Capitulo I
Empieza la búsqueda
Era una típica mañana en Hogwarts. El Gran Comedor estaba lleno de alumnos tomando el desayuno. Ya había llegado las lechuzas del correo y todos conversaban amenamente. Este es el panorama que encuentran Draco Malfoy y sus amigos a entrar y dirigirse a la mesa de Gryffindor.
Hacia un año que Harry venció a Lord Voldemort. En el transcurso de la guerra algunos de los Slytherin se negaron a aceptar la marca y lucharon en el lado de la luz. Al principio los pleitos con los Gryffindors estaban a la orden del día, pero poco a poco se fueron mutuamente tolerando y para finalizar la guerra esa tolerancia se había vuelto una gran amistad y en algunos casos algo mas.
Deberías comer un poco, Harry
Pero Nev, tan sólo con ver la comida me dan nauseas.
¿Por qué no vas a la enfermería aprovechando que es sábado? – por primera vez los leones se dieron cuenta de la presencia de los otros.
Si hermano, no te has sentido bien las últimas dos semanas – mencionó Ron terminando de engullir su desayuno para darle un beso rápido a su novio.
No quiero. Detesto ese lugar …
Iras aunque te llevemos a rastras – lo interrumpió un irritado rubio que ya se había cansado de que esta discusión ocurriera día a día.
Esta bien, pero ustedes me acompañan.
La hora de desayunar transcurrió con normalidad. Harry tuvo que comer un poco gracias a la insistencia de Draco. Cuando acabaron fueron a la enfermería. El lugar seguía igual que siempre con sus blancas paredes y, a opinión de Harry, su desagradable aroma a hospital. La señora Pomfrey salió de su oficina para atender a los chicos.
¿Qué los trae por aquí?
Es Harry, no se ha sentido bien y tuvimos que obligarlo a venir.
Ya les dije que estoy bien, se me va a pasar pronto.
¡Llevas las últimas dos semanas así es obvio que no se te va a pasar pronto!
No hay necesidad de gritar Sr. Malfoy. Sr. Potter podría decir cuales son sus síntomas – Harry, con una mirada de odio a sus amigos, le respondió
Despierto con nauseas y la comida me da asco. También hay momentos en los que me siento más cansado de lo común.
Eso sin contar tu falta de sueño y los cambios de humor tan repentinos – agregó Ron como si nada ganándose una mirada aun peor del niño-que-vivió.
Mmm… podría ser – la enfermera dejó de revisar a Harry para buscar en una estantería repleta de frascos de diversos tamaños y contenidos. Sacó uno pequeño que tenía una poción espesa y naranja junto con una aguja – Sr. Potter présteme su mano.
Madam Pomfrey tomó su mano y picó un dedo con la aguja para dejar caer una gota de sangre en la poción. Está se fue arremolinando hasta tornarse de un color lila muy tenue. Los chicos la miraban expectantes, en busca de una respuesta.
Sr. Potter usted esta embarazado
La confusión reinaba en sus caras. Harry estaba tan pálido como un muerto. Balbuceaba frases sin sentido, hasta que por fin pudo encontrar voz para preguntar, en casi un susurro
¿Cómo?
Pues veras Harry, cuando dos hombres se aman, el papa pone su semillita en… ¡Auch!
No ayudas hurón – Ron le da un rápido golpe en la cabeza
Pero no es para que me pegues T-T – una mirada asesina de la Sra. Pomfrey los mando callar
Tiene dos semanas exactamente. Como sabrá un embarazo masculino consume mucha magia, por eso es que se siente cansado y será necesario la colaboración del otro padre.
¡¿Qué?!
Como le iba diciendo antes de que interrumpiera, el bebe irá consumiendo su magia y si no esta el otro padre ambos podrían morir.
Felicidades, Harry, bien escondida tenías tu relación – ante esas palabras los ojos del moreno Gryffindor se humedecieron negándose a llorar, mientras unos grises escondían la tristeza que le causaban esas palabras – y bien ¿Quién es el afortunado? – Blaise hizo la pregunta del millón colocándole un brazo alrededor de los hombros
No lo se – fue apenas un sollozo casi in entendible antes de romper a llorar
¡Oh Harry! Cuanto lo sentimos – Draco lo abraza - ¿Qué fue lo que pasó?
En la fiesta de Halloween estaba tan borracho que no recuerdo lo que pasó – se sonroja – pero a la mañana siguiente desperté en la sala de menesteres... sin ropa – se suelta a llorar como una Magdalena
Nosotros te ayudaremos a encontrarlo – Neville le dedico una sonrisa compresiva
Gracias chicos – se abraza mas a Draco y sigue llorando
Vallan ustedes y yo cuidare de Harry
Ok Dragón, los buscaremos si lo encontramos – salen de la enfermería para empezar a resolver el caso de la misteriosa persona con la que se acostó Harry en Halloween.
Bien Sr. Potter, roguemos por que sus amigo lo encuentren. Mientras tanto le dare una lista de cuidados que deberá seguir…
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¿Dónde podremos empezar a busca pistas?
Que tal en la sala de menesteres, donde se origino el problema
Esperen, esperen, ¡Accio caja café de Blaise?
¿Ahora que? – una caja se acerca volando para caer en manos de Blaise - ¿Qué hay allí?
Como tanto insistías que leyera, Theo, comencé a leer los libros de un detective muggle muy famoso y ¡compré esto! – saca de la caja cuatro paquetes mas pequeños donde se leía "Equipo completo para detectives de Sherlock Holmes", le entrega uno a cada uno y empieza a sacar el contenido del suyo. Se pone una capa café con un sombrero a juego. Pronto una lupa y una pipa completan su atuendo.
¿No pensaras que usemos eso? – la cara de cachorrito fue su única respuesta
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Saliendo de la enfermería se fueron al lago para que Harry se tranquilizara un poco. Al llegar se soltó a llorar nuevamente en los brazos de su amigo hasta caer rendido de cansancio.
Draco lo miraba dormir y acariciaba sus cabellos. Se veía hermoso, así tranquilo, sin las lágrimas que hasta hace poco perlaban sus sonrosadas mejillas. Como odiaba verlo triste o peor aun llorando. Odió a quien le causaba tanto dolor y se odiaba a si mismo por no poder evitarlo.
Ojala que los chicos lo encuentren, aunque una parte de mi no lo desea para que no te vallas con el y te alejes de mi lado. Pero si mueres no podría soportarlo – una lágrima solitaria se escapa de sus ojos, mas es secada rápidamente – Pero de cualquier forma ya te he perdido. Te deseo que seas feliz con el padre de tu hijo. Siempre estaré a tu lado a pesar de que al verlos mi corazón se agriete cada vez un poco más.
Harry se acomodó más contra su pecho, aun sin despertarse. Una sonrisa triste asomo en los labios de rubio. Se dedicó a mirar a su acompañante
- "Como desearía poder decirte esto cuando estés despierto"- pensó, siguió observando a Harry, su dulce ángel dormido – "De ahora en adelante, como buen dragón, cuidaré de ti mi más preciado tesoro"
