Regresar

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The Ancient Magus' Bride / Mahō Tsukai no Yome.

No me pertenece, es de Kore Yamazaki.

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Solo escribo fanfics sin fines de lucro.

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Por favor disculpen errores ortográficos y gramaticales.

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Capítulo único.

Regresar "volver al lugar de donde se partió" algo que Chise estaba haciendo, regresando a un país donde vivió hasta los quince años que debe ser tres cuartos de su vida, y sin embargo realmente el sentimiento que la invadía era el de añoranza, el anhelo de regresar a casa, su verdadero hogar.

Ya han pasado años desde su huida del país del sol naciente y en ese tiempo podía asegurar con una mano sobre su corazón que no había extrañado absolutamente nada de la tierra que la vio nacer. Pero ahí estaba de regreso a esa tierra lleno de criaturas míticas, muchas de ellas ocultas en la oscuridad asechando, buscando cualquier oportunidad para devorar un alimento fresco.

Y pesé a que ha visto frente a ella algunas de las más tenebrosas criaturas que le atormentaron durante toda su infancia, esta vez cuenta con la fuerza de enfrentarlas, esta vez las criaturas no le siguen intimidadas por la poderosa compañía que le protegía.

Sin embargo el temor alimentado por años de haberse encontrado indefensa no desaparecería, ella realmente solo anhelaba regresar a casa, al único lugar que ha sido su hogar desde hacía tantos años, donde podría estar a salvo. Pero tenía asuntos pendientes, así que colocando sus manos sobre su abdomen y estrujando su ropa, tomo el valor.

—Me alegro saber que estas bien —dijo el hombre con voz calma, nervioso y posiblemente avergonzado.

—Igual yo —respondió ella, evitando su mirada, confundida sobre sus emociones.

—Yo... yo me encuentro terriblemente avergonzado de lo que hice —dijo con gran congoja—. Lamento tanto lo que te hice a ti y a tu madre. Debes creerme cuando digo que realmente lo intente, yo solo... no podía protegerte a ti y a él. Yo. Sé que no tomé la decisión correcta pero la situación era cada vez más difícil... todo... realmente...

—No necesitas decir más —la voz suave y apenada de la pelirroja detuvo el incoherente parloteo del hombre. Entonces finalmente la joven mujer alzo su verde mirada para encontrar a un hombre envejecido por la culpa, entristecido y apagado debido a los remordimientos—. ¿Sabes que le sucedió a ella?

La manzana de Adán del hombre, de su padre, tembló vigorosamente mientras su mirada estaba perdida un segundo, para después intentar ocultarla, todo era un indicio de nerviosismo, posiblemente el ansia de encontrar una mentira o una excusa que atenuara la verdad.

— ¿Sabes que sucedió conmigo?

Y ella no necesito una respuesta verbal al observarle bajar su mirada, con los ojos brillantes de lágrimas y la palidez de la yerro se cernía sobre sí mismo como un espíritu malvado que le consumía. Le recordó terriblemente al tiempo en que ella vivió en ese terrible país lleno de tantos seres oscuros y aterradores, sola, asustada y terriblemente indefensa.

—Lo siento tanto —murmuro el hombre mientras sus dedos despeinaban sus cabellos oscuros, su voz llena de angustia y desespero—. Fue terrible lo que les hice, las deje a solas, sabiendo que estarían indefensas... soy culpable de lo que sucedió con "ella", de lo que tuviste que sufrir tú.

—No sé si puedo perdonarte —entonces asombrado por su franqueza fría el hombre alzo la aguada mirada—. Sufrí mucho, no solo debido a tus acciones, también por los familiares que mal cuidaron de mí. Pasé hambre y frío, algo que ningún niño debería experimentar.

Él hombre solo tapo su boca con su mano en un gesto que buscaba detener el grito de dolor que tal confirmación le daba. Él no vivía en lujos, pero había conseguido mantener una buena vida para él y su hijo menor, todo a costa de la vida de su esposa y su hija.

—Pero si te alivia la conciencia estoy bien ahora. Descubrí lo que soy, por qué siempre era víctima de "esos" sucesos, de todo el tormento que me hizo llegar a entregarme a una subasta de seres especiales y fui comprada por un buen mago que se ha encargado de cuidar bien de mi... finalmente fui terriblemente costosa.

— ¿Comprada? —repitió el hombre con horror.

—Se escucha peor de lo que fue. Yo solo buscaba un lugar donde pertenecer, un lugar donde pudiera estar segura. Me lo ofrecieron, dijeron que nadie pagaría tanto por algo que estuviera dispuesto a dañar y el traficante tenía razón, me han mantenido bien.

—Chise —susurró el hombre sin tener palabra alguna.

¿Qué podía decirle a la niña que dejo a su suerte? ¿Había alguna palabra que pudiera expresar el horror y la culpa? Pero pronto se encontraron distraídos por la burbujeante criatura oscura que se acercaba desde una esquina, la verde mirada de la pelirroja se posó también sobre el ser dando un suspiro de resignación, entonces miro directamente al hombre que había tomado una actitud protectora, algo que le recordó a cuando era pequeña y él era su héroe.

—Por alguna razón este lugar tiene más criaturas oscuras, es cansado estar aquí —menciono la mujer—. Solo deseaba saber que había pasado contigo, no tengo ninguna intención de volver a tu vida o que tú entres en la mía, nuestros lazos fueron cortados hace mucho tiempo.

El Hatori mayor estaba por responder ante las duras palabras de su hija, cuando vio una enrome bestia salir de la sombra de su hija, un terrible perro que tomo a la burbujeante criatura entre sus fauces destrozándola hasta extinguirla. Entonces la bestia se volvió un hombre joven de la edad de su hija con cabello oscuro y ojos rojos, que pronto se acercó a la pelirroja ayudándola a ponerse de pie.

Era obvio que Chise había dirigido la conversación y en base a sus respuestas verbales y no verbales ella estaba poniendo tierra de por medio. ¿Qué esperaba? Él la había abandonado cuando más lo necesitaba y si bien su hijo menor estaba a salvo viviendo una vida tranquila sin la maldición que le había perseguido a su esposa, su hermana mayor y a él mismo, no era una justificación para sus terribles pecados.

—Si alivia tu conciencia, yo me encuentro bien.

Y por primera vez vio después de tantos años la dulce y verdadera sonrisa de su hija, ella acariciaba amorosa su abultado vientre, sus ojos llenos de ilusión como alguna vez su esposa lo hiciera, cuando eran jóvenes y pensaron que las cosas serían fáciles.

—Tú... debes tener cuidado —logro decir.

No sentía tener el derecho a cuestionar que era de su vida, si ese hijo era del hombre que la había comprado o si ella era libre ahora. Sin poder preguntar si la criatura que se cernía con fiereza sobre ella era el padre o por qué su presencia tan cercana.

—No debes preocuparte, siempre estamos protegidos —ella dijo en un tono de voz totalmente confiado, y su rostro relajado como si fuera una verdad absoluta. Entonces dirigió su mirada hacia la ventana donde el atardecer comenzaba hacerse presente—. Es hora de irnos —anuncio solemne.

—Chise —Hatori padre llamo a su hija—. Sé que no te di las mejores respuestas, pero me gustaría...

—Lo siento —dijo ella bajando la mirada—. Hace mucho tiempo mis lazos fueron cortados con la familia Hatori, incluso con esta tierra que me vio nacer y que me atormento por años —tras un largo suspiro ella le dio una mirada tranquilizadora—. Me encuentro bien, soy feliz ahora; eso debe ser suficiente para ti, al igual que para mi es saber que ustedes están con bien.

Sin argumentos para detenerla o pedirle más información de su vida, solo pudo seguirla mientras partía junto al hombre-bestia que la ayudaba en el camino. Vivía en una zona rural, a los alrededores de un templo, una tierra sagrada que le ayudaba a mantenerse en paz, mientras su hijo menor se encontraba lejos estudiando en la universidad.

Mientras caminaba detrás de la pareja que desviaba su camino hacia el bosque observo entre el follaje una enrome figura que le dejo paralizado. Sabía que había una poderosa barrera que lograba mantener a criaturas poderosas alejadas, de hecho entre más poderosas más fuerte se hacía, por desgracia no podía evitar algunas criaturas escurridizas de poco calibre y según descubrió con la visita tampoco detendría a las que se filtran con unidos a las personas. Su hija caminaba directamente hacia un ser con la cabeza de cráneo y enormes cuernos.

Cuando finalmente salió de su asombro su hija y el otro ser estaban saliendo de la barrera y aun cuando había intentado correr para detenerles solo alcanzo a ver como ese enorme ser cornudo alzaba a su hija en brazos en estilo de novia mientras ella sonreía abiertamente y acariciaba el grotesco cráneo con gran ternura. Y antes de que pudiera acercarse más el ser saco un bastón y pronto la oscuridad envolvió a los tres seres con largas zarzas a su alrededor y desaparecieron.

Soy Ainsworth Chise, anteriormente Hatori.

Esas fueron las palabras de su hija cuando llego a la puerta de su casa. Habían pasado tantos años desde su terrible pecado y al menos ahora podía estar tranquilo de que ella se encontraba aparentemente bien, aunque su conciencia nunca estará libre del remordimiento y el dolor que sus acciones causaron.

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Cuando el olor de la hierba fresca y las flores lleno sus pulmones, finalmente su alma pudo descansar, al abrir sus ojos se encontró con el cielo azul de su hogar. La luz de la mañana hacia todo más lleno de vida y alegre o tal vez solo era la energía del lugar donde había aprendido nuevamente a ser feliz.

—Gracias Elías —dijo la mujer mientras acariciaba el largo de su mandíbula y besaba sobre los orificios nasales, realmente necesitaba cerrar ese capítulo de mi vida.

Durante el tiempo que ella había vivido con Elías y mientras su relación se fortalecía varias veces la cuestión sobre que había pasado con el resto de su familia había quedado en el aire. Jamás espero que su marido por si mismo hiciera la búsqueda, una que de la que le informó hasta que se encontraban en el área donde el hombre que la abandono de pequeña vivía.

Y mientras Elías la recostaba en su enrome cama, acariciando con gran reverencia y ternura su abultado vientre, ella sabía que estaba a salvo, que su hijo jamás sufriría lo que ella, que sus padres no eran débiles, que ella jamás sometería a un niño a lo que su madre la llevo y que Elías era lo suficientemente fuerte emocional y mágicamente para cuidar de este regalo que la vida les daba.

—Sabes —dijo a su marido con los ojos cerrándose por el sueño—, todo el tiempo solo deseaba regresar a casa.

Y lo último que sintió fue la caricia reconfortante de sus grandes y poderosas manos, que la trataban con la delicadeza de la pieza de cristal más exquisita. El olor de las flores de verano se filtraba por las ventanas, las hierbas regadas posiblemente por Ruth que suplía algunas de sus tareas desde la confirmación de su embarazo, golpeaba también el amiente, llenando todo su hogar de la magia que reconocía y la hacía sentir segura.

Regresar "volver al lugar de donde se partió". Ella no odiaba a su padre, pero tampoco buscaría una relación cercana con él, finalmente había llegado a un entendimiento con su pasado, todo el dolor y sufrimiento habían servido para llevarla a casa.

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Gracias por leer.

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Desde hace tiempo tengo algo de curiosidad sobre la familia ausente de Chise, tras leer el manga un par de veces más, mi teoría es que el padre huyo para proteger a su hijo menor de algo. ¿De qué? No tengo idea. También parece ser que tanto el padre como la madre tenían la capacidad de "ver" aunque su madre entraba en pánico, siendo dependiente de su esposo, posiblemente todo lo que atraía su hija causo que ella se suicidara.

Espero con ansias seguir este manga :3 espero les guste esta pequeña historia y bueno que disculpen lo corta que es y los errores, son las 2:56 am, estoy cayendo de sueño, xD escribí esto en hora y media de tecleo y cabeceo jajaja.

Bien, yo voy a dormir, buenas noches ;P