Nota de autora: Este fic y sus protagonistas están basados en la saga de libros "Cazadores de sombras" de Cassandra Clare. Algunos de los personajes que aparecen en esta historia no pertenecen a dicha saga ya que son de invención propia.

-Todavía no entiendo que estoy haciendo aquí- le preguntó Magnus a su amiga Catarina.

-Hacerme compañía- le respondió ésta pausadamente mientras le cogía del brazo y literalmente le obligaba a caminar. –Vamos Magnus, es un convención sobre psicología de la sexualidad… a ti te encanta el sexo-.

-Sí, tienes toda la razón: me encanta practicarlo, no sentarme a escuchar aburridas charlas. Es la quinta vez en los últimos dos años que me obligas a ir a diferentes eventos sobre medicina. Querida os adoro a ti y a Fred pero Debby me empieza aborrecer ¿No te puedo esperar en un bar tomándome una cóctel?-

-Claro que no. Por favor ven conmigo, no me dejes sola- le suplicó Catarina.

-Está bien- suspiró Magnus resignado mientras dejaba que su amiga le guiase hasta unas sillas.

Fred era el actual novio de Catarina. Él y su hermana gemela, Debby, eran dos ifrits (brujos incapaces de usar magia) que con el paso de los años se habían convertido en grandes profesionales en el campo de la medicina y ella en concreto hacía unas tres décadas que se había especializado en sexología. Como reconocidos profesionales que eran constantemente les invitaban a convenciones y charlas en especial a Debby, que cada cierto tiempo publicaba un libro nuevo (bajo pseudónimos para que nadie se diera cuenta de que el paso del tiempo no le afectaba).

Magnus se sentó en esa incomoda silla junto a Catarina a esperar que pasase el tiempo: no era la primera vez que escuchaba ese discurso así que ni prestaba atención: simplemente fingía escuchar, aplaudía cuando debía hacerlo y se pasaba la gran parte del tiempo sacándose el móvil del bolsillo para mirar fotos de Alec. Catarina tampoco estaba mucho por la labor: se pasó todo el rato intercambiando miradas y sonrisas con Fred. Magnus se alegró de no ser el único tonto enamorado de la sala.

No se podía decir que la mañana hubiese pasado rápido para los dos amigos subterráneos pero al fin las exposiciones terminaron. Esperaron a Fred y a Debby y una vez todos reunidos fueron a comer a un restaurante de comida rápida ya que por la tarde tanto Debby como Fred volvían a dar conferencias.

-Estás esplendido Magnus, me alegro de volver a verte- le saludó Debby en cuanto le vio. Aunque nunca tuvieron una relación seria, entre ellos dos siempre había habido mucha química sexual, de hecho habían perdido la cuenta de las veces que habían amanecido en la misma cama después de una salvaje noche de pasión. La última vez 5 años atrás, después de una de esas aburridas convenciones a las que Catarina le obligaba a ir.

-Y cuéntame- prosiguió la Ifrit – ¿Qué hay de nuevo en tu vida?-

-La verdad es que me va todo muy, estoy saliendo con un chico maravilloso-.

-¿De veras? Yo también. Espera, creo que tengo una foto por aquí- rebuscando dentro de su monedero- sí, mira, aquí está- y le mostró a Magnus la foto de un apuesto rubio.

-Vaya, es muy guapo pero no puede compararse con mi Alexander. Mírale – mostrándole la foto de fondo de pantalla de su teléfono- reconoce que jamás has visto unos ojos tan bonitos como estos. Es el hombre perfecto-.

-Oh…es… él es un nefilim- se sorprendió Debby al ver la foto que Bane le acababa de enseñar.

-¿Y?- Un poco molesto.

-Nada, no quería ofenderte, simplemente que la última vez que te vi parecías muy enfadado con los hijos del Ángel… me sorprende que ahora estés saliendo con uno de ellos- intentando quitarle hierro a la situación – tienes razón, es muy atractivo. Eres único Bane ¿Cómo has acabado saliendo con un Cazador de Sombras?- Sorprendida.

Así que Magnus les empezó a contar la historia de como había conocido a su novio y como se habían enamorado y hablando y hablando acabó saliendo a la luz el hecho de que el brujo era la primera experiencia para Alec en todos los sentidos.

-Oh… vaya lo siento mucho por tí. Se te ve muy enamorado- le dijo Debby.

-¿Qué quieres decir con esto?- Reclamó Bane.

-Bueno… ya sabes… las primeras parejas suelen ser ensayos…-.

-Oh, no. No empecemos como siempre. No me des discursitos de psicóloga sabe-lo-todo-.

-Tienes razón, no debo meterme donde no se me llama- y dio un sorbo a su bebida.

-¿Novio ensayo?- Quiso saber Catarina- ¿De qué se trata esto?-

-Hay estudios –fue Fred quien hizo la explicación- que dicen que la primera pareja es tan solo un preámbulo. Con el primer novio descubres que es lo que te gusta o no en una relación y que buscas en una pareja. Generalmente estas relaciones suelen romperse para encontrar un nuevo amor-.

-Estupideces- le digo Magnus a Catarina.

-Yo creo que Magnus tiene razón –le defendió la bruja Loss –Él ya sabe perfectamente lo que busca en una pareja, ya que ha tenido miles de relaciones, y Alec es un chico encantador… se le ve muy enamorado de Magnus.-

-No pongo en duda los sentimientos del joven nefilim por nuestro querido Gran Brujo pero ¿Y qué me dices de su curiosidad sexual?- Le preguntó Debby –Aunque ese chico esté completamente enamorado de él eso no quita que sea un joven en toda su plenitud sexual que no ha probado otra cosa. Tarde o temprano tendrá curiosidad por besar o acostarse con otra persona. Veo muchos casos de estos en mi consulta: parejas que aun estando enamorados rompen para poder vivir cosas nuevas y estimulantes. Recordad que los mortales tienen otra concepción del paso del tiempo: para ellos es cuestión de aprovecharlo al máximo posible y vivir tantas experiencias como les sea posible-.

-Oh vaya- fascinada Catarina y olvidando por completo que estaban hablando de la relación de su mejor amigo- ¿Y qué es lo que aconsejas en estos casos?-

-Bueno, últimamente suelo recomendar dejar "carta blanca"- explicó la ifrit.

-¿Carta blanca?- Preguntaron tanto Bane como Loss.

-Sí, dejar que el otro viva sus propias experiencias al margen de vuestra relación. Es decir, en el momento en que sospeches o tu novio te diga directamente que le gustaría probar cosas nuevas, dejarle un período de tregua, darle por ejemplo un mes para que pueda salir, coquetear o incluso acostarse con otras personas-.

-¿Y el hecho de que tu pareja tenga sexo con otros no empeora la situación?- Preguntó Catarina viendo como Magnus, curiosamente, escuchaba muy atento las explicaciones de Debby.

-Bueno, para algunos es preferible consentir esta pequeña infidelidad a perder a su pareja-.

Para saber que pasará una semana después leer el capítulo 2