Disclaimer: Los personajes Card Captors Sakura pertenece a Clamp. La Historia si es de mi imaginación.
1.- Pensamientos
2.- Recuerdos
Capitulo 1
"Te Extraño"
Al entrar en la amplia sala observo muchas personas sentadas con rostros preocupados, llorando, aliviados, felices e incluso enojados, en fin una infinidad de emociones se veían, eso era lo más común estando en ese lugar. Pero ella no sabía cual emoción estaba en su rostro, pues sentía enojo, preocupación, indiferencia, frustración, tantas emociones y no sabía qué hacer.
¿Cómo puede hacerme eso? Era la quinta vez que se preguntaba una mujer de ojos verdes esmeraldas que inquieta solo pensaba en cómo esa persona tan importante para ella, llevara dos días sin comunicarse, sin mensajes, ni llamadas, ella solo sentía que iba a enloquecer.
La chica siguió pasando rápidamente a las personas a su alrededor, necesitaba llegar al ascensor.
-Sakura –escucho decir su nombre en un tono sorprendido- ¿Qué haces aquí?
Se detuvo y volteo hacia una chica que la observaba con los ojos abiertos y con la boca ligeramente abierta. Si su tono mostraba sorpresa, su rostro lo demostraba aun más. Se acerco a la chica ya que esta estaba en el recibidor del lugar pero no respondió a la pregunta de ella, le parecía muy tonta, teniendo en cuenta como estaba vestida y lugar a donde se dirigía.
-Digo…bueno… -observo como la chica que la había llamado reía nerviosa sin saber que decir-
-Para trabajar –le regalo una sonrisa amable para que se tranquilizara- ¿para qué más podría estar en el hospital?
-Para muchas cosas –La joven susurro, pero la ojos verdes mostro indiferencia ante su comentario- Pero me refiero a…es decir…tienes vacaciones –hablando un poco más alto-
-Sí pero… –colocando sus manos en sus bolsillos- estaría muy sola
-Pero Sakura, tu nunca estas sola…digo…bueno…tienes a tantas personas a tu alrededor –La ojos verdes levanto un ceja suspicazmente, pero antes de hacer algún comentario ya la otra chica estaba agregando- bueno tienes razón, te debes sentir sola
Rika Sasaki, enfermera, empleada modelo y lo más importante una de sus amigas, bueno la única que podía considerar amiga. Sakura suspira fuertemente, si comenzaba con esos pensamientos no terminaría el día bien. Observo como Rika mantenía inclinada su cabeza apenada por sus palabras, ella sintió cierta culpabilidad, ya que sus palabras fueron cortantes e indiferentes. Rika no se merecía eso, su estado de humor no lo podía pagar con ella.
-Discúlpame Sakura –dice la enfermera mientras su rostro toma un color rojo-
-¿Te encuentras bien? –tocando la frente de su amiga con profesionalidad- Si te sientes mal, deberías irte
-No…no…no es eso –balbuceando- simplemente me preguntaba ¿cuándo vendría tu hermano?
Ahí entendió el color del rostro de su amiga, estaba sonrojada. No sabía cómo pero todas las mujeres del edificio suspiraban, se sonrojaban ante la presencia de su hermano, incluso cuando hablaban de él o escuchaban su nombre, se alborotaban y reían nerviosamente, y por supuesto, Rika no era la excepción.
-Rika, ¿Si sabes que Touya es casado, verdad?
-Si…pero –aun sonrojada- ¡es tan guapo!
-Su mujer te mataría si te escuchara
-Pero ella no está –dijo tímidamente su amiga-
-El debe venir mas ahora –dijo recordando que su hermano había vuelto de su viaje hace dos días- pero te recomiendo que no te ilusiones mucho, aunque ella este de viaje, Touya adora a su esposa –sacando sus manos de los bolsillos, donde habían estado durante toda la conversación- Por cierto discúlpame si soy indiferente contigo, pero no estoy de humor
-No te preocupes Sakura, pero ¿Cuándo vuelve él? –Por el tono en que lo dijo la castaña supo que no se refería a su hermano-
-Espero que pronto –sonrío tristemente- nos vemos luego, tengo una operación en una hora y tengo que prepararme
Sakura retomó su camino hacia el ascensor, una vez dentro subió varios pisos, para estar en cuestión de minutos en el área de operaciones. Todos la saludaban amistosamente. Seguro Rika les había avisado antes de que subiera, pensó la castaña; aunque algunos se sorprendían todavía, y no era de extrañar pues se suponía que tenía vacaciones y nunca se las perdía. Pero ese año no estaba una de las personas más importante para ella, así que prefirió quedarse en el hospital a trabajar.
Aunque no puedo dejar de preguntar ¿Qué estaría haciendo él en estos instantes?
Tenía un año sin verlo en persona, solo podía escucharlo y observarlo en las video- llamadas. ¡Cuánto lo extrañaba!
…
-Shaoran, Shaoran –gritando-
-Por favor señor, esto es un aeropuerto, no un concierto para gritar eufórico –dijo un hombre con uniforme de vigilante-
-Lo siento –se disculpo con el rostro levemente rojo por la pena-
Cuando el oficial a cargo de la seguridad del aeropuerto se retiro. Observo nuevamente hacia el lugar donde segundos antes vio como un joven alto de cabello castaño oscuro vistiendo unos jeans negros, playera gris y una gorra negra, con lentes negros, se alejaba rápidamente. Ese era su amigo Shaoran Li, tan despistado como siempre. Se suponía que él iba a cambiarse de ropa y verse en la sala de espera del aeropuerto, pero no fue así, el castaño se fue sin siquiera voltear a verlo.
Suspirando de nuevo tomo su maletín negro, para así ir al auto asignado por la empresa que les venía a buscar. Apenas habían pisado tierra japonesa, y ya su amigo quería verse con ella, ¡seguro por eso era su apuro! Volvió a suspirar Se suponía que estarían en Tokio por tres días para arreglar un contrato y así marcharse.
-Buenas días, señor Hiragizawa –saludo el chofer que siempre los buscaba a él y a Li-
-Buenas días –saludo antes de meterse en el automóvil-
-Disculpe –dijo el chofer una vez sentado para manejar- y ¿el señor Li?
-Está haciendo unas diligencias, ¿no lo viste cuando se marcho?
-No lo vi
Una vez dicho eso el automóvil se pone en movimiento empezando a recorrer cada calle de Tokio. Ese lugar no tenía ningún recuerdo en especial para él. Apenas había visitado ese país algunas veces y solo por trabajo.
Observando el paisaje por la ventana del auto no pudo evitar parpadear varias veces, cuando vio a Shaoran entrar a un hospital apurado, ¿Qué era todo aquello? Li no le había dicho nada de ir a un hospital. ¿Sera que tenía los lentes sucios?
-Es la primera vez que veo que algo lo impresiona –comento el chofer-
-¿A sí? –Alzo las cejas-
-Disculpe si fui entrometido
-No te preocupes –solo dijo- simplemente a veces hay cosas de las cuales no se qué pensar.
Suspiro. Definitivamente Shaoran tendría que darle muchas explicaciones cuando llegara a la empresa. Pues ¿Qué hacia él en un hospital?
…
En el hospital central de Tokio, entraba rápidamente un chico alto con jeans negros, playera gris, zapatos deportivos, gorra negra y lentes oscuros.
El joven con apuro paso a las personas a su alrededor hasta detenerse en el recibidor del lugar. Ahí estaba una joven mayor que él. Recorrió con la mirada a esa joven, ella era un poco más baja que él, tenía el cabello corto y de color castaño –un poco más oscuro de la mujer que estaba buscando-. Ahí recordó el motivo por el cual estaba en ese lugar.
-Hola Sasaki ¿podrías decirme donde esta… -no pudo continuar cuando ya la joven lo abrazaba efusivamente-
-¡Que alegría verte!
-Me…estas…asfixiando –apenas pudo decir-
-Lo siento –lo soltó sonrojada- Tengo tan tiempo sin verte. ¡Un año!
-Si entiendo –agarrándose el cuello-
-Justamente estaba hablando con Sakura de ti. Le preguntaba cuando volvías. La fueras visto estaba de un humor, que ni te imaginas.
-Me imagino –sonriendo ampliamente. Mientras Rika quedaba embobada observando su sonrisa. Así pasaron varios segundos, la enfermera solo observaba el rostro del joven con una sonrisa. Y el castaño sonreía nervioso, surgiéndole dos gotas en la cabeza.-
-Bueno… ¿y donde esta?
-Ah sí verdad. A eso has venido. Que tonta soy –dice nerviosa- Ella está en su consultorio. Acaba de salir del Quirófano
-Gracias –dice con una sonrisa antes de marcharse-
-Se ve tan guapo –susurro la enfermera con un gesto soñador. En ese momento escucho como alguien sonaba su garganta. Ella sonrojada volteo, y ahí estaba un sujeto con una sonrisa en sus labios.
-Rika –sonrojando aun mas a la chica- ¿No te molesta que espere por el aquí?
Ella negó con su cabeza.
No lo había visto cuando llego y por la sonrisa de este, estaba segura que estaba ahí desde mucho tiempo. Sin decir una palabra observo el ascensor por donde se había marchado el castaño. Ella solo pudo sonreír imaginándose la escena que el joven estaría haciendo junto a Sakura.
Mientras en el quinto piso se abría el ascensor para segundos después salir el mismo joven que había hablado con Rika. Paso cada pasillo buscando rápidamente a la persona que quería ver.
Y solo se detuvo cuando vio a esa mujer con una bata blanca, cabello castaño liso que le llegaba por las caderas, aun de espaldas sabia que ella era la que esperaba ver con tantas ansias. Se iba acercando lentamente a la castaña, quitándose los lentes para poder observarla mejor.
Pasaron por lo menos un minuto cuando la chica se volteo con gesto confundido, para después mostrar una sorpresa y felicidad genuina que sin pensarlo dos veces se arrojo a los brazos del joven, que aun siendo un adolescente aguanto su peso con facilidad.
-Mama te extrañe tanto –besando la frente de la castaña con ternura-
-Yo también mi niño
-Mama –dice con reproche- No soy un niño…soy un…
-Adolescente –terminando lo que el joven iba a decir- Shaiming aun cuando tengas 30 años seguirás siendo mi niño –agregando con dulzura- mi adorado niño –observo los ojos del chico, tan verde como los recordaba, ese color idéntico al los de ella-
…
En la oficina presidencial de la empresa "Juguetería Daidouji", Eriol revisaba los contratos de los accionistas más importantes, se suponía que ahí había un error, un dinero que no fue pagado. Solo arreglaría ese problema y así podrían marcharse de ese país.
-¿Cómo pudiste? –se sobresalto al escuchar esa voz. Esa pregunta parecía más un gruñido que otra cosa. Ahí estaba Shaoran con el ceño fruncido, con un traje formal negro, un momento, el no salió del aeropuerto con ropa más informal y juvenil.
-¿De qué hablas? –Pregunto pero el castaño que solo lo miraba enojado- ¿Qué quieres de mi, Shaoran?
-Tú sabes
-No sé de que hablas –dijo- Aunque espero que no sea matarme
-¿Cómo pudiste dejarme en el aeropuerto? Fue unos minutos que te pedí que me esperaras para poder cambiarme
Ahí si el ingles estaba confundido. Podía haber jurado que el chico que salió del aeropuerto era él. ¿Qué pasaba ahí?
-¿Vas a responder? –dice el chico con brazos cruzados. Sus ojos de color chocolate mostraban una chispa de fuego. Estaba molesto y sus ojos lo demostraban.
-Hubiera jurado que te vi salir de aeropuerto con ropa informal
-Bah…ahora me vas a decir que fui yo el que te deje
-Si Shaoran
-Yo no me cambie de ropa, el baño estaba muy lleno y preferí venirme –parecía que escupía cada palabra-
-Tranquilízate. Fue mi error –no pudiendo dudar de la sinceridad del castaño. Por lo general él no le hacia esas bromas-
-Claro que fue tu error –dice aun más molesto- me vas a decir que vistes a un chico de mi edad, con mi estatura, con mi mismo cabello, ojos, vestido con mi estilo de ropa…-hubiera continuado, pero estaba confundido al ver que Eriol se quitaba sus lentes y empezaba a limpiarlos-
-Si definitivamente tengo que ir a un optometrista (1) –susurraba Eriol. El castaño frunció el ceño –si aun podía más-.
-¿A qué te refieres?
-Debo estar mal de la vista –colocándose nuevamente los lentes-
-¿Por qué lo dices?
-Porque vi a una persona que se parecía a ti. Pero ahora que mencionas todos esos detalles, que en su momento no me percate, es que me di cuenta que no eran tan parecidos –dijo con voz tranquila-
-Explícate –dice confundido-
-Esa persona era aun más joven que tu, podría tener máximo 18 años –suspiro para continuar- también era un poco más bajo que tu, además no tiene tu mismo estilo en vestir –agrego cambiando la voz a reproche- Pero no tengo la culpa tenia tu mismo color de cabello…y los ojos…bueno no se los vi…tenia lentes oscuros.
Shaoran alzo las cejas incrédulo. No podía creer que Eriol que era aun mas perceptivo que él, pudiera confundirlo con alguien más, y aun mas con todos esos detalles de por medio. Si tenía que ir para que le revisaran la vista o que le cambiaran los lentes.
-Y ahora que lo noto…no tenía esa pequeña barba que tienes –agrego un confundido Hiragizawa-
-Préstame tus lentes necesito ver si están rotos…porque no me imagino a ti, siendo tan descuidado para confundirme con alguien más -Eriol frunció el ceño, el tampoco se imaginaba siendo tan descuidado-
-¿Cómo llegaste a la empresa –pregunta para cambiar de tema-
-En taxi. ¿Cómo más? Me dejaste incluso sin chofer –dijo recostándose en uno de los sofás de la oficina- ¿Por qué no estará aquí?
-Ella debe venir pronto –sabiendo a que se refiere el Castaño-
-Eso espero –susurro, observando el teléfono-
-¿Por qué no está aquí? –Pregunta aun angustiado-
Eriol solo voltea los ojos pidiendo paciencia. Otra vez esa pregunta. En ese momento suena el teléfono que Shaoran tiene en la mano.
-¡Contesta! –dijo exasperado-
-Si son malas noticias –dice sin contestar el teléfono-
-Li –pronuncia el apellido de su amigo divertido por el rostro de angustia que tiene este. Siempre se pone así cuando se trata de ella- No creo que sean malas noticias
Shaoran toma el teléfono con nervios. Para escuchar la voz calmada de una joven.
-Hola papa
-Shuang –se incorporo rápidamente en el sofá- ¿Cómo estás? ¿Por dónde vienes? ¿Ya tomaste el avión? ¿Te voy a buscar al aeropuerto?
-Por lo menos una pregunta por minuto, amigo la vas a marear –dijo Eriol con una sonrisa, a lo que el castaño respondió con una mirada asesina-
-Papa no voy a poder ir –dijo con tristeza-
-¿Por qué? –Se levanto del sofá-
-Porque aun tengo mis deberes
-¿Qué deberes? –pregunto molesto-
-Los ancianos…disculpe…quise decir los mayores de la familia…
-No me interesa que digan los ancianos esos –interrumpiendo a la joven- …en este preciso instante te quiero en el aeropuerto de Hong Kong
-Papa se van a molestar…además vas a durar pocos días en Japón
-Shuang me estas desobedeciendo
-No…no...No pienses eso…pero si quiero ser considerada como tu heredera y ser en un futuro cabeza de la familia Li necesito estar en Hong Kong y terminar mis deberes –agregando con dulzura- además vas a durar como tres días en Tokio…solo te estorbare
-Querida tu no me estorbas –dice Shaoran con ternura- eres mi adoración…solo quería pasar unos días contigo…sin toda esa presión familiar
-¡Papa! A mí también me gustaría
-Está bien cariño –suspirando- Cumple con tus deberes. Nos vemos muy pronto –luego susurro- Hija…Te quiero Mucho. No se te olvide
-También Te quiero papa –con voz acongojada- Cuídate
-Tú también mi princesa –colgando la llamada-
Eriol hubiera dicho ¡que tierno! Pero una voz interior le dijo que no era el momento.
-La has criado demasiado bien, es idéntica a ti, primero sus deberes
-No fui yo quien le enseño a ser así–susurro mirando el teléfono- Mi madre le insiste que primero son los deberes y después lo demás…aunque no estoy de acuerdo con eso
-Tu hija ha cambiado un poco a lo que era antes
-Si
-¿La extrañas?
-Por supuesto. Ella es mi vida, lo más importante para mí –dijo justificándose. Eriol solo sonrió ante la intensidad de lo dicho por su compañero-
…
En Hong Kong una chica sentada en la cama de su habitación se limpiaba sus mejillas. Esas lágrimas estaban traicionándola. Ella solo pensaba en cómo le gustaría estar con su papa en Tokio, pero su abuela le insistió que primero debía cumplir sus deberes.
-Deja de llorar –dijo una voz seria y profunda-
-Abuela…quise decir…Dama Leran –Se levanto haciendo una pequeña reverencia-
-Shuang no pareces una Li, mostrándote siempre débil. Los Li no somos débiles.
-Si –susurro cabizbaja- Lo se
-Te espero en 5 minutos. Debemos ir a una reunión.
Una vez su abuela se marcho de su habitación, pudo relajarse. Esa reunión no era tan importante, aun así tenía que asistir. Se acerco al amplio espejo de su tocador. Se observo por varios minutos, estaba vestida con un kimono tradicional de china en colores verdes y negro -el verde es el color de su clan-. Su cabello que le llegaba apenas por los codos era de un color castaño más claro que el de su padre, además tenía dos mechones más cortos que le llegaban por la barbilla, pero su cabello ese día estaba recogido en un moño, dejando por fuera los dos mechones.
Aunque poseía rasgos de su padre, lo que la caracterizaba como su hija, no era el apellido, era el color de sus ojos. Si efectivamente sus ojos eran de un color chocolate idéntico a los de su padre.
Notas de la Autora:
El optometrista es el especialista en proporcionar lentes, gafas y anteojos para compensar la refracción del sujeto, Terapia Visual para ambliopía (disminución de la agudeza visual aun con la mejor corrección óptica), tratamiento del estrabismo, supresión de la imagen, diplopia (visión doble), etc.
¡Hola querida lectoras!
Esta historia es un poco diferente, como ya habrán notado. ¿Quién de ustedes pensó que Shaoran era la persona que se encontraría con Sakura? Y ¿Quién se dio cuenta que no era Shaoran antes de ver el nombre del chico? Jejeje me gustaría saberlo xD
Tenía esta historia en mi mente por mucho tiempo, y por fin me anime a darle forma. Créanme hay mucho más de lo que pueden ver detrás de este trama. No quiero revelar nada todavía, quiero saber primero su opinión.
Espero sus Reviews.
