Hola, como andan? Acá vengo con la continuación de Uniendo Nuestras Vidas, espero les guste c:


La Mejor Decisión.

Capítulo 1

Pov Emmett

Miré quien sabe por cuanta vez, el reloj ubicado en la pared, al fondo de la estancia. Las manijas del reloj parecían no moverse, suspiré de frustración.

–¿Señor McCarty?–me habló la jueza. Volví a mi trabajo y me dispuse a continuar.

–Señoría, mi cliente tiene más de un documento a su favor. Los bienes de su ex esposo simplemente no han sido entregados y él niega rotundamente saber donde están. Solicito una revisión a sus documentos, por parte de la policía para asegurarnos…– sigo con mi discurso. El cual llevo días pensando, porque no pienso perder este caso por mera estupidez. De hecho es un caso bastante sencillo.
Me despido de Jules, mi cliente. Una mujer de treinta y algo de años, recién divorciada y a la cual le han quitaron todos los bienes que le correspondían.
Subo a mi auto, miro mi reloj… las doce treinta. Si no me apuro voy a llegar tarde.
Acelero y me incorporo al tránsito.
Estaciono el auto fuera del establecimiento, ya que no creía que hubiera lugar ahora. Me saco el saco y agarro la camiseta del equipo de hockey de mi hija, una remera roja con su número 22 y el apellido McCarty.
Corro al patio deportivo de la escuela y veo que hay una gran multitud en las gradas y el partido ya había comenzado. Me meto entre la gente, buscando a mi equipo. Una cabellera corta y rubia aparece en mi campo de visión, es la más alta de todas, sonrío al ver a mi hijo Caleb en los hombros de Thomas. Está bebiendo un vaso de agua, con sorbete. Los gemelos están gritando y Zoey también lo hace. Ella luce un vestido blanco y la cara pintada con los colores de la camiseta, al igual que Rose y los tres varones.

–Qué bueno que llegaste– me saluda mi esposa y la beso en los labios.

–Pensé que no iba a llegar…–miro al campo y buco a mi hija con la mirada. Mia tiene una colita alta, su cuerpo es bastante delgado y es alta, casi llega a los hombros de Rose. Tiene solo once años y es toda una atleta, ella nos pidió de practicar algún deporte y fue probando. Al parecer, el hockey en césped le vino muy bien, lo disfruta muchísimo y estoy orgulloso de eso.

–Están ganando–me sonríe Noah. Si me preguntan por los gemelos, ya son unos hombrecitos de trece años. Su cuerpo ha cambiado mucho y no me entran dudas de que en cualquier momento alguno traerá una novia a la casa.

–¿Cuánto van?–Zoey me mira rodando los ojos y señalando al marcador como cosa obvia. 6 a 5, nada mal. Caleb se ríe y Rose lo toma en brazos– ¿Cómo está mi campeón?–lo saludo. Caleb tiene el cabello rubio y ondulado, sus ojos son azules como los míos y es el niño más adorable de tres años en la vida.

–Papi–dice sonriendo y extendiendo sus bracitos en mi dirección, lo alzo y lo acomodo en mis hombros.

El partido termina cuando el marcador está en 8 a 6. El equipo de Mia sale campeón. Aplaudimos y gritamos felicitaciones.
Minutos después ella se une a nosotras y la abrazo.

–Jugaste muy bien, princesa–le digo. Rose le ofrece la botella de agua y una toalla de mano.

–Gracias, papá–me responde y toma la botella. Zoey la abraza, un abrazo íntimo y fuerte, bastante estrangulador, típico de hermanas– Zoey… estás matándome–dice ella, quejándose.

–Lo siento– Zoey se ríe y se aparta.

Nos encaminamos los seis al aparcamiento, Zoey había llevado a todos en un solo auto así que ahora íbamos a dividirnos, a menos que quieran hacerme viajar solo, claro.

–¿Quién viaja conmigo?–pregunto. Zoey corre a mi lado con una sonrisa, Noah la sigue y Rose me sonríe desde el auto, en el que está acomodando a Caleb en su sillita. La saludo con la mano en alto y ella me sonríe.

Pov Rosalie

–No me dejaron ser portera– se quejó Mia, cruzándose de brazos. La miré por el espejo retrovisor mientras manejaba. Thomas estaba en el copiloto, bastante concentrado con su celular.

–Bueno, cariño, tal vez la próxima vez. No te desanimes, eres una gran jugadora–le sonrío.

–Mia portera–dice Caleb, haciéndome reír.

–Así es, Cal–dice ella.

Llegamos a casa y decido pedir unas pizzas para los seis, ya que no pienso cocinar. Mia sube corriendo las escaleras para darse una ducha, y tengo a Zoey dando vueltas por la cocina y a Caleb tratando de imitarla.

–Se van a caer– dice Noah, riendo y buscando algo en la alacena.

–Cariño, la pizza va a llegar en unos minutos…–mi hijo me mira y no sé si me odia o qué por la forma en que lo hace.
Emmett aparece y rodea mi cintura con sus brazos y me besa el cuello. Sonrío y cierro los ojos, disfrutando el momento.

–¿Cuándo voy a tener un celular?–pregunta Zoey, dejando de dar vueltas y apareciendo frente a nosotros.

–Zoey… Ya lo hablamos–le dice Emmett.

–Si, pero piensan regalarle uno a Mia ¿no?

–Pero Mia cumplirá doce y ya está en la edad…más o menos– recuerdo cuando mis hijos pidieron un celular, y se los negué hasta que un mes después, Emmett me convenció y les regalamos uno a cada uno.
Tranquilamente podrían habérselo pedido a Royce, de no ser porque él se mudó y no dejó ningún rastro, incluso cambió de celular también y dejó de visitar a los gemelos cuando se enteró de mi boda con Emmett.
Por lo que sabía, él y Tanya eran muy felices ahora y se encontraban en las Bahamas. Nunca más volvió a molestarme por la custodia.

–No es justo– dijo ella, cruzándose de brazos y formando ese adorable puchero en su rostro, típico de Alice.

–Mami–Caleb extendía sus bracitos en mi dirección y lo alcé con gusto.

–Por cierto… Zoey, ¿cómo estuvo el examen de Matemáticas?–pregunté antes de que se vaya. Ella se giró hacia nosotros.

–Bastante… calculador– la risa de Thomas se hizo escuchar por toda la casa.

–Escuché mejores versiones, hermana– él apareció a su lado y la alzó sobre sus hombros. Zoey gritó de sorpresa y comenzó a dar patadas al aire.

–Thomas, ya bájala…

–Se van a caer– dijo Noah.

–Chicos...

–Thomas, ¡baja a Zoey en este instante!– mi hijo terminó de subir las escaleras y dejó a Zoey sobre sus pies, ella lo siguió para golpearlo. Miré a Emmett, sabiendo que iban a pelear por lo que restaba del día.

Al menos el almuerzo transcurrió con normalidad. Por la tarde, Mia, Zoey, Caleb y yo, hicimos una fiesta de té en el patio trasero.
El día se pasó bastante rápido, por suerte que era viernes y que mañana tendría unas horas más para dormir.
Alice y Jasper prometieron visitarnos mañana, hacía mucho no los veíamos. Emmett siempre bromeaba con Jasper sobre el casamiento con Alice. Mi hermano y su novia, no tenían planes de boda al parecer, y Emmett disfrutaba con ello.

–Buenas noches, oso–saludé a Emm, antes de apagar la luz del velador. Él me sonrió y me dio un beso tierno en los labios, apagué la luz acercándome a su cuerpo casi desnudo de no ser por los calzoncillos.

–Buenas noches, ángel–saludó él, atrayéndome a su cuerpo y presionando mi trasero con una de sus manos.


Si, maybe es algo corto, pero solo es una introducción. Les gustó? Dejen sus review que me encanta leer, nos leemos!
Ah, y por Angel Custodio, hoy actualizo jejeje, saludosssss!