Disclaimer: nada del potterverso me pertenece

Este fic participa para el reto especial de la Batalla del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.


I

Subió los escalones de dos en dos, temiendo pisarse los chales y caerse de bruces. Pero eso no importaba, pues lo que estaba ocurriendo en el castillo, dentro y fuera de él, tenía mucha más trascendencia del hecho de que ella pudiese tropezarse y caerse.

Y él estaba ahía fuera.

Todavía recordaba la primera vez que se enfrentó a un boggart. Este adoptó la forma de él, atemorizándola hasta tal punto que ella se acurrucó en una esquina, implorando porque no le matase.

Y ahora iba a hacer lo mismo, iba a esconderse en su despacho, a acurrucarse en una esquina y a esperar, tal vez a que él llegase. Entonces tendría que implorar por su vida. Pero... ¿era eso lo que debía hacer? ¿Esconderse? Por el amor de Merlín, había chicos y chicas, jóvenes que estaban dispuestos a luchar y a morir. ¿Y qué estaba haciendo ella? Esconderse por miedo a él.

Lentamente se alzó. No, no tendría miedo. Si un boggart apareciese en ese instante, de seguro que alzaría su varita y pronunciaría el hechizo Riddikulus. No, no podía tener miedo. Por que lo estaba sucediendo esa noche iba más allá de tener miedo o no. Se trataba de vivir o morir. ¿Y qué quería hacer ella? ¿Vivir luchando o morir con miedo?

Le temblaba la barbilla pero no se amilanó. De repente vio las bolas de cristal que utilizaba en sus clases. Su mano rozó la fría superficie de una ellas mientras sonreía.

Elegía vivir.


II

Estaba vivo. Harry Potter estaba vivo. Walden ni siquiera lo entendía, Narcisa había dicho que el muchacho estaba muerto. Y por ende, aquello había sido como un estallido de júbilo para todos ellos, porque Harry Potter, el Niño-Que-Vivió, había muerto al fin. Habría sido un duro golpe para quienes lo apoyaban, sin duda.

¿Y ahora? Ahora ese condenado chico había saltado desde los brazos del semigigante y había echado a correr. Todo júblio se había desvanecido por completo. Una máxima se había formado en sus mentes: aquello no había acabado.

Pero, ¿acaso estaba todo perdido? Él lo había visto, había visto cómo la maldición golpeaba en el chico. ¿Por qué no había muerto? ¿Por qué estaba allí, de pie, corriendo para ponerse a salvo? ¿Acaso se había vuelto una especie de ser inmortal?

Qué más daba. A la mierda. A la mierda todo. Muchos de sus compañeros estaban huyendo, pero él no. ¿Que Harry Potter seguía vivo? Eso no importaba. Volvían a estar como al principio, todo volvía a tratarse de lo mismo, de vivir o morir. Elegía luchar. Daba igual lo que eligiese, si vivir o morir, lo único que importaba es que hiciese lo que hiciese, lo haría luchando. Varita en mano, asesinando, lo que mejor sabía hacer.

Así era Walden.