"Que se siente saber que lo único que quieres es lo único que no podrás tener"
Poder?. Lo tenían. Dinero?. En millones. Fama?. Pff se daba sola.
No había algo que les faltara a los Tucker y si era así (lo que era poco probable) lo obtenían sin mover un solo dedo . Su solo nombre era sinónimo de riqueza y prestigio; sus bienes iban más allá de las posesiones materiales y las personas sucumbian ante su presencia dispuestas a cumplir cada uno de sus deseos. Postradas ante sus pies no había algo que no hicieran por ellos.
Nadie podía oponerse a su voluntad...bueno...casi nadie...
Los Tweak, dueños y creadores de una gran franquicia cafetera, eran la otra familia bajo la cual yacía una gran fortuna, y si bien esta no superaba la de los Tucker, su riqueza e influencia no tenia nada que envidiarle a estos.
Muchos especularon el rencor que existía entre estas dos familias, y no se equivocaron demasiado pues los Tucker lo que más odiaban eran los límites; los que eran impuestos por los Tweak y estos a su vez odiaban que los Tucker usaran su poder de convencimiento para evitar la expansión de Tweek Coffeehouse Bros.
Dos grandes imperios. Dos grandes líderes ejecutivos y un odio en común.
Uno podría pensar que debido a todo esto y el hecho de que nadie quería quedarse atrás, tuvieron un heredero que coincidían en edad, género y (por una corta diferencia) estatura. Pero la verdad es que era solamente eso, una coincidencia.
Los Tucker tenían a Craig Tucker, un muchacho que hacía honor a su apellido pues su presencia era imponente como cualquiera de su familia y los Tweak tenían a Tweek Tweak cuyo destino como el futuro dueño de la empresa de su padre se veía reflejado en su amor por sus productos. Obviamente una vez Thomas Tucker y Richard Tweak se dieron cuenta de esto metieron a sus hijos en la misma riña. Los metieron al mismo instituto pues era el mejor y el de mayor prestigio de esa zona y, como si el destino lo quisiese así, en el mismo curso.
Así es como Craig y Tweek se conocieron, para bien o para mal gracias a sus padres.
No se hablaban al principio. Sabían el nombre del otro únicamente por todo lo que les decían sus familias, y debido a lo que habían escuchado , tardaron en hacerse amigos.
¿Hey Tweek, quieres ir en mi grupo?- Token fue el primero en hablarle al cafeinómano pues a pesar de su posición económica, los demás le consideraban "raro" debido a los espasmos y constantes tics de este.
Hm...c-claro AGH!- Tweek gustaba de la presencia del afroamericano pues nunca le juzgaba por sus constantes temblores y amaba hacer grupos con él pues era de los pocos que se dedicaban realmente.
Oh, hola Tweek!- Clyde era amigo de Token y lo veía mayoritariamente al lado de este. Era una persona alegre y gustaba de fastidiar a los demás sin importarle de quien se tratase, a pesar de esto era buen tipo y aunque no era muy dedicado en los grupos le ponía feliz que en el trabajo también conste él.
H-hola C-clyde ngh...N-no de s-supone que AGH! ¿el grupo sea de cuatro?- Normalmente los grupos que habían formado eran de tres o de dos y pedían que se añada una persona, lo que era perfecto ya que juntos trabajaban muy bien, pero esta vez fue diferente y Tweek no sabia quien podría ser aquella persona que...o dios...no..NO!JESUCRISTO NOOO!
Tweek, te presento a Craig , el será el cuarto miembro de nuestro grupo y...Tweek ?..OH TWEEK ESTAS BIEN!?- la presión había sido demasiada para Tweek y sin importarle nada se desmayo en pleno salón de clases no sólo dejando preocupado a Token sino que también dejo sorprendido a Craig que notó que era muy diferente a como se lo habían descrito sus padres.
CARAJO OTRA VEZ!- no, para Clyde esto ya no era nada nuevo...
