AQUÍ, HAYA…...Y SIEMPRE

CAPITULO 3

Gibbs, llego a su escritorio, después de dejar el Laboratorio de Abby, y justo cuando se hubo instalado en él, la pantalla de plasma mostro la foto de un atractivo sujeto. Tony procedió a brindarles información: -Suboficial, Dereck Nickson, 32, pertenece al departamento de abastecimiento para buques, -expediente limpio, ni una mancha, ni siquiera una infracción de tránsito, nadie se queja de El- paro por un instante y agrego con gesto de derrota, -nada de nada- finalizo. McGee continuo, está bajo las órdenes del Sargento Robert Shuisser desde 2010, y confirma la información de Tony, -un Marino Ejemplar-. -No se ha reportado a su puesto en las ultimas 72 hr., -no responde a su celular y nadie lo ha visto en ese mismo lapso de tiempo-. Agrego Jardin. ¿Qué más? Pregunto Gibbs, con su habitual tono, conocido de sobra por sus agentes. Tony respondió, - ¡nada más jefe¡- en tono normal. ¿Nada más, Dinozzo? Requirió Gibbs, ahora en su clásico tono de reclamo. - ¡SI nada más¡ - contesto Tony en tono molesto y alzando la vos. Cerró los ojos, suspiro. Sabía que había cometido un grave error al responder de esa manera, acababa de echar por la borda, toda su brillante actuación, al aparentar, que su mundo era perfecto. . Tomo su mochila se dirigió al elevador y les dijo; -voy con el Sargento Shuisser-. No levanto la mirada, hasta que las puertas del elevador, se habían cerrado. Una sorprendida Nikky Jardin observaba de hito en hito a McGee y Gibbs, aunque había convivido poco tiempo, como compañeros de trabajo, en el Equipo de Gibbs, ni en sueños hubiera creído que Tony contestara de esa forma a su jefe. McGee en fracción de segundos, vio como Tony, se marchaba, miro a una asustada Nikky y observo el semblante de su jefe, y titubeante se apresuró a defender a su compañero, hum, ha, mmm, -jefe, no creo que Tony hubiera querido reaccionar de esa forma, está un poco distraído últimamente, pero El, jamás le respondería así, Él es muy respetuoso con usted-. Guardo silencio cuando Gibbs, con la mirada le pedía silencio, y que además de todo, sabía, perfectamente, que Tony jamás hubiera respondido de esa manera. Si alguien conocía perfectamente a Anthony Dinozzo, ese era Leroy Jethro Gibbs.