Masashi Kishimoto es el autor original de Naruto y sus personajes, yo solo hago la historia.

Nota de la autora: KakaSaku spanish, lo dije, lo cumplo. Gracias por tan perturbadora y hentai imagen, trauma en cinco, cuatro...

Three

Por GeishaPax

En su mente seguían las palabras retumbando como si fuera un eco interminable. Su paso por la aldea era torpe y un poco descuidado. La molestia aún seguía presente, era una sensación incómoda.

Siempre se consideró de mente abierta y versátil, desde la infancia la enseñanza de su madre había sido: "no digas que no te gusta algo si no lo has probado, debes de aprender a probar todo lo que te ofrezcan, cariño". Pero la enseñanza era diferente, su madre siempre se refirió a la comida, a las reglas de etiqueta, y sobre todo en la forma de saber decir que no.

Ahora estaba el predicamento.

Un trío, piensa en alguien.

Apretó nuevamente los puños. ¿En qué momento cambiaron los papeles?

Kakashi y Sakura no tenían una relación promedio, por el simple hecho de que la kunoichi estaba casada y él era el amante. Y no es que fuese incorrecto, las circunstancias se habían dado de esa forma.

Ella atrapada en un matrimonio que estaba siendo un total fracaso, en el que el marido ausente se dedicó solamente a hacerle una hija y regresarla a la aldea. Y por el bienestar de la única Uchiha, no se había disuelto el matrimonio.

Y no es que el cariño o lo que alguna vez fue amor se hubiera acabado. Pero a veces el peor enemigo de una relación y de un intento de inicio de familia, es precisamente la distancia y el tiempo. Kakashi lo sabía la primera vez que las cosas se dieron entre ellos, una Sakura vulnerable, ebria, y con un cuerpo diferente al de la chica de dieciseis sobre él hicieron que su poco autocontrol se fueran al demonio.

Hasta el sabía que no era mentalmente sano lo que estaba haciendo, pero no había mucho que perder.

Ella por su lado, había comprendido que la soledad estaba haciendo grandes estragos en ella hasta que fue a llorar por su infelicidad, por su soledad en ese bar. Encontró al Hokage en un escape de la oficina, se hicieron compañía, se atrevió a dejar la siempre correcta Sakura y hacer por primera vez en años lo que siempre quiso hacer, se embriagó. Su ex maestro la llevó a su casa al no creer pertinente llevar a la pelirrosa así y que su hija la viese, Shizune estaba cuidandola y Sarada Uchiha era una niña muy inteligente.

Y ese primer encuentro se volvió algo, una fuerza magnética que unió a dos almas solitarias y con cicatrices.

Sakura aún amaba a su marido, pero quién empezaba a ganar el primer lugar y desbancar a su esposo ahora era el peligris más poderoso de Konoha.

Ella no tenía mucha experiencia sexual, el único hombre que conocía en la intimidad era su antiguo compañero de equipo.

El Rokudaime tuvo una gustosa aprendiz, una mujer inexperta pese a ya tener una hija. Gustosa alumna de nueva cuenta que no se negaba a las más estrafalarias exigencias de su maestro.

¿En qué momento el pervertido fue superado por su alumna?

Kakashi casi choca con Ino Yamanaka y Sai pero no sé dio ni por enterado cuando la melodiosa voz de la rubia se volvió un reclamo amargo al ver su vestido lleno de soda.

Tampoco sé dio cuenta cuando Naruto Uzumaki lo saludó desde el ya nuevo restaurante del viejo Teuchi.

Estaba por llegar al hospital en cuanto por fin salió de su trance. Y recordó.

Tuvo la mejor idea del momento, para no compartir con nadie ajeno a ellos ese momento de intimidad y aquella enfermiza variación de amor.

Debía admitirlo, Sakura Uchiha lo había vuelto el hombre más celoso y posesivo del mundo. Ya no soportaba la idea de que Sasuke volvería algún día a la aldea, menos aceptaría a otro hombre más.


—¿Y dijo que sí? — preguntó la mujer aún extrañada.

—Siempre ha pensado que eres linda.

—Lo sé pero, por Dios, ¡hace años que no lo veo! — exclamó aún apenada. —Era una niña, no creo que "linda" a esa edad se puede considerar como un "te quiero follar".

—¿Prefieres que le diga a Maito o al rarito de su alumno?

—¡Con eso no se juega Kakashi! — negó pálida.

—Es tu idea.

—¿Y lo dices como si nada? Tuve que aprender el Kage bunshin no jutsu para darte gusto, me merezco una compensación y justa. — Kakashi se cruzó de brazos en la silla frente a ella recordando el esfuerzo que hizo ella para poder cumplir una de las fantasías de gemelas que tenía pendientes.

—Mujer, me vas a volver loco con ese apetito tan voraz, ya conseguí a alguien y…

—Está bien, que sea él. — interrumpió la médico poniéndose de pie. —Sarada irá a una pijamada el viernes, nos vemos en mi casa a la hora de siempre.

La niña tenía cinco años, era la primera vez que saldrían del hogar y era justo la oportunidad perfecta para aprovechar a una curiosa niña que estaba deseosa de un padre.

Kakashi sonrió bajo la máscara, era un puto genio.


El día llegó y las dos siluetas se veían a través de los cristales de la puerta. Sakura abrió y en la entrada de la residencia Uchiha saludaron dos hombres.

—Yo.

—Buenas noches, Sakura-chan, cuanto tiempo.

Cualquiera que hubiese pasado por el lugar no mirarían con extrañeza al Hokage y otro ninja visitando a la heroína de la cuarta guerra.

—Buenas noches, Kakashi, Sukea. — una sonrisa maliciosa curvó los labios de la kunoichi.

—¿Tienes algo fuerte para beber? — preguntó el peliplata a la mujer.

Sakura señaló un estante con algunos licores. Kakashi se acercó a revisar las botellas, a la par que Sukea y eligieron una.

—Los veo arriba, pónganse cómodos.

Sakura desapareció por las escaleras.

Sukea suspiró y le dió un trago a su vaso, bebiendo de golpe un licor con cierto sabor a madera.

—Al mal paso darle prisa, será incómodo.

—Prefiero esto a tener a alguien más aquí. — respondió Sukea al clon.

Subieron a la habitación y encontraron a la mujer sentada en la cama con un camisón negro y nada más.

—Siéntate. — ordenó Kakashi al fotógrafo.

—¿Esto te divierte verdad Hokage-sama? — respondió el ninja mientras lo obedecía.

—Dada tu situación, sí.

Sakura no quería pensar en cómo había accedido Sukea, aunque ignoraba que el clon pervertido de Kakashi estaba disfrutando en ordenarle al original.

—Sakura, empieza a desnudarlo.

La mujer parpadeó un poco anonadada, pero enseguida obedeció. Sabía que al menos en eso debería darle gusto a su "jefe".


Dos pares de manos acariciaban el cuerpo de la bajo el edredón. Su piel era suave y receptiva a las caricias como pocas veces recordaban los amantes. Sakura sentía cada pasada, cada presión de los dedos, en su espalda, en el interior de sus muslos, en cada zona sensible aunque, a decir verdad, toda ella sentía en cada parte donde le rozaban.

Volvió su cara hacia Sukea y le ofreció su boca. Sus labios se unieron y las lenguas comenzaron su danza, buscándose, peleando, rozándose entre sí y penetrando la boca del otro y plantando su bandera de deseo.

Kakashi se pegó a su espalda y sus dedos separaron las nalgas de la kunoichi hasta encontrar sus labios. La penetró con ellos; resultó fácil que se abrieran camino dentro de ella. Un gemido escapó de la boca de la mujer cuando inició un movimiento de vaivén.

Sus manos buscaron febriles por la espalda hasta llegar al trasero de Sukea. La médico lo cogió con desesperación, clavándole las uñas y pegando la pelvis del fotógrafo a la suya. Se besaron con rabia, hasta quedarse sin aliento, con los ojos entrecerrados y una expresión de deseo salvaje.

Sin mediar palabra, con temblores en su cuerpo, por la penetración que le hacía arder, Sakura cogió el miembro de Kakashi con una mano, se llenó con ella y comenzó a masturbarlo.

El ex maestro la dejó hacer y contempló el brillo de sus ojos. Estaba aún más bella cuando se ponía fuera de sí. Sukea no pudo evitar el impulso de acariciar sus pezones y fue delicioso sentirlos duros y, a la vez, delicados y deseables. Volvió a morder sus labios y el aire se escapaba de los pulmones de los dos, entraba en la boca del fotógrafo como si con su aliento se entregara más a él.

El ninja copia se escurrió por la fémina espalda, separó sus piernas. Un gruñido de Sukea era clara señal de que le encantó ver los muslos separados. Kakashi dejó que siguiera meneando la mano, resistiendo a duras penas.

De repente, una frase pronunciada a medias, con urgencia, con determinación.

—¡Ven y fóllame Kakashi! ¡Te quiero dentro...!

Sakura salió del fotógrafo, se giró hasta ponerse casi boca arriba, dejando el espacio justo para él.

"Sukea" observaba a la mujer muerta de placer hasta que vio con sorpresa cómo se separaba.

—Manda al diablo al clon, me gusta más el original. — le dijo la mujer con voz ronca mientras se lanzaba en el ninja ya al descubierto.


Estaban en la tina, abrazados y sin decir nada. Llevaban un buen rato relajándose y descansando.

—¿Cómo descubriste que yo era Sukea?

—Me entrenaste tú, era lógico que iba a diferenciar un clon. — se giró un poco y reposó la mano en el pecho del ninja. —Además reconocería tu cara así te disfraces de payaso, desde que la conozco me encargué de memorizarla bien.

Kakashi asintió con un ligero "Hmm" seguido de una silencio largo.

—Sakura…

—Dime.

—Nunca me vuelvas a pedir un trío.

—Hecho.