Hola a todos! Vuelvo después de muuuccho tiempo, sé que es poco pero espero que les guste!
CANON LOVE STORY - CANON Nº1 - Un amor imposible.
Arrugué una hoja más y la lanzó al piso con rabia, creo que esa fue la número 305 de hoy y aún no logro ninguna buena historia para mi nueva novela. Mi nombre es Hikari y soy escritor de novelas románticas, en este momento estoy pasando por un momento de sequía desesperante, faltan pocos días para entregar el boceto de mi próximo ejemplar, pero no tengo nada, no sé qué me pasa. De pronto la puerta de mi habitación se abre y deja ver a mi esposa, Ren, con mi pequeña niña de 3 meses en sus brazos.
-¿Novedades?-pregunto.
-Nada...-le dije golpeándome la frente contra la mesa.
-Es la hora-dijo seria-tienes que salir.
-¡No! ¡Me niego a salir! ¡Puedo hacerlo!
-Si quieres tener dinero para fin de mes, tienes que hacerlo, esto no está funcionando, ya hiciste todo lo posible:
1. Tomaste una ducha con esencia de rosas y jazmín.
2. Te comiste toda la torta de chocolate.
3. Corriste por el jardín en calzoncillos por una hora.
4. Viste la saga de Crepúsculo tres veces.
5. Leíste todas las novelas de Nicholas Sparks.
6. Has dormido en la cuna de nuestra bebe desde el lunes
¡Quieres volverme loca! ¡Sal y encuentra algo que te inspire! - Fue lo último que dijo, antes de dejarme en la calle sin tener tiempo para cambiarme el hakama, ni de cortarme el cabello ondulado y castaño, que ya estaba por llegarme a los hombros, ni de afeitarme el poco de barba que me había crecido y que ahora me daba comezón.
Ni modo... aunque odie tener que pedir ayuda a las personas del mundo exterior para conseguir inspiración, lo tengo que hacer, sino Ren va a dejarme afuera por siempre.
Demonios, lo peor de todo es que no sé por dónde empezar...
Mientras caminaba por una calle cualquiera, escuche las voces de unos chicos gritando, como animando a alguien...
¡Príncipe Ryoma ganarás, a todos derrotaras, principe Ryoma ganaras, a todos derrotaras!
Había una chica que gritaba más que nadie. Por alguna razón sentí curiosidad y me acerqué. Había una cancha de tenis debajo de unas gradas, había un grupo en un lado, entre ellos estaba la chica que gritaba demasiado, y a su lado había otra que apenas se movía, parecía estar avergonzada de su amiga o de algo.
Me senté a observar, había un chico, volví a mirar al grupo que parecía animarlo y calcule la cantidad de chicas animándolo, tenía sentido, el suertudo era bastante bien parecido. Además parecía estar jugando bien, de hecho, estaba dándole una paliza al contrincante, del cual pude distinguir a alguien que debía ser su amigo en el otro extremo de las gradas, mirándolo con pena.
Seguí mirando con aburrimiento el transcurso del partido, vi como el tal Ryoma se despedía del contrincante, quien se fue cojeando y maldiciendo.
-¡Eres increíble Ryoma-kun!-grito la chica de coletas.
Solo vi como este trataba de evitarla caminando en dirección contraria.
-Fe-feli-ci-citaciones Ry-yoma-kun-dijo otra chica, de trenzas, la avergonzada.
Ni siquiera se giro a mirarla.
De pronto una punzada en el corazón hizo que sintiera pena por ella, vi algo de decepción en sus ojos y me encorve para ver más de cerca.
-¡Vamos a celebrar al restaurante de Kawamura!-dijo un chico más alto que él, de cabello negro y puntiagudo, que se colgó de su cuello, haciendo que el pequeño príncipe pusiera mala cara.
-No tengo hambre...-dijo.
-¡Claro que si tienes!-le dijo revolviéndole el cabello con el muño.
Todos se fueron retirando de apoco, algunas chicas del club de fans estaban hablando con la gritona de coletas, mientras que la chica avergonzada de trenzas estaba parada mirando el piso, como perdida en sus pensamientos.
-Oh... esta tan claro...-murmure-Es un amor imposible...
De pronto algo se despertó en mi en ese momento, algo se encendió en mi interior, algo que pasa muy pocas veces y entonces me ilumine y corrí de vuelta a casa. Cuando llegué Ren estaba cantándole una canción de cuna a Sakura, pero la desperté con el estruendo, no tuve tiempo para disculparme ¡Lo tenía! ¡Lo tenía! Estaba seguro, escribí como loco en las hojas que tenía en el escritorio, partí la mina del lápiz ciento de veces y me faltaron hojas.
Con toda la adrenalina, vote las hojas, que quedaron esparcidas por el cuarto.
-¿Ya lo tienes?-pregunto Ren desde la puerta.
-Lo tengo-dije mientras recogía las hojas.
Ella se agacho para ayudarme, hasta que se detuvo a leer una de ellas.
-¿Canon love story?-pregunto.
-Es el título de la novela, lo tengo todo listo-le sonreí.
-¿Tendremos dinero para fin de mes?-me preguntó con los ojos iluminados.
-Así es-dije abrazándola.
-¿Sakura va a tener pañales nuevos?
-Sí, si...-asentí.
-Entonces sigue trabajando-dijo votándome lejos y saliendo de la habitación.
-Pero que cariñosa eres Ren...-dije-¡Igual te amo!
Para el día siguiente tenía la historia terminada, llamé al editor y le envié el boceto, por fin tuve un fin de semana tranquilo y feliz, estaba satisfecho con el final y estaba seguro de que sería un éxito, eso pensé...
...
Sakuno caminaba con pasos lentos entre las tiendas, iba a reunirse con Tomoka para ir de compras cuando algo le llamó la atención del escaparate de una librería.
-¿Canon Love Story?-leyó en la portada, también había el dibujo de un corazón partido en dos.
Entró como hipnotizada por el extraño libro, preguntó por él a la encargada y cuando se lo trajo para verlo más de cerca leyó en el reverso:
Ella. Una chica tímida. Él. Un chico engreído. Ella está enamorada de él, pero él no sabe de su existencia. ¿Podrá alguna vez ocurrir algo entre ellos? ¿El amor puede florecer en el desierto de la indiferencia? Una intensa, divertida y real historia de los amores de los adolescentes en la actualidad.
Sus ojos no podían creer lo que leía, las manos le temblaron de los nervios ¿Podía ser que esto estuviera pasando de verdad? Miro a su alrededor por si había alguna cámara indiscreta. La noche anterior a esa había pensado seriamente en sus sentimientos hacia el Ryoma, no sabía qué hacer ni estaba segura si debía seguir sintiendo todo lo que sentía por él. Pero de pronto le caía un manual del cielo, no dudo tres veces antes de comprarlo y salir de inmediato a leerlo en la banca más cercana, llamó a Tomoka y le dijo que cancelaran la junta, que había surgido algo importante.
Como no era muy temprano, termino el tercer capítulo antes de que oscureciera, corrió de vuelta a casa y dejó la novela debajo de la almohada. No podía dejar de pensar en lo que había leído, era increíble la similitud de esa historia con lo que le ocurría, aunque los nombres eran diferentes y él no era más que un chico popular que era bueno en los deportes, seguía siendo tenebroso el parecido con su realidad.
Pero lo que más la dejo alterada fue el final del capítulo tres... La carta.
Ai había llegado a sus límites del dolor ante la indiferencia de Hotaru, así que le escribió una carta declarándose, pero todo quedo en el momento en que se la entregaba, entonces tuvo una duda, algo que no la dejo continuar y no fue que estuviera anocheciendo.
Tomo papel y lápiz y se sentó en su escritorio a escribir, no sabía cómo empezar ni estaba segura si debería hacerlo, pero algo extraño estaba pasando y si no era una señal de kamisama entonces nunca lo habría hecho, y si no era ahora ¿Cuando?
Estaba decidida, iba a entregarle esa carta a Ryoma mañana, no iba a dudar, lo iba a hacer y por fin él sabría de sus sentimientos.
Su corazón no había dejado de latir desde la tarde en que vio ese libro, durmió abrazada a esa carta, rogando que mañana, la continuación de la historia, fuera correspondida.
CONTINUARA...
