Disclaimer: Los personajes Borin y Omagi son propiedad de los productores de NCIS, Shane Brennan, Gary Glasberg y el guionista de ese capítulo: Lee David Zlotoff.
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Guardacostas Muerto, prólogo
El bedel, un hombre de unos sesenta años, negro, calvo y delgado; abrió la puerta del compartimento del fondo para entrar furtivamente. Aunque llevaba la mopa y el trasto con agua y desinfectante, no tenía el menor deseo de limpiar, sino de poder fumarse un cigarro en solitaria paz.
Cerró la puerta sigilosamente, dejó de un lado aquel aparatejo, prendió la luz y, por fin, sonriendo, sacó la cajetilla de su bolsillo trasero del mameluco y se dispuso a oler los cigarrillos… cuando otro olor se coló en su nariz.
El embrujo de saber que pronto iba a estar fumando se fue al instante. Desde algún lugar entre tantas cajas de cartón empaquetadas con comida para Haití, le estaba llegando aquel olor salado y metálico que conocía tan bien desde Vietnam.
Dejó de sonreír y maldijo su suerte. Aunque la tensión que corrió por todo su cuerpo era justa para necesitar más el cigarrillo, el momento no lo era. Sabiendo –pero deseando que no fuera así– lo que posiblemente se encontraría, y con la nariz al frente, se adentró en el gran salón destinado para guardar cualquier tipo de carga. Tal vez no llegaría tarde.
Semejando un poco a un perro rastreador por su cuerpo en total alerta y el uso de la nariz como guía, no le fue difícil encontrarlo.
La primera señal fue el charco de sangre en el pasillo. Aunque casi se devuelve al ver eso –hasta miró hacia la puerta con cierto deseo–, se mandó a seguir. Cuando encontró el cuerpo, tuvo que dejar ir la exclamación:
—Maldición. —en voz baja… sólo quería fumarse un cigarrillo y terminó encontrándose casi al fondo, escondido en uno de los delgados pasillos laterales; el cuerpo de un hombre alto, calvo y fornido; tirado de medio lado, con dos heridas de bala: una en el pecho y, otra, en la frente. La sangre estaba fresca.
Mientras trataba de serenarse pensando que, al menos, no veía el gran orificio de salida de los balazos, cogió su walkie-talkie y, después de carraspear, dijo lo más tranquilamente que pudo:
—Alex, voy a decirle al capitán que tenemos que devolvernos. Hay alguien asesinado a bordo. Y hablo en serio.
Después, sí se dejó fumar el cigarrillo.
OoOoO
Hola! Muchas gracias por estar leyendo esto! Solo quiero decirles que no voy a describir mucho a los personajes principales, por lo que, si quieres conocerlos, los puedes ver en este link (después de quitarle los espacios): http:/ esciam. livejournal. com/22476. html (Sí, hice un cast, así de emocionada estoy con esta historia)
Ahora sí, sigamos con esto…!
