Naruto pertenece a Masashi Kishimoto, este fanfic es sin fines de lucro.
Ella era una expectadora mas de las cosas, un personaje secundario al que muy poca gente la tenia en cuenta para las cosas. Habian pasado dos años desde la cuarta guerra mundial ninja y el dolor por la perdida de un ser querido no se iba de su pecho y dolia incluso mas al ver el rostro de Ten Ten, ella sabia que la joven tenaz guardaba sentimientos hacia su primo. Y de nuevo la culpa la invadia al punto de dejarla sin aire, ¿por que? ¿por que murio el y no ella?
Las cosas se habian puesto demasiado tensas en la mansion Hyuga, con la enfermedad de su padre y el claro rechazo de los ancianos hacia Hinata no habia que ser muy inteligente para sospechar lo que harian. No importaba lo mucho que se esforzara por demostrar que era fuerte, ellos nunca voltearian a mirarla.
Y tristemente el dia habia llegado, el dia donde todos sus temores se harian realidad.
El medico se separo del cuerpo de su padre negando, el ultimo aliento habia desaparecido de los pulmones del ex-lider del clan.
—¿Se encuentran todos aqui?
—Si—hablo un anciano Hyuga.
—Bien, son las 17:41, hora del fallecimiento.
Las lagrimas amenazaban con escaparse de los ojos de Hinata pero aguanto no por ella ni por los ancianos del clan, sino por Hanabi.
—Mañana seran los preparativos del funeral.
En silencio todos se marcharon dejando solo a Hinata y a Hanabi junto al cuerpo de Hiashi Hyuga. Hanabi dejo a un lado su rostro estoico para llorar y dejarse mecer en los dulces brazos de su hermana mayor.
El funeral se hizo al dia siguiente, casi todo el pueblo asistio al funeral de ex-lider del clan Hyuga. Kiba y Shino no se separaron de ella, todos sus compañeros le dieron el pesame, incluyendo Naruto. Pero se sentia tan rota que no fue capaz de sentir el calor y la luz de su amado Naruto.
No habia pasado ni siquiera una semana desde la muerte de su padre y el consejo de ancianos ya habia convocado una reunion.
—Hinata Hyuga, el consejo te considera una deshonra e incapaz de dirigir el clan.—hablo el anciano.
—¿Como se le ocurre hablar asiasi de mi hermana? ¿Acaso ella no lucho y demostro en la guerra lo capaz que es?— interrumpio con fuerza Hanabi.
—¡Que osada eres, niña malcriada! ¡Respeta los ancianos!—grito una mujer del consejo.
Hinata quien habia permanecido callada todo ese tiempo hablo.
—No permito que hablen asi a mi hermana. Aceptare todo lo que me digan, pero no consentire que le hablen de esa forma.
—Hermana...— hablo Hanabi orgullosa de ella.
—Insolentes... El consejo ha decidido que Hanabi sera la lider del clan y que tu, Hinata, seras marcada con el sello del pajaro enjaulado para que sirvas a la lider.
—¡Que! ¡Han perdido la cabeza! ¡No podeis sellarla!—volvio a gritar Hanabi, perdiendo por completo los estribos, estuvo a punto de lanzarse al viejo y golperlo hasta que se cansara pero una mano la detuvo.
—Basta. Acepto lo que pidio el consejo.
La ira cambio a confusion en el rosto de Hanabi.
—¿Te vas a rendir? Asi de facil.
—No me estoy rindiendo Hanabi, estoy cumpliendo con lo que nuestro padre me pidio antes de marcharse.
—Entonces todo esta claro. Mañana seras sellada y se anunciara el proximo liderazgo de Hanabi Hyuga.
Dio por terminado la reunion el anciano principal y todos se marcharon de la habitacion.
—Te odio.
Fue lo ultimo que dijo Hanabi antes de salir corriendo. Hinata se quedo paralizada sin saber que hacer exactamente, un fuerte dolor en el pecho la hizo encogerse de dolor el aire empezo a faltarle en los pulmones. La ansiedad la ataco se levanto del suelo y corrio lo mas rapido que pudo, necesitaba aire, necesitaba respirar... estaba ahogandose.
Cayo de rodillas al suelo habia llegado al bosque fuera de la aldea.
Me odia, ella me odia...Me lo merezco, nunca la he podido proteger de la forma adecuada.
Lloro lo que no habia llorado desde la muerte de su padre, se sentia horrible, el ser humano mas horrible del mundo. El clan la odiaba, su padre ni siquiera le dijo palabras de aliento y ahora, su hermana menor la odiaba. Por ser debil, ella no era digna de ser la heredera del orgulloso clan Hyuga.
Ella no era nada...
