Los personajes son creación original de J.K. Rowling, solo los pido prestados sin fines de lucro.
Donde las rosas crecen
Por Tlacuilo
¿Alguien puede decirme donde crecen las rosas Blarney?
Esto puede ser en la ciudad de Limerick.
¡Esto puede ser en Mayo!
Esto es en alguna parte de la isla Esmeralda
¡Y esto yo quiero saberlo!
Fragmento de la canción The Blarney Roses, canción tradicional Irlandesa.
Mi sugerencia: cantada por Fiddler's Green.
El rubio salió al balcón de su habitación, en la mansión; en esa que después de la guerra y con la victoria del chico-que-vivió, podía sentir como un lugar de descanso y no como una celda.
Los recuerdos de lo que perdió y dio por la derrota de Voldemort aún le pesaban y dudaba que algún día dejarán de hacerlo. Sus padres viviendo en el exilio y él al frente de restaurar el dinero, fama y nombre de los Malfoy en Inglaterra, trabajo duro, mas con la certeza de que la vida de los tres no fue sesgada por el Lord, ni por la sentencia del Ministerio…
Draco Lucius Malfoy Black; residiendo en Malfoy Manior como patriarca, pero sin otra alma maga, solo con sus elfos. Y con el corazón muerto…
Los pensamientos desfilaron sin que -esta vez- su pensante los detuviera…
La belleza –si se le podía denominar de ese modo a la apariencia masculina– no se le negó a aquel joven y no es que ese cambio se hubiese dado de un momento a otro, no, sino que fue poco a poco y lentamente. Y la realidad es que los cambios en ese chico, Draco no los notó hasta que irremediablemente cayó bajo su embrujo.
Una risa forzada se instaló en sus labios; después de todo si bien vivían en el mundo mágico y eran magos sabía perfectamente que él no utilizó ningún hechizo, poción o conjuro para que Draco se enamorara, tanto como para dar la espalda a su creencias y con eso le plantara cara al Señor Oscuro, aunque eso ultimo era un eufemismo, pues como aprendió de su mentor; el camino que escogió, el de ser espía, era uno muy duro. Una tarea difícil, solitaria y ni remotamente agradecida, por eso el que elegía serlo, lo hacía por un gran sentimiento que lo sostuviera cuando todo el mundo a su alrededor le diera la espalda. Draco así lo comprendió y se lanzó a hacerlo, ese amor le daba fuerzas de seguir y allanarle el camino a su guerrero, sin embargo –y por mucho que su orgullo y corazón sufrieran al aceptarlo– ese amor solo fue unilateral y sirvió como el otro lo deseó… para tenerlo en su bando y colaborando.
Draco suspiró y caminó a uno de los sillones que se encontraban para su descanso en el balcón, se sentó y cruzándose de brazos se preguntó si había alguien que quisiera decirle el paradero del motivo por el que luchó en el bando de la luz.
Harry Potter desapareció unos pocos días después de la batalla final y con todo el alboroto de la victoria, lo hizo sin que nadie se diese cuenta. Él, ocupado en los juicios de sus padres no supo de esta ausencia, hasta algunas semanas más tarde, pero ilusamente –extraño en él– creyó que esa desaparición solo sería temporal, pues consideraba que el de ojos verdes y él tenían una relación, y que Harry regresaría por o con él. Draco se regañó por pensar como un Hufflepuf, sin embargo esas noches de entrega entre ellos respaldaban esa conclusión de pensamientos, aunque fueran errados.
Draco tuvo tiempo de analizar todos los puntos y aceptó que él hubiese hecho lo mismo que el moreno y como escuchó alguna vez de los muggles –con los que hora tenían negocios– En la guerra y en el amor todo se vale y Potter así lo hizo, jugó sus cartas… y ganó.
Después de un año y meses, no era ya su intención –si lo encontraba–, los reclamos o siquiera molestarle, solo deseaba cerrar ese capítulo de su vida para seguir adelante. Mas ¿Cómo hacerlo? Si no sabía nada de él. Y aun con todo, tan solo pedía verlo una vez más y…
No deseaba ser interrumpido en esos momentos de reflexión, pero siendo la cabeza de familia, todo era dirigido y consultado con él; por eso cuando un elfo anunció una visita; suspiró derrotado, pero sereno y asintió dando órdenes de decir que ya bajaba.
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En la sala donde la visita esperaba; Draco, entró y no sin sorpresa notó quien era el visitante:
–Granger...
–¡Oh vamos, lo que hemos pasado y aun me llamas por mi apellido!
–Lo que….
–Mira Draco, solo vengo a dejar un mensaje y antes de que hagas conjeturas, no, nunca supimos nada. Llegó esta mañana, pues quien lo envía creyó que ya había esperado mucho tiempo.
–No comprendo.
Hermione sonrió y se encogió de hombros.
–Ni yo. Mas… –La joven hizo una pausa para concluir– La isla Valentia* es hermosa y con un clima agradable.
Draco la miró sin comprender. Hermione dejó el lugar, considerando que el mensaje había sido dado.
Después de unos segundos de reflexión, al rubio no le costó mucho atar cabos…
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El viaje fue planeado con tranquilidad por Draco, después de todos sabiendo el paradero de Harry, ya podía sentirse un poco libre, solo restaba verlo para cerrar esa herida.
Al arribar a esa casi inhabitada isla, –pues la cantidad de menos de cuatro dígitos como población, no le parecía que fuesen suficientes para todo ese territorio– no pudo negar que era hermosa…, pero si, solitaria y apacible. Por eso no le extrañó que el moreno hubiese llegado a ese lugar buscando paz.
Deseando aligerar el espíritu, optó por caminar; alistándose para lo que le deparaba al llegar a la dirección que consiguió.
Una casa de una planta y con un extenso jardín que se llegaba mimetizar con la vegetación del lugar, lo recibió al final de la colina.
Draco subió sin dejar de mirar la vivienda. Como si el habitante lo hubiese imitado, no necesitó tocar, pues la puerta fue abierta en cuanto él llegó al dintel.
–Bienvenido… Draco.
Harry Potter, –llevando ropas sencillas y con el cabello más largó– le recibió. En cuanto el rubio lo vio, supo que esa separación sería muy dolorosa, y que ni todo ese tiempo sin verlo, ni su autocontrol lo evitaría; sin embargo era un Malfoy, fue un Slytherin y era un sobreviviente.
–Potter.
Si Harry se extrañó de la forma en que el rubio se refirió a él no lo demostró y este no supo definir si el moreno tenía los mismos pensamientos que él.
–Pasa, pasa… –Harry se hizo aun lado e invitó al recién llegado a traspasar el dintel– Siéntate, ¿Te sirvo algo? ¿Quieres comer o…?
–Estoy bien, gracias.
El moreno se pasó las manos por el cabello signo inequívoco de nerviosísimo y Draco ya no se sintió en desventaja, ambos estaban incomodos con esa situación.
El valor del héroe se hizo presente, cuando el de ojos verdes comenzó:
–Te debo una explicación…. Y…
Draco detuvo con un gesto de mano, el discurso nervioso del ex-gry.
–No, no me la debes.
–¿Cómo…?
Ahora fue el turno del rubio de iniciar y… concluir eso.
–Se, por qué hiciste… lo que hiciste, y no te culpo, ni estoy enojado. Todos jugamos el papel que nos tocaba en la guerra y con tu esfuerzo Voldemort fue derrotado.
–SI, todos lo hicimos juntos…
–Estoy de acuerdo, sin embargo tú fuiste el que más trabajo hizo. –Draco no pudo evitar sonar dolido por sentirse usado.
Harry no respondió, porque seguía sin agradarle que lo tratasen como héroe y mucho menos venido de, precisamente Draco.
El rubio al no recibir respuesta, se levantó del sillón sintiéndose liberado, por supuesto con un gran dolor emocional, pero no era algo que lo fuese a matar.
–Me voy.
–¡¿Cómo?!
–Comprobé que estás vivo.
Harry sonrió sin notar la atmosfera rara, respondiendo:
–Sí, muy vivo.
Draco asintió con una sonrisa triste y se dirigió a la puerta.
–Oye, ¿es en serio que te vas? –preguntó el de ojos verdes.
–Si.
–Creí que… ¿No recuerdas?
–…
El joven de ojos grises esperó que Harry hilara sus palabras con sus pensamientos.
–Te dije que si sobrevivía, viviría en un lugar como este. –agregó el moreno.
El rubio asintió, moviendo la cabeza.
–Sí y es bueno que lo hayas conseguido.
–Pero no es todo lo que deseaba…
–Bueno Potter, no creo que se te niegue nada, no te preocupes.
Draco no agregó más y abrió la puerta, saliendo de la casa. El viento en su rostro lo hizo darse cuenta cuan real era todo eso.
Harry se quedó estático sin saber cómo reaccionar, pues nunca ni en sus pesadillas – que eran muchas– consideró ese resultado. En cuanto reaccionó corrió y llamó al rubio:
–¡Draco!
El rubio se giró…, mas solo agitó la mano derecha como despedida.
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Momentos más tarde al arribar a su mansión; el rubio subió a su habitación y entrando en esta, se dejó caer en la cama.
–Encontré el lugar donde vivirá y… Soy libre.
…
Ella me dejó muy hundido sin dinero
¡Ella se fue, ustedes saben!
Ella me contó que pertenecía a donde crecen las rosas Blarney.
Fin
…
*La Isla Valentia es una isla situada al oeste de Irlanda en el extremo de la península de Iveragh.
Un one-shot… no es muy triste, pero tampoco alegre… XDDD Las musas siguen prófugas X3
¿Segunda parte?… no lo sé. Deseaba hacer algo de esta canción, amo a los tipos de Fiddler´s Green jajajaja
