Mi primer y único verdadero amor
Capítulo 1: Todo comenzó...
En un pequeño, pero elegante, apartamento de Tokio. Una niña de unos 13 años, de estatura media, ojos dorados y una larga melena azabache, estaba sentada delante de su escritorio haciendo sus tareas del instituto.
En realidad no prestaba mucha atención a sus deberes, no podía, solo deseaba que su madre llegara de una maldita vez, para pedirle explicaciones. Hace poco se había dado cuanta de todo y no era justo, no.
Ella quería estar con los tres, con ella, su padre y su pequeño hermano. No quería separase de ninguno, pero... mierda, porque todo lo que paso tuvo que ser cuando ella todavía no tenía sentido de la razón? No podía hacer nada en aquellos momentos ya que no lo entendía, era tan pequeña e inocente...
Distraída en esos pensamientos escuchó un sonido proveniente del recibidor. Escuchó como la llave entró en el paño, giró dos veces y finalmente se abrió la puerta para dejar escuchar el sonido de los tacones de su madre chocando contra la madera del parquet, y el de las bolsas del supermercado estrecharse contra el pecho de la mujer para no caer al suelo, esos sencillos sonidos sonaron a miel en sus oídos.
-¡¡¡ Atsuko!!! Ya estoy en casa.- elevó la voz para que su hija la oyera. Una hermosa mujer de aproximadamente 35 años, con una melena oscura como la misma noche, de reflejos azulados, largo y lacio hasta la cintura. Una penetrante, pero hermosa, mirada chocolateada, con la tez realmente blanca. Bastante alta y, que a pesar de la edad, con un cuerpo increíble, el de una diosa nórdica. Simplemente preciosa.
La cría se levanto de golpe tirando involuntariamente la silla al suelo, la levanto, y con la mirada enfadada se dirigió hacia la cocina donde ahora su madre estaba dejando las bolsas.
-¡Mamá!- le gritó en tono de reproche, apareciendo de golpe tras el umbral del pasillo, asustando a la mujer.-
-Que pasa hija?- preguntó girándose a mirarla un poco alarmada.
-Mamá, esto ya no puede seguir así, porque nos has hecho esto?-
-De que hablas? No te entiendo?- la incredulidad se notaba en sus facciones.
-Por que... te separaste de papá...?-
Esa pregunta pilló desprevenida a la mujer, sorprendiéndola a horrores, a que se refería con eso, exactamente?
-Como?- se atrevió a preguntar, porque si no, no entendería nada.
-No te hagas la loca, sabes perfectamente a lo que me refiero...- murmuró con la cabeza baja y los puños apretados.
-Explícate... por favor...- pidió la mujer acercándose a su pequeña y agarrándola de los hombros.
-Por que lo hiciste? Mamá, Kenshin y yo ya no lo soportamos, y aun que el no lo entiende no quiere veros separados a papá y a ti, al igual que yo...- lágrimas comenzaron a recorrerle las mejillas.
-Yo...- no sabía que decir, el estado de su hija la tenía atónita, no se lo esperaba, habían vivido unos años de es forma y nunca ella había reaccionado así por eso, y menos el mas pequeño de sus hijos...
-Por favor mamá, solo te pido una explicación...- dijo suplicante la pequeña.
-Verás hija... tu padre y yo...- comenzó arrastrándola hacía el sofá para que se sentara con ella.- ...es un poco complicado...- dijo ya sentada con su pequeña en brazos.
-No importa, mamá, ya tengo 13 años, soy lo suficiente mayor como para comprenderlo.-
-Si... ya eres mayor... pero...-
-Por favor...-
-Esta bien.- hizo una pausa.- Hace tiempo, incluso antes de que tu nacieras tu padre y yo peleábamos constantemente y decidimos tener un hijo para arreglarnos, y naciste tu.- hizo una pausa- Las discusiones cesaron pero aún seguíamos discutiendo. Digamos que tu padre una noche llegó un poco "alegre", yo cabreadísima empecé a discutir, pero él, pasando de mi, me "forzó"...- dijo haciendo con los dedos el signo de comas- aun que, como siempre, cedí a sus encantos y acabamos... ya sabes...-
- Arg... - exclamo haciendo un mohín de asco.
-Y nació tu hermano, pero después de eso las discusiones aumentaron cada vez mas, hasta el momento en que tu padre y yo decidimos divorciarnos, por nuestro bien y por tuyo y de tu hermano, vuestra custodia la tenia yo, pero no era justo que vuestro padre no pudiera estar con vosotros, me pareció injusto por vosotros también, así que os turnamos como hacemos ahora. ¿Pero a que viene todo esto?-
-Mamá, no es justo, no solo Kenshin, si no yo también quiero que estemos los cuatro juntos...-
-Eso... no puede ser hija, quedé en ese acuerdo con tu padre, quedemos en turnaros a ti a tu hermano, y hace años que no nos vemos...- dijo con un toque de nostalgia en su voz.
-Mamá... nos tratáis como si fuéramos prendas de ropa que se turnan y prestan las amigas, no es justo.- dijo en tono reprochante.
-Atsuko.- dijo en plan advertencia.
-Pero por qué no lo intentas siquiera?-
-Atsuko Taishio, he dicho que no y es que no.-
-Por favor...-
-Pero qué?- preguntó perdiendo la paciencia.
-Por qué no?-
La mujer hondo un suspiro cansado, era igual que su ex marido, terca, nunca la haría cambiar de idea... pero no se lo permitiría.
-No, no pienso volver a reencontrarme con tu padre. Gracias a Dios el vive en otra ciudad, lejos de aquí, así que no intentes convencerme.-
-Mamá, compréndeme, solo puedo estar contigo los fines de semana, bueno, ni eso, ya que vengo fin de semana si fin de semana no, no es justo, ahora en el instituto es cuando mas te necesito...-
-No.- zanjó finalmente.
-Esta bien, me rindo, pero... al menos, te importaría contarme vuestra historia de amor? Por favor?-
-Que?- preguntó sonrojándose fuertemente, esa historia nunca se borraría de su memoria, nunca olvidara al mayor amor de su vida,, nunca, el único al que se a entregado, el padre de sus hijos... nunca olvidaría todos aquellos años, los mejores de su vida.
-Por favor, solo te pido eso... Como os conocisteis? Y como os enamorasteis? Y lo más importante, cuando os disteis cuenta de que estabais enamorados?- suplicó.
-Es... esta bien, te la contare...-murmuró.
-De verdad?- murmuró ensanchando una alegre y gran sonrisa.
-No te lo acabo de decir?- preguntó sarcástica.-
-Venga, empieza, me muero de ganas por saber como Kagome Higurashi e Inuyasha Taishio se enamoraron.-
-Anda, calla y escucha.-
-De acuerdo.-
-Bien... todo comenzó... cuando tenía 6 años...-
-.-
Una noche estrellada, y realmente hermosa, una pequeña niña, de 6 años, sentada en su escritorio leía entretenidamente un libro antes de disponerse a dormir.
Una larga melena oscura caía por su espalda, y sus chocolateados ojos hacían un movimiento de derecha a izquierda leyendo líneas y líneas de cada una de las paginas de ese libro. Para su corta edad era extraño lo bien que se le daba la lectura y lo mucho que le gustaba, aunque nada comparado con las mágicas manos que tenía para dibujar, muy pequeña para dibujar tan bien, o eso pensaban todos.
Enfrascada en la lectura seguía, pero unos leves golpes en la ventana la despistaron haciendo cambiar su mirada por una confundida y en dirección al cuadrado hueco.
Se acercó a esta, escuchando mas golpecitos hasta ver que piedras chocaban contra el vidrió. Abrió la ventana, y abajo vio a un chico.
-Kagome, Kagome!- la llamó, no muy fuerte, saliendo de tras de unos arbustos. Era más alto que ella. Una larga melena plateada caía en cascada por su espalda, y sus dorados ojos brillaban en la noche, tanto que hasta Kagome, desde el segundo piso, los podía ver con total claridad.
-Inuyasha, que haces aquí?- le preguntó, en voz baja también, asomándose mas a la ventana para verlo mejor.
-Vine a buscarte.- dijo alegre.
-Que?- respondió sorprendida, y al sorprenderse tanto se asomo un poco mas provocando que sus pies dejasen de tocar el suelo y comenzar a caer. –Ah!- exclamó un diminuto grito alertando al chico, que fue corriendo hacia ella.
Por un momento pensó que no llegaría, pero gracias a Dios llegó, la niña quedó acunada entre sus brazos y él la miró con ternura.
-.-
-Mamá, en serio caites y quedaste en sus brazos?- preguntó una emocionada Atsuko.
-Jeje, si, todos aquellos recuerdos los tengo siempre a flor de piel, aun recuerdo el calor de sus brazos...- confesó mientras su mirada se volvía nostálgica y se abrazaba a si misma.
-Uho...- exclamó.
-.-
-Estas bien Kagome?- preguntó mirándola a los ojos, viendo como ella abría sus grandes ojos, que había cerrado fuertemente por el susto, volteando la mirada hacia él.
-Si...- contestó tímidamente, se puso nerviosa entre aquellos brazos, estaba tan bien envuelta en ellos...
-Vamos.- dijo bajándola y agarrándola de la mano, llevándosela.
-Eh?... espera.- exclamó parando en seco.- Inuyasha, es muy tarde, si mi mamá entra en mi habitación y se da cuenta de que no estoy se enfadará, y luego me regañará. Mejor mañana.-
-No, ahora, por favor, llevo todo el día queriéndotelo enseñar... además volveremos enseguida.-
-No se... me prometes que volveremos lo antes posible?-
-Si, vamos.- y de la mano la arrastro calle abajo.
&&&&&
Toc-toc
-Kagome, hija.-pero no obtuvo respuesta
Toc- toc.
-Ya estas dormida?- volvió a tocar y preguntar, pero nada.- Kago...- pero cuando entró la sorpresa fue que ahí no había nadie, ni su hija ni nada, y... la ventana abierta...- Dios mío... TAKATO, TAKATO!!- gritó la mujer dirigiéndose a su habitación buscando a la persona nombrada.
-Que pasa Sonomi?- preguntó alarmado al verla entrar llorando.
-Kagome... Kagome...-balbuceó.
-Que le pasa a Kagome?-preguntó asustado.
-... no... no esta en su habitación y... la ventana esta abierta...-intentó vocalizar correctamente entre un mar de sollozos.
-Que?- preguntó levantándose y yendo hacia la habitación de su hija.
-Kagome, Kagome si esto es una broma sal ahora mismo.- advirtió su padre hablándole a todo tipo de mueble en el que entrase el pequeño cuerpo de su hija.
Pero nadie contestó.
-Dios mío, Takato...- en ese momento sonó el teléfono, Sonomi fue a cogerlo.- Si?-
&&&&&
-El parque? Que hay de interesante en el parque que nosotros no sepamos, si nos lo conocemos de pe a pa.- dijo parando la carrera.
-No, mira esto.- la arrastró hacia el interior de unos arbustos, apartándolos y haciendo camino, para luego cruzar un pequeño bosque y llegar a...
-Es precioso...- exclamó maravillada la cría.
-Te lo dije, sabía que te gustaría-
-.-
-Como era ese lugar, mamá?- preguntó curiosa.
-Ya va...-
-.-
Era hermoso. Delante de ellos había un pequeño lago, al otro lado, bastante lejos de allí se veía un valle y mas lejos aún se observaba el monte Fuji, todo adornado con la tenue luz de la luna, la cual se reflejaba sobre la cristalina agua del lago. Era una maravilla para la vista.
-Uauuuh- exclamó.- Cómo descubriste este lugar?-
-Pues, esta tarde estaba muy aburrido sin ti, y me puse a caminar por aquí, hasta que encontré esto, fui corriendo a buscarte para enseñártelo, pero tu madre me dijo que estabas en casa de una amiga.-
-Es hermoso...-
-No tanto como tu...- susurró.
-Que? Dijiste algo?-
-No, que es hermoso.-
-Si...-
&&&&&
-Lo sabía! Enseguida nos encontramos ahí, adiós.- y colgó.
-Que pasa Sonomi?-
-Pues me acaba de llamar Izayoi, que Inuyasha tampoco esta en casa, vamos a buscar a los niños, ya sabemos donde pueden estar.-
-Donde?- preguntó Takato, pero demasiando tarde, su mujer fue a cambiarse.
-Cariño, té cojo el coche. Ahora vuelvo.- dijo después de ponerse algo decente, para no salir en camisón. Cogió las llaves y con el coche se encaminó al parque.
&&&&&
-Venga va, debemos regresar antes de que nuestros padres se den cuenta de nuestra ausencia Inuyasha.-
-Si vamos.- la volvió a coger de la mano, y juntos volvieron a cruzar ese diminuto bosque. Ya estaban a la salida del parque cuando...
-A donde creéis que vais, niños?- preguntaron dos voces femeninas tras los jóvenes.
-Mierda...- susurró el niño.
-Oh, oh...- exclamó la niña.
-Inuyasha!-
-Kagome!-
-Que?- preguntaron al unísono.
-Se puede saber que hacéis a estas horas en la calle y completamente solos?- preguntaron ambas mujeres cabreadas.
-Eh... jeje...- rieron nerviosos.
-A casa ahora mismo muchachita.- dijo Sonomi cogiendo la mano de su hija.
-Lo mismo digo Inuyasha.- dijo Izayoi agarrando la oreja del chico.
-Ay... ay... ay... que eso duele mamá.- exclamó.
Cada mujer empezó a arrastrar a su hijo asta el su respectivo coche.
-Adiós Inuyasha...-
-Adiós Kagome...-
Se murmuraron mutuamente. Solo se escucharon ellos.
&&&&&
3 años después...
-Hija, prepárate ya, o llegaras tarde, hoy es tu primer día.-
-Si mamá.-
-Por cierto,- mientras le entregaba su desayuno.- Estarás en el curso de Inuyasha.
-Como? Si el es un año mayor que yo.-
-Pero a repetido.-
-O sea, que repite 4º de primaría?-
-Exacto.-
-Pues se lo tenía bien calladito...-
Ding-dong
-Debe de ser él, va, ve, que os tenéis que ir juntos.-
-Si, adiós mamá.- se levantó de la mesa, cogió su mochila, abrió la puerta, para encontrarse con su mejor amigo y juntos irse a la escuela.
-Hola Kagome.-
-Hola Inuyasha... te lo tenías calladito, eeh?-
-El qué?-
-Que repites curso. Por que no me lo dijiste? Puedes confiar en mi, además ahora iremos juntos, si es que no vuelves a repetir.-
El pobre chico se sonrojó hasta la médula.
-Eh...?-
-Tranquilo, yo te ayudaré con los estudios, no te preocupes.-
-Hey, pequeña empollona, no me vaciles.-
-Jajajajaja, no te estoy validando, solo te digo la verdad.-
-No, me estas llamando tonto.-
-Que no.-
-Que si.-
-Que no.-
-Que si.-
-Ay, ya, basta.-
-De acuerdo, pero que conste que no e repetido porque no haya estudiado.-
-Entonces...?-
-Pues... me e vuelto un gamberro...-admitió apenado.
-Pues yo te sacare de ahí.- dijo solemnemente.
-Si, claro, una cría como tú? Ja.-
-No soy una cría.- reprochó haciendo un puchero.
-Si lo eres.-
-No lo soy.-
-Si.-
-No.-
-Si.-
-Basta. Eres un idiota Inuyasha.- salió corriendo y llorando sin mirar donde iba.
Estaba en el bordillo de la carretera, y no se paró a mirar si pasaba algún coche, hasta que llorando, en medio de la carretera, vio como se acercaba uno a gran velocidad...
-KAGOME!!!- gritó Inuyasha corriendo hacía ella.
&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&
Holaaaaaaaaaa!!
Muy buenas todo el mundo, aquí vuelvo yo, la pesada de turno, con una nueva historia, mi segundo fic, para ser exactos, jojojo.
Vale, unas pequeñas aclaraciones:
-.- eso es cuando salgo y entro de lo que es la historia.
&&&&& eso es el cambio de escena en la historia
blablabla obviamente, es como escribo la historia, xD
Y pues espero que haya gustado, y como siempre se suele decir, quiero reviews, si, muchos, muchos reviews jajaja (que egoísta que soy) xD.
Y bueno aprovecho para nombrar mi primer fic, Nuestro amor, jejeje, y tengo otra historia en la cabeza, el primer capi escrito, y si queréis, lo publico, pero eso será después de cómo vaya este, espero que guste jeje, quien no xD
Y pues desde aquí, digo que este fic va dedicado a la majestuosa, y grandísima Kikyo-dono-sama... Amiga! Mil gracias, de verdad ToT, esto no se me olvidará nunca, esta historia te la dedico a ti, la primera, y después va dedicada a cierta persona que no voy a nombrar... jojo, soy malvada, también va por mi onee-chan y pues para quien la lea, supongo.
Gracias a las personas que se hayan pasado a leerme, y las que me comenten, y también gracias a las que me lean y no comenten, igual han utilizado su tiempo en leerme y eso es muy bonito, al menos para mi
Gracias a todos.
Muchísimos besos y hasta el próximo capítulo (si vosotros queréis, vamos xD)
Os quiere Yukiko-09.
