''Prefiero arriesgarme al error, al error de no arriesgarme''
Capítulo 1
Una semana. Ya hace una semana desde que se lo dijo; ''Necesito tiempo''. Esa maldita frase aún retumba en su cabeza, al igual que la mirada de reproche que él la dedicó. Reproche porque no quería que las cosas salieran así. Reproche porque sabía que ella tampoco quería. Reproche hacia él mismo porque se sentía idiota por habérselo ocultado. Y ella le echa de menos, demasiado de menos. Necesita tenerle cerca. Es algo que no puede evitar desde que sabe lo que es estar con él, sentir sus caricias, sus besos y sus abrazos, desde que sabe lo que es despertarse y verle dormir, desde que sabe lo que es despertarse en medio de una pesadilla y que él la apriete contra su cuerpo simplemente para hacerla saber que está ahí, que siempre lo ha estado y que siempre lo iba a estar. Pero ya no está. Y no porque él no quisiera si no porque ella se lo había pedido.
-''Necesito tiempo''… ¡maldita la hora en la que dije esa frase!- se repite a ella misma una y otra vez mientras se deja caer en el sofá.
En el fondo Kate lo comprendía, después de todo ella también le había ocultado cosas. Le había ocultado durante un año todo lo que sentía por él. Pero no era lo mismo, ahora eran una pareja y se suponía que tenían confianza. No era la primera vez que Castle le ocultaba cosas y le dolía, realmente le dolía. ¿Es qué no confiaba en ella?; esa es la pregunta que lleva repitiéndose durante todo el mes; si realmente confiaba en ella y si no era así… por qué.
Hacía casi un año él había hecho un pacto por su vida con un hombre que no conocía de nada y aquello pareció ser el final de su historia; una historia aún sin empezar. Pero al final resultó ser solo el principio. Ella había estado al borde de la muerte y realmente en lo único que pensaba en ese momento era en él; en volver a verlo, en decirle que le quería, que llevaba mucho tiempo haciéndolo y que el muro estaba completamente derribado gracias a él. Castle lo había hecho para protegerla porque la necesitaba a su lado, porque la quería. Aunque al principio no pudo entenderlo y se limito a decirle que él no tenía ningún derecho a decidir por ella y que habían acabado, después se dio cuenta de que ella habría hecho lo mismo por él; por no perderle. Pensaba que después de todo aquello y tantas otras situaciones complicadas ellos tenían total y absoluta confianza.
Y no puede evitar que una lágrima caiga por su mejilla cuando recuerda ese día; el día que parecía ser uno de los peores de su vida pero que finalmente se acabó convirtiendo en uno de los más felices después de atravesar el umbral de la puerta de su loft , haciendo realidad los deseos de ambos. Y por eso le duele todavía más que haya vuelto a ocultarle cosas importantes. Cosas que a ella realmente le importan, porque son las cosas de Castle, cosas importantes de su pasado y que ahora también pertenecen a su presente; al de los dos. O eso es lo que a ella le gustaría, porque parece ser que él no ha pensado igual.
No hace más que contradecirse en sus propios pensamientos; le echa de menos, mucho de menos, pero no puede evitar sentirse enfadada y triste. Ya no sabe si se siente así por el hecho de que él la haya ocultado el haber conocido a su padre en París durante el secuestro de Alexis, siendo él quien la había rescatado en realidad, y no la policía de Francia, o porque necesita verle. Y eso mismo, el hecho de no saber lo que de verdad quiere hace que se cabree más.
Siente el impulso de coger el teléfono y llamarle. Solo quiere escuchar su voz, porque no han hablado desde ese día, desde hace una semana que a ella, personalmente, se le ha hecho eterna. Se dirige a la nevera para buscar algo de comer cuando su estómago comienza a quejarse. Cuando se pone a pensar en él apenas nota el paso del tiempo, lleva casi una hora lamentándose por todo lo ocurrido, por haber perdido una semana a su lado. – ''El índice de tiempo perdido con Castle sube a cuatro años y una semana. Genial.'' - Se dice a sí misma mientras una sonrisa triste aparece en su cara.
Horas después sigue dando vueltas en la cama al igual que las últimas noches. No para de darle vueltas a las palabras que Meredith le dijo meses atrás: ''Un día comprendí que él sabía todo sobre mí; mis mayores secretos, mis traumas… suficiente para llenar un millón de novelas. Pero yo no sabía cosas de él ni para escribir un panfleto'' ¿Realmente le estaba ocurriendo a ella lo mismo? ¿Tenía tan poca confianza con ella como con Meredith? ''Por ejemplo cuando le preguntaba que sentía por no haber conocido a su padre él me sonreía, soltaba una gracia y cambiaba de tema. '' Después de escuchar aquello ella le había dado muchas vueltas al tema; no sabía ni la mitad de cosas que él sabía de ella, no sabía nada de su pasado y parecía ser que ahora tampoco de su presente.
Y recuerda aquel día, una semana atrás, levantándose de la cama en medio de la noche, en busca de Castle al notar que él no estaba ahí. Recuerda los susurros de Castle y Alexis en la cocina mientras ella se limitaba a escuchar desde la puerta de la habitación. Recuerda cada palabra que escuchó:
-¿No vas a contárselo a Kate?- Pregunta la pelirroja en tono triste, parecía haber estado llorando, probablemente a causa de otra de sus pesadillas sobre el secuestro.
-No… al menos de momento- Al escuchar aquellas palabras Kate no puede evitar seguir escuchando. ¿Contarle el qué?
-¿Por qué? No es algo que debas ocultarle papá, sabes que a ella le gusta saber que confías en ella porque ella siempre confió en ti.- Kate sonríe al escuchar eso pero con cierta tristeza; está segura de que se trata de algo importante.
-Porque ni siquiera sé si vamos a volver a verle Alexis. No quiero darle vueltas a algo que puede que no vuelva a ocurrir nunca, simplemente no quiero pensar en ello. Me duele pensar que después de todos estos años imaginándome como sería y porque no está aquí con nosotros le haya conocido, me haya gustado y que puede que no vuelva a verle jamás.
-¿Qué no quieres pensar en ello? ¡¿Cómo no vas a pensar en ello?!- Esta vez el tono que emplea Alexis es algo más elevado, parece molesta.- Has conocido a tu padre papá, no puedes simplemente dejarlo pasar y no pensar en ello. ¿Es que no quieres saber más? Me salvó la vida y a ti también. No estaríamos aquí si no fuera por él papá.- Kate siente que no puede moverse. La noticia la ha pillado totalmente desprevenida. Y no lo entiende. ¡¿Por qué demonios no se lo ha contado?! Siente ganas de salir ahí fuera y pedirle explicaciones, pero se queda ahí, quieta, esperando alguna explicación razonable de porque Castle se lo ha ocultado.
-Lo sé. Nos ha salvado la vida, estamos aquí gracias a él, es cierto. Yo siempre había pensado que mi padre era un tipo cobarde que había huido cuando se había enterado de que la abuela estaba embarazada. El año pasado en aquel caso de la CIA en el que nos vimos envueltos y Sophia me dijo aquello… quería investigar pero tenía miedo. Miedo por si era verdad pero también por si era mentira. No quería encontrarle y odiarle, odiarle más de lo que ya lo hacía por no haber estado a mi lado siempre. Pero ahora…
-Ahora te ha gustado y quieres conocerle de verdad, igual que yo. Sigo sin ver el problema.
-Vete a dormir calabaza, es tarde y apenas has pegado ojo estos días.
-¿Se lo contarás a ella? Creo que debería saberlo… es como de la familia, ¿o no?
-Sí pero… no lo sé Alexis, antes necesito asimilar todo esto.- Ella simplemente asiente y se va.
Kate la ve subir las escaleras hacia su habitación y a Castle dirigirse hacia donde está ella con la mirada en el suelo. Y sube la mirada y los ojos de ambos se encuentran. Y ahí él se da cuenta; se da cuenta de que ella lleva ahí un buen rato… demasiado rato.
No aguanta más y se levanta de la cama decidida; ha tomado una decisión.
Una semana. Ya hace una semana desde que escuchó como se lo decía: ''Necesito tiempo''. Y le duele. Le duele no poder abrazarla, besarla, acariciarla, ver su sonrisa; esa sonrisa que al fín era suya después de tantos años.
Él sabe que ambos quieren estar bien otra vez, pero ninguno da su brazo a torcer. Bueno en realidad él ha intentado hacerlo mandándola mensajes sin respuesta alguna. –''La has cagado Rick''- se repite para sí una y otra vez.
Sabe que lo ha hecho mal. Pero necesitaba asumir todo lo que había pasado antes de poder contárselo. Fue realmente difícil sufrir el secuestro de su hija, pero conocer a su padre le había descolocado por completo. Nunca se lo había imaginado así; nunca se había imaginado que él hubiera estado preocupándose por ellos todos estos años y muchísimo menos leyendo sus libros.
Se había imaginado que cuando se lo contara a Kate, porque a pesar de lo que ella creía él pretendía contárselo, ella se enfadaría por no habérselo dicho de inmediato. Pero se había enfadado mucho más de lo que él pensaba. –''Supongo que el haberse enterado así no ha ayudado mucho…''- dice suspirando.
El reloj ya marca las dos de la mañana y él todavía no ha pegado ojo. No puede parar de dar vueltas en la cama mientras piensa en ella, en lo mucho que le gustaría que estuviera ahí con él. -''Necesito tiempo… ¡maldita frase!''- No aguanta más, dirige su mano hacia la mesita de noche, dónde está su iphone, lo desbloquea y comprueba que, como suponía, no hay llamadas perdidas suyas. Busca la foto con su sonrisa entre sus contactos, algo innecesario ya que se sabe su número de memoria. Y la ve. Ve a Kate y ve su sonrisa. Y no se lo piensa dos veces antes de comenzar a escribirla otro mensaje, aunque estaba casi seguro de que esta vez tampoco obtendría respuesta.
''Kate, te necesito. Una vez más: lo siento. Iba a contártelo, lo sabes. Solo necesitaba tiempo para asimilarlo, por favor… perdóname por no habértelo contado antes yo mismo.''
La vibración de su móvil la detiene. Desbloquea la pantalla y ve su mensaje, y se derrite por dentro. ''Kate, te necesito(…)'' – Yo también te necesito - dice ella en un susurro como si él la fuera a escuchar. Guarda el móvil y retoma su camino acelerando el paso, preguntándose cómo ha sido tan estúpida de no haber hecho esto antes.
Veinte minutos más tarde está ahí, enfrente de la puerta de su loft, llamando a la puerta con golpes suaves, pero decidida. Son las dos y veinte de la mañana y ella ni siquiera ha contemplado la idea de que él puede haberse dormido en el tiempo que ella ha tardado en llegar tras recibir el mensaje. Pero la puerta se abre y a Kate no le quedan dudas; Castle no ha pegado ojo en toda la noche, igual que ella, y a juzgar por el tamaño de sus ojeras no es la única noche que lleva durmiéndose a las tantas. Y ahí está él, con el pelo revuelto y llevando únicamente los pantalones del pijama. Ante esta imagen ella no puede evitar emitir un suspiro y cerrar los ojos durante un par de segundos para después abrirlos y volver a ver a un desconcertado pero sexy Castle. Y de repente el silencio más absoluto y el cruce de miradas más intenso los invade. Él abre y cierra la boca varias veces, queriendo decir algo, gesto que no pasa desapercibido para ella, que sonríe de medio lado.
Cuando es capaz de reaccionar a la presencia de Kate se aparta hacia un lado para dejarla pasar. Ella entra despacio pero con decisión, pronunciando un ''hola'' casi inaudible. Cuando él se da la vuelta después de cerrar la puerta ella está más cerca de lo que él espera, lo que hace que se sobresalte. Si algo ha aprendido estos cuatro años es a leer a Kate, a interpretar su lenguaje corporal, pero en ocasiones como esta le cuesta. Sus ojos le dicen que ella le necesita, que quiere abrazarle y besarle como si no hubiera mañana, pero su cruce de brazos sobre el pecho la delata; tiene una pregunta preparada y a juzgar por su triste sonrisa teme la respuesta.
- ¿Quieres algo de beber? - dice él con una sonrisa mientras se dirige a la cocina al ver que ella no se decide a decir nada.
- Solo quiero que hablemos. Estoy harta de esta situación. - Le dice siguiéndole y sentándose en uno de los taburetes. – No podemos seguir así Rick… necesito preguntarte algo.
Él se da la vuelta quedando frente a ella y asiente observando sus ojos. Esta vez detecta en ellos cierta inseguridad y se maldice a sí mismo; se maldice porque por su culpa, por ocultarle lo de su padre, la Kate segura ha desaparecido para dejar paso de nuevo a la Kate insegura. Pero la inseguridad igual que vino se va, en cuestión de segundos, y es entonces cuando ella comienza a hablar.
-¿Qué he hecho mal?- Se produce un silencio de unos segundos que a Castle le parecen eternos - ¿Qué he hecho mal para que no me cuentes absolutamente nada, Rick? Yo pensaba que después de estos casi cinco años teníamos confianza.- Lo dice seria, mirándole a los ojos, sin temblar, sin dudar. Necesita saberlo. Necesita saber si él confía en ella como ella lo hace en él.
