~*Fontana Di Trevi*~

Capitulo Uno. Un Viaje Inesperado

(Un Viaggio Inaspettato)

Esto es algo que jamás imagine que pasaría en mi viaje a Italia, verán mi nombre es Ludwig Beilschmitd de ascendencia alemana tengo 23 años, soy rubio de ojos celestes, para ser honesto soy alguien a quien le gusta el orden, serio según las personas, me cuesta un tanto expresar lo que realmente siento (siempre eh sido asi y que no puedo negar) soy todo lo contrario a mi hermano mayor Gilbert Beilschmitd el es unos tres años mayor que mi, es albino y de ojos carmesí. Mi bruder, como suelo decirle es todo lo contrario a mi el demuestra lo que siente sin pudor alguno si esta feliz sonrie, si esta triste llora a mares, si esta enojado salvece quien pueda; es alguien muy abierto y aunque todos crean que somos muy diferentes aun así nos parecemos tanto en algunas cosas en fin ya les he hablado un poco sobre mi y mi hermano.

Ahora es momento de que les cuente como mi vida monotona cambio con un viaje que hice a Italia junto con mi bruder, al principio me negaba a ir, la verdad no soy mucho de hacer viajes pero la insistencia de mi hermano fue mas grande hasya que accedi.

La verdad es que por lo que Gilbert me habia contado, Antonio un amigo de el y mio nos había invitado a ir a Italia... El, mi hermano y otro amigo de ellos, Francies Bonnefoy de ascendencia francesa eran muy buenos amigos. Los conocia muy bien, Antonio era un joven español uhm de cabellos castaños, y ojos verde esmeralda era alguien muy alegre y energico, mientras que Francis, era rubio y de ojos azules al igual que mi pero... el era... como decirlo sin que suene grosero uhmmm el era un tanto pervertido. En fin, Antonio nos habia invitado a que fueramos a Italia, ya que hacía unos dos años el se habia ido a visitar a unos familiares a Italia y segun el algo o más bien alguien cambio por completo su vida y desidio quedarse alla, rara veces habiamos visto al español despues que se regreso a su tierra natal y decidio irse a vivir a Italia

Ah, pero porque no vas tu solo Gilbert -insisti un tanto cansado- ya sabes que a mi no me gusta mucho esto de viajar

Pff tonterías, tonterias es algo que necesitas west -sonrio como de costumbre mientras buscaba unas maletas- créeme que este viaje te caera bien tanto a ti como a mí.

Aah, pero... -trato de decir algo pero fue en vano ya que fue interrumpido por el mayor-

Pero nada, ya tengo los boletos y no pienso desperdiciarlos asi que mejor ayudame a encontrar las malditas maletas -bufo algo molesto el albino mientras se enfrascaba en encontrar las dichosas maletas, mientras que el aleman menor solo suspiraba derrotado, al final de cuentas no le quedaba de otra más que ir-

Finalmente y después de dos largas horas lograron encontrar las benditas maletas, el mayor de los alemanes se encontraba emocionado por el viaje que harían dentro de tres días, que por si fuera poco el tiempo se paso de volada. Ya solo quedaban hoy y mañana dentro de unas cuantas horas estarían en un avión directo a Italia por fin el tan "esparado y ansiado viaje", o al menos así pensaba el albino con ojos soñadores, mientras que el pollito que tanto amaba revoloteaba alegremente al igual que su amo.

Nuevamente las horas pasaron, el astro rey se oculto y dio paso a la señora de la noche junto con el sequito de las hermosas estrellas que brillaban con todo su esplendor, Ludwig se encontraba en su habitación la cual era de un suave color verde menta los bordes de la parte inferior de las pareces era de color blanco al igual que el techo, al entrar a la gran habitación se podría apresiar una gran ventanal con una hermosa vista aun lado estaba una gran y muy comoda cama con sabanas del mismo color que las paredes a ambos lados de esta habian una mesita de noche y en cana una habia una pequeña lampara de mesa, pero en una de ellas tambien descansaba un libro junto con unos lentes, mientras que del otro lado de la habitación había un pequeño escritorio con una pequeña lampara y algunos libros demás asi como un mueble con un reproductor de música y un enorme estante lleno de libros. El aleman, era alguien a quien le gustaba leer, le encantaba leer toda clase de historias sin importar el genero; ya sean de amor, tragedia, drama no le importaba el era alguien que amaba leer.

Algo cansado suspiro mientras se acostaba en su muy comoda y amplia cama y mantenia la vista fija en el techo color blanco, minutos después se puso de pie y se dirigio al ventanal el cual abrio, al instante sintio la fresca brisa de la noche, dirigio sus hermosos ojos celestes al bello cielo estrellado. La luna brillaba con todo su esplendor como queriendo impresionar al aleman menor que solo atinaba a sonreir.

Mientras tanto en alguna parte de Italia

Un joven de tez blanca, hermosos cabellos castaños claros con un extraño rulito sobresaliente en la parte izquierda y hermosos ojos color ambar contemplaba el cielo, este sonreia mientras se apoyaba en el balcon de su habitación el joven de al parecer unos diecinueve años, no dejaba de ver el cielo y sentia la suave y fresca brisa de la noche no sabía porque, pero tenia el presentimiento de que algo maravilloso iba a pasar; sentia como su corazón se aceleraba y su emoción aumentaba.

Stupido idiota -se escuchanan los gritos de un italiano- si sigues ahi te vas a terminar resfriando -espeto un joven de apariencia igual solo que sus cabellos eran de color castaño oscuro y al parecer unos dos o tres años mayor que el otro-

Uhm, fratello... mi dispiance -se disculpo el menor mientras le dedico una sonrisa al mayor-

Ah, esta bien pero será mejor que entres no vaya a ser que te enfermes -menciono el mayor de los hermanos- en fin, buonanotte y recuerda que aun tenemos que ayudar al stupido e inutile spagnolo.

Claro que si hermano, buonanotte para ti tambien -sin mas el mayor de los hermanos salio de la habitación y se dirigio a la de el para poder descanzar, dejando solo al menor con ese enorme presentimiento sin más que una sonrisa en sus labios cerro el ventanal, se cambio de ropas y se fue directo a dormir sin borrar esa sonrisa del rostro-

Continuara...