Otra vez yo! wii. Esta es otra historia también de Luna, pero esta vez un poco mas larga y con una pequeña apracición de Theodore Nott. Disfrutenla y djenme reviews ¬¬
RaCh.!!! ^^


Lunática por fuera, Luna por dentro.

Lunática Lovegood. Ese era el apodo que siempre usaban con ella. Algunas razones eran su collar de corchos, o sus pendientes de rábano. O sus pumpikers, ni hablar de que leía revistas al revés.

Pero todo tenía explicación. Su collar era un regalo de su mama, el último que le dio antes de morir. Sus pendientes eran de su abuela y los tenía desde chica. Los pumpikers también eran un regalo de su madre. Cuando era chica le tenía miedo a la oscuridad y entonces ella se los regalo para que pudiera dormir. Las revistas al revés era porque su padre le mandaba mensajes ocultos a través de ellas.

En realidad, Luna no tenía ningún secreto. Al menos claro, que a secreto se le pueda considerar el pasado. A Luna nunca nadie le preguntaba de ella. Ni siquiera Ginny. Ni Mione, ni Ron, ni Harry. Luna siempre sueña con que alguien le preguntara de ella. Les contaría de su madre, de su padre, de todo lo que los amaba. De cómo lo paso cuando su madre murió o cuando los mortífagos se llevaron a su padre. Pero no. Nunca nadie le preguntaba.

Tal vez, si alguien lo hiciera, no la llamarían Lunática. La llamarían Luna. Ese era su mayor sueño, que la llamaran por su nombre. Es que nadie sabía que era no encajar en ningún grupo. No ser mejor amiga de nadie. No tener a nadie. Tal vez… si cambiara un poco… la aceptaran.

Pero Luna no quería cambiar tampoco. Su padre siempre le había dicho: Uno vale por lo que es por fuera, sino por lo que es por dentro." Y su padre era un sabio. Y a ella le gustaba como era. Su padre y su madre siempre la habían amado así. Pero al parecer eran los únicos que lo hacían. Pero ella no entendía. ¿Acaso para tener amigos hacía falta ser superficial, fingir cosas que no eres y molestar a los débiles?

Pues ella prefería no tener amigos.

A lo mejor si era rara. Pero a ella le gustaba. No conocía a nadie de la escuela que fuera así. Ni siquiera a nadie en el mundo.

-Hola. Eres Luna ¿cierto?- me preguntó un niño de cabellos castaño y ojos verdes.

-Hola. Si soy Luna. Bueno, Lunática o como prefieras.

-¿Porque te llamaría Lunática? ¿No te gusta un nombre?

-Me encanta. Pero toda la escuela me llama así tal vez porque soy rara.

-¿Rara? ¿Por qué?

-Pues por mis pendientes o mi collar o porque nadie me cree cuando hablo de snorlacks de cuernos arrugados o pumpikers.

-¿Por eso? ¿Sabes? La gente es muy estúpida. A mi también me dicen raro. Pero talvez lo difundan menos porque soy de Slytherin.

-¿Enserio? No pareces uno.

-Si, eso es exactamente lo que dicen.

-No se tu nombre

-Theodore Nott

-Pues bien, Theodore Nott, a mi me caes muy bien.

-¡No me llames por mi nombre completo! Puedes decirme Theo. ¿Te puedo llamar Luna?

-¿Hablas en serio? ¿Llamarnos por nuestros nombres? ¿Cómo si fuéramos amigos?

-Claro

-Eres el primer amigo que tengo Theo.

-¿Por qué? Alguien como tu debería tener amigos por montones.

-Gracias, pero al parecer eres el único que piensa eso.

-¿Por qué?

- Porque soy rara, supongo.

-Tu no eres rara.

-¿No?

-No. Eres especial. Pero no muchos ven comprenden eso. No muchos ven la diferencia entre ser especial y raro.

-¿Tu la sabes?

-Si. Ser especial es alguien como tu y raro como yo.

-¿Cuál es la diferencia?

-Ninguna.

-¿Entonces?

-La gente no lo sabe.

Entonces soy especial.

-¿Escucharon pumpikers? Somos especiales.

-Cuéntame de ti Luna. ¿Qué son los pumpikers?

-¿Quieres que te cuente de mi?

-Claro, suena interesante.