Capítulo 1
Una Buena Idea
Minerva McGonagall era una chica de quince años que el 4 de octubre sería dieciséis, muy alta y delgada con el pelo negro hasta los hombros. Tenía un físico bastante agraciado y las facciones de la cara bien marcadas. Estudiaba en Hogwarts desde que tenía once años, en septiembre comenzaría su sexto curso. Era una chica reservada, inteligente, seria y correcta, sacaba buenas y era siempre la conciencia de su grupo de amigos. Era verano, Minerva solía quedar con sus amigas para ir al parque o simplemente estar en casa de alguna juntas. Minerva tenía una hermana, Livia. Livia era diez meses más joven que ella, iban al mismo curso. Livia era totalmente lo opuesto a su hermana, era alocada, frívola, extrovertida, habladora, no solía sacar buenas notas y sobre todo era muy calculadora. Se llevaban bien aunque muchas veces Livia sacaba de quicio a su hermana mayor.
Minerva abrió un ojo, vio que la luz del sol ya se colaba por su ventana así que decidió levantarse. Después de asearse y vestirse bajó a desayunar. Por las escaleras ya podía escuchar los alaridos producidos por su hermana "¡qué energía por la mañana!" pensó. Livia estaba intentando convencer a su madre de que la dejaran irse en agosto de vacaciones con unas amigas a Italia. Mientras su hermana no hacía más que hablar, Minerva llegó a la cocina desayuno y se fue rápidamente hacia el despacho de su padre.
Los padres de Minerva y Livia, eran también totalmente opuestos, mientras que el señor McGonagall, Gunther era más como Minerva, más serio y callado, la señora McGonagall, Beatrize se parecía mucho a su hija Livia, charlatana y a veces un poco impertinente.
Gunther estaba sentado en su escritorio leyendo el periódico, su hija al entrar se apoyó en él.
-Papa¿me dejas ir a comer hoy a casa de Dorea?-preguntó Minerva
-¿Dorea¿quién es Dorea?- interpeló su padre.
-Dorea Black. Mi mejor amiga.
-¡Ah!, Black, no sabía que se llamaba Dorea.
-¿Puedo?
-Si claro.
Minerva abandonó el despacho de su padre, en la cocina su hermana y su madre seguían discutiendo sobre las vacaciones. Ya fuera la chica dio gracias por haber abandonado aquella casa, su hermana hablaba muuuy alto. De camino a casa de Dorea pensó como su hermana y ella podían ser tan diferentes, no lo podía entender.
Las amigas de Minerva no eran muchas pero si muy fieles, las cuatro estaban muy unidas. Dorea Black, era la más popular fuera del grupo; Augusta Longbottom, era una chica un poco especial, pero la quería igual. Minerva y ella habían tenido algún encontronazo en el pasado pero siempre acababan solucionándolo, y por último se encontraba Zucenne Lyngradous, la mediadora del grupo, siempre estaba intentando que sus otras tres amigas no se matasen entre ellas. Zucenne era con la que mejor se llevaba Minerva, quizás sería porque era la más parecida a ella, de todos modos todas se llevaban bien y se querían mucho. Aquella mañana del 17 de julio, todas habían quedado en ir a comer a casa de Dorea y después ir al parque a pasar el resto de la tarde.
Minerva llegó a la casa dos horas antes de lo previsto. Al abrir la puerta, Dorea no se sorprendió en absoluto, sabía lo difícil de aguantar que era Livia así que no hizo preguntas y dejó entrar a su amiga.
La comida transcurrió medianamente bien, los padres de Dorea eran muy estrictos con la pureza de la sangre y las antiguas costumbres mágicas, que se podía esperar, eran Black. Al término de la comida las chicas se fueron al parque de siempre, al rincón de siempre, se sentaron en el mismo banco de siempre y hablaron de las mismas cosas de siempre.
-¡Esto es realmente aburrido!-comentó Dorea.
-¿El qué?-cuestionó Minerva
-Esto, todos los días venimos aquí y hacemos las mismas cosas una y otra vez llega a ser un poco cansino ¿no os parece?
-Tienes razón, pero si no venimos aquí ¿Qué vamos a hacer?-intervino Augusta.
-Aaay si estuviera aquí Rex…-suspiró Zucenne.
Rex Lithgow era el novio de Zucenne desde primero, era un Ravenclaw, un curso por encima de ellas.
-No empieces con Rex, te lo pido por favor-suplicó Dorea.
-Si, la primera semana sin verle creíamos que te tendríamos que facturar a Suazilandia para que nos dejaras en paz.-intervino Augusta. Tanto ella como Dorea y Minerva se rieron.
-Perdonadme por amar a alguien.-dijo Zucenne con un falso tono ofendido, al final también se rió.
-¿Dónde nos dijiste que se fue de vacaciones?-preguntó Minerva.
-A Italia.
Minerva saltó en el sitio como si se le acabase de ocurrir una idea genial.
-¿Por qué no nos vamos todas a Italia?
-¿Qué?-sonaron tres voces al unísono.
-Si, pensadlo bien, las cuatro en Italia, tú podrías estar todo el tiempo que quisieras con Rex.
-Me has convencido-añadió Zucenne alegre.
-No os lancéis, pensando que nos dejen ir¿Dónde vamos a vivir?-preguntó Augusta retórica.
-Eso es lo mejor, mi hermana va en Agosto a Italia con sus amigas, podemos ir con ella.
-Minerva cielo despierta¿en serio piensas que tu hermana va querer que vallamos con ella y con sus amigas?-cuestionó una incrédula Dorea.
-Créeme, con todas las cosas que he ocultado a mama y papa sobre ella, me parece que no tendremos problema con eso.-Minerva lanzó una mirada cómplice a sus amigas y todas se rieron.
-¿Qué ha hecho esta vez?-preguntó Zucenne aún riéndose.
-Digamos que ha tenido ciertas tiranteces con el perro del vecino, no hagáis preguntas.
-Pero no creo que nos dejen.-vaticinó Augusta como saliendo de un sueño.
-A mi sí, porque si dejan a mi hermana me dejan a mí.-se adelantó Minerva.
-Yo creo que a mí también, mis padres llevaban todo el verano intentando que me vaya de casa más de un fin de semana.-siguió Dorea.
-Pues entonces yo también, estoy viviendo este verano en casa de Dorea así que…-incluyó Zucenne.
Los padres de Zucenne trabajaban mucho tiempo fuera del país, aunque normalmente por el verano siempre se reunían y pasaban las vacaciones juntos, pero aquel verano tenían que trabajar y dejaron a su hija al cargo de los señores Black.
-¿O sea que la única duda es Augusta?-dijo Minerva
-Yo preguntaré, si vais todas no creo que haya problema.
-Genial, entonces venir mañana a comer a mi casa y lo hablamos todo ¿vale?, ahora yo me tengo que ir a casa.
Se despidió de sus amigas, estaba emocionada por la idea de hacer algo distinto para variar aunque eso incluyera tener que aguantar a su hermana más de lo necesario, pero estaba dispuesta. Lo que más le entusiasmaba era poder ayudar a Zucenne, la pobre desde que se fue Rex estaba totalmente sola.
Al día siguiente por la mañana Minerva saltó de la cama de un salto, estaba ansiosa por conocer la reacción de sus padres, y sobre todo la de su hermana. Se preparó rápidamente para bajar a desayunar. En la cocina se encontraban los señores McGonagall su hermana. Esta última estaba mojando unas galletas en el café.
-Mama, Papa, tengo algo importante que deciros.-comenzó Minerva entusiasmada.
-Dinos cielo.
-En Agosto me iré a Italia con Livia.
Livia quedó con la boca abierta y con las galletas empapadas en café a medio camino entre su boca y la taza, finalmente cayeron en el recipiente salpicando un poco la mesa.
-¿Qué vas donde¿Con quién?-preguntó Livia desconcertada.
Rápidamente Minerva lanzó una mirada a su hermana del estilo mas-te-vale-callarte-sino-quieres-que-mama-y-papa-se-enteren-de-lo-que-hiciste. Inmediatamente Livia rectificó.
-Quiero decir,… seguro que os aburrís, con mis amigas y conmigo, somos un muermo.-corrigió su hermana
-Lo sé, por eso no pensamos pasar un minuto con vosotras.-se giró para hablar con su madre.-dormiremos en el chalet de la amiga de Livia y nos reuniremos allí para cenar.
-No se… sois muy jóvenes para iros a Italia.-acusó su padre.
-Pero papa…-suplicaron las dos hermanas.
-¿De verdad os apetece tanto ir?
-Si, si, si, si, si….
-Esta bien, entonces vuestra madre y yo iremos con vosotras.
-Conforme.-se apresuró en decir Minerva.
-Pero papa…-a Livia no le parecía tan buena idea.
-No hay peros que valgan, iremos con vosotras y vuestras amigas.
Minerva abandonó la cocina, de camino a las escaleras fue pensando en todo, aquello le había salido realmente bien, no solo había conseguido que le dejaran ir, sino que también había conseguido chafarles las vacaciones a su hermana y sus amigas. Rápidamente se dispuso a llamar a sus amigas por teléfono para contarles las nuevas.
La semana siguiente se convirtió en un verdadero caos. Los señores McGonagall buscando billetes de avión baratos y una casa de alquiler adecuada para toda la gente que iba a ir. Livia no hacía más que quejarse, y por si fuera poco drama para la benjamina de la familia, sus amigas la habían llamado para decirle que si iban sus padres ellas no irían. Minerva, Dorea, Zucenne y Augusta estaban realmente emocionadas, sobre todo Zucenne la casa que habían conseguido los padres de Minerva estaba bastante cerca de donde se encontraba su novio.
La noche anterior al viaje Minerva se encontraba en su habitación preparando todo el equipaje, cuando su hermana entró en el cuarto.
-¿Estarás contenta?-dijo su hermana furiosa.
-Pues ahora que lo dices…si bastante ¿y tu?-bromeó Minerva.
-Déjate de tonterías, mis amigas dicen que si van papá y mamá ellas no van.
-Vaya por Dios…, me parece que ahora estoy más contenta aún.
-¿Por qué lo has hecho¿tanto me odias?
-No me hagas responder a la última pregunta.
-¿Sabes qué?
-Qué
-¿Sabes qué?
-QUÉ
-¿SABES QUÉ?
-QUÉ
-Te vas a arrepentir muchísimo de haberme fastidiado las vacaciones, pero que michísmo.
Livia se dio media vuelta y cerró la puerta tras de sí dando un sonoro portazo. Minerva sabía quien era su hermana, una persona muy exagerada, pero aún así no podía evitar sentir un poco de miedo, para mal o para bien Livia siempre cumplía lo que decía y Minerva tuvo la sensación de que aquella vez no haría una excepción.
Por fin llegó el anisado día del viaje. Los señores McGonagall tuvieron que ir a buscar a Augusta a su casa para llevarla al aeropuerto, allí se encontraban esperando Dorea y Zucenne. En pocos minutos embarcaron y subieron en el avión Minerva se había sentado con Zucenne, le parecía una tontería pero no paraba de dar vueltas a lo que había dicho su hermana. Livia era capaz de todo
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Bueno aquí traigo una nueva historia, dejadme reviews para saber que os parece por favor.
Espero que os guste la idea, la verdad es que me dio la paranoia un dia y empecé a escribir y salió esto. Bueno pues lo dicho espero reviews HaStA lUeGo y FELIZ NAVIDAD.
