South Park es propiedad de Matt Stone y Trey Parker.


Imminence.

By Creation

...


Atardece. El sol toma su lugar al final del horizonte ocultándose entre las montañas nevadas. Árboles abundan momentáneamente; cubriendo el cielo, lleno de colores y moteado de nubes, de la vista de cualquiera con sus frondosa vegetación. El aire sopla de forma tan ligera que en su piel es casi imperceptible y el frío de a poco incrementa a la par de que la luna se ve tenuemente en el cielo; ambos astros compartiendo y luchando en un mismo cielo. Gente andando sobre el camino empedrado. Algunos solos, algunos acompañados, pero al fin y al cabo es solo mas gente en aquel lugar.

Y suspira. Cierra el libro que llevaba entre sus manos cuidando que el separador esté bien colocado, solo para después tallarse el rostro con cierta inconformidad llenándole el ser. Los gritos lejanos de niños corriendo no es algo que le incomode en sí, pues gusta de escuchar reír a los infantes; las voces de jóvenes y adultos sentados a los alrededores, hablando de sus asuntos y anécdotas, tampoco le molesta pues es de esperarse que en un parque público no seas el único. El sonido del ambiente lo relaja... el ruido de la ciudad lo perturba. Así de fácil. En el pasado había quedado aquel pueblo de su infancia que recordaba con aprecio, pero el desarrollo alcanzó cada rincón del lugar, y él como ningún otro entendía eso. Era algo prácticamente inevitable; más gente, más negocios, más territorio. Y adiós a la tranquilidad que le ofrecían las montañas como paisaje. A donde sea que fueras en ese lugar podías toparte con edificios a lo lejos y más en construcción... es como un pequeño Denver.

Se reacomoda en la banca de madera, y deja su libro sobre una mesa de ladrillos que está justo enfrente de su persona. Se afloja la bufanda y la vuelve a colocar, sufriendo temblores al sentir el suave aire frío contra su cuello de piel clara. Y no tarda en suspirar de nuevo. No tiene caso.

Inconforme con su sentir, se levanta de su lugar con un ligero mareo y su preciado objeto en mano, aferrándolo más a su persona sin realmente saber el porqué de su acción. Sus zapatos son decorados tenuemente con la nevada blanquecina que cubría algunas partes de la hierba; todo el clima frío de la temporada comenzaba a reducirse. Avanza sobre un pequeño camino trazado sobre el césped con piedras de tonos grisáceas, haciendo resaltar la poca nieve que sobrevivía entre las grietas, a un paso lento y sin ninguna prisa. Y es que realmente no tenía prisa. ¿A donde ir cuando se ha arruinado tu pacífico momento de lectura? Ese era el dilema. No iba a regresar a casa. De ser así, solo se toparía con trabajo, cuentas, y más trabajo. Tan joven y tan ocupado. A veces no entendía como fue que todo pasaba tan rápido. Ayer estaba terminando sus estudios, y al día siguiente ¡puf! Siendo una de las cabezas de la compañía de su progenitor. Pero era de esperarse, lo tenía previsto desde hace años.

Mantenía la mirada baja, observando con atención las plantas que luchaban por liberarse del manto invernal. Mantenía la mirada juguetona, poniendo especial atención a las cosas y mirando de reojo a la gente que paseaba en sentido contrario a su caminar. Notaba monotonía en sus expresiones, es sus movimientos, pero le fascinaba equivocarse, saber que si llega a conocer a esa persona es alguien totalmente distinto a la primera impresión del mismo. Por lo menos eso le había pasado con casi todas las personas que conocía, tal vez por ello sentía aprecio hacia ellas. Nunca desconfió, ¡Oh, claro que no! Pero nunca se sabe cuando puedes toparte con un loco como vecino, por mencionarlo de alguna forma. Y no es que sea su vecindario el lugar más anormal de la ciudad, ¡al contrario! vivir entre casas enormes llega a ser normal con el tiempo, pero él conoce la clase media en la zona, por lo que el raro aquí era él. Pero estaba bien. Gozaba algunos lujos pero jamás se sentía más que otro por ello.

De hecho, varios ni siquiera sabían su situación económica, y lo prefería. Lo delataba cuando invitaba a alguien a su hogar, o cuando alguien ponía especial atención en su vestimenta, pero nada de que preocuparse. Le alegraba el hecho de convivir con personas que no viera por el físico y lo material. Era lo mejor.

Sonríe para si mismo pensando en sus compañeros de vida. Recientes o antiguos. Cercanos o...

Algo lo distrae. Siente un escalofrío recorrerle el cuerpo, desde su espalda hasta todo lo demás. Se siente especialmente incómodo con la sensación. Detiene su caminar de golpe, e inhala y exhala esperando que el presentimiento o lo que sea, se pasara. Agacha la cabeza y la sacude ligeramente. Desconoce la causa, pero tampoco va a invertir tiempo valioso en encontrarla. Solo espera un segundo a que pase y retoma su caminar, cambiando de mano al libro de su propiedad.

Sube la mirada, observa el cielo. El sol baja a cada segundo. Detesta mentalmente al horario de invierto que hace que oscurezca terriblemente temprano, y decide que mas le vale emprender su camino a casa, antes de terminar caminando por allí a oscuras.

Da una media vuelta. Fue tonto, desde el principio, avanzar hacia el lado contrario de su domicilio. Y si, su casa ya no queda tan céntrica como antes, pero ¿que más daba? No se puede esperar lo mejor de una ciudad a punto de entrar en su auge. Y casi por inercia propia, se pone erguido y levanta su cabeza, observando a los demás y tomando de otra forma al libro, en el proceso. El aire se incrementa un poco, revolviendo sus cabellos rubios y agitando su bufanda una vez más. Varias hojas secas caen hacia el suelo y varias más salen volando hacia donde él no sabía.

Avanza unos pasos, y algo llama su atención en especial. Más bien 'alguien'.

Avanzando de manera tranquila, observándolo. Estaba parado de espaldas, pero giraba su cabeza a múltiples direcciones, hacia los alrededores; como si buscara algo o estuviera perdido. Vestido casualmente, peinado de forma indefinida.

No lo entiende. Siente una gran inquietud acumularse en su pecho. Hace una mueca de disgusto y cambia de mano al libro. Está a muchos metros de su persona, y sin embargo, algo le causaba curiosidad. Sin antecedentes de haber sentido algo similar en años, sin aviso de que así seria. Así era esa sensación en su persona. Extraña. Anormal. Descuidada.

El hombre gira. El se detiene. Aquella persona sigue buscando a sus alrededores, poniendo especial cuidado en los rostros de quienes pasaban a su costado, a letreros de establecimiento o algo que ayudare a orientarse si estaba perdido. No deja de observarlo y el otro busca un poco más. Considera las posibilidades de tomar todo como un extraño deja-vu, pero su mente está tan confundido por tantas cosas que no logra recordar ni si desayuno.

Detiene su mirada justo encima del otro. Su bufanda se mueve de nuevo por el viento frío de la temporada y los pájaros de los árboles cercanos parecer guardar silencio para ese preciso momento. Su cabello se despeina con el propio mover precipitado de su persona y la gente parece desaparecer por completo. Y gira. Están a metros y metros de distancia, pero por un momento, son ellos dos, de frente. Se miran unos segundos, meditando las cosas en general. El sol se oculta otro poco y sus pies parecen querer seguir avanzar hacia donde sea.

Pero nada ocurre realmente.

El hombre regresa a su tarea de buscar lo que sea. Retirándose a segundos de haber dado la vuelta. Y avanza. Desapareciendo entre personas que siempre estuvieron allí, desvaneciéndose entre la ligera neblina que comenzaba a formarse conforme la luz del sol desaparecía del ambiente.

Retoma su camino a paso ligero, y por algún motivo, él se esmera en restarle importancia, pues puede que realmente no signifique nada, o puede que ni siquiera cambie el curso de la historia. Puede que solo cause daños, pero el hombre lo ha dejado pensando un momento. Invade su mente. Un nudo en sus recuerdos.

Espera y se convence de que de seguro fue cosa momentánea, cosa de unos segundos, cosa sin sentido. Pero de una cosa estaba seguro: Lo había reconocido a la perfección.


Nota: Esta historia procede de otra. "Le debut" se llama. Probablemente no esté ligada fuertemente con esta historia, pero yo recomendaría la lectura de la anterior. Es decir, por si gustan saber la razón de esto. Se encuentra en mi perfil, por si se lo preguntaron por un momento.