Lo vio en la estación de el tren, imposible no hacerlo, tantos años observándolo en silencio le habría permitido distinguirlo incluso en una convención de rubios. Ninguno de los dos era más los niños de la guerra.

Harry entró al tren sorprendiéndose al ver que el rubio también lo hacía. Potter iría por petición de la directora, su nuevo puesto como maestro de DCLAO había sido el titular de el profeta desde que aceptó el empleo.

Movido por la curiosidad se acercó a Malfoy que lo miraba con una sonrisa traviesa en el rostro.

-Malfoy- Harry saludó deteniéndose frente a el, muchas cabezas los observaban, no era normal viajar con un profesor, menos con dos, y casi legendario que justo esos resultasen ser los ex-lideres de sus casas- ¿Qué haces aquí?

-Enseñaré pociones, tan atrapado estás en tu burbuja Potter? Todos los profesores son anunciados en el profeta- se escuchaba cansado, como si hubiese tenido que dar más explicaciones de las necesarias

-No leo el profeta - se justificó rápidamente - dejé de hacerlo luego de el... Incidente

-Deberíamos hablar de esto luego - su sonrisa de medio lado se transformo en una burlona mueca - nos vemos

Ambos se dirigieron a vagones opuestos sabiendo que serían nuevamente noticia, no habían aparecido juntos en ninguna portada desde el incidente en el ministerio luego de el juicio de los Malfoy un par de años atrás.