El despertar del monstruo

-Sigues inconciente por lo visto- murmuró un hombre de ascendencia asiática mientras tomaba asiento, a lado de el un chico rubio yacía dormido.-¿Puedes oírme?- preguntó el hombre, después de todo había evidencias médicas de que los pacientes en coma mejoraban cuando se les trataba como si estuvieran " despiertos". –He estado hablando con tu madre…Ella te quería… me dijo tu verdadero nombre… tenías nombre ¿Sabes?-

-He visto… al autentico monstruo. Mi madre…Usted que cree, ¿intentó salvarme a mí? O solo me confundió con mi hermana- una visión resplandeció en la mente de aquel japonés… pasados unos minutos los latidos de su corazón disminuyeron… ¿Qué había sido eso? Un sueño, una visión, o una prueba de la existencia del monstruo. A pesar de estar dormido, tenía aquel ser, tanto poder sobre él.

-Tengo que irme- dijo por fin el hombre, miro al chico por última vez y luego se alejó resignado. Sintió culpa, una parte de el deseaba que ese joven jamás despertara, la otra comprendía que eso era imposible.

Tras salir y cerrar la puerta, camino por los pasillos del hospital, llegó hasta recepción donde algunas enfermeras lo despidieron.

-Adiós, Dr. Tenma- sonaron las voces a coro, volteó para despedirse con una simple sonrisa no del todo sincera, salió y miró de nuevo a la ventana de aquel cuarto de hotel.

-Adiós, Johan- y camino en dirección a la casa del Dr. Reichwein, había quedado pasar el día que le restaba en Munich, Alemania ahí.

Nina como pudo se había librado de los compromisos que le quedaban en ese día, había partido a casa de Dieter lo mas rápido posible, empacando a prisas forzadas un poco de ropa y sus artículos personales, después de todo era el único día que lo vería a "él" en la ciudad.

Tras salir del taxi que la dejo frente la casa del Dr. Reichwain, aspiro el aroma de la cena que llegaba a su nariz, parecía que cenarían en casa, pago al chofer tomo su mochila y se dirigió por el jardín que reconocía a la puerta de entrada.

Escucho un par de risas y palabras sueltas de Dieter. Nina toco el timbre y escuchó los pasos de alguien dispuesto a abrir.

-Te digo que no se para que le contrataste Tenma- gruñía Dieter botando una pelota.- ese tipo es un bribón.-

Tenma comenzó a reír mientras se dirigía a la puerta. Abre y mira con una sonrisa sincera a quien encuentra detrás.

Nina sonríe antes de lanzarse al cuello de aquel hombre de pelo negro abrazándole.

-Kenzó- dice en un susurró.- Estoy en casa-

-Has vuelto- le responde este acariciándole afectivamente el cabello. Ese dialogo les resulta tan familiar a los dos.

Nina se encoje un poco en el pecho de Tenma mientras agarra su camisa fuerte con los puños, no puede evitar llorar un poco al sentir la mano de Tenma en su cabello.

-Vamos, a cenar- susurra el hombre mientras la aparta un poco para secarle las lágrimas con las manos.

Nina asiente y entran a la casa. Las risas no se hacen esperar, el Dr. Reichwein, el Dr. Gillén, Dieter, Nina y Tenma comparten una comida juntos, hacía tanto tiempo que no se encontraban así, después de todo, aquellas personas marcadas por "él" al final lograron volverse una familia.

A lo lejos un chico de cabellos rubios cubierto con un abrigo los observa, le ha costado un poco llegar hasta ahí.

El viento sopla fuerte y mueve sus cabellos, la noche esta estrellada y la luna brilla en lo alto.

El joven voltea, tal espectáculo, tal familia feliz, tal vida…

-El monstruo ha despertado, Dr. Tenma, podrá volver a dormir- susurra mientras se aleja con pasos cortos de la casa. Tiene alguien a quien visitar.

Dentro de la casa el ambiente no puede ser más agradable, todos disfrutan de las salchichas favoritas del Dr. Reichwein, que desde hace algún tiempo también se han vuelto las favoritas de Dieter, un poco de ensalada acompaña su platillo y por supuesto un buen vino. Todos charlan sobre cosas sin importancia, atrás quedaron aquellos días en los que sus reuniones no eran más que para recordar a los caídos y planear estrategias para poder sobrevivir, ahora ya todo es diferente.

-Eva te manda sus recuerdos, pronuncia el Dr. Reichwein- me ha dado esto- susurra mientras saca un álbum de su portafolio y se lo pasa a Tenma, el hombre japonés lo abre y para su sorpresa encuentra una lista de recortes de periódico sobre él. – Al parecer ya no hablan tanto de ti- dice el anciano riendo- Creo que ya no eres tan popular-

Tenma le sonríe mientras hojea aquel álbum, Dieter le acompaña. Tantos recuerdos resumidos en un trozo de papel, le hace sentir nostalgia y tristeza.

Deja el álbum a un lado y su atención se centra en el Dr. Gillén- Hablemos de chuletas- dice Tenma y el Dr.Gillén no puede evitar un sonrojo.

-Ejem… ¿Qué dices?- dice mientras toma agua pues se ha atragantado un poco con el bocado.

-Me han dicho que te vuelves a casar.- pregunta y afirma Tenma mientras da otra mordida a su salchicha.

-Pero que dices- sonríe el doctor un poco sonrojado- si no se trata de eso, he vuelto con mi esposa, eso es todo.-

-Ahora ya no podrás usar eso en tus terapias- ríe Tenma y todos sueltan una carcajada, después de todo, el señor Gillén siempre usaba eso en su conveniencia.

-He traído un postre- exclama de pronto Nina- iré por el-

-Ehhh Nina, no huyas- le sigue Dieter- solo hace falta que hablemos de bodas para que salgas huyendo- comenta el chico para risa de todos.

La cara de Nina comienza a adquirir un aspecto de tomate.

-Si lo que quieres es casarte, dile a Tenma que se case contigo- susurra el niño para que solo el japonés y la chica puedan oírlo.- al fin y al cabo él también es soltero.

Tenma se ahoga con su comida al oír eso, comienza a toser y toser mientras se sonroja

-¿De que estas hablando?- le sigue Nina mientras huye a la cocina.

-Así que… conoció a mi madre… Dr. Tenma.- susurra un chico de cabellos rubios mientras sube a un taxi- lléveme a la estación- indica mientras busca algo en aquel abrigo, se lo robo a un doctor del hospital, saca un poco de dinero, tiene suficiente para una noche… habrá que hacer otra visita antes.- Podría llevarme antes… al barrio turco…

Al final de la noche todos están exhaustos, ¿Acaso la felicidad cansa tanto? El doctor Gillén se despide mientras sube a su auto prometiendo la próxima vez traer a su esposa.

-Adiós Tenma, suerte- dice dando un apretón de manos al hombre cabello negro.

Dieter esta tan cansado que se acuesta en un sillón y se queda dormido, el Dr. Reichwein baja una cobija y una almohada y se las coloca al chico.

-Ha crecido mucho- murmura Tenma.

-Y que lo digas- le dice el viejo, mientras que el también sube las escaleras.- me iré a acostar, si gustan se pueden quedar aquí- susurra para sus dos interlocutores, la chica acepta con la cabeza.

- Gracias- dice.

-Me he dejado las cosas en el hotel- murmura Tenma- si no con gusto.- el viejo le sonríe y sigue su camino.

Diez minutos después Nina y Kenzó están sentados en las escaleras rumbo al jardín. Ambos toman un poco de café con whisky para calentarse.

-Empieza a hacer frío- dice la chica, Tenma se quita el sacó y lo coloca alrededor de sus hombros- Gracias- sonríe mientras se acurruca un poco más juntó a Kenzó.

-He pasado a ver a Johan- dice

-A veces me preguntó si va a despertar-murmura la joven- una parte de mi quisiera… quisiera hablar con él… y la otra cree… que es mejor dejarlo así.

-Si él despierta…todo podría comenzar de nuevo- susurra Tenma con tristeza.

-Yo…Tenía algo que decirte… Tenma… yo- dice Nina decidida separándose un poco de aquel hombre.

Una ráfaga de viento golpea a la pareja, por un momento Nina pierde el equilibrio y cae sobre el pecho de Tenma.

-Lo siento- se reprocha Nina mientras se muerde el labio- será mejor no hablar de eso-

Nina recuerda que al día siguiente Kenzó se ira de nuevo, esta vez a África o algún país árabe, es un trabajo riesgoso pero comparado con lo que han vivido, es simplemente otro sueño de Tenma.

Tenma entendió sin palabras lo que Nina quería decirle, tomo una decisión, a partir de ese momento no se condenara a sí mismo.

-Nina yo…se que hemos hablado al respecto…- empezó Tenma sin saber como continuar.

Hacían casi dos años desde lo pasado en Ruhenheim, poco después de la operación de Johan Tenma había sido exonerado de todos los cargos, y unos meses más tarde había sido contratado en medico sin fronteras, la primera vez que partió Nina fue a despedirlo al aeropuerto, les había pedido que no se molestaran en ir, pero la chica insistió por lo que fue la única que lo acompaño mientras esperaba el vuelo.

Fue la primera vez que Nina le confeso que le quería. Tenma no pudo evitar sentirse feliz, sin embargo había tomado la decisión de no entablar una relación con alguien y ese hecho le resultaba aún más inverosímil sabiendo que Nina era casi 20 años menor. Tenma correspondió sus sentimientos, pero le pidió se ocupara de ella antes que de él, después de todo él era conciente que Nina debía terminar sus estudios, trabajar, vivir lo que no había podido en ese tiempo. Tras regresar de su primer viaje Nina y él siguieron frecuentándose y teniendo una especie de "relación" que por supuesto terminaba cada que él tenía que marcharse, al final Tenma la dio por terminada cuando se enteró que Nina preparaba su tesis.

-Ya hablaremos de eso más adelante, ahora ve y estudia- dijo aquella vez con su típica sonrisa amable, aunque cuando Nina salió ese día de su habitación no puedo evitar sentirse destrozado.

Después de todo Nina era un belleza, además de todo lo que habían vivido juntos, se habían unido tanto aún estando tan lejos.

-Al final ninguno de los dos tuvo que disparar- susurro Tenma continuando la conversación que había iniciado- ¿No te da gusto eso?-

-Si- dijo Nina suspirando y dando fin a "ese otro tipo de plática".

-Te quiero- susurró Tenma- Cuando vuelva ¿me seguirás queriendo?-

Nina no daba crédito a lo que escuchaba, eso era sin duda una declaración o no.

-Pues claro- dijo rápidamente dándose cuenta de que había tardado mucho en contestar.- como podría no hacerlo- dijo la chica soltando las lágrimas.

-No llores-suplico el medico japonés- cuando regrese, será diferente- dice aquel hombre antes de besarle.

Poco después Tenma llama un taxi, el taxi llega, se despide con una mirada de Dieter y deja una nota al profesor con sus saludos, promete regresar en 6 meses, medio año no es nada, piensa aunque sabe que no es verdad.

Nina por su parte saca su mochila del salón y de paso toma el abrigo de Tenma, tendrá que regresar antes de las 9 para que Dieter no note que se ha ido. Toma el juego de llaves que el doctor Reichwein le deja cuando esta en casa.

Se despide de Dieter con un beso en la frente y sale a la puerta donde Tenma le espera, al menos esa noche la pasaran juntos.

Después de montar el Taxi e indicar el hotel donde Tenma se hospeda comienzan a hablar de lo que pasa con cada uno de ellos.

-Malaria, buscamos combatir la malaria- dice Tenma refiriéndose a lo que planea hacer en su viaje.-aunque creo que también, debería tratarse la desnutrición- finaliza- ¿qué tal tú?-

-El profesor cree que es la mejor tesis que ha recibido- ríe.

Tenma la mira asombrado, no esperaba menos de la hermana de Johan, sabía que los gemelos no eran para nada gente común.

-Las personas pueden convertirse en lo que sea, eh- susurra Tenma, refiriéndose a las palabras de Poppe- y tu serás una muy buena abogada-

-Eso espero- asienta Nina.

-Hemos llegado- dice el taxista, Tenma ayuda a bajar a Nina y luego le ofrece un billete al señor.

-Quédese con el cambio- dice, ya no puede esperar más.

Después de registrarse en el lobi del hotel Tenma y Nina suben en dirección al cuarto, dentro por fin se sienten liberados, los momentos a solas son contados. Y talvez sea eso lo que les da su carácter especial.

Tenma deja su maleta se acerca a Nina para besarla, sostiene su rostro entre sus manos.

Esos momentos a solas, le recuerdan un poco a cuando se la pasaba el día con Eva en su apartamento, le recuerdan la felicidad que sentía en esos años.

Todo a cambiado, ya no ama a Eva desde hace mucho, y en su corazón ahora solo existe ella, su personalidad también ha cambiado mucho, que va decir que hace más de diez años era un joven indeciso y con sueños pero sin la convicción para lograrlos, al menos eso le debe a Johan, el que le obligara a madurar, ahora se ha vuelto alguien más digno, aunque su confianza y amabilidad en la gente no cambian.

Nina por otro lado ya es toda una mujer, y mientras Tenma se deshace de sus ropas se da cuenta.

-Una mujer tan hermosa…- piensa…

-Kenzó- le sonríe la joven mientras se deshace de su camisa, aunque no es la primera vez, parece como si lo fuera… para ellos siempre será así.

Nina se recarga en la cama, mientras sostiene el cuerpo de Kenzó sobre ella, con sus manos traza el mapa de los músculos de aquel hombre que parece conocer de memoria, su espalda torneada le recuerda la primera vez que estuvieron así, en aquella ocasión Kenzó se encontraba mucho más delgado, y con el pelo más largo, aun así todo sigue en su lugar.

Poco a poco lo único que se oye en aquel cuarto de hotel son los quejidos de placer y las palabras que se dicen el uno al otro en la intimidad.

Cuando por fin, agotados y embriagados deciden separarse, Kenzó se incorpora un poco hasta sentarse. Se queda un rato así hasta que cree a Nina dormida.

-Cuando regrese. ¿Te casaras conmigo?- dice en un susurró apenas audible, aunque ya una vez le pidió a una chica que se casara con él, no deja de ser algo vergonzoso.- y eso que no me esta escuchando- piensa.

-Si…me casare contigo- se voltea Nina sorprendiéndolo.

-Creí que dormías- dice algo sonrojado y con los ojos muy abiertos, Nina sale de entre las sabanas mostrando sus pechos desnudos Kenzó no puede evitar sonrojarse más.

-Me casare contigo- le repite mientras se echa de nuevo en sus brazos, para besarle.

Parece que esa noche no dormirán.

-Aquí esta bien- sonríe un joven al hallarse frente a un lugar conocido. Un pequeño edificio de departamentos en el barrio Turco de la ciudad, desde ahí divisa el lugar que busca, el departamento de la segunda planta que aun tiene las luces prendidas.- Gracias- ríe para sí. Mientras le paga al hombre del taxi.- ¿Gusta un dulce?- sonríe Johan mientras le regala un dulce de licor. El taxista lo acepta y se marcha del lugar.

-Gracias joven- sonríe también. Unos cuantos metros más adelante tira el dulce por la ventana-Bah! Chico tonto, como se le ocurre darle un dulce a un diabético.- gruñe mientras se dirige a su casa.

El joven sube las escaleras hasta llegar al apartamento, huele un poco a tabaco y alcohol, toca lentamente la puerta.

Escucha una voz dentro quejándose.

-chin…. ¿Quién molesta a estas horas de la noche?- gruño una voz masculina con acento extranjero.

Al abrir el joven descubre a un hombre fornido de unos 30 años, con una nariz recta, moreno, de ojos grandes con grandes pestañas, un árabe.

-Me da gusto verte…Jaffid- sonrie.

-Johan…- dice el hombre con los ojos desmesuradamente abiertos, por la impresión tira la botella de licor que cargaba en sus manos. – Creí que estabas muerto…- susurra.

A la mañana siguiente Tenma sale de su hotel, después de haberse dado un baño rápido y desayunado algo ligero en el restaurant. Nina lo despide con un beso y mientras cruza la calle no deja agitar su mano con una sonrisa.

Tenma hace lo mismo, un coche blanco lo esta esperando, dentro encuentra a un chico alemán de 35 años, a pesar de su edad el chico tiene tal cara que no parece tener más de 20, es un joven fornido pelirrojo y con algunas pecas, de nariz aguileña y ojos castaños.

-Kenzó, me da gusto verte de nuevo- saluda el chico.

-Igual, Aldous.- sonríe mientras baja la ventana del auto para darle otro vistazo a la chica que sigue despidiéndole.

-Te he dicho un millón de veces que me llames Dr. Diermissen, eh Dr. Tenma- se queja el chico, sus quejas no son escuchadas por su interlocutor pues parece muy entretenido saludando.- ¿Pero quien es esa belleza?- pregunta el chico sonrojándose solo de ver a Nina.

-Mi prometida- responde Tenma. Mientras mira como Nina se aleja.

-¡Por Dios Santo, pero si cuantos años tiene!- se queja el chico- no es justo que te quedes con lo mejor de Munich- vuelve a decir mientras Kenzó suelta una sonrisa.

-Algún día tendrás tu oportunidad- le dice Tenma a carcajadas mientras el chico arranca el coche.

-Eh, tu amiga no tendrá una hermana- es lo último que dice Aldous- que injusticia, será… tu suerte…

Mientras Kenzó solo puede pensar en el día que este de vuelta- espérame Nina… espérame…-

….

El joven rubio aleja al hombre de la puerta para que le permita entrar, el hombre se retira de inmediato.

-¿Muerto dices?, pues parece que ya he despertado- sonríe y pasa a sentarse en el recibidor de aquel bonito apartamento.

Bueno he acabado de ver el anime de monster, y no conforme pienso comprarme el manga, por mientras he leído el ultimo tomo, el manga de monster tiene el típico final abierto que te deja un mundo de dudas y un mundo de posibilidades, así que me pase la noche en vela pensando un poco en un posible recuento de los daños por llamarlo de alguna manera, no sé , no sé, el guión de este anime se me hace muy bueno, y que decir de la animación, aunque me gustan más los dibujos del manga, en fin, aquí les presento un fic, será el segundo publicado en español, y por supuesto no espero muchos reviews ni nada porque veo que es una sección algo escasa, pero es un simple fic que no planeo sea de más de 5 capítulos en los que planteo un posible futuro para los personajes incluyendo claro Johan, con tantas heridas abiertas que han quedado en la serie me he dado a la tarea de sanar heridas y pues eso sería todo… imagínense que cada capitulo es como otro más de la serie, así lo visualizo yo, tengo pensado meter un personaje propio, o tal vez dos, pero no intentare igualar la trama de misterio del autor porque eso esta muy por encima de mis capacidades. Es solo una idea que me surgió después de verme la serie, y mejor aprovechar ahora que esta fresca. Por cierto que me he puesto a calcular edades y creo que Tenma le lleva 20 años a Nina, ¿Estoy mal?, según yo al principio de la serie por muy joven que sea Tenma ya debe tener unos 28 o 30, por lo que al final de la serie saldría con unos 40 o 42 no creen, porque si se dan cuenta Johan ya sale con cabello (y bastante largo) por lo que mínimo lleva un año dormido, además en lo que Nina acababa la carrera… bueno ustedes que piensan. Creen que es una buena pareja, yo siento que sí. Sin más algún comentario o queja ya saben dejen un review