DONDE ESTA MI CORAZON:"EL FINAL DE LA HISTORIA"
Hola a todos:
Esta lista la tercera y última parte de esta historia, espero que comenten, critiquen pregunten y sobre todo que les guste
"Estos personajes no son míos, no gano dinero con ellos, solo me divierto y trato de entretener a los demás, además si fueran míos las cosas serían diferentes"
Advertencia: Esta historia contiene relaciones chico/chico implicito, si es que no te gusta eso, no te agrada o te fastidia no es recomendable que leas.
DONDE ESTA MI CORAZON
CAPITULO 1:
"CADA DIA PIENSO EN TI"
Poco mas de dos años después….
Londres:
Draco sujetaba las caderas con fuerza, apreciaba como la formada espalda se arqueaba cada vez que lograba tocar su próstata en cada embestida, el sudor resbalaba suavemente y los gemidos eran cada vez más fuertes, enredó sus dedos en la oscura cabellera, jalándola un poco, hasta hacer que el chico gire su rostro y se lanzó sobre sus labios, lo besó con fuerza, mordiendo y chupando, pronto aquella sensación de estar tan cerca lo invadió, abandonó los labios y su manos ahora sujetaron con mas fuerza las caderas del chico, golpeando una y otra vez su pelvis contra las nalgas, sintiendo como el cuerpo debajo suyo se estremecía.
-Oh… Si… DiosDraco- gritó una voz ronca y ahogada.
-Si…. Si…- gimió Draco cerrando los ojos y llegando finalmente al orgasmo, por un par de segundos, dentro del placer vio aquella mirada verde… la que veía siempre en aquella situación, era tan difícil sacarlo de su mente, sobre todo en momentos como éste…
"Cada día pienso en ti…"
-Mierda si, siii- el sollozo ahogado del chico lo sacó de sus pensamientos, su acompañante había llegado también… -¿cual dijo que era su nombre?- se preguntó Draco distraídamente mientras salía del cuerpo de su amante y se dejaba caer a un lado, tratando de normalizar su respiración.
-Wow… eso fue fantástico- le dijo el chico entrecortadamente mientras se dejaba caer de espaldas junto a él.
-Si, gracias… lo mismo digo- dijo distraídamente mientras se dedicaba a observar alrededor de la pequeña y desordenada habitación durante un par de minutos, luego se levantó de la cama y empezó a recolectar su ropa que había quedado tirada por todo el piso, a punta de varita se limpio y vistió.
-Hey… Draco, ¿por que no te quedas a pasar la noche?... podríamos aprovechar mas el tiempo juntos…- le preguntó el chico con tono meloso, incorporándose sobre la cama y siguiendo con la vista los movimientos del rubio.
Draco observó a su acompañante de esa noche, cabello oscuro, delgado, ojos castaños, y la mala costumbre de hablar en exceso –Tengo que trabajar mañana… Gracias- dijo finalmente con una media sonrisa.
-¿Te veré alguno de estos días?- preguntó el chico poniéndose de pie y siguiéndolo por el pasillo hasta la puerta del departamento.
-No… no lo creo… Adiós- dijo mientras salía del departamento.
-Bien… Adiós entonces- respondió el muchacho con aire ofendido.
"Pienso un poco más en ti"
Draco sabía que faltaban aun unas cuantas horas para el amanecer, la humedad de la madrugada se le antojaba ideal para él en ese momento, notó como la sensación de embriaguez que había tenido antes de llegar al departamento de aquel muchacho había desaparecido casi por completo, buscó un cigarro en su abrigo y lo encendió, mientras caminaba por las medio iluminadas calles de Londres, recordó entonces aquello en lo que no le gustaba pensar, aquello que había pasado una vez mas, la mirada de Harry, ¿por que siempre tenía que recordarla en esos momentos? Por que no podía simplemente olvidarla, ya había pasado tanto tiempo, y sin embargo no pasaba un día en que de una u otra manera su recuerdo estuviera presente.
Pisó con furia el cigarro, maldiciendo su falta de voluntad, desde que Harry se había ido había hecho de todo para olvidarlo, y todo siempre había sido en vano.
Encontró al fin un pequeño callejón poco iluminado, miró a ambos lados alerta y se internó en el, luego giró y desapareció para aparecer en la cocina de la Mansión, sirvió un vaso de agua, y caminó escaleras arriba hasta llegar a su habitación, se desprendió de la ropa sucia, y se dejó caer en la cama, tomó de la mesita de noche aquella carta, ya sucia, despedazada en algún momento de rabia, y vuelta a pegar nuevamente y leyó la última línea:
Quien siempre, en cualquier parte del mundo, será tuyo.
Harry
"Despedazo mi razón
Se destruye algo de mi"
Suspiró cansado y la volvió a dejar sobre la mesa de noche, se abrazó a la almohada y cerró los ojos sabiendo que en cuanto se durmiera volvería a soñar con él, pero aquello no le molestaba después de todo, no en noches como esta, en la que se sentía totalmente solo y vacío, la sensación que le dejaba siempre el estar con alguien mas, alguien que no era Harry, SU Harry.
--0O0O0--
"Cada día pienso en tí
Pienso un poco más en ti"
Bulgaria:
Harry levantó la vista, y pudo ver a Draco mirándolo, con esos ojos grises que tenían un brillo diferente, esa mirada…
-Draco…-
-mmm- susurró el rubio a la vez que apartaba un mechón de cabello de la frente de Harry
-Quiero pedirte algo-
-¿Qué?-
-Nunca dejes de mirarme así-
-¿Así? ¿Cómo es que te miro?- preguntó algo divertido el rubio.
-Como si me amaras-
–Te lo prometo, no lo haré, por que nunca te dejaré de amar-
Harry sonrió complacido antes de volver a besarlo, recorriendo con sus manos la espalda desnuda de su novio.
El sonido de unas campanadas hizo que abriera lentamente los ojos, tardó unos segundos en reconocer la situación, levantó con pereza la mano y golpeó el pequeño despertador que sonaba insistente, luego tomó las mantas y se tapó hasta la cabeza, -Fue solo un sueño… un recuerdo… uno mas- se dijo con aíre triste, aunque éste se sentía tan real… podía sentir la suavidad de las manos de Draco sobre él, el aroma… y esa mirada… no lo pudo evitar, nunca lo lograba, cada noche soñaba con Draco, o mejor dicho recordaba, recordaba cosas que antes le parecían pequeñas, y que ahora llenaban sus noches, cosas como cuando iban juntos a hacer las compras, recuerdos de la academia de aurores, conversaciones en la cabaña de la Tía Muriel, cuando aún se estaban conociendo, o momentos en los que Draco le decía que lo amaba, aquellos recuerdos eran los que mas lo deprimían.
"Cada vez que sale el sol"
Tomó aire un par de veces, para sentirse mejor, y luego de un solo golpe dejó caer las mantas al suelo, el frío de la mañana lo golpeó, y aquello fue suficiente para hacer que se levantara y fuera hacia la ducha.
Caminó por la habitación envuelto en una toalla, y con el cabello ya secó y recogido en una coleta, seleccionando lo que vestiría aquella mañana, a diferencia de Inglaterra, los aurores no llevaban túnicas de uniforme a diario, solo para actos oficiales, o para hacer seguridad en determinados sitios, así que tenía libertad de usar lo que quisiera, lo cual representaba un pequeño problema para él, pues nunca fue muy bueno seleccionando colores ni apegándose a la moda, era Draco el que lo ayudaba en aquello, finalmente decidió por lo que era su elección normalmente, una túnica de color negro, con los ribetes de color verde, a uno de los lados tenía lugar para colocar la varita, cogió de la silla su pequeño morral, y un abrigo negro del armario, -Bien, tan original como siempre- se dijo sarcástico delante del espejo.
"Busco en algo de valor
Para continuar así…"
Ya en la cocina, sirvió una taza de café, la cual bebió a prisa, mientras el diario "Lo que Bulgaria hace hoy" aparecía en su mesa, lo tomó y lo guardó dentro del morral, lo leería mas tarde, terminó su café, y dejó la taza sobre el fregadero, con una ruma mas de tazas aun por lavar, -Lo haré esta noche- prometió al aire mientras pensaba que de no hacerlo no tendría en que tomar el café la mañana siguiente.
"Y te veo asi no te toque…."
Salió por la pequeña sala, y como siempre detuvo su vista en las tres fotos que adornaban un pequeño librero cercano a la puerta, la primera era una de él, junto a Ron y Hermione, con el uniforme de Hogwarts, tomada en 5to año, seguro que por Colín, los tres saludaban sonriendo a la cámara, la segunda foto era una tomada seis años atrás, después de la guerra, uno de esos sábados en los que jugaban quiditch: Ron, que pasaba su brazo sobre los hombros de Hermione, a su lado Ginny y Neville sonreían avergonzados, por una broma que Luna, la cual estaba a su lado, les había hecho. Draco y el estaban junto a la rubia, la mano de Harry estaba apoyada distraídamente en la cintura del rubio, y ambos sonreían tranquilamente a la cámara, la tercera foto era una de las que habían tomado en su cumpleaños hace casi ya tres años, solo estaba Draco, levantando una copa de vino a la cámara como saludo. –Buenos días- dijo hacia la foto como cada mañana, antes de ajustar los botones de su abrigo y salir por la puerta.
"Rezo por ti cada noche…"
--0O0O0--
Draco entró a la cocina, y como siempre Shane ya estaba sentado leyendo el profeta con una taza de café en la mano.
-Buenos días, Draco- dijo levantando la vista del profeta.
-Hey… que tal San Mungo- preguntó mientras se servía una taza de café y se sentaba en una de las sillas frente a su hermano.
-Bien… ya sabes lo usual, ¿que tal tu? No te sentí llegar anoche-
-Llegué tarde…-
-Oh… deberías descansar mas, estoy seguro que si no sales una noche no se acabará el mundo-
-Si mamá…- bufó fastidiado Draco
Shane sonrió, -¿Esta noche empieza el campeonato en el ministerio?-
-Si, ¿vendrás verdad?- preguntó Draco, el campeonato del ministerio era algo nuevo, era el segundo año que se realizaba, cada área presentaba a un equipo de Quiditch, y competían con las demás áreas, ellos habían ganado el año pasado, y esperaban hacer lo mismo este año.
-Si, claro que si, Luna, Ginny, Neville y yo ya nos pusimos de acuerdo para asistir, tal vez vayan los gemelos también.
-Genial- dijo Draco con una sonrisa.
Shane se puso de pie –Me voy, te veo en la noche, tal vez luego todos podamos salir a celebrar su victoria… o llorar la derrota-
-Ja Ja … ¡gracias por la confianza!!- respondió Draco sarcástico mientras se ponía de pie también.
Ambos caminaron hacia la chimenea, primero entró Shane –A San Mungo- y pronto hubo desaparecido en medio de las llamas.
Draco le siguió luego, -Al Ministerio- y pronto sintió la vertiginosa sensación de estar viajando en un tubo demasiado pequeño a una gran velocidad, luego cayó en una de las salas de recepción del ministerio.
"Amanece y pienso en ti…"
Cuando llegó al área de aurores todos estaban bastante entusiasmados respecto al partido del día de hoy, Hermione había hecho y regalado a todos los que no jugarían pequeñas banderitas con el lema "Aurores a Ganar", Draco saludó a todos con su mejor sonrisa, antes de sentarse detrás de su escritorio, todo aquel entusiasmo lo remontó a los partidos de Hogwarts, aquello era divertido, las guerras entre las casas, pero el recuerdo terminó, irremediablemente en Harry, -él si que era bueno jugando...- se dijo antes de sentir como alguien dejaba una taza de café sobre su escritorio, levantó la vista para encontrarse con Hermione.
-¿Listo para hoy?-
-Eso ni se pregunta Hermione, por favor, demoraremos mas en cambiarnos que en ganarles, los de contabilidad nunca han sido muy buenos- Sonrió Draco altaneramente, mientras daba un trago al vaso de café.
-Lo sé, no esta de más preguntar-
-Ya…- dijo Draco agitando la mano para quitarle importancia al asunto – Mejor dime, ¿el profesor Klein logró traernos ya alguna información sobre el hechizo?-
-No, aun no, pero me dijo que tiene algunas ideas sobre lo que puede ser, el problema es y será siempre el mismo, no podemos hacer pruebas, por que de lo contrario terminaríamos matando a uno de ellos- dijo ella seriamente.
-Lo sé, pero ya ha pasado tanto tiempo, aun hay sustancias ilegales en el mercado, y no puede ser que cada vez que agarremos a alguien encontremos que tiene el maldito hechizo encima- respondió fastidiado Draco, desde un año atrás habían conseguido contactar con un experto en la materia, un viejo y algo cascarrabias profesor: el profesor Klein, y habían conseguido detectar cuando realmente el hechizo estaba actuando en un detenido, pero pronto la investigación se había estancado allí.
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"Y retumba en mis oídos
El tic-tac de los relojes"
Harry atravesó el vestíbulo del ministerio Búlgaro con pasos lentos, respondiendo los saludos con una inclinación de cabeza, el ascensor lo llevó hasta el ultimo piso, un gran pasillo con varias puertas a los lados, donde estaban las oficinas de los jefes y las salas de entrenamiento, al fondo una gran sala, con separadores, en cada pequeño cubículo habían dos escritorios, uno frente a otro, el suyo quedaba casi al final, cuando llegó su compañero ya se encontraba trabajando en un informe sobre el último caso que habían tenido durante la semana, Harry, si bien es cierto después de dos años dominaba ya casi a la perfección el búlgaro, no era bueno escribiéndolo, así que aquello lo salvaba de hacer lo que mas le aburría, los informes.
-Hola Harry – dijo Abner sonriendo
-Hola… ¿que tal va eso?-
-Casi terminado, te extrañamos ayer en la fiesta, te desapareciste demasiado rápido-
-mmm… si, no tenía muchos ánimos, lo siento- dijo Harry mientras dejaba sobre la mesa el diario y se sentaba dispuesto a leerlo.
-Harry, te conozco desde hace dos años, y nunca estas con ánimos…-
-Tal vez soy de aquellos que no les gusta las fiestas- apuntó Harry con cierto fastidio, de una parte acá, Abner insistía en hacerlo salir a divertirse, o presentarle chicos y chicas, esperando que pudiera liarse con alguien.
-Tal vez seas de aquellos que no quiere olvidar-
-Abner…- empezó Harry, sin embargo no pudo terminar, ya que un altavoz resonó por toda la sala
-Potter y Zoïk a la sala de misiones número uno- dijo la voz de su jefa.
-Genial, empezaremos bien el día entonces- murmuró Abner poniéndose de pie, seguido por Harry.
La sala de misión numero uno era una pequeña sala circular, desde donde los aurores desaparecían hacia el lugar de la emergencia luego de ser notificados sobre lo que tenían que hacer por una fría voz sin rostro.
-Hay un Dragón suelto en las fronteras con Rumania, en las afueras de Ruse, los encargados rumanos, junto con sus aurores ya están trabajando en aquello, pero ya han traspasado la frontera, necesitamos que ustedes vayan, los ayuden y supervisen todo-
-Si Señor- dijeron ambos y pronto un tirón en el estomago le indicó a Harry que estaban desapareciendo.
Harry parpadeó un par de veces, tratando de acostumbrarse al reflejo de la nieve.
-Ten- le dijo una voz, mientras le entregaba un par de lentes oscuros, Harry por fin pudo apreciar mejor todo el paisaje, todo estaba blanco debido a la nieve, el ruido de un rugido lo hizo sobresaltarse, en frente suyo, a una distancia, no tan prudencial pensó Harry, pudo reconocer, un gran colacuerno húngaro
-¿Vaya… has visto eso?- preguntó Abner a su lado, también tenía puestos unos lentes oscuros y miraba fascinado al Dragón, que estaba siendo sujetado por cadenas y luchaba por zafarse lanzando latigazos de fuego.
-Si… un colacuerno húngaro… son los más peligrosos- le dijo Harry.
-¿Ahora me dirás que también eres experto en Dragones?-preguntó divertido Abner.
-Es una historia muy larga… te la cuento luego, hay que encontrar al que esta a cargo-
Harry y Abner caminaron entre la fila de magos que rodeaban al dragón, agachándose cada vez que una de las llamas llegaba cerca de ellos.
-Yo soy, Matthieu Womack, estoy a cargo de la reserva de Rumania, esta pequeña tiene demasiada fuerza, se escapó luego de que aplastará a todos sus huevos, ya casi la tenemos, los aurores de nuestro país nos están ayudando, pero el ministerio búlgaro insistió en tener aurores presentes, si nos ayudan con los aturdidores será todo mas rápido.
-Si, claro señor, díganos donde nos necesita- dijo Abner con cortesía mientras no dejaba de mirar un segundo al colacuerno que se retorcía tratando de librarse.
-Bien… ¡Charlie!… ¡Charlie!… ven por favor- gritó sobre ellos Womack, segundos después, luciendo la túnica quemada por uno de los extremos y un corte en la cara aparecía Charlie Weasley.
-¡Charlie!!- dijo contento Harry a la vez que extendía una mano para saludar al pelirrojo, que lo veía sorprendido.
-Pero si es Harry…. Muchacho del demonio, así que aquí te habías metido eh?- dijo mientras jalaba la mano de Harry y lo abrazaba con fuerza.
Harry sonrió divertido, recordando de alguna manera los abrazos de la señora Weasley, trató de corresponder al saludo, pero le fue imposible. Una voz hizo que Charlie lo soltara:
-Que gusto ver que te lleves bien con los aurores, Charlie- dijo Womack –Pero te comento que tenemos un pequeño problema aquí…así que si me haces el favor de llevarlos al otro extremo para que puedan ayudar con los aturdidores, antes que esta preciosidad se suelte…-
-Si, si señor, lo lamento, vamos Harry… - dijo Charlie, guiando a los chicos alrededor de todo el grupo que rodeaba al colacuerno, hasta el otro extremo.
-Harry… vaya, mamá esta molesta, no le has escrito nada… nadie sabía donde te habías metido- le decía Charlie conforme caminaban.
-Si, bueno, fue algo que salió de improviso, ya sabes como es el trabajo, además, necesitaba alejarme un poco-
-Oh… ya veo… si mamá me escribió respecto a lo que paso con Draco…-
-Si, bueno, esa fue una de las razones, pero por favor, no les digas a los demás donde estoy, es decir, solo los jefes lo saben, no se lo he contado ni siquiera a Hermione y Ron…-
-¿Quien es Draco?- dijo una voz detrás de ellos, Harry recién se percató que Abner caminaba con ellos, relegado al no haber siquiera sido presentado.
-Oh… lo siento… Charlie el es Abner, es mi compañero en el departamento de aurores, Abner, este es Charlie, un buen amigo al que no veo hace tiempo- dijo Harry y ambos chicos se dieron las manos corteses antes de proseguir caminando.
-Pero aun no me dices quien es Draco- insistió Abner.
-Vamos, esta es la parte en la que trabajaremos nosotros- explicó Charlie haciéndose sitio entre unos cuantos magos mas, pronto el circulo alrededor del colacuerno estaba completamente cerrado –En unos cuantos segundos mas Womack dará la señal-
Ambos chicos asintieron en señal de entendimiento –¿Y como esta tu mamá, como están todos por allá?- preguntó Harry.
-Oh, bastante bien, todos muy bien, se te extraña, deberías ir aunque sea para navidad-
-Si…- pero Harry no continuó porque la voz de Womack se escuchó amplificada indicándoles que empezaran a disparar hechizos aturdidores.
Durante cerca de una hora, todos se dedicaron a lanzar hechizos, hasta que finalmente el colacuerno quedó reducido, por medio de hechizos de levitación lo pudieron poner en el vagón de un pequeño tren, propiedad de la reserva en la que trabajaba Charlie.
-Bien Harry, ha sido un gusto verte, aunque no hemos hablado casi nada, como te va por aquí, ¿todo bien?- preguntó Charlie, él y Harry se habían alejado del grupo que tomaba unas pequeñas copas de aguardiente para el frío antes de partir.
-Si… todo va bien, ya estoy adaptado a vivir aquí- dijo Harry dando un trago a su bebida, pronto el calor del licor le dio una sensación agradable en el pecho.
-Estas en Sofía… entonces me será muy fácil escribirte, tal vez uno de estos fines de semana puedo darme una escapada y conversar-
-Sería genial- Harry bajó la mirada, quería preguntar, aunque no tenía valor, temía que le dijera que Draco ahora estaba feliz con alguien mas…
Charlie lo observó un par de segundos antes de hablar –Harry, sé que quieres saber de él, no te preocupes, esta muy bien, sigue con los aurores, es uno de los mejores, y no ha conseguido a nadie mas después de ti, o nadie importante al menos, - dijo Charlie recordando como Ron le comentaba que Draco andaba saltando de cama en cama y de peligro en peligro – Y si me permitas que te lo diga – dijo bajando la voz –creo que él aun esta enamorado de ti.
Harry sonrió sin poder evitarlo, el calor del licor en su pecho fue opacado por uno mas tibio y dulce –En… ¿en serio?-
-Si, en serio, mira, no sé en realidad que es lo que puede haber pasado, pero yo siempre pensé que ustedes estaban destinados a estar juntos… tal vez debas volver y preguntar… uno nunca sabe-
-No, el no querrá saber de mi, lo conozco, es demasiado orgulloso, no me perdonará….- la voz de Harry se quebró ligeramente, allí estaba de nuevo aquel sentimiento de culpabilidad.
-Vaya… para ser Gryffindor te estas dejando vencer muy rápido-
Harry dio un sorbo mas a su bebida –Espero que puedas venir uno de estos días, la pasaremos bien- dijo cambiando el tema de conversación, aquel que no había tocado desde hacía mucho tiempo y que aun dolía.
-Vale, cuídate Harry- dijo sonriendo -Tu también Abner- dijo hacia el chico que estaba a unos metros de ellos, conversando con un par de aurores rumanos, Abner hizo una seña de despedida.
Charlie abrazó a Harry una vez mas antes de subir al pequeño tren, que luego de unos minutos se elevó por los aires hasta desaparecer.
-Bien, entonces… ¿quien es Draco?- preguntó Abner una vez ambos llegaron a la oficina.
-Nadie, solo un amigo-
-Oh… ya veo, solo un amigo- dijo divertido Abner, Harry se sentó en su escritorio, sacó una pluma y un pergamino, dispuesto a parecer ocupado para que Abner no lo molesté mas, mientras su mente empezaba a nadar entre los recuerdos de Draco….
"Y sigo pensando en ti…"
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Draco dio un giro completo a su escoba y se dejó caer en picada, a pocos metros de él podía sentir al otro buscador persiguiéndolo, extendió el brazo lo mas que pudo hasta que por fin se pudo hacer con la pequeña snitch, frenó y elevó la escoba, con la mano en alto.
-Y Malfoy la atrapa señores, tiene la snitch- dijo la voz del locutor. –Aurores ganan 230 a 100 contra los Contables-
Draco dio una vuelta mas en su escoba alrededor de todo el estadio, pudo ver en una de las tribunas a Hermione, junto con Ginny, Neville, Luna y Shane que saltaban y gritaban de alegría.
Cuando por fin aterrizó todos los miembros de su equipo lo rodearon, y entre abrazos y felicitaciones se encaminaron hacia los vestidores.
-Draco, volaste muy bien hoy - dijo Ron desde una de las duchas.
-Gracias, tu también lo hiciste bien,
-¿Vamos por unas copas para celebrar? , los demás están afuera esperándonos.
Si… claro- respondió Draco, que estaba dentro de una de las duchas también, el agua caliente caía sobre su cuerpo, apoyó las manos en la pared, y dejó el agua correr sobre su espalda, aquello era bastante relajante, cerró los ojos, dejándose envolver por las sensaciones agradables, su mente otra vez le trajo aquel pensamiento de la mañana –Harry volaba mejor…- suspiró cansado… -¿Llegará el momento en que lo olvides?- se preguntó con un suspiro antes de cerrar la ducha y salir a vestirse, sabiendo de ante mano que la respuesta sería no
Y sigo pensando en ti…
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Este pequeño primer capitulo solo es como una especie de pre inicio, vamos viendo como están ambos, que hacen y como se sienten después de tanto tiempo separados, empezamos hoy, Lunes 05 de Mayo, nos leemos el siguiente lunes
La canción, como deben saber pertenece a Shakira, a mi me da mucha pena, casi como lo que sienten (a mi parecer los chicos)
Gracias a todos por leer y espero con ansias sus comentarios.
Besos
Pao
