Disclaimer: Los personajes de Candy Candy no me pertenecen, pertenecen a la novelista Kyoko Mizuki y/o Toe Animación...Esta historia y sus personajes son diferentes de la versión original del anime o la versión de la manga. Algunas de sus personalidades y características fueron tomadas pero con la variación de mi imaginación...
Una Novia
by: Keila Nott
Capítulo I
-¡WILLIAM!... — llamó la tía abuela, con un tono de voz que te hacía temblar de pies a cabeza, captando así la atención de todos los presentes que se encontraban sentados en la mesa. - ¿Cómo es posible William que a tus 27 años todavía no te hayas casado?... ¿y que ni siquiera una novia tengas?... ¿Es que acaso no piensas en el futuro de los Andrew's?... ¡por dios santos William! ...Vas a dejar que esta pobre anciana fallezca sin ver nacer al futuro heredero... ¿Cómo crees que voy a descansar en paz y justificarle a tus padres que no hay ningún heredero que pueda continuar con nuestro Clan?.
La tía abuela continuaba hablando y quejándose sin darle tiempo a Albert de responderle, él pobre no podía creer que su tía le estuviera diciendo todo aquello, sabía que era su responsabilidad continuar el linaje de su familia, pero no podía hacerlo porque su corazón le pertenecía a aquella rubia, quien lo veía como un hermano mayor...
Mientras tanto Archie y Annie se reían a mandíbula abierta, porque ahora era el turno del Patriarca de los Andrew de escuchar los reproches de la tía abuela, y Candy quien estaba sentada en la mesa escuchando todos aquéllos reproches en lo único que su mente pensaba era en el hecho de que la tía abuela quería buscarle una novia a Albert, sin saber que lo hacía, ella negaba profundamente con su cabeza, un no..no..no...No una novia para su Albert.
Sus pensamientos fueron interrumpidos de repente cuando la tía se dirigió a ella.
-¡Y tu Candice!... ¿Que estas esperando?...Ya estás en la edad de casarte, y al igual que William, ni siquiera un pretendiente tienes!... — espetó la tía respirando hondo antes de continuar, realmente se sentía enojada con esos dos... - Ahora voy a tener que empezar a organizar reuniones y eventos sociales para introducir a este par con las mejores familias de la sociedad... — en su tono ella dejaba claro que ellos ni siquiera trataran de negarse, porque ella sabía perfectamente como William y Candice se negaban a asistir a cualquier evento social.
-Al menos con William estoy segura de que habrán muchas hijas casaderas que estarán interesadas en ti, pero con Candice, y ese carácter, no estoy muy segura... — termino diciendo al recordar como a esa muchacha le gustaba trepar arboles, era casi imposible tratar de refinarla, especialmente porque William intervenía.
Candy no lo pudo resistir mas, era demasiado. Sin poder evitarlo, ella dijo lo primero que se le vino a la cabeza, no podía dejar que su Albert...Si su ¡Albert!... conociera a una de esas hijas casaderas...-Tía abuela, Albert y yo somos NOVIOS...— soltó acentuando sus últimas palabras de manera natural. Cuando Candy termino de pronunciar esas palabras, Albert soltó la copa que tenía en la mano haciéndose añicos al tocar el piso, él pobre sintió su boca abrirse en verdadera sorpresa. Annie y Archie que hasta esos momentos se reían, abrieron los ojos de par en par sin poder mantener sus bocas cerradas por la impresión que se llevaron, mientras que en otro punto de la mesa, la tía abuela se le había cortado la respiración con la noticia que le fue dada.
Aquellas palabras que Candy había dicho habían dejado a todos los presentes con los ojos fijos en ella, y con una sorpresa reflejada en cada uno de los que se encontraban en la mesa, fue solo en ese momento que Candy se dio cuenta del tamaño de sus palabras.
¡Rayos!... no lo había pensado, ella y su gran boca siempre la metían en problemas, pero que mas daba si al fin y al cabo Albert y ella eran buenos amigos, él se encontraba tan solo como ella, que mejor solución para ellos dos, de seguro Albert entendería su punto de vista, aunque sabía que no era solo eso, ella lo quería desde hace tiempo y al escuchar a la tía siquiera insinuar que le presentaría otras señoritas, había hecho que a ella se le escaparan esas palabras, quizás Albert no se enojaría tanto con ella o ¿sí?, de otra manera ellos tendrían que lidiar con la tía abuela, y con la ola de pretendientes que les presentaría, así que después de unos momentos ella se dirigió a la tía con su mejor sonrisa...
-Tía abuela nosotros pensábamos en decírselo a su tiempo, ¿verdad Albert?... — dijo ella guiñándole un ojo.
-¡Candy!... — fue lo único que pudo decir Albert, quien todavía estaba asimilando aquellas palabras dicha por su pequeña, la impresión había sido tan grande que apenas su mente empezaba a procesar lo que esas palabras significarían. "Una oportunidad para él", Albert no creía lo que estaba sucediendo, pero pensaba en la oportunidad que su pequeña le estaba dando, él ya había estado planeando ir lento con ella y ganarse su corazón, pero como siempre Candy no dejaba de sorprenderlo poniéndole el camino más fácil.
Cuando puso sus ideas más claras, en como procedería de ahora en adelante, finalmente se dirigió a su tía. - Nosotros se lo íbamos a decir tía, pero pensamos que aun usted no estaba lista. La tía abuela quien había estado sin poder respirar recupero el aliento, dirigiéndose a ellos dos.
-Me alegro por ustedes, pero me hubieran evitado todo estas preocupaciones pensando que nunca sentarían cabeza. — Ella se levanto de la mesa pensando en todo lo que tenían que hacer para presentar a Candy como novia de William, un milagro tendría que pedir para lograr que Candy se comportara como tal, caminando despacio hacia la salida del comedor se dirigió a Candy una vez más:-
-Candice mañana saldremos de compras, hay una celebración muy importante a la que todos debemos asistir, y como Novia de William tienes que dejar una gran impresión ante la sociedad. — sin decir más ella siguió caminando hasta salir, dejando a todos en un estado inesperado, nadie se esperaba que la tía lo tomara de esa manera, tan serena.
Albert se levanto también de la mesa dirigiéndose a Candy, ellos tenían que hablar, tenía que saber...-Pequeña me acompañas a la biblioteca... — Candy trago seco, finalmente la realidad la había traído de vuelta, estaba segura que Albert estaría enojado con ella, ¿y cómo no estarlo? si se había atrevido a decir que era su Novia.
Antes de que Candy se pudiera levantar de la mesa Annie empezó a preguntar...-Pero, ¿Cuando?, ¿Cómo?... Lo tenían bien guardado... — dijo ella todavía reflejando el asombro de aquella noticia.
Archie en cambio se dirigió a su tío...-Porque no me lo contaste tío?... —él no podía creer que su tío y Candy mantuvieran un noviazgo sin que nadie lo supiera.
-Archie hablaremos en otro momento... — contesto Albert quien ni siquiera sabía que él era novio de Candy, su mirada y su atención se dirigieron a la pequeña rubia, ofreciendo su mano e invitándola a venir con él, porque ellos tenían mucho de qué hablar... — Candy se levanto dándole su mano y siguiéndolo en silencio, sin mirarlo con su cabeza baja de la pena que sentía en esos momentos, ¿y ahora?...¿cómo iba a salir de ese lió que ella misma provoco?... — se pregunto mientras sus manos le sudaban, sus piernas le temblaban, él la guio hacia la biblioteca, Albert no pronuncio palabra en el camino, dejando a una Candy mas angustiada de lo necesario.
Albert abrió la puerta de la biblioteca, y como todo un caballero que era, la dejo entrar primero, al cerrar la puerta de la biblioteca Candy lentamente empezó a voltear para explicarle a Albert los beneficios de pretender ser novios, lo había pensado, ¡negaría cualquier emoción!, ¡se haría la loca!, lo mejor era que pensara que solo fue una broma de ella y que ellos podrían pretender ser novios, así la tía abuela no los molestaría, porque ella no confesaría, ¡ni muerta que lo haría!, ya era demasiada su vergüenza, ¿pero cómo diablos se iba a ganar el corazón de Albert? ¿cómo negar aquél sentimiento que crecía en ella cada vez que lo veía? ¿cómo detener que él corazón le latiera de manera furiosa con tan solo su presencia?.
Pero Albert no le dio ninguna oportunidad de hablar o preguntar, tan pronto ella se giro él la tomo por la cintura, y sin más se acerco a ella peligrosamente, hasta rozar sus labios con los de ella, él comenzó a besarla, aquél beso que por tanto tiempo había deseado por fin lo estaba dando, no perdería esa oportunidad tan grande que su pequeña le había dado.
Candy no podía creer lo que estaba sucediendo, Albert la estaba besando, y sus labios eran tan dulces como la miel, tan suaves como él terciopelo, nunca había sentido un beso de esa manera, era un beso deliberado, un beso sin prisas, él la besaba como si le estuviera confesando en silencio, diciéndole con él roce de sus labios en los de ella lo que no le podía decir con palabras, él fue recorriendo su boca con besos lentos y breves, cada uno tan medido como él latido de un corazón, ella ya no pensaba, su cuerpo no se movía, y se dejo llevar por todo lo que ese beso le ofrecía.
Solo cuando la respiración les empezó a faltar Albert empezó a romper aquél beso, muy lentamente y a regañadientes, quería saborear cada momento, no estuvo equivocado, ella también deseaba aquél beso, vio finalmente como ella abrió sus ojos, un par de esmeraldas lo veían confundidos, así que sin perder tiempo y mirándola directo a los ojos dijo...-Ahora si puedes decir que eres mi NOVIA.
-!Albert!... — Fue lo único que pudo decir Candy, porque Albert la estaba besando nuevamente...
Continuara...
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