Título: Evidente.
Fandom: Mortal Instruments.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, la trama sí.
Claim: Isabelle/Clary (menciones de otras parejas).
Rated: K+
Advertencias: Al raiting me remito.
Summary: No es como si fuera la gran cosa. Isabelle ha aprendido a ocultar lo evidente con un dedo.
Notas: Este es un regalo feo para Alice (Mistakeland), porque quiero y puedo, y porque dominaremos el mundo más luego. estamos en fase de planear las cosas bien.
Evidente.
Isabelle la mira fijamente, a través del espejo, mientras cepilla su cabello con cuidado. Clary está ausente, vacía, la mirada perdida y los labios entreabiertos.
—¿Donde te has ido, Clary? ¿Quizás a la Luna?— murmura con dulzura, jugando con los rizos rojos y enredándolos con cuidado entre sus dedos. Clary no parece notarlo. Pero Isabelle sabe, por supuesto.
Ella está pensando en Jace. Isabelle puede verlo en el brillo de sus ojos y el tenue rosa en sus mejillas, en la cadencia de su respiración y en leve tamborileo de sus dedos contra la tela del pantalón que le ha obligado a utilizar.
Isabelle puede sentirlo.
. . .
«¿Lo sabes, acaso? ¿Sabrás que te conozco más de lo que tú misma lo haces?» piensa, cuando la mira por los pasillos. Está feliz, sonríe, los pasos son un poco saltarines y lo notas si prestas algo de atención.
Isabelle es muy observadora, siempre lo ha sido. Isabelle sabe, por supuesto.
Ella va a encontrarse con Jace. Puede notarlo en el aroma que desprende de ella, a perfume; Clary no usa tanto perfume normalmente. Puede notarlo en el brillo que cubre sus labios, en el pequeño rubor que adorna sus mejillas (resaltando un poco sus pecas, redondas e incontables).
Isabelle puede sentirlo.
. . .
Alec se acerca a ella, tomándola de los hombros y empujándola hacia la pared. Isabelle sólo lo mira, distraída.
—¿Qué demonios estás pensando? —le pregunta, con voz baja y peligrosa. Ella sigue mirándolo, notando que tiene un muy claro lunar en la mejilla.
Observar a Clary la ha vuelto un poco (mucho más) observadora, detallista, que antes.
—No sé de qué hablas.
Lo dice con rabia, con algo que Isabelle no puede descifrar.
—Clary.
«¿No te has visto, acaso?» piensa Alec, pero no lo dice.
—Me causa mucha curiosidad.
—Sí, claro. Así le dicen ahora, Izzy —contesta, con sarcasmo. Isabelle lo mira sin entender.
—Te gusta.
«Oh, no, maldición, joder, por favor, no, que se equivoque» es todo lo que puede pensar.
Alec le da un pequeño beso en los labios, apenas rozándolos, para que reaccione (tal parece que intentó todo y nada funcionó). Ella sacude la cabeza y lo mira con desesperación.
—No.
El aroma a frambuesas la hace voltear. Clary. La mira caminar, sabe que viene de ver a Jace, sabe que piensa en él, sabe que no le gusta… Y entonces es tan evidente (no es como si fuera la gran cosa. Isabelle ha aprendido a ocultar lo evidente con un dedo.)
Isabelle puede, de verdad, sentirlo. Ha caído, sí, pero va a levantarse y buscara un buen beso con el ingenuo de Simon; buscara caricias en cuerpos ajenos.
Ha caído, quizás le queden cicatrices por el choque, pero nunca le ha costado levantarse.
