Este UA, está basado en la saga de libros de JR Ward, La hermandad de la Daga Negra, espero que les guste D
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Se desmaterializó en la casa, fue tan rápido que nadie lo vio. En serio necesitaba pelea, vivir con cinco vampiros más, en la misma casa, realmente era un poco difícil a veces, a pesar de que eran sus amigos, no existía mucha privacidad; y eso que tenían una casa inmensa, con cuartos grandes para cada uno de ellos y muchas comodidades.
Ichigo aun iba a la escuela, al igual que otros tres de los miembros de la familia, Ishida, Toushiro y Renji; incluso estaban en el mismo salón.
La pregunta era por qué vivían siete hombres, y encima vampiros, en la misma casa?. Simple, eran hermanos, no hermanos de padre y madre como suele ser común, eran hermanos de sangre y de pelea: guerreros. Habían sido entrenados para pelear, especialmente para acabar contra la Sociedad de Hueco Mundo. Todas las noches, divididos en grupos, salían a eliminar enemigos.
Por más que aparentaran ser personas normales, humanos, era obvio que no lo eran, tenían un encanto natural, una belleza propia de los vampiros, sin embargo, en la escuela, nadie lo sabía, tenía que ser un secreto, sino, podrían verse expuestos a algún peligro.
Eran muy conscientes de ello, pero a veces se sentían muy diferentes a sus demás compañeros de clase, casi todos sabían que eran familia, hermanos, nunca nadie se preguntó por qué ninguno se parecía al otro; nunca llevaban amigos para hacer trabajos grupales ni nada, simplemente les estaba prohibido. Hombre, eran jóvenes, pero cuando debían luchar, eran guerreros.
Hace un tiempo, había llegado al salón una chica; Rukia, la enana; la llamaba Ichigo, que se había hecho amiga de él y de Renji, más que nada. Había algo en ella, pensaba a menudo Ichigo, algo que le llamaba la atención, tenía algo diferente, pero por más que lo intentaba, no sabía qué.
Ese día, Ichigo se había ido rápidamente a casa, su mente estaba un poco confundida, había visto a Renji conversando con Rukia a la salida, como de costumbre lo hacía con ambos, pero algo distinto le sucedió, su cuerpo se estremeció y quiso atacar a su hermano. Raro, había estado pensando, nunca le había pasado eso, pero la necesidad de golpearlo fue tan grande, que tuvo que desmaterializarse a la casa.
Ya no podía esperar que fuese de noche y salir con sus hermanos a luchar, así podría liberar eso que sentía, tal vez lo podría comparar con celos, pero no, no podía ser, Rukia era amiga de los dos, y él no tenía más derecho que Renji sobre ella, ninguno de los dos tenía derechos sobre Rukia.
Se acercó a la nevera y sacó una casa de leche, era casi lo único que lo podía calmar, aparte de una buena pelea. Se frotó el cabello mientras bebía. Estaba muy helada y le ayudó un poco.
Movió su cabeza de un lado a otro, como haciendo ejercicio y volvió a meter la caja dentro de la refrigeradora.
Caminó hacia su habitación para cambiarse de ropa. Al salir, decidió ir a hablar sobre lo ocurrido con Kisuke, él era algo así como el jefe de los hermanos, como el hermano mayor al que todos recurrían. Caminó hacia la oficina, y llamó a la puerta.
- Un momento – se oyó la voz de Kisuke
Luego, se abrió la habitación y salió Yoruichi, con un vestido largo de gasa púrpura. Wow, estaba realmente hermosa con esa coleta que siempre solía llevar. Ella era la novia de Kisuke, obviamente también era una vampiro. A pesar de que habían formalizado su relación, aún no vivía allí, pero pasaba la mayor parte del tiempo con ellos. De veras hacían una pareja rara ante los ojos de Ichigo, pero se complementaban perfectamente, si, se notaba que se querían.
Ella era un poco liberal pero a todos les caía bien. Además se conocían hace bastante tiempo, por lo que había confianza.
- Hola Ichigo – saludó Yoruichi dándole unas palmaditas en el rostro – nos vemos dentro de un rato porque creo que quieres hablar a solas con Kisuke cierto – le dijo sonriendo
Ella tenía la habilidad de leer las mentes, a parte de ser excelente en la pelea. Por lo que ya debía saber de qué quería hablar Ichigo con su novio.
- Ah, si, nos vemos entonces – dijo mientras entraba y cerraba la puerta tras él
- Hola, qué sucede Ichigo – preguntó el rubio
- Umm jeje, qué hacían eh!! – le dijo irónicamente
- Jaja, no es de tu incumbencia. Ahora dime, que te pasa
- Bueno, yo sólo quería hablar de algo que me sucedió hace un rato, en la escuela
- Alguna pelea?, mataste a algún compañero tuyo?
- NO, no estoy jugando
- Vale, dime entonces
- Mira, vi a Renji conversando con Rukia
Kisuke tenía una tienda de peluches en el centro de la ciudad, a la que iba todos los días en la tarde. A pesar de no necesitar ingresos, porque eran condenadamente ricos, tenía esa pequeña tienda por afición y como una manera de matar el tiempo. Rukia siempre se pasaba por allí aunque sea una vez por semana, y cuando se enteró de que era de la familia de Ichigo y Renji, fue con más razón, más a menudo.
Kisuke la conocía, porque era él el que le vendía unos peluches de colección de un conejito, Chappy, ese maldito conejo era conocidísimo, y a Rukia le encantaba.
- Y eso no es normal? – preguntó el rubio
- Bueno si, lo que no es normal es que me estremecí al verlos y sentí ganas de golpearlo, fue algo así como celos entiendes, pero no me gusta Rukia, al menos eso creo. Sólo mi cuerpo se estremeció y tuvo ese impulso.
- Umm estás seguro de que no te gusta?
- No, hombre, la veo como mi amiga, una de mis mejores amigas, bueno, hasta que ha sucedido esto, ya me confundí
- Entonces no serán celos de Renji, porque no quieres que converse con nadie más jajajaja
- Pues no creo, porque Renji sabe que es mi hombre y que no puede ir por ahí engañándome jajaja - ambos rieron – No, hablando en serio, casi me fui encima de él, pero pude desmaterializarme justo a tiempo
- No sé porqué habrá sido, tal vez de veras quieres a Rukia
- No se, me llama la atención, pero ya te dije que es mi amiga
- Lo que creo es que tienes que relajarte un poco
- Umm tal vez
- Mucho estudio se te sube a la cabeza verdad
- Si yo no estudio nada
- Jaja, eso lo se
En ese momento Ikkaku, uno de los hermanos mayores, entró a la oficina.
- Eh!, zanahoria, como estás – dijo refiriéndose a Ichigo
- Bien, calvito – dijo riendo
- Me alegra, me alegra. Renji y los otros llegaron hace un rato preguntando dónde te habías metido y si ya habías llegado
- Si, me vine rápido, es que tenía que hacer algunas cosas
- Ah, haber si se lo dices a las señoritas, que creo que aun te buscan, como si fueras un bebe zanahoria jaja
- Vah, ahora se los digo
- Vale. Kisuke, tengo unos papeles que debes firmar, asuntos de las cuentas bancarias, tú sabes
- Oh si si, ponlos por ahí
- Ya me voy, nos vemos después – dijo Ichigo mientras salía por la puerta.
- Ok – respondieron los otros dos.
Ichigo salió hasta la sala, se demoro un minuto en llegar, bueno, el pasadizo era largo y la casa, ni hablar, inmensa, te podías perder ahí.
Sus hermanos estaban acomodados en los sillones
- Oye Ichigo, donde demonios te habías metido? – habló Renji
- Tuve que venir rápido a casa
- Pues nos hiciste esperar demasiado – añadió Ishida acomodando sus lentes
- Como siempre dejándonos sin explicaciones – acotó Toushiro, que se echó en el mueble
- Ok ok, perdónenme si, no fue la gran cosa
- Bien, asunto olvidado, mi hombre está en la casa, asi que no hay problema jaja
- Si Renji, amor, no tienes que preocuparte jaja
Esos dos siempre solían jugar así, se llevaban demasiado bien, a pesar de que cuando se conocieron, no se toleraban y paraban de pelea en pelea.
- Que les parece si comemos algo – propuso Ishida
- Muero de hambre – Ichigo se frotó el estómago
- Te toca servir a ti – Toushiro lo señaló
- Está bien, sólo por la espera de hoy – aceptó Ichigo
- Bien servido cocinera – gritó Renji cuando el pelinaranja se iba hacia la cocina
- Jaja, ni loco – le respondió
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Rukia caminaba hacia su casa, llevando unos pastelillos en su bolso rosado de Chappy, los acababa de comprar para comerlos con su hermano, Byakuya.
Vivía con él desde que sus padres murieron, a pesar de que él era sumamente serio y casi nunca reía, ella sabía que la adoraba, tanto como ella a él. Siempre se cuidaban mutuamente y cuando era el cumpleaños del otro, acostumbraban salir juntos a pasear, incluso si él no riera o agradeciera, ella sabía que era feliz.
Cruzó la calle y se percató de que no había nadie, estaba en silencio, lo cual era raro, ya que a las seis de la tarde, siempre había personas paseando por las calles. Siguió caminando.
Escuchó pasos, que le decían que alguien se acercaba hacia ella, pero antes de poder voltear, una mano pasó por delante de su cuello, poniéndole un pañuelo en la boca. Cayó en los brazos del desconocido, desmayada.
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Un fuerte ruido se escuchó en la cocina, Renji, Ishida y Toushiro corrieron hacia ayá. Empujaron la puerta y encontraron a Ichigo tirado en el suelo, estaba inconsciente.
Continuará
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Ummm, necesito comentario por favor, colaboren conmigo jeje, haber si debo de seguirlo.
