Hola mis queridos lectores. Aquí de nuevo yo con un nuevo fanfic que tengo en mente desde hace tiempo.
Lamento haber abandonado mi cuenta durante unos 4 meses, pero estaba ocupada y un sin fin de cosas más sucedieron, pero ya regresé y es para quedarme, ya que este no es el único nuevo proyectito que tengo en mente.

Espero que me acompañen con este nuevo fanfic KidxCrona por supuesto, ya que va para larguito ^^

Antes de comenzar, quiero agredecer a mi queridísima Geme-cham (una gran y querida amiga) por ayudarme con el summary de esta historia y con el título de la misma.
Muchísimas gracias geme ;) 3

Ahora sí, disfrútenlo.

Atsushi Okubo es el creador de Soul Eater y sus personajes.
La historia es completamente mía.


I will follow you into the dark

Era un día cualquiera. La habitación se encontraba en total silencio y oscuridad.

Yo me movía de un lado a otro sobre la cama, intentando conciliar el sueño.

El único sonido que se distinguía era el tic tac del reloj que se encontraba sobre el escritorio.

Cerré mis ojos una vez más, esperando caer profundamente dormido.

En mis pensamientos había más oscuridad.

Intentando imaginar algo con qué llenar ese espacio en negro, me dí cuenta que ese fondo negro se aclaraba hasta tornarse color grisáceo, y poco a poco unas sombras comenzaban a formar algo.

Al principio no supe de qué se trataba, hasta que enfoqué la mirada sobre aquellas sombras y pude distinguir una silueta.

Era la silueta de una persona. No pude descifrar si se trataba de un hombre o una mujer. No había algún rastro distintivo. Era solamente una silueta.

La observé por unos minutos más, cuando me di cuenta de que aquella silueta, de alguna manera, me observaba.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, sin embargo permanecí inmóvil, esperando algo.

La silueta comenzó a moverse lentamente, dirigiéndose a mí.

Seguí inmóvil en mi lugar, sin saber bien el por qué.

De la nada, algunos sonidos extraños y escalofriantes resonaron.

Eran alguna clase de lamentos, pero no distinguí palabra alguna.

Cuando miré de nuevo hacia enfrente, la silueta estaba más cerca de mí.

Me asusté e intenté moverme, pero no pude mover las piernas por más que intenté.

Al ver cómo la silueta se acercaba a mí, los lamentos resonaban más fuertes también.

Intenté moverme desesperadamente. No quería permanecer más tiempo ahí. Pero mis esfuerzos fueron en vano. No pude moverme ni un centímetro.

Miré nuevamente hacia enfrente y la silueta se encontraba a un par de pasos de distancia.

La observé de nuevo. En donde se supone debía haber un rostro, pude distinguir algunas manchas que parecían ser los ojos y la boca.

Intenté moverme nuevamente, pero esta vez tenía el cuerpo paralizado. No podía mover ni un solo músculo.

La silueta acompañada de los lamentos se acercaba más y más, terminando de cortar la distancia que había entre ambos.

Una vez se encontraba enfrente de mí, se quedó quieta, y los lamentos desaparecieron, quedando en silencio como al principio.

Yo estaba asustado. Quería distanciarme de aquella silueta lo más rápido posible, pero el cuerpo seguía sin responder.

Permanecimos en esa posición un par de minutos.

Después, caí al piso.

Recuperé la movilidad y me levanté instantáneamente.

Observé a mi alrededor, buscando una salida, y pude visualizar un pequeño espacio en blanco no muy lejos de donde estaba.

Supuse era la salida de aquel extraño lugar.

Le dí la espalda a aquella silueta y comencé a correr hacia lo que, para mí, era la salida.

-¡Espera!... Por… favor….- Escuché detrás de mí e instantáneamente me detuve.

Volteé y lo único que vi fue la silueta.

-¿Quién está ahí?- Pregunté, pero nadie respondió.

Esta vez comencé a caminar hacia la salida, y entre sollozos, lamentos y gemidos se escuchaba a alguien pidiendo ayuda.

Me detuve y volteé nuevamente para ver cómo la silueta se dirigía a mí flotando a gran velocidad.

Mis piernas nuevamente se paralizaron cuando intenté correr, y la silueta me alcanzó, atravesando mi cuerpo.

Rápidamente me levanté agitado y retirando las sábanas de mi cuerpo.

Miré a mi alrededor y distinguí mi habitación y el sonido de la alarma del celular.

Toqué mi frente. Estaba sudando.

Tomé el celular y lo apagué, para después recostarme en la cama y tomar un respiro.

-…Una pesadilla…- Suspiré.

Después de tomar un baño, me vestí y bajé para desayunar.

-Buenos días, joven.- Saludaban como solían hacerlo las sirvientas.

-Buenos días.- Respondía como siempre.

-El desayuno está servido.

-Gracias.- Dije y tomé asiento.

Rápidamente me percaté que un solo plato estaba servido.

-¿Mi padre no desayunará conmigo?

-Lo siento joven, olvidé mencionarlo. Su padre estará trabajando a partir de hoy en otra ciudad, y me dijo que le entregara esto.

-¿Una carta?

-Si. Es todo.

-Gracias.

Miré la carta. No quería leerla, porque sabía lo que estaba escrito.

Es difícil ser el hijo de un empresario reconocido.

Suspiré a la nada y comencé a desayunar.

Al terminar observé el reloj. Era temprano.

Me levanté de la mesa, tomé mi mochila y salí de la casa.

Esta vez iría caminando hacia la escuela.

A medio camino escuché algunas voces escandalosas detrás de mí.

Yo simplemente las ignoré.

Continuaba pensando en aquel extraño sueño.

Era la tercera vez que soñaba lo mismo, con la diferencia de que esta vez la silueta había emitido sonidos.

De la nada sentí cómo alguien colocaba su brazo sobre mis hombros.

-¡Miren a quién atrapé! Es nuestro querido Kid.

-Deja de molestarlo o te golpeará nuevamente en la cara.

-¿Huh? ¿Acaso quieres pelear?

-Claro que no quiero pelear. ¿O acaso quieres perder de nuevo, Black*Star?

Al escucharme decir eso, mi compañero guardó silencio y se alejó un poco de mí.

-¡Ja! ¿Tú derrotarme? Te dejé ganar porque soy muy generoso.

-Jaja admítelo estrellita, Kid te derrotó fácilmente.

Y el chico de cabello azul comenzó a perseguir al albino por toda la calle.

-Ustedes dos, dejen de perseguirse como animales y mejor comiencen a correr que se nos hará tarde.

-Buenos días Maka.

-Buenos días Kid.

-¡Hola Maka!- Contestaron a la vez el par de amigos.

-Bien bien, hay que darnos prisa o se nos hará tarde.

Cuando Maka comenzó a caminar, los demás la seguimos.

Ella siempre sabía cómo controlar a Soul y Black*Star. Yo simplemente aprendí a ignorarlos.

Finalmente llegamos a nuestro destino, y al cruzar la puerta principal, ellos ya se encontraban ahí, intimidando a los alumnos de nuevo ingreso y molestando a los que ya conocían.

-No es posible. ¿Ya tan rápido están aquí?- Preguntó fastidiado Black*Star.

-No tenemos mucho de haber comenzado el ciclo escolar, es lógico que a ellos les parezca entretenido conocer a sus "presas" antes de cazarlos.- Dijo Maka.

-Como sea, si se vuelven a meter contigo Maka, dímelo y les daré un golpe en la cara.

-Gracias, Soul, pero no lo creo necesario.- Dijo con una sonrisa en su rostro.

-Bien, nos vemos a la salida.- Dijo Black*Star dirigiéndose a su salón junto a Soul.

-¿Nos acompañarás hoy a la salida, Kid?

-Si no hay nada pendiente, los alcanzaré.

-Perfecto, entonces nos vemos a la salida.- Dijo antes de retirarse hacia su salón.

Me despedí de ella para después dirigir mis pasos hacia mi salón.

Cuando estaba a punto de entrar, escuché que alguien gritaba mi nombre.

Inmediatamente reconocí aquella voz, así que me limité a ignorarla y entré al salón para tomar mi respectivo asiento.

Minutos después, ella, acompañada de su mejor amiga se dirigió hacia mi.

-Eres muy malo conmigo, Kid. Ni siquiera volteaste a saludarme.

-…Hola, Kim.

-¿Por qué no me saludas a la hora de la entrada o te despides a la salida?

-Kim… ya hemos hablado de esto muchas veces, no me hagas repetirlo.

-¿Enserio? Yo no recuerdo que hayamos hablado de esto.

Ese tono sarcástico en su voz era una de las tantas "cualidades" que odiaba de Kim.

Desde que se hizo muy amiga de Killik, Ox y Jacqueline, comenzó a hacer lo mismo que ellos. Molestar a aquellas personas que eran vulnerables y que tenían miedo de defenderse.

Siempre he detestado eso.

Y lo peor, es que hay rumores de que Kim está enamorada de mí.

Quizá por eso a mí no me fastidia como a otros.

-Y bien… ¿A qué hora me acompañarás a casa?

-Me temo que nunca. Ya tengo planes, y es ir con mis amigos a pasar el rato.

-¿Huh? ¿Insinúas que yo no soy tu amiga?

-No. No lo insinúo, te lo dejo en claro.- Dije con una pequeña sonrisita en mi rostro.

Acto seguido, Kim hizo una expresión de enfado y capricho a la vez, y tomó del brazo a Jacqueline para tomar sus respectivos asientos.

Momentos después la profesora llegó.

El día transcurría lento.

Eran las 11:00 am y estábamos en el laboratorio con el profesor más extraño de la escuela.

Todos habíamos tomado nuestros respectivos asientos, y antes de comenzar la clase, el profesor Stein nos dio una noticia.

-Atención, chicos y chicas. Antes de comenzar la clase quiero que le den la bienvenida a una nueva alumna que, a partir de hoy será su compañera. Así que sean amables. Pasa por favor.

La puerta se abrió y una chica de cabellos rosados entró y se detuvo enfrente de todos nosotros.

Yo no le presté demasiada atención. El sueño comenzaba a vencerme debido a que no pude dormir apropiadamente y continuaba pensando en aquel extraño sueño que tuve.

Cuando la chica se estaba presentando, solo escuché su apellido: Gorgon.

-Ahora si, podemos comenzar la clase.- Continuó el profesor.

Y así comenzó lo que para mí el día de hoy, era una tortura.

Pasadas 2 horas la clase había terminado. Recogí mis cosas inmediatamente para poder reunirme con mis amigos en la entrada de la escuela, pero antes de cruzar la puerta del salón, el profesor me llamó.

Me detuve y volteé a verlo.

-Kid, quisiera que te quedarás. Necesito decirte algo.

Dejé salir un suspiro. Después tomé mi celular y le mandé un mensaje a Maka avisando que me quedaría con el profesor, por lo cual no podría acompañarlos el día de hoy.

Instantáneamente me respondió. En su mensaje estaba escrito que mañana sería otro día.

Guardé mi celular y esperé hasta que el salón quedó completamente vacío.

El profesor se encontraba fuera del salón observando a la nada y fumando, como solía hacer cada que terminaban las clases.

Esperé un par de minutos más, después entré en una ligera desesperación y me dirigí con el profesor.

-Disculpe, profesor Stein… ¿Para qué solicitaba mi presencia?

El profesor me miró de una manera extraña, después apagó su cigarro y entró de nuevo al salón.

-Es cierto, lo había olvidado.

Al escucharlo, puse mis ojos en blanco.

Definitivamente era el profesor más extraño de la escuela.

Lo acompañé hacia el escritorio, y al pasear la vista por el salón, me percaté de que no estábamos solos.

Extrañamente no lo había notado, pero en el rincón del salón se encontraba la chica de nuevo ingreso.

Se encontraba viendo por la ventana hacia el patio de la escuela.

El profesor de repente dejó caer sobre el escritorio una pila de documentos.

La chica y yo nos asustamos por el ruido haciendo eco que emitió el golpe por el salón vacío.

-Veamos… ¿dónde quedó?... ¡Oh aquí está!- Decía el profesor para sí.

Yo simplemente procedí a sentarme frente a él.

-Death the Kid…-Comenzó – Al revisar tu expediente escolar, he visto que has sido el mejor alumno tanto del salón como de la escuela. Es por eso que el director me pidió que te dijera lo siguiente. Por favor, te gustaría acompañarnos- Dijo el profesor dirigiéndose a la chica.

Ella recogió su mochila y se sentó a mi lado.

-El director quiere que ayudes a tu compañera para que no se atrase más de lo que ya está. Eso es todo, pueden retirarse.

Después de decirnos eso, tomó sus cosas y se fue, dejándonos atrás.

Me levanté y tomé mis cosas. La chica hizo lo mismo.

Estaba a punto de irme, pero consideré una falta de educación dejarla sola y ni siquiera presentarme adecuadamente a pesar de que el profesor mencionó mi nombre.

-Disculpa al profesor. Es un poco… extraño. Me presento, soy Death the Kid, y con gusto te ayudaré para que no te atrases con la clases.- Extendí mi mano en forma de saludo.

La chica jamás volteó a verme, siempre estuvo cabizbaja y unos segundos después estiró su mano lentamente hacia la mía para responder el saludo. Estaba temblando.

-G…gracias…- Dijo casi susurrando la chica.

El saludo no era el que yo esperaba. Puesto que estaba ahogado en mis pensamientos, no hice caso a la presentación de la pelirosa cuando entró antes de comenzar la clase de laboratorio.

-Disculpa que lo pregunte… pero ¿cuál es tu nombre?

La chica estaba a punto de responder, pero de la nada apareció Kim.

-¡KID!- Se escuchó su estruendoso grito por el salón. Después me abrazó.

-¡Suéltame, Kim!- Exigí, y como sabía que no lo haría, la obligué a hacerlo empujándola hacia atrás y alejándola de mí.

-¿Qué pasa, Kid? ¿No dijiste que hoy me acompañarías a mi casa?

-Jamás dije eso.

-Claro que lo hiciste- Dijo su odiosa amiga Jacqueline.

-No estoy de humor para jugar con ustedes, si nos permiten…

-¿Nos? ¿Acaso te irás con… la "pulga nueva"?- Dijo Kim empujando a la chica.

Ella cayó al piso.

-Déjala en paz, Kim.- Dije y ayude a la chica a levantarse.

Kim se enfadó al ver que ayudaba a la chica, así que me dio la espalda y se fue, acompañada de Jacqueline.

-Deberás tener más cuidado con Kim y sus amigos. Les gusta molestar a los de nuevo ingreso. ¿Estás bien?

La chica no respondió. Su cabello cubría su rostro.

Y de repente, comenzó a llorar, y acto seguido salió corriendo.

Yo me quedé sorprendido ante esa reacción. Creí que estaría enfadada, más no… ¿asustada?

No supe definir lo que había pasado.

Y sin más que pudiera hacer, decidí retirarme mi hogar.


¿Qué tal? Espero les haya gustado este primer capítulo, muchas gracias por leer ^^
Sin más me despido~