E l presente fic participa en el reto "Pecados Capitales" Para el foro "Yo amo Hetalia, ¿y tú?

Créditos en portada como en personajes a sus autores.


Lo que la guerra no rompió.

(One shot)

Cuando di lectura al diario de Ludwig, mis "amigos" y yo nos dimos cuenta que él no era el hombre insensible, frío y cruel.

"¿Amigos?" fue la palabra que pronunciaron con tono incrédulo mientras yo guardaba silencio.

Cerré el diario y pospuse la sesión de ese entonces. Caminé lentamente hacia mi habitación y no pude evitar el sentirme celoso.

¿Por qué?

Todo estaba claro ante mis ojos: Yo no recuerdo en qué momento alguien se haya interesado por mí como un amigo. Francis y Arthur lo hicieron en su momento pero ellos querían ganar un hermano. Cuando crecí y empecé a tomar conciencia; Arthur quiso retenerme por la fuerza y me defendí.

-¡Nunca fui un inútil como Veneciano!

Y sin embargo; aunque "mi hermano", Iván, Yao y Francis están a mi lado, siendo mayoría podríamos aplastar a los del eje y romper la amistad que tiene el "insensible" con el "torpe, inútil y llorón" de Italia. Pero en ésta guerra pareciera que todo estuviese en contra nuestra.

-¡¿Acaso un enemigo merece nuestras consideraciones, Francis?! – Le pregunté en voz autoritario a mi aliado.

"Veneciano es tonto, no es una mala persona, no podría lastimarlo tan fuerte" – Contestó para mi sorpresa quien se supone que me "ayudaba" a una causa en común.

"Difundí rumores sobre que Ludwig odiaba a Veneciano pero… él muy tonto le preguntó directamente al primero… y me quedé sin habla" – Esas fueron las palabras de "mi hermano" cuando realizaba su trabajo.

Las sienes empezaban a tensarse más de la cuenta al recordar cada acción que realizábamos para poder imponernos.

"Siempre que me envías al ataque" – Expresó Yao – "Pasa algo cuando quiero golpear al italiano, ¡Es como tanto vivos y muertos le protegieran!"

Sin duda alguna, algo extraño ocurría cuando nos dirigíamos a atacar a los del eje. Y lo que más me ha llamado la atención, que alguien como Kiku, un hombre con características similares a Ludwig se haya decidido a proteger a un cobarde que lo único que hace es agitar su estúpida bandera blanca.

¿Qué le hace tener tanta suerte? Todos aspiramos alguna vez en convertirnos como lo fue el abuelo del inútil; ¿cómo alguien así puede ser heredero de un guerrero sobresaliente? Quizás lo único que le haya heredado es el hecho que las chicas lo encuentren agradable a él y viceversa, sin contar que Francis se hizo pasar de mujer lo que ocasionó que pudiéramos atraparlo de una forma tan ingenua.

"Vee, ¡por favor me rindo, no me golpeen!"

Tenía hasta el copete el sonsonete del italiano cada vez que alguno de nosotros lograba capturarlo, pero a la vez recibíamos los golpes de Ludwig cuando llegaba a rescatarlo. La mirada del alemán centrada en él, preguntándole en tono formal si se encontraba bien, de una acción "insignificante" hacía sentirme celoso.

Me preguntaba, si alguna vez fuese el prisionero del enemigo en turno; ¿vendrían a rescatarme? ¿Arriesgarían su vida por mí tanto como Ludwig lo hace con él?

Empecé a reírme en voz alta para poder burlarme de aquella ironía y sin embargo poco a poco mi risa fue transformándose en un llanto amargo.

Qué envidia te tengo… Veneciano. - Pronuncié mientras me ahogaba entre mis lágrimas.


Gracias por leer.

Eagle