One-shot o drable dedicado a: Jenny Anderson
Pareja: Draco-Hermion.
Autora: Chía S.R
Disclaimer: Como escritora, odio los plagios y adueñarme de cosas, así que a la idea de que la autora de Harry potter es la única dueña de estos personajes.
Culpable:
Era claro que nadie podía culparlo. No estaba haciendo absolutamente nada malo. Simplemente, por una vez, estaba siendo "bueno". Ni Harry ni Ron podrían acusarle de estar cometiendo un pecado peor que ser… bueno, lo que él era. Sin embargo, Malfoy tenía las ideas claras por una vez y no es que fuera un blando ni nada por el estilo. A veces un poco cobarde cuando no debía, pero ahora no tenía tiempo para huir.
Había sucedido algo que impidió su entrada en aquella tienda de escobas nuevas, queriendo comprarse una nueva. Tampoco era su culpa que hubiera mirado hacia el callejón y se hubiera encontrado con el panorama que le estaba obligando regresar a su casa a escondidas, sin escoba y sin haberse metido con nadie.
Tampoco es que fuera culpabilidad, pero prefirió adentrarse por la puerta trasera en su casa y colarse por su dormitorio como si nada hubiera pasado. Porque no era culpabilidad exactamente lo que tenía que esconder para que el resto de sus sirvientes y demás descubrirá lo que había metido dentro su casa, además de en su cama.
Y mucho menos, podían culparlo por haber traído una palangana con agua limpia y estar mojando un trapo que se encarga de colocar con sumo cuidado. Ni que hubiera apartado las sábanas para quitar la humedecida ropa, ni mucho menos, que en medio de ello hubiera tenido que golpearse con la pared por haberse detenido para mirar las formas de una figura que no debía.
No. Que nadie lo acusara y lo culpara señalándole con el dedo porque hubiera puesto uno de sus pijamas en aquella persona y mucho menos, porque hubiera siseado- lo mejor pudo- palabras para tranquilizarla cuando parecía tener una pesadilla y a muy su pesar, llamaba a alguien que ni siquiera sabía quién era. Eso sí, un varón.
Y por el mago más bueno del mundo, que nadie le culpara por haber cogido un ataque de celos y haberse inclinado para besarla. Porque hubiera presionado sus labios sobre los contrarios con demasiada dulzura antes de presionar con ligera fuerza para marcarlos entre sus dientes.
Y desde luego, nadie podría culparle porque hubiera salido de la habitación cuando ella estaba despertando. Porque si realmente le hubiera visto ahí, seguro que la reina de la clase hubiera creado rápidamente algún maleficio contra él, creyendo que había hecho cosas malas. Pero igualmente, ella gritó por verse desnuda y él, se sonreía cada vez que la veía por el colegio, sabiendo cómo era cada parte de su cuerpo y a qué sabían sus labios.
No, no era culpable.
De lo único que podía ser culpable era claramente de tener un secreto.
¡Gracias! ¡Feliz cumpleaños atrasado!
