El único deseo que tengo

"Felicidades Azuma Tokaku-san. Con esto, eres la ganadora final de una Clase Negra con Ichinose Haru presente" me decía Meichi con ese típico tono de voz tan… tan… neutral "Por favor dinos cuál será tu recompensa" ¿Cómo puede hablar de esa manera preguntándome sobre esa supuesta recompensa? ¿Cómo cuando Haru está m…? "Bien, dejaremos tu recompensa en espera" Meichi dejó salir un suspiro al darse cuenta que no respondía "Por favor ven a verme cuando estés lista" después de decir eso, se fue, se fue sin decir más.

¿Eso es todo? ¿Así terminará esto? No pude más, mis lágrimas comenzaron a salir una vez que estuve sola "Deseo algo" dije mientras mi voz se cortaba "pero ya no se puede conceder" comencé a sollozar y apreté mis ojos con fuerza. Caí al suelo, no sentía mis piernas, mis brazos, ¡Mi cuerpo entero! Ella se ha ido, se fue, yo… yo fui quien la mató, todo es mi culpa, jamás podré ver su hermosa sonrisa… Todo es mi culpa.

Sollocé, sollocé hasta que los rayos del sol comenzaron a quemarme, sí, quemarme. Los rayos del sol ya no me calentaban, sólo podían quemarme, a mí, a la basura en la que me he convertido.

En una asesina…

No sé cuánto tiempo pasé ahí, ni siquiera me di cuenta cuando el agua caliente de la regadera chocaba con mi espalda desnuda. ¿Este era mi destino? ¿Así es como se sentía ser una asesina verdadera? ¿Por qué nadie me lo dijo? La abuela, Kaiba, alguna de las asesinas de la Clase Negra, Meichi, ¡Alguien!

Mis lágrimas volvieron a salir, me duele el pecho pero no tengo ninguna herida. ¿Qué va a pasar conmigo ahora? ¿Debo volver con Kaiba ahora? Bueno, al final ya he cumplido con la misión.

Al salir del baño rápidamente se escuchó un aviso por el altavoz ["Azuma Tokaku, por favor ven a mi oficina"] Sinceramente odio la voz de Meichi en estos momentos, pero mientras más rápido termine esto, mejor.

Me dirigí a su oficina a paso lento, ahora que no había nadie de la Clase Negra se sentía más silencioso y tranquilo, sin ellas, sin… Haru.

Rayos, mis lágrimas amenazaban con volver a salir pero no le iba a dar el gusto a Meichi de verme de esta manera, ni a nadie más.

Justo antes de llegar a la oficina, un mensaje de Kaiba llegó a mi celular, genial, lo que más quería en este momento era una de sus extrañas preguntas: ["¿Qué es lo que más desean las personas?"] Esa pregunta, por primera vez sentía que podía contestarla sin miedo a equivocarme, pero no tenía el humor de contestarla, así que cerré mi celular y entré en la oficina.

"¿Dormiste bien Azuma-san?" preguntó con una sonrisa de soslayo pegada en su cara

"¿Para qué me llamaste?"

"Siempre tan directa Azuma-san" en serio, quiero borrarle esa sonrisa "dime, ¿Ya pensaste en tu deseo?"

Bajé la cabeza, el único deseo que tenía se ha esfumado, y todo gracias a mí…

"Supongo que aún lo estás pensando" sujeté el mango de mi navaja, ya estaba harta de esa sonrisa "mientras lo haces, quiero que hagas algo por mí" estaba por protestar pero ella continuó "y antes de que te niegues sólo quiero recordarte que tú heriste a Nio y ya no tengo asistente por el momento"

"¿Qué quieres que haga?"

Tomó algo que no pude ver bien ya que me estaba dando la espalda, pero enseguida me mostró qué era: un ramo, no de rosas, sino de girasoles ¿Eh?

"Quiero que entregues esto, una de las chicas de la Clase Negra sigue en el hospital y se lo debo, así que si me haces el favor"

Las tomé de mala gana pero con cuidado, no debía desquitarme con esas pobre flores… ¡Argh! ¿Por qué estoy pensando así? "Sólo tengo que llevárselas a Nio y ya ¿no?"

"No son para Nio" hizo su cabeza a un lado con suma facilidad "buen intento" me dijo mientras miraba de reojo mi navaja que estaba sólo a escasos centímetros de ella "ahora ve a entregarlas, una vez que termines por favor dime tu deseo y esto termina"

"De acuerdo" murmuré apretando los dientes, este sería un día largo

Al llegar al hospital en seguida me guiaron hacia el piso donde estaba a quien fuera que le debía entregar las flores, no me dijeron el número del cuarto, sólo el jodido piso.

Mientras subía por el ascensor miraba el ramo de girasoles, ahora que lo pienso debo llevarle flores a… ella, es lo único que puedo hacer.

El sonido de 'clinc' me sacó de mis pensamientos, había llegado al piso correspondiente "aquí vamos" murmuré de malas, no sé ni por qué acepté, realmente no le debo nada. Entré a la primera puerta que estaba cerca del ascensor

"Oh, Azuma-san" era Kenmochi-san la que estaba del otro lado de la puerta, supongo que se lo debía Meichi por no haber podido participar correctamente

"Te manda esto la directora" dije sin muchas ganas colocando el ramo enfrente de su cama

Kenmochi me miró extrañada ¿Qué? Yo tampoco entiendo, sólo seguía órdenes, la última vez que no las seguía… "eso es todo, es momento de ir…"

"Shiena, no encontré ese jugo raro, pero te traje uno de… ¿Qué haces aquí?" preguntó Takechi sorprendida de verme, genial, de las muchas personas que no quería ver aquí está otra vez

"No tengo por qué darte explicaciones" contesté de mala gana, sólo quiero irme y ya

Takechi frunció el ceño, sabía que estaba por sacar sus tijeras pero algo llamó su atención "¿Qué planeas?" preguntó visiblemente molesta

"Sólo sigo órdenes"

"¿Te mandaron a matar a Shiena?"

¿Qué cosa? Takechi pasó a mi lado no sin antes darme un golpe con su hombro "déjame esto a mí" dijo mirando a Shiena

"¿Qué estás haciendo?" pregunté cuando vi que sacó sus tijeras lista para cortar ese ramo

"Shiena es alérgica a los girasoles, grandísima idiota" contestó a punto de cortar el ramo pero lo aparté rápidamente de ella

"Entonces no es para ti"

"¡Claro que no es para ella! Es alérgica"

"¿Y tú cómo sabes eso?"

Todos sus argumentos se fueron al demonio en ese momento y su rostro se puso totalmente rojo ¿Qué estaba pasando aquí?

"Ah, Azuma-san" me llamó Kenmochi-san

"¿Qué pasa?" pregunté mirándola directamente a los ojos

"Si no mal recuerdo, Otoya me dijo que aquí hay otras chicas de la Clase Negra"

Genial, ahora debo de adivinar para quién es este ramo "muchas gracias Kenmochi-san"

"Bien, si ya no tienes nada que hacer aquí, largo" se interpuso Takechi una vez más

"¡Otoya! Sé más amable"

"¡P-pero!"

Mientras ellas discutían le eché una rápida mirada al cuarto, en especial a la pequeña mesa de noche al lado de la cama de Kenmochi-san, habían varios recortes de personas, carteles hechos con letras de revistas y periódicos. Todo eso cortesía de Takechi-san debo creer. Quién iba a imaginar que ese par se volverían pareja.

"Azuma" me llamó Takechi

"¿Qué quieres?" pregunté mirándola retadoramente, no era un buen día para hacerme enojar

"Si alguien como yo pudo conseguir a una hermosa chica" dijo poniendo su brazo alrededor del hombro de Kenmochi-san mientras ésta soltó un grito de sorpresa "creo que es obvio que tú también puedes ¿no?"

"¡Otoya! ¿Q-qué estás diciendo?" preguntó visiblemente sonrojada Kenmochi-san

"Sólo digo la verdad" contestó en forma de coqueteo mientras acercaba su rostro al de Kenmochi-san

"O-Otoya…"

Oh genial, ahora se están besando ¿En serio tengo que soportar todo esto precisamente hoy?

Salí del cuarto, no quería seguir escuchando discusiones de pareja me hacían pensar en… No tiene importancia, no por ahora, no quiero pensar en ella ¡¿Sí?!

Aunque las palabras de Takechi comenzaron a resonar en mi mente. Sí, era sorprendente que alguien como ella lograra obtuviera una chica como Kenmochi-san que era todo lo contrario a ella.

Todo lo contrario…

Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, Haru y yo siempre fuimos tan distintas pero nos complementábamos tan bien la una con la otra, supongo que es cierto lo que dicen: Polos opuestos se atraen. Pero ahora, yo ya no tenía con quien complementarme.

Fui al siguiente cuarto, espero que éste sea el correcto, ¡De verdad! Ya no quiero encontrarme con nadie más. Al abrirlo me encontré con Kaminaga-san ¿Qué hace ella aún aquí?

"Oh, Azuma-san, eres tú" me dijo con su típico tono de voz, tan serio como el mío

"Te mandan esto" dije colocando el ramo junto a ella

"¿Eh?"

"Es de parte de la presidente"

"¿Por qué?"

"No lo sé, me dijo que lo debía a alguna de ustedes" expliqué lo más breve que pude

"Azuma-san, es una sorpresa encontrarte aquí" dijo Shutou-san con esa típica sonrisa, igual de característica que ella

"Shutou-san" moví levemente mi cabeza, de un modo u otro, ella me agradaba, no era como el resto de esas locas.

"¿Un ramo de girasoles? Es poco común encontrarse con uno de ellos, ¿Por qué la traes a Kouko eso? ¿Acaso es una pequeña venganza?" preguntó mientras sostenía con delicadeza el ramo, eso no impidió que me sintiera un tanto insegura al verla tomar el ramo ¿Qué pasa conmigo?

"¿Venganza? Yo sólo vengo a dejar el encargo" contesté señalando el ramo que seguía en manos de Shutou-san "Por cierto Kaminaga-san, ¿Por qué estás aquí?"

Las mejillas de Kaminaga-san se tornaron rojas mientras Shutou-san se rio discretamente "bueno, ya sabes lo torpe que puede llegar a ser nuestra Kouko; trató de crear una nueva bomba y le explotó cerca de la pierna, por suerte sólo son heridas sin mucha importancia" me explicó Shutou-san sin dejar de sonreír, esperen, ¿Ellas dos…?

"¿Están juntas?" pregunté directamente

Las dos se sorprendieron tanto que la sonrisa de Shutou-san se borró por un instante "¿Te sorprende Azuma-san?"

"Un poco, pensé que esa persona especial…" creo que hablé de más, Kaminaga-san bajó la cabeza al escuchar eso, lo siento, pero siempre he sido sincera respecto a eso

Shutou-san se acercó a Kaminaga-san tomándole la mano dulcemente "bueno, él será especial siempre pero también es parte de mi pasado, ahora sólo quiero enfocarme en mi presente ¿sí?"

Los ojos de Kaminaga-san comenzaron a brillar al escuchar eso, sí, están juntas, quién lo diría, ellas son igual de diferentes pero al mismo tiempo se complementan tan bien

"Azuma-san" me llamó Kaminaga-san

"¿Sí?"

"No creo que ese ramo sea mío" comentó mirando los girasoles

"¿Por qué lo dices?"

"Porque no me gustan los girasoles" contestó con simpleza y Shutou-san estuvo de acuerdo

"Es cierto, me pasé casi toda la tarde de ayer escogiendo el ramo perfecto para Kouko" contestó Shutou-san orgullosa de su trabajo

Genial, mi búsqueda no terminará aquí "bien" tomé de mala gana el ramo una vez más, pero siempre con delicadeza ¿Por qué siento que debo tomarlo así? Sinceramente, no quiero que se maltrate.

"Azuma-san" ahora fue el turno de Shutou-san para llamarme

"¿Qué pasa?"

"Ahora que todo terminó, espero cuides bien a tu persona especial. Así como yo pienso cuidar a la mía de ella misma" contestó acariciando la cabeza de Kaminaga-san

Bien, eso fue lo último que quería escuchar ¿Cómo le digo que maté a Haru? ¿Cómo le digo que mi persona especial murió en mis brazos? Cuando yo había prometido cuidarla…

"Me tengo que ir" dije dándome la vuelta "espero que te recuperes pronto Kaminaga-san" y con eso último salí del cuarto prácticamente corriendo, me fui a esconder al baño, no quería que nadie viera mis lágrimas, odiaba que las personas me vieran en este estado, sólo Haru podía verme así; así de frágil, así de triste, así de destruida…

"No pude cuidar de ti" susurré mientras comenzaba a sollozar una vez más, abracé mis piernas escondiendo mi rostro entre mis rodillas, ¿Por qué esto era tan difícil? ¿Por qué debí matarla? Ya no podré cuidarla nunca más, ya no puedo ver esa hermosa sonrisa, escuchar sus palabras dulces, sentir sus cálidos brazos, sus tiernos ronquidos "Haru te necesito" decía entre mis sollozos

En estos momentos, lo único que esperaba era que nadie se le ocurriera entrar al baño si querían vivir un día más, por favor no entren al baño.

¿Cómo voy a ver al resto de la Clase Negra con los ojos inyectados de sangre? Y justo en ese momento un mensaje de Kaiba volvió a aparecer: ["¿Qué es lo que más desean las personas?"]