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Genero: (Romance, Drama)
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Clasificación: (+18)
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Advertencias: (Lemon, Lime, Lenguaje obsceno, etc.)
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Diclaimer: Naruto y sus personajes NO me pertenece
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Nota: Esta historia es completa y absolutamente MIA, y no es permitido tomarla sin mi autorización
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Resumen: Por una estupida apuesta llego a ella, enamorarla era su plan, tenerla entre sus brazos su mayor deseo y botarla como una puta barata el final de su jugada, pero lo que nunca pensó es que todo se voltearía en su contra y terminaría atrapado en su propio juego
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Atrapado en mi propio juego
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*Capitulo 1*
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"Orgullo"
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Acelero las embestidas tratando de saciarse sin importarle si lastimaba o no a la chica que se encontraba bajo su cuerpo, solo le interesaba su propio placer y satisfacción.
El sonido de los gemidos femeninos retumbaban en la habitación haciendo eco entre las paredes.
Siguió el ritmo hasta llegar al clímax, se tumbo a un lado de la cama con la respiración levemente irregular y el cuerpo perlado de sudor.
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Bufo con fastidio al sentir un peso en su pecho y como unos dedos trazabas círculos en su abdomen, se reincorporo rápidamente en la cama haciendo que la chica lo hiciera también, sin siquiera mirarla se levanto y se dirigio tranquilamente hacia al baño que se encontraba en la habitación sin importarle su desnudez.
Una vez adentro cerro la puerta y saco el condón de su miembro ahora flácido, lo tiro al cesto de la basura y sin mas se adentro a la ducha, abrió el grifo y sus músculos se tensaron levemente por el agua fría, cerro los ojos mientras su cuerpo se relajaba y disfrutaba de la sensación del agua recorriéndole.
De pronto sintió como unas manos se apoyaban en su pecho y abrió los ojos rápidamente con una expresión fría e inmutable, agarro las delgadas manos entre las suyas y las aparto para despues salir de la ducha.
Cogio una toalla que se encontraba colgada en la parte trasera de la puerta y la enrollo en la cintura, luego salio del baño y con la mirada busco su ropa la cual estaba esparcida por toda la habitación, la agarro en manos y se vistió rápidamente.
-Sasuke… ¿ya te vas?- le pregunto en un tono meloso la pelirroja, la cual se encontraba apoyada en el marco de la puerta del baño desnuda.
Esperaba estupidamente poder persuadirle para que se quedara a su lado y talvez terminaran nuevamente en la cama.
Sasuke termino de poner sus zapatos y luego dirigio su mirada a ella centrándola en sus ojos sin nada en especial.
-No molestes Karin.- dijo fríamente, se levanto de la cama y observo la estancia buscando su corbata, esta estaba tirada cerca de la mesita de noche en una esquina, se acerco a ella y la agarro en una mano, la paso por su cuello y luego se aproximo nuevamente a la cama, cogio su saco, se lo puso y finalmente, sin dirigir ninguna palabra o mirada hacia la chica salio de la habitación.
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Camino por los pasillos tranquilamente consciente de que todos los alumnos a esa hora estaban en clases.
Doblo por una esquina a su derecha hacia la salida trasera, esa seria la forma más eficaz de salir del edificio sin que nadie lo vieran.
Sonrió de lado, despues de todo no era la primera vez que entraba a escondidas a esa área prohibida para todos los chicos… varones en el internado.
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Salio del edificio y cruzo los extensos jardines, para luego adentrase al área del colegio.
Dirigio rápidamente sus manos a su corbata roja y la anudo con perfección y agilidad, luego paso una mano por su cabello húmedo y lo alboroto haciendo que pequeñas gotitas caerán de este, tomo las solapas de su saco negro y lo acomodo, para despues con tranquilidad meter sus manos en los bolsillos de su pantalón igualmente negro y caminar a un paso despreocupado.
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Camino por los pasillos vacíos hacia la cafetería, pues según sus cálculos el timbre del segundo receso no tardaría más de cinco minutos en sonar y así fue.
Los chicos salieron apresurados de los salones y de un momento a otro los pasillos rebosaban de estudiantes, se encamino mas rápidamente hacia su destino y al entrar muchas miradas se posaron en el, especialmente femeninas.
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Se acerco a la mesa que exclusivamente compartía con sus amigos a un paso tranquilo y al llegar se sentó a un lado de su mejor amigo.
-Hey teme… donde estuviste durante la clase de matemáticas?- pregunto el rubio llamando la atención de los demás chicos que se encontraban en la mesa. El moreno suspiro y masajeo su cien con sus dedos.
-Hn.- expreso con una mueca de irritación, odiaba que indagaran en su vida privada.
-¿Con quien estuviste ahora?- pregunto un peligris en un tono morboso, Sasuke bufo al saber de quien se trataba y lo observo fijamente haciendo que la sonrisa del chico se agrandara dejando ver sus dientes afilados.
-No… no me digas… a ver quien fue esta vez?- se pregunto a si mismo llevando una mano a su barbilla, de pronto pareció que un foco se prendió en su cabeza y la sonrisa en su rostro se ensancho aun mas si era posible haciendo molestar a Sasuke-. Ya se… fue la zorra de Karin alias calzones fáciles.- se mofo riendo de su comentario, el moreno simplemente se limito a ignorarlo, seguirle el juego a Suijetsu solo era una perdida de su tiempo… si, era sumamente fastidioso y muchas veces como en ese momento le daban ganas de molerlo a golpes algo que por supuesto era mejor evitar… no se permitiría montar un espectáculo jamás y aun menos por una mujer.
Era un Uchiha y él nunca iniciaría una pelea por algo tan insignificante.
Él no mostraba espectáculos en público, luego se encargaría de hacerle entender en privado a Suijetsu de una vez por todas que debería evitar por su propio bien meterse con él.
-Deberías de buscar otra chica para tener sexo… aunque es mas que obvio que no todas van a caer a tus pies como tu tanto presumes.- dijo el peligris con voz desafiante y divertida, Sasuke dirigió rápidamente su mirada hacia él mientras los otros chicos que estaban en la mesa la dirigían al moreno siendo sabedores de la poca paciencia que tenia y que Suijetsu la estaba agotando.
-¿Que quieres decir?- interrogo fríamente con autosuficiencia.
-La verdad.- respondió este con simpleza, Sasuke lo observo como si deseara matarlo y el peligris aparento tranquilidad a pesar del leve temblor que su cuerpo sufrió ante la amenazadora mirada del moreno la cual podía ser bastante intimidante.
-No todas caen a tus pies Uchiha.- intervino un ojiperla de cabello largo color café. El morocho desvió su mirada hacia él mientras apretaba los puños bajo la mesa, estaban jugando con su único punto débil… su orgullo.
-Todas lo hacen.- dijo prepotente con una sonrisa de lado, todos quedaron en silencio.
La mirada perla y la ónice estaba fija una en la otra, el pelicafe la desvío primero… no por debilidad, que va, simplemente sabia que las palabras que había dicho el Uchiha eran hasta cierto punto verdaderas, mas de medio colegio de chicas estaban tras él, soñando con estar algún día en su cama y era difícil que hubiera una que no caerá antes sus encantos si él se lo proponía.
La personalidad fría y seria de Sasuke eran uno de los atrayentes que hacían que las chicas se pegaran a él como plagas, eso sin contar su aspecto físico que aunque no le gustara admitirlo ya que era un hombre era mas que deseable por la población femenina.
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Bufo exasperado al pensar y no encontrar a alguna chica que fuera lo bastante dura para evitar caer a los pies del Uchiha.
Levanto la mirada hacia él y al ver la sonrisa altanera en su rostro enfureció más.
Sasuke se había dado cuenta de su dilema y le odiaba por ello, era verdaderamente molesto no poder bajarle del trono en el que él creía estar.
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Las puertas de la cafetería se abrieron y por mero reflejo desvió su mirada hacia ese lugar, por un momento se sorprendió al verla a "ella" entrar y la siguió con la mirada.
Una sonrisa poco a poco se formo en sus labios y se maldijo a si mismo por pasarla por alto, claro que no todas caerían a los pies del Uchiha… había una que nunca lo haría.
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Dirigio su mirada triunfante al moreno y este al percibirlo le miro seriamente.
-No todas Uchiha… no todas caerían a tus pies.- aseguro con una sonrisa, Sasuke no se inmuto, pero apretó mas fuertemente los puños bajo la mesa sin que nadie lo notara, estaban jugando con su orgullo y eso él… no lo iba a permitir.
-Dime una que no lo haga.- dijo con seguridad, frunció el ceño al ver como la sonrisa en el rostro del ojiperla se agrandaba.
Los demás chicos miraban la escena divertidos, las peleas entre Naruto y Sasuke eran frecuentes pero mayormente por no decir siempre era el Uchiha el que las ganaba… era entretenido verlo, pero entre el Neji y Sasuke existía una extraña amistad y enemistad, algunas veces solían llevarse bien ya que su personalidad y forma de pensar tenia cierto punto de comparación, pero también existía una rivalidad en todo por ver quien era el mejor, un espectáculo digno de ver.
-Compruébalo por ti mismo.- se mofo señalando con el dedo índice la entrada de la cafetería. El morocho siguió la dirección que el pelicafe le indicaba al igual que los otros chicos, estos observaron a la joven impresionados y luego desviaron a su mirada a Sasuke quien aun la tenia fija en ella.
Su rostro no mostró nada… ninguna emoción o gesto, pero por dentro, joder, ¿como se le ocurría al Hyuuga ponerla a ella?… maldito y mil veces maldito.
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Apretó los puños y la siguió con la mirada.
-Te apuesta a que no la enamoras Uchiha.- le reto con diversión observándolo fijamente, Sasuke no desvío la mirada de ella, solamente se quedo observándola caminar con un paso natural y espontáneo, pero con la espalda recta y la barbilla levantada.
-¿Y que ganaría yo?- pregunto seriamente, Neji rió con levedad y el morocho lo miro por un par de segundos para luego devolver su mirada a ella.
-¿Que tal la satisfacción de llevártela a la cama?- pregunto otro chico de cabello café oscuro al igual que sus ojos, con voz carente de emoción y una sonrisa demasiado falsa, Sasuke no se molesto en verle.
-Y una cuantiosa suma de dinero.- agrego el Hyuuga rápidamente.
El moreno arqueo una ceja mostrándose interesado, el era una mierda lo sabia, se acostaba con muchas chicas y luego las botaba con indiferencia ignorando los sentimientos que ellas decían profesarle sin siquiera importarle si las hería o no, para ser sinceros esa no era la primera apuesta que hacían, pero ahora a diferencia de antes… ella era una Haruno… ella era su enemiga.
-Vamos Uchiha… todos….- volteo a ver a los chicos y luego devolvió su mirada a Sasuke-. Todos nosotros te daremos una jugosa suma de dinero… ¿que tal 1000 cada uno?- propuso el ojiperla con una sonrisa, sabia que no aceptaría… era imposible que aceptara.
Sasuke no contesto y siguió con la mirada fija en la joven que ahora hablaba tranquilamente con un pelirrojo que la había interceptado en el camino y que vagamente le parecía haber visto, probablemente estaba en su salón pensó sin importancia.
-No me digas que te a-co-bar-das.- saboreo la ultima palabra-. Ohh… acaso no todas caen a tus pies.- dijo el pelicafe con sorna picándolo, Sasuke desvio su mirada hacia él y lo observo fríamente haciéndole callar.
-Esta bien… acepto.- dijo con naturalidad como si hablara del clima mientras devolvía su mirada a la Haruno.
Una sonrisa se formó en sus labios y el Hyuuga le observo con el ceño fruncido, pero despues de unos segundos meditándolo sonrió, conocía muy poco a Sakura, solo lo hacia porque esta era la mejor amiga de su prima.
La chica era hermosa… indudablemente preciosa, en realidad podría ser una de las chicas mas hermosas del internado y tenia muchos pretendientes por ello, eso era obvio, pero según le había dicho Hinata e incluso la propia Haruno una vez que mantuvieron una corta conversación, no tenia novio… nunca los había tenido y dudaba que ella se fijara en alguien que prácticamente era su enemigo desde pequeña.
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Sasuke la observo recorriéndola lentamente con la mirada, desde sus tobillos que era frágiles, sus piernas blancas y torneadas, la falda escolar color negro no le dejaba ver mas de lo necesario, pero tampoco era demasiado recatada y le permitía ver un poco debajo de la mitad de sus muslos, subió la mirada hasta su trasero, que podía observar ya que la chica estaba de perfil, se centro en ese lugar delineando con la mirada aquella curva, la falda se abultada al inicio de este y caía con gracia al final dejándole observar su forma, era redondo, firme y para su deleite posiblemente el mejor trasero que había visto en su vida, sin querer mordió su labio inferior.
Siguió su recorrido subiendo por su plano vientre y abdomen, la chica repentinamente llevo una mano a su cuello y volteo quedando de frente, mas aun así no aparto su mirada de ella.
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Se despidió con una sonrisa del chico.
Gaara debía hacer un trabajo en la biblioteca por lo que no podría acompañarla a merendar.
Suspiro y busco con la mirada a sus amigas hasta que un escalofrío le recorrió la espalda erizándole los vellos.
Llevo una mano a la parte trasera de su cuello y volteo observando a su espalda al sentirse repentinamente observada.
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La posición en la que ella se encontraba le permitía observarla de frente y ahora podía ver la curvatura de su ancha cadera y su cintura que era tan estrecha que con facilidad la podría envolver con un brazo.
Subió hasta llegar a sus pechos, estos eran tapados por el libro que ella abrazaba, pero imagino que debían ser igual que las anteriores partes de su cuerpo… deseables.
Ascendió por su blanquecino y delicado cuello hasta su barbilla lisa y luego a sus labios.
Se detuvo en aquel punto.
Sus labios era carnosos y su boca pequeña, eran rosados y contrastaban perfectamente con su pálida piel.
Siguió recorriendo su nariz recta y pequeña, y sus ojos grandes y brillosos de un extraño y exótico color jade, sus cejas rosadas y finas hasta finalmente llegar a su cabello liso igualmente rosa que era abundante y le llegaba hasta la cintura.
La chica no era muy alta, posiblemente le sacaba dos cabezas de altura, su contextura era delgada y torneada.
Ella inspiraba ternura aunque se reprimiera por pensarlo un segundo y parecía bastante delicada, frágil e inocente, joder, nunca se había fijado en ella pues nunca la había visto como algo mas que su enemiga pero ahora que lo hacia muy a su pesar aceptaba que era verdaderamente hermosa.
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Sonrió… despues de todo no seria para nada difícil llevar a cabo esa apuesta sabiendo que en algún momento podía tenerla en sus brazos y hacerla gemir bajo su cuerpo.
Si, la idea no le desagradaba en lo absoluto e incluso podría usarla como una venganza personal en contra de los Haruno
¿Que peor deshonra podría haber que divulgar que había echo suya a la pelirrosa?
Que ella se había entregado a él por su voluntad
Enamorarla para luego botarla como un trapo sucio cuando estuviera satisfecho de haberla usado como una prostituta barata cada vez que él quisiese
No, definitivamente no existía nada mejor.
La recorrió una vez más con la mirada.
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Nuevamente sintió esa sensación de ser observada y busco con la mirada a esa persona que la observaba de esa forma tan penetrante.
Nunca había experimentado tal cosa, toda su piel se erizaba y tenía el corazón, y la respiración acelerada ante el peso de esa mirada.
De pronto se topo con unos ojos color negro profundos y el corazón empezó a latirle a una velocidad mayor, un escalofrío le recorrió de pies a cabeza, sus mejillas empezaron a sentirse tibias e inconscientemente apretó el libro contra su pecho.
Aparto la mirada rápidamente y se propuso a buscar a sus amigas restándole importancia al chico… él no la merecía.
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-Bien Sasuke… ¿podrás hacerlo?- pregunto divertido el peligris, el moreno aparto la mirada de la chica tal como ella lo había echo y centro toda su atención en lo que el estupido de Suijetsu le había dicho.
-¿Cuanto tiempo?- pregunto fríamente.
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Estaba decidido, no importaba quien ella fuera… él no perdería esa apuesta, primero estaba su orgullo y su venganza.
-Estamos a mitad de año por lo que tienes hasta fin de año para enamorarla.- dijo seriamente el pelicafe, Sasuke sonrió con autosuficiencia, ya todo estaba listo.
-Bien.- afirmo con total seguridad en si mismo, como lo había dicho antes, todas caían a sus pies y la Haruno… no seria la excepción, de eso estaba plenamente seguro.
-Perfecto… todos te pagaremos en el caso de que perdamos.- declaro el ojiperla, los demás asintieron a excepción de Naruto quien apretaba los puños y dientes, y tenía el cuerpo tenso con el ceño fuertemente fruncido.
-Conmigo no cuenten.- gruñó con rabia contenida mirándoles con desprecio.
Los chicos dirigieron su mirada a él, pero el timbre del receso les interrumpió.
Se levantaron al igual que todos los que estaban en el lugar y salieron a excepción de Sasuke y Naruto, luego de unos minutos la cafetería estaba totalmente vacía.
El moreno se levanto tranquilamente con camino a la salida y tras el pudo oír los pasos del ojiazul quien le seguía de cerca.
Suspiro, nadie dijo que aquello seria fácil y aun menos dado el caso de que Naruto consideraba a la Haruno su mejor amiga.
Eso podría traerle algunos problemas, pero nada, por supuesto para él… difícil de solucionar.
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De algo estaba seguro… y eso era que él… él no perdería esa apuesta.
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..::Fin del capitulo::..
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