Capítulo 1.
Aún estaban todos pensando en la forma de detener a Peter Pan, el cual había poseído el cuerpo de Henry, cuando oyeron un grito que provenía del bosque. Entre todos, y tras una larga media hora de discusión, decidieron que el señor Gold, Bella, David y Blanca irían con Henry a la tienda del señor Gold, mientras que Emma y Regina irían a ver de dónde provenía el grito. En cuanto los perdieron de vista comenzaron a andar en la dirección de la que provenía el sonido.
-Creo que era por allí- indicó Regina señalando la zona del bosque que rodeaba la playa.
-Creo que era más bien por allá- dijo Emma apuntando un poco más al este, a la zona de acantilados.
-Tienes razón sería más lógico que alguien pidiese ayuda desde un acantilado que desde la playa. Tendríamos que darnos prisa el tiempo se está poniendo mal.
-Parece que va a llover, y este viento no me parece una buena señal.
Siguieron caminando por el bosque, pero, unos minutos más tarde se desató una peligrosa tormenta; habrían vuelto a la tienda si no hubiese sido porque justo en el momento en el que iban a dar la vuelta oyeron de nuevo el grito, sin duda de una mujer, procedente de la linde del bosque, junto al acantilado. Se dirigieron hasta allí llevando todo el cuidado posible y llamando a gritos a la persona que emitía aquel grito de socorro.
-¿Hola?
-¿Hay alguien ahí?
Justo en el momento en que Regina formuló esa segunda pregunta la sombra de Peter Pan salió del acantilado, que junto al viento y la lluvia, hizo perder el equilibrio a Emma, que resbaló y cayó por el acantilado. Emma habría muerto si no hubiese sido por la velocidad con la que Regina le cogió la mano, evitando así que esta cayera al vacío.
-No me sueltes por favor- pidió Emma aterrorizada
-No lo haré, no podría…
-¿Acaso tu conciencia se vería afectada por ello?
-Eso y que si lo hiciera tus padres me matarían y Henry me odiaría- puntualizó Regina
Al momento de decir esa frase cayó la rama de un árbol golpeando a Regina en el hombro y la cabeza, y haciéndola aflojar la mano con la que sujetaba a Emma, la cual se resbaló unos pocos centímetros más hacia abajo.
-¿Estás bien Regina?
-Sí sólo ha sido un golpe, no te sueltes.
-No pensaba hacerlo. ¿Crees que podrás subirme?
-No lo sé pero no tenemos otra opción, si no lo intento caeremos las dos y si lo intento y no lo conseguimos también.
-Si no sobrevivo quiero decirte que…
-Emma, no seas negativa, no ahora por favor- Emma no podría haber dicho si Regina estaba llorando o era simplemente la lluvia que mojaba su cara
-Muy bien a la de tres, una…
-Dos…
-Tres.
Ambas hicieron un sobre esfuerzo, haciendo lo imposible por conseguir subir y por poco no lo consiguieron. De la fuerza que hicieron ambas, Emma cayó sobre Regina en una posición que habría resultado algo incómoda, totalmente pegadas y con las caras a unos escasos centímetros, las dos se miraban fijamente a los ojos, aunque ninguna hizo nada por cambiar la situación.
-Respecto a lo que querías decirme, sé que lo decías porque creías que ibas a morir pero, me gustaría saberlo
-Yo…- todo el valor que había reunido Emma para decirle a Regina dos simples palabras desapareció. En lugar de continuar la frase cerró la corta distancia que separaba sus labios de los de Regina y le dio un suave y dulce beso.
Emma no supo decir que le sorprendió más, que si que Regina no la apartara con su magia o que simplemente le correspondiese el beso. Cuando se separaron ninguna de las dos dijo nada ni siquiera se movieron hasta que Regina alzó un brazo, Emma creía que para apartarla pero en lugar de eso, le acarició la mejilla y la atrajo hacia si para darle otro beso esta vez más largo y más intenso. Esta vez al separarse las dos estaban ya sin respiración y algo sonrojadas.
-Lo siento no he podido evitarlo yo…-comenzó Emma pero se calló al ver la cara que ponía Regina ante su disculpa.
-No… la culpa es mía no debería haber seguido, pero como esto ya no tiene arreglo, no me importa estropearlo un poco más- la contradijo la otra- Emma, te quiero, no sabía cómo decírtelo, pero de todas formas después de esto no creo que me vuelvas a mirar a la cara.
-Si hubiese sabido antes lo que sentías no te habría confundido de esta forma. Lo siento, pero no el haberte besado, sino el no haberte dicho antes que yo también te quiero- dicho esto la besó de nuevo sin darle tiempo siquiera a asimilar lo que acababa de decirle.
-C-creo que deberíamos volver se nos ha hecho tarde, si quieres cuando todo esto acabe podemos hablar de lo que ha pasado- dijo Regina tras separarse.
-Me parece bien
Emma se levantó y ayudó a Regina a hacer lo mismo, aunque no empezaron a andar sin antes darse un último beso. Ambas se prometieron encontrar una forma de vencer a Peter Pan y salvar Storybrook, juntas.
