Tenia tiempo sin subir nada pero es porque estoy de vacaciones en la casa de una amiga y no me queda tiempo para escribir.~


2D no quiere hablar del pasado. De su reencuentro, quiere sus labios, mientras le cuenta lo que hará. No hay lágrimas en sus ojos, solo decisión en su voz. Tampoco llora cuando él está dentro suyo y hace tiempo era el primero. No parece responder a las caricias o acaso es el frío, la nieve que cae sobre sus cuerpos calientes, la poca ropa corrida para hacer el amor una última vez, rápido y duro, sin que a Murdoc parezca importarle. Que ya no hay sábanas de satén barato bajo los dos. Que ya no es la oscuridad y el misterio grandes atributos . Y 2D le dice que va a morir y ya no tiene el placer que se había engendrado en su interior desde que tumbó a ese hombre que fue protegido durante tantos años por seguidores: contra un colchón en el que dormían mujeres de la noche y actrices (casi lo mismo). Ya no paladeaba la segunda venganza que tenía preparada bajo la manga, la que vendría cuando conociera a su dichoso hermano menor, el que tuvo y despreció todo lo que le era debido (de no haber venido de la mano de un tirano, pero en fin): susurrarle en el oído lo bueno que era su esposo follando, lo bien que se tragaba los gritos contra su oído y cómo aferraba las frazadas mientras la hacía suya. Podía saborear el duelo que tendrían, las lágrimas de rabia y el odio a causa de los celos en los ojos del favorito. Los que eran del mismo tono que Murdoc: herencia del tirano. Y ahora 2D se separa de él y le sonríe, acariciando sus muslos, pidiéndole un poco absurdamente que cuide a Noodle. Que ame, como no podrá hacerlo si sus fantasías siguen teñidas con la sangre del que les engendró a ambos. Y es ridículo pensar que a el, un árbol de la vida le romperá en mil pedazos. Porque es demasiado triste, quizás, y Murdoc seria mas feliz.