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¡Hello! :x Okey, la Gruvia Fluff Week está casi terminada oficialmente pero… ¡Que diablos! El fluff no sabe de fechas ni razones 7w7)r así que acá está mi colaboración para el fest, veremos cuantos intentos de drabbles ―intentos porque siempre escribo de más xD―, puedo hacer esta madrugada, aunque seguro solo este, mientras lo subo a FF―que siempre se pone troll cuando subo historias nuevas―, escojo la portada y pienso en el summary me dará sueño. xD
Espero lo disfruten, gracias por leer y comentar. NwN
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Dedicado a:
Banana Sama
~Our mental synchronization. Can have but one explanation~
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Disclaimer: Fairy Tail y sus personajes pertenecen a Hiro Mashima. Los prompt pertenecen a la Gruvia Fluff Week en Tumblr y a la gruviadoradora mayor cofcofBananaSamacofcof. La historia que raya en el empalago en totalmente mía.
Referencias de Lectura:
Diálogo.
«Pensamientos»
Narración.
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ᶱ~ Love Drops ~ᶱ
Confession
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A pesar de llevar tres años de matrimonio su vida aún presentaba muchas sorpresas.
¿Y cómo no? Después de todo estaba casado con Juvia Loxar.
Muchas personas verían a Juvia como una mujer sumamente expresiva, sensible, a veces demasiado atenta, tal vez hasta asfixiante ―él mismo lo pensó una vez―, pero la realidad era que Juvia Loxar era como era.
Un ser libre, honesto y sin miedo.
Sin miedo a decir, hacer y ofrecer lo que estaba dentro de ella.
Por muchos años Juvia solo representó la amiga extraña de Gajeel que se enamoró de él luego de que la salvase de un asalto, después pasó a ser una conocida que no dudaba en extender su mano a él aunque él la rechazase de maneras poco caballerosas, más tarde fue una amiga que no permitió que él se saliese con la suya en hundirse en su dolor cuando su padre murió, y al final se transformó en la mujer con la que no podía evitar pensar en permanecer junto a ella por toda el resto de su vida.
Sonrió.
Aún recordaba el momento en que descubrió que la amaba, todo lo que le ocurrió en ese día podría etiquetarse como ridículo, sus pantalones rotos que se le cayeron saliendo de la casa, el orinal que casi le cae en la cabeza, las revistas porno que le metieron en su casillero y que cayeron al piso al abrirlo al frente de casi todo el colegio, y por último, la ropa que le escondieron luego de gimnasia en donde su cadena iba incluida.
La cadena que era un recuerdo de su padre.
Por supuesto todo había sido una broma de Natsu y Gajeel, o al menos las primeras cosas, las sin importancia, o al menos sin importancia si lo comparaban con lo de la cadena secuestrada. Algo que nunca fue parte de la broma. Sus amigos ―por más fastidiosos que fuesen― sabían muy bien lo que significaba para Gray esa cadena y jamás lo harían adrede, sin embargo ninguno de los dos sabía que ese día Gray Fullbuster había decidido guardarla en su pantalón porque el cierre estaba flojo y no quería que se le perdiese durante las prácticas de futbol, y aunque le devolvieron la prenda ―luego de que salió desnudo dispuesto a matarlos por esa desaparición―, la cadena no estaba allí.
Como tampoco lo estaba ahora su padre.
Y ahora era peor porque no estaban él, ni su recuerdo.
Se había desvanecido.
Como un poseso pasó Gray las siguientes horas buscando la cadena, se saltó todas sus clases y junto al chico rebelde de piercings y el pelirosa buscaron, y más de sus amigos se unieron a su búsqueda al enterarse de lo sucedido, pero cuando el sol abandonó el plantel educativo Gray despidió a todos de mala manera y exigió que lo dejaran continuar la búsqueda en solitario.
Estaba enojado, furioso y roto.
Desquebrajado.
Era usual que le llamaran frío, era usual que le llamaran engreído, pero pocos sabían que eso solo era una fachada para esconder sus miedos y pesares, porque ante todo Gray era amable, y gentil, y por ello odiaba preocupar a los demás, por eso no lloró mientras buscaba con desesperación la cadena, o al menos se aguantó hasta que la lluvia empezó a caer y le permitió camuflar las gotas saladas de sus ojos con las dulces provenientes del cielo cuando cayó de rodillas al suelo.
Gotas que de un momento a otro dejaron de caer sobre su cabeza.
―Gray Sama ―el mencionado negó con la cabeza sin levantar la vista del suelo y se sentó correctamente sobre el césped enlodado, reconocía muy bien esa voz, una voz que desde hacía casi un año lo hacía ponerse nervioso y a la vez le brindaba calma―, si sigue bajo la lluvia se enfermará ―el chico volvió a negar, si hablaba se daría cuenta de cuanto llevaba llorando sentado en medio campus bajo la lluvia y conociendo a la joven de seguro se preocuparía de más―. Gray Sama… ―con dulzura en la voz la mujer le llamó una vez más y al no obtener respuesta se agachó junto a él, cubriéndolos a ambos con la sombrilla y extendió su mano libre a él.
―Estoy bien, Juvia ―carraspeó para no sonar muy afectado―, vete a casa, se los pedí hace horas ―llevó su mirada hacia ella y agradeció que solo una farola de campus los iluminase y se sorprendió de que a pesar de que ella tenía la sombrilla rosa que él le regaló ―porque Gray nunca se destacaba en sus regalos de amigo secreto― la chica estaba completamente empapada y embarrialada― ¿Por qué estás toda mojada? ―le miró con el entrecejo fruncido e hizo amago para quitarse su chaqueta escolar para dársela pero no la tenía puesta y además de tenerla estaría empapada.
―Porque usar la sombrilla le hubiese estorbado a Juvia ―la chica le sonrió con sencillez y la luz del farol hizo brillar cada gota de lluvia en su cabello, creando una imagen luminosa de ella que parecía encajar a la perfección con la calidez que ella siempre le brindaba.
Haciéndola aún más hermosa a sus ojos.
―Juvia… ―apartó la mirada abochornado―, es mejor que te vayas a casa, yo…
―Gray Sama ―la chica le volvió a extender la mano, Gray se negó a tomarla para levantarse―, Juvia cree que no hay razón de seguir arriesgando su salud.
―¡Eso soy yo quien lo decide! ―espetó con más rudeza de la que pretendía―. Es decir yo…
―Juvia entiende ―le interrumpió en su disculpa y se sentó junto a él―, entonces Juvia se quedará, la lluvia no es tan mala cuando se comparte con alguien. ¿No cree, Gray Sama?
El chico no respondió pero esta vez observó atentamente el agua caer.
Esa lluvia que caía y bañaba todo bajo los cielos.
Esa lluvia que abrazaba con su humedad y daba vida.
Esa lluvia que no era egoísta y caía en quien quisiera un poco de su compañía.
―Me gusta la lluvia… ―susurró tan bajo que apenas el mismo se escuchó.
―Juvia no escuchó lo que dijo ―se inclinó hacia él pero el rehuyó su mirada abochornado.
―¡Tsk! Nada.
―¡Juvia quiere saber! ―le reclamó en un tono tan infantil que Gray no pudo evitar el amago de una sonrisa, no la veía pero sabía que sus labios formaban un puchero y sus mejillas infladas la harían ver como un pez globo enojado, uno similar al que él tenía en su casa, ―su pez Teru― un regalo de la misma chica junto a él un día en que fueron juntos al acuario y a la tienda de mascotas para hacer un trabajo en conjunto.
―No dije nada, escuchas cosas.
―¡Gray Sama~! ―reclamó otra vez y esta vez el azabache soltó una risita al escuchar su pataleta.
―No dije nada importante ―soltó un suspiro y se levantó, estirando su mano para tomar la que ella le había estado ofreciendo, ayudándole a ponerse de pie y sorprendiéndose al sentir un relieve metálico en medio de sus palmas. ―Esto… ―balbuceó al ver el brillo en medio de sus manos.
Ahora entendía porque ella le había estado ofreciendo su mano.
―Es un regalo de Silver Sama y por lo tanto es importante para Gray Sama, Juvia no se iría hasta que la recuperase y se asegurase de que Gray Sama volviese a su casa sano y salvo, como desearía su padre… ―le sonrió con las mejillas sonrojadas, unas mejillas que pasarían a un tono escandaloso de rojo cuando Gray Fullbuster la abrazó, botando la sombrilla en el proceso, embargado de verdades aceptadas y sentimientos innegables.
―Me gust… ―un rayo los iluminó pero el trueno que resonó tras él impidió a la chica escucharlo―… via
―¿Gr-gray Sama? ―abochornada la peliceleste le miró confundida y su corazón perdió un par de latidos al ver la sonrisa que él le regalaba.
Un evento tan maravilloso para ella que olvidó preguntarle que había dicho.
―Vamos, te llevaré a casa… ―ofreció aún sonriendo mientras recogía y cerraba la sombrilla y ante el aturdimiento de la chica la tomó de la mano que aún sostenía su cadena y se encaminó a su destino―. De verdad me gusta ―un rayo destelló y otro trueno sonó― …via…
―¿Q-qué dijo, Gr-Gray Sama? ―nerviosa y feliz de la calidez de sus manos juntas preguntó.
Gray solo rió.
Tal vez era un día para entendimiento propio y no para confesiones.
…Ya habría un día para lo segundo…
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:D Sus reviews animan a continuar D:
Para más Gruvia Fluff Fest visiten el perfil de Liraz Knightray
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Rincón De La Escritora En Proceso:
Los prompt eran:
GFF en Tumblr: Confession (Confesión)
Banana Sama: Broma.
¿Qué creen que interrumpió el trueno? :x
Espero les haya gustado. NwN
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Gracias por leer y comentar.
Viva el Gruvia.
Viva el fluff.
.o.)9
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