Disclaimer: Bleach no me pertenece, es propiedad del señor Tite Kubo =)! ( A quien admiro, respeto, odio y amo)
Hace ya 5 meses que escribí esta historia pero quise publicarla aquí y retomarla de nuevo porque aun no esta terminada. Ojalá les guste.
Como si pudiera hacerlo
Primer Arco: "Como si pudiera hacerlo"
Capítulo 1: El inicio, una noche de lluvia…
"El fino hilo que divide lo fugaz de lo eterno… es el mismo que separa la vida y la muerte…"
—Rukia—suspiré una vez más bajo el título de un nombre que me parecía ahora tan lejano…—esta sensación es tan estúpida— me repetía una y otra vez pero la realidad es que me parecía más estúpida la soledad que albergaba su ausencia…
—Nee! Ichi-nii— Karin entró a la habitación y me sacó abruptamente de mis pensamientos creo que aun fue capaz de ver mis ojos sombríos…
—huh? Karin? Pasa algo? —
—Yuzu me pidió que subiera a avisarte que ya está el desayuno
—Umm, vale bajo en un instante—me dispuse a levantarme de mi cama pero la mirada de Karin seguía firmemente sobe mi—Pasa algo más Karin? —le sonreí dulcemente y cerré los ojos para que dejara de prestarles atención.
—¿Extrañas tus poderes? —su pregunta retumbó en mis oídos, esa pregunta me la había hecho miles de veces y conocía la respuesta pero dudé en responderle…
—Umm…¿Por qué lo preguntas tan de repente? No es algo que pueda contestar tan fácil
—Dime ¿por qué?
—¿Huh?¿Por qué?¿A qué te refieres? — Esta vez fu yo quien se quedó observándola, parece que no se atrevía, agachaba la cabeza cada vez que pretendía decir alguna palabra
—Es obvio que los extrañas… pero—¿es obvio? He tratado de fingir que todo ahora es mejor y el resultado es un "es obvio que los extrañas" vaya que no nací para actor…—¿por qué los extrañas Ichi-nii? ¿Es por qué ya no puedes verla?
—¿De qué…?—Mis ojos se abrieron cual platos Karin se había dado cuenta de que…
—Desde la primera vez que vi a Rukia-nee aquél 17 de Junio que nos atacó ese Hollow a Yuzu y a mi…—hizo una pausa en sus palabras y en automático todo aquel día pasó frente a mis ojos… recordé como perdí contra Grand Fisher… y como ella estuvo a mi lado hasta el final, junto a mi agradeciéndome solo por sobrevivir…—Me di cuenta de cómo la veías…
—Karin solo tenías 11 solo te confun..
—Me confundí? Estas de broma Ichi-nii? Era evidente ¡Te conozco! Vas a decirme que ya olvidaste a Rukia-nee? Solo porque ahora ya no seas capas de "percibirla" — Karin tenía los puños cerrados y no miraba hacia el frente en ningún momento, casi noté unas brillantes lágrimas retenidas en sus ojos, pero había algo más, algo más en sus palabras que no era capaz de descifrar…
—No…no la he olvidado—No me atreví a mirarla a los ojos frente aquella declaración…
—Te dije que Ichi-nii no te ha olvidado…—Esa frase! Esa frase! No era para mí! Era para…
—Espera Karin! Espera! —salí corriendo detrás de ella y la tome del brazo — ¿por qué dijiste eso?
—¿Decir que Ichi-nii? —me miró con ojos de niña dulce como si se estuviera divirtiendo con aquella situación.
—Lo que dijiste hace un instante en mi habitación—Casi le gritaba, me estaba desesperando no entender… o tener la ilusión de que ella estuviera ahí en ese segundo…
—Respóndeme algo primero si? —Otra vez esa sonrisa en los labios ¿qué acaso estaba jugando conmigo?
—¿Qué quieres? —le contesté en seco
—Si no hubieras perdido tus poderes espirituales y hubieras seguido con Rukia-nee como hasta ahora ¿le hubieras dicho que la amas?
—¿De qué va eso? —contesté casi en forma de susurro
—Hora de desayunar Ichi-nii… de cualquier manera ya salió corriendo con tu ultima respuesta—¿Ha salido corriendo?...Ella…Ru…kia… estaba ahí en mi habitación…—si ahí estaba—respondió como si hubiera leído mi mente— y cuando me seguiste ella te siguió gritándome que no te dijera nada, salió huyendo por la ventana después de escuchar tu última "respuesta".
No me di cuenta en qué momento me volteé y subí corriendo las escaleras hasta llegar a mi habitación, me tiré en la cama boca abajo y abracé la almohada que tenía enfrente, escondí mi cabeza en ella como si con eso dejara de sentir esta frustración… antes… sin desearlo podía ver, sentir, tocar fantasmas incluso podría hablar con ellos, ahora que tengo una razón, una razón aparte de proteger a todos…pierdo mis poderes.. —Maldita sea!Joder! —Rukia… todo este tiempo de soledad has estado aquí? En estos casi dos años, has estado aquí conmigo? No imagino… lo triste que debías sentirte de que yo ni si quiera notara tu compañía…—Perdón…Rukia.
Ese día no salí de mi habitación, mi desesperación contenida camuflajeada de "resignación" se había esfumado, mi actuación perfecta llamada rutina había desaparecido, todo lo que había construido en estos dos años para sobrevivir sin ella simplemente había dejado de existir. La obscuridad nocturna se hizo presente sobre las escasas estrellas, las nubes cubrían la mayor parte del cielo, no había luna para iluminarme y… la lluvia apareció desde el cielo cual lágrimas de las que se despoja un desahuciado corazón. El caer de las gotas retumbaba en mis oídos como un latente y continúo zumbido que me ensordecía. Mi mundo parecía una cueva obscura sin el minúsculo rayo de luna que pudiera iluminarlo… Este cúmulo de emociones se apoderó de mí, el deseo de tener el poder nuevamente para poder proteger a mi familia y a mis amigos… el deseo de protegerla a ella, aunque fuera tan solo una vez más, y así, poder verla, abrazarla, sentirla cerca de mi cuerpo, su calor, apoderarme de su escasa anatomía, sentir como si me perteneciera solo a mi…
—Ring Ring— mi celular comenzó a sonar… no tenía ganas de levantarme pero el constate chillido de aquel aparato me forzó—¿Diga?, sí, el habla… ¡¿Cómo? —colgué el teléfono las palabas de aquel hombre invadieron mis pensamientos y lograron que mis piernas se levantaran y salieran corriendo al hospital, aquella frase retumbaba en mi cabeza una y otra vez "Uryuu fue atacado, está en el hospital, apresúrate".
