Disclaimer: Todo lo que reconozcan es propiedad de Rick Riordan, el resto salío de mi cabeza.

Aviso: Este fic participa en el reto "Leo Valdez" del foro El Monte Olimpo.


– ¡Esto es increíble! –exclamó Hazel, mientras comía un nugget.

–Te dije que te iba a gustar –dijo Leo, mirando divertido a la hija de Plutón.

Hazel había querido ver la ciudad de New York antes de tener que volver al campamento Júpiter, puesto que tanto ella como Jason y Frank estaban de visita en el campamento griego. Nico estuvo de acuerdo –a regañadientes, cabe decir– con la condición de que alguien tenía que ir con ella. El hijo de Hades no podía acompañarla ya que tenía una "Cita" con cierto hijo de Apolo. Por lo cual Leo se había presentado como voluntario para ir con ella –Claro, no antes de recibir miradas asesinas por parte de Frank–.

Para varia el hijo de Marte y la hija de Plutón había terminado temporalmente gracias a los celos del primero –Celos que, según Hazel, eran completamente injustificados–. Por lo cual Nico había amenazado a Frank con usar sus poderes del inframundo si se acercaba a su hermana el resto de la visita.

Gracias a esto, Leo quiso acompañar a Hazel. Después de todo, tenía que aprovechar la oportunidad de salir con la hija de Plutón sin que un oso terminara atacándolo.

Ambos semidioses habían paseado por varios lugares de Manhattan durante todo el día, y ahora se encontraban descansando en un McDonald's en el medio de la ciudad.

– ¿Estás lista para nuestra última parada antes de regresar al campamento? –preguntó Leo, cuando ambos había terminado de comer.

– ¡Claro! –Exclamó Hazel– ¿A dónde vamos?

–A un lugar que te encantará –dijo Leo, saliendo del local. Ambos caminaron un rato antes de llegar al Central Park– Cierra los ojos –le susurró Leo a la chica– Ya vamos a llegar.

– ¿Y si me tropiezo o algo? –preguntó la hija de Plutón

–Confía en mí –Hazel asintió, y se dejó guiar por el hijo de Hefesto. Después de unos minutos Leo paró– Ya llegamos –Cuando Hazel abrió los ojos descubrió que se encontraban en una especie de castillo. Ya era hora del atardecer por lo cual la vista era preciosa

El Castillo Belvedere –leyó la hija de Plutón el cartel que estaba junto a ella.

–Para finalizar nuestro recorrido de hoy –hablo Leo como si fuera un guía turístico, sacándole una risa a Hazel– La señorita Levesque tendrá el placer de ver el atardecer en todo su esplendor.

–Esto es increíble Leo –dijo Hazel, antes de abrazar al hijo de Hefesto. Leo se sonrojó y, torpemente, le devolvió el abrazo.

–Sabía que te encantaría –dijo Leo, mirando a Hazel.

–Este ha sido el mejor día de mi vida –confesó la hija de Plutón, mirando al hijo de Hefesto. Ambos semidioses se quedaron así, simplemente mirándose a los ojos, y lentamente acercándose, hasta que finalmente sus labios se encontraron.

Fue un simple beso, apenas rosándose los labios, pero para ambos significaba más que eso. Finalmente los dos se separaron.

–Vámonos a casa –dijo Leo, con una sonrisa.

–Si –coincidió Hazel– A casa.

Claro que al llegar tendrían que lidiar con un muy cabreado hijo de Hades, pero para Leo todo valdría la pena.

Después de todo, también había sido el mejor día de su vida.


Amé escribir este fic. Aunque si me dio unos cuantos dolores de cabeza respecto al límite de palabras (y creo que me pasé un poco).

En fin, sin más que decir.

Daap