poder dormir. Encontrar consuelo en los sueños y fantasías de mi sub consiente. Tal vez incluso soñar con ella. Claro eso era imposible, pero eso no evitaba que pudieran anhelarlo.

Empezaba a comprender la soledad en la mente de los humanos, la oscuridad que carcomía su vida y su felicidad. Era incapaz de encontrar consuelo en nada y en nadie. Leer, tocar el piano, manejar mi auto a toda velocidad, todo aquello que traía un poco de distracción a mi congelada existencia, se volvió negro. Ni siquiera la compañía de mi familia lograba aliviar el dolor. Y apenas habían transcurrido tres meses. Aun me quedaban muchos años de dolor y oscuridad por delante.

Como iba a soportarlo

Si cerraba los ojos podía sentir el olor de su cabello, fresias, escuchar su risa, el latido de su corazón (el mejor sonido del mundo), sentir su cálida piel, el sabor dulce de sus suaves labios, su acompasada respiración.

Aun estaba dentro del país. Solo un día de camino corriendo a toda velocidad y estaría de regreso junto a ella.

Solo un momento, unos minutos cerca de ella. Nunca se enteraría. Una noche viéndola dormir. Quizás podría seguirla a la escuela. Solo un día, tal vez dos…

No, no, no.

Tengo que detenerme.

Me fui por un motivo.

Que ella fuera feliz como humana. Que estuviera segura.

Esto me lo repetía todos los días como un mantra. Era lo que impedía que mandara el esfuerzo de tres meses al diablo y corriera hacia Forks.

Me encontraba en medio de un bosque cerca a la frontera con Canadá, debía ser casi media noche. Las estrellas brillaban, la luna estaba enorme en medio del cielo.

A ella le encantaría.

Debía dejar de pensar en ella.

Me encontraba en a punto de iniciar cacería, cuando la luna me recordó el tono de su pálida piel. Y todo se vino abajo.

Tengo que concentrarme. Es importante que termine mi cacería de hoy. Estaba siguiendo el rastro de Victoria. Tenía que mantenerme fuerte para la pelea.

Eso es.

Para que Bella este segura, debía encargarme del último peligro que la acechaba.

Su seguridad era lo mas importante.

Con esto en mente me puse en pie y me adentre en el bosque en busca de mi presa de esta noche.