Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

No esperaba que esa mañana fuera distinta a las demás.

Era sábado, a las 16:15 recién me levanta de un largo viaje que duro una semana con el club de gimnasia artística, ese era mi pasa tiempo, ya llevaba once años haciéndolo, de los diecisiete que tengo ahora.

Había llegado tipo tres de la madrugada, llegue a mi casa me tiré en mi cama muy cansada y sin darme cuenta me quede dormida, cuando desperté ya era tarde, me supuse que mis padres no estaban ya que ellos trabajan casi todo el día solamente los veo en los almuerzo y esta había acabado hace rato asique no los vería hasta la cena. Ellos eran empresarios muy conocidos en el país, ocupaban su mayoría del tiempo trabajando o en viajes.

Me levante con pesadez y me dirigí al baño, me di una ducha refrescante ya necesitaba relajarme, en la semana estuve muy tensa por la presión de la competencia, gane el segundo lugar, no me gusta quedar en segundo lugar pero que le vamos a hacer para la próxima será mejor, entrenare más duro ahora en mas.

Salí del baño ya cambiada con una musculosa color blanca y york vaquero y un rodete así nomas sujetándolo con un lápiz que tenia en mano, algunos mechones cayendo en mi rostro. Baje las escaleras para dirigirme a la cocina y ver que podía comer o lo que había sobrado del almuerzo.

Cuando estaba por entrar a la cocina alguien estaba saliendo, cruzándonos y sin dejar que ninguno pasara, lo mire, pensé que jamás lo volvería a ver después de tres año que se fue sin decir nada, era el no había cambiado nada seguí casi igual un poco mas alto sus refacciones de la cara mucho mas masculinas, su pelo color azabache y despeinado como lo solía tener, sus ojos de ese color negro tan profundos como la noche, serio como siempre des niños era así el, era sasuke.

Retrocedí un paso para atrás mientras que el no me quitaba la mirada de encima, lo único que logre decir

-¿Que haces acá?-solté la pregunta con furia, no se sorprendió a la pregunta es mas su cara seguí seria, nuestras miradas se encontraron, podía ver que reflejaba tristeza, me acorde que de niños cundo lo veía jamás vi en su rostro algún signo de tristeza o sufrimiento. Me dio lastima, me daban ganas de lanzarme y poder abrazarlo y decirle todo, pero no podía lo odiaba, por lo que había hecho, por haberse ido sin decir una palabra, por no haberme llamado en todo es te tiempo ni siquiera fue capaz de escribir una sola vez, por hacerme llorar todas las noches hasta altas horas y quedarme dormida, por estar en mis sueños y no poder sacarlo, lo odiaba con todo mi ser.

Nos mirábamos fijos ninguno decía nada, me saco de orbita el sonido del teléfono, ninguno de los dos nos movíamos, al tercer llamado desvié mi mirada, dirigiéndome al teléfono que se encontraba en la otra punta y atendí, quedando el parado en puerta de la cocina solo.

agradeciendo por la llamada y poder romper la incomodidad que se estaba generando

-Sakura soy Sai, como no contestabas tu celular no me quedo de otra q llamar a tu casa.-

-ah… es que lo deje arriba, perdón -.

-me lo suponía jajaja, quería decir que a las 17:30 pasa por tu casa a buscarte, te extrañe un montón linda, quiero verte ya, esta semana fue la peor de todas, no te imaginas-.

-yo igual, no veía la hora de llegar, te voy a estar esperando entonces.-

-de acuerdo paso a esa hora esta te lista por favor y no me hagas esperar como la otra vez jajaaja-.

-no te preocupes que no va a pasar.-se lo dije casi tentándome

-eso espero, en una hora nos vemos, te amo, chau

-yo igual.-

Me alegraba que eral Sai, el es un muchacho encantador ya llevábamos un año saliendo, era hermoso, su carácter era dulce y amble aunque pocas veces serio, lo conocí en mi colegio cundo yo iba a segundo de polimodal el también iba a segundo pero diferente división, atreves de compañeros no conocimos y casi instantáneamente empezamos a salir, su padre es el director del hospital principal de la ciudad.

Después de escucharlo tenia una pequeña sonrisa en mi rostro, siempre cundo pensaba en el sonreía de la nada. Me había olvidado completamente de la persona que se encontraba en la sala conmigo, gire mi cabeza y el todavía seguí hay parado como un tonto esperando a que yo dijese algo capas, mi sonrisa se fue a una más seria, lo mire fijo.

-Me gustaría sabes que carajo estas haciendo en mi casa.-

hola :D veremos q pasa con este primer capitulo después su vire mas, que anden bien... nos vemos !