Nota de la autora: ¡Hola! Soy completamente nueva escribiendo fanfiction pero quería hacer algo sobre Kuvira porque NADIE PUEDE DETENERME, porque se me había ocurrido esto hace unos días y pensé que no debía dejar pasar la idea y porque hay muy poco Suvira en español, lo cual es bastante triste :c
AU alumna (17 años) profesora (33 años), espero que les agrade. No sé cuantos capítulos resulten, dejen sugerencias y reviews bonitos :3

Disclaimer: Sé que no todo se puede en esta vida y una parte de ese todo es que LOK y estas maravillosas damas, así como los personajes mencionados fueran míos :(

Capítulo 1 — Duda

Apenas era medio semestre y la joven ya comenzaba a sentir la presión del final del curso, los proyectos y excursiones la tenían terriblemente ocupada y no había podido asistir a sus clases de baile, ni a los entrenamientos de judo, lo cual la frustraba cada vez más. Aunque no todo era tan malo, puesto que la mayor parte de los trabajos requeridos eran para su clase de francés y no tenía gran problema en hacerlos. La razón no era exactamente que Kuvira fuera una completa nerd, sino que su profesora, Suyin Beifong era, además de estricta, alguien admirable (hermosa) e inteligente capaz de dirigir a más de 10 clases por semestre, tanto de preparatoria como de alguna licenciatura y por supuesto, temida por muchos por su manera de enseñar y tratar fríamente a sus alumnos.

Jamás pensó que podría admirarla de tal manera, la primera impresión que tuvo de ella, hace un año, fue desastrosa. Había sido un mal día para Su y al presentarse al grupo no dijo nada más que un cordial "Buenos días" y comenzó a dar cátedra. Pasaron varios días antes de que la clase supiera el plan de estudios o incluso su nombre. —Amargada… — Fue el único pensamiento de Kuvira, pero hacía lo posible por mantener su atención, ya que al menos mejoraría su nivel de francés y eso ya era bastante bueno; el último profesor que tuvo no había sido de gran ayuda, Wu era un completo inútil que llegaba a sentarse frente a la clase y dejar que todos hicieran lo que quisieran dejándolos aprobar con calificaciones que sepan los espíritus de dónde salían.

Conforme pasaban las semanas, Kuvira comenzó a destacar de los demás, siendo la que más participaba y la que mejores resultados dio durante la primera evaluación. Suyin estaba encantada al ver que al menos alguien de tantos no temía corregirla o seguir su estricto ritmo.
Pasó poco tiempo para que se saludaran cálidamente por los pasillos, para que coincidieran "accidentalmente" en la cafetería y desayunaran juntas y para que de vuelta a casa ambas se encontraran en el tren, Suyin bajaba tres estaciones antes que Kuvira pero eso no importaba, 20 minutos eran perfectos para cotillear y dejar algo que esperar al día siguiente.

Kuvira no sabía que pensar de sí misma. Hacía unos cuatro meses su cobarde exnovio había huido dejándola con todos sus problemas familiares y la muerte de su padre. Aún no podía perdonarlo y tampoco a su mejor amiga, que había hecho lo mismo malentendiendo la amistad de Korra, una nueva compañera bastante amable… Pero jamás mostró cambió ante los demás, al menos no evidente y aún lidiando con tales pérdidas, Kuvira se sentía segura y tranquila cerca de Suyin.
Demasiado cerca, quizá. Lo suficiente para dudar si solo era admiración lo que sentía.

Suyin procuró no exigir más de la cuenta, no tenía corazón para tratarla como al resto, menos después de que supiera lo que pasó. Además de ello, parecía cómoda con las dudas y la atención de su alumna, y es que, jamás habían sido sutiles al tratarse mutuamente. Esa falta de sutilidad entre las dos ya la había notado Izumi, que al igual que Su era profesora de Kuvira.

Faltaba menos de un mes para que las clases finalizaran. Kuvira había aceptado con gusto la oferta de Suyin para asesorar a quienes habían reprobado francés, aunque ambas sabían que era un pretexto para verse por lo menos unos cuantos días más. Tendría que sacrificar dos entrenamientos de judo por semana pero no le importaba, no había ningún combate próximo.

Suyin llegó a la sala de maestros con sus pertenencias habituales, pero lo que destacaba en ella además de una mirada radiante era un arreglo de flores de origami.

—¿Segura que solo fue un regalo casual?— preguntó Izumi

—Por supuesto, Ku es detallista y lo sabes — intentaba esconder con cierta desesperación —Además, la tarjeta dice que es un pequeño agradecimiento

Izumi levantó una ceja le dio una mirada sospechosa

¿Ku? ¿Pequeño agradecimiento? Esa cosa le debió haber tomado toda la noche— Maldición, había hablado de más… —¿No me digas que te has encariñado con ella?

Suyin no pudo ocultarlo frente a su amiga y la miró con culpa

—Oh espíritus… Su, piensa en Baatar, no puedes hacerle esto…

-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-

—¿De verdad se la diste?— Preguntó incrédula, sabía que su amiga era atrevida pero era algo sorprendente

—Claro, debiste ver su cara. Apenas pudo darle un sorbo a su café para disimular

Kuvira se sentía orgullosa y a la vez nerviosa, después de darle el arreglo Su cambió de tema y recogió todo, tenía que dar clase.

—¿Qué crees que haya pensado?— Korra seguía sin digerir la hazaña. Kuvira la miró y dio un suspiro profundo

—Honestamente no tengo idea, hoy no tenemos clase, así que tendré que esperar hasta verla en el tren

Podía notarse cierta desesperanza en su voz, esperaba una respuesta más efusiva por parte de su profesora pero no había recibido nada más que "Gracias". Quizás había ido muy lejos y había metido la pata por completo. O quizá la había sorprendido tanto que simplemente las palabras no salían. Había un montón de posibilidades pero no quería adelantarse.

Pasaron las horas y finalmente sonó la campana, tomó un respiro largo y profundo, puso su mente en blanco y camino a la estación del tren. Nadie la había visto temblar, ni siquiera con lo que había sucedido antes, jamás permitía que la vieran débil ante cualquier situación; el hecho de que estuviera nerviosa no iba a detener su plan de decirle finalmente a su professeur lo que sentía. El clima había cambiado repentinamente y antes de darse cuenta, ya estaba empapada por la lluvia. No le dio más importancia, la estación estaba a menos de medio kilómetro. De pronto había dejado de sentir las imprudentes gotas sobre ella, un paraguas verde olivo se había posado sobre ella y cuando dio vuelta para ver al autor del amable acto, sintió un vacío en su estómago

—Te resfriarás si sigues así— dijo Su mientras desabotonaba el suéter de la menor y lo cambiaba por su gabardina —Apenas pude alcanzarte— Kuvira sonrió confiada y tomó el paraguas. Suyin tomo del brazo a la joven.

Siguieron su camino hasta la estación en completo silencio, lo único que las acompañaba era el golpeteo de las gotas al terminar su viaje en el suelo. Llegaron a la estación y dado que las clases terminaban en cuestión de días, no habían muchas personas en el andén. Abordaron. Kuvira caminó hasta el final del vagón esperando que Suyin la siguiera, cuando terminó de sacudir el paraguas y guardarlo en su bolso se dirigió al fondo. Tomó asiento frente a la muchacha, buscaba la mirada de su profesora mirada parecía evadirla y fingir que el paisaje gris era más interesante que cualquier otra cosa. Luego de tanto esperar, Su aclaró su garganta y dejó tantos rodeos

—Ku… Cierra los ojos, por favor— La joven sintió su cuerpo tensarse, cada músculo reaccionó ante la suave voz de la catedrática, ella debía decirlo primero y dejó pasar más tiempo. ¿Qué haría? ¿Para qué lo pedía? ¿En qué estaba pensando? Luego de la tormenta de idas cerró los ojos tal como lo había pedido, a estas alturas ya había arriesgado mucho y no tenía nada que perder. Nada.

-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-

Mientras lo escribía pensé que Su en realidad es más ruda que Kuvira y que quizá eso haya influido en nuestra joven enamorada :O! Dejen opiniones e ideas :3

Espero subir el segundo capítulo para el siguiente miércoles o jueves