Aclaracion del autor: No tengo ningun odio contra ninngun poni, por favor, no se lo tomen personal.
Hoy era un lindo día en Ponyville, bonito y soleado, gracias a la princesa Celestia. Habían ocurrido varios cambios positivos en las últimas semanas que siguieron luego de que evitaran que Sombra obtuviera el corazón de cristal salvando así el Reino de Cristal, el ingreso de Rainbow Dash a la Academia de los Wonderbolts, y la reformación de Discord. Pero había algo para lo que ninguna de las portadoras de los Elementos de la Armonía estaba preparada. Algo que tomaría por sorpresa a Ponyville y a una yegua fiestera.
-Listo-decía una poni rosada de crin esponjada del mismo color, aunque más oscuro-ese era el ultimo globo-.
Estaba dando los últimos toques para una fiesta sorpresa, ¡oh! ¡Como le encantaban las fiestas sorpresa!
-Ya falta poco para que el poni nuevo llegue…-y mientras decía esto, comenzaba a dar saltitos mientras sonreía-.
Ella es Pinkamena Diane Pie, mejor conocida como Pinkie Pie, o solo Pinkie.
Aunque todo poni en Ponyville la conozca por ser la fiestera del pueblo y dar una fiesta siempre que alguien nuevo llegara, ella no siempre fue así. Ella trabajaba en la granja de rocas de su familia, donde todo era gris, y nadie sonreía. Hasta que un día Pinkie vio el Sonic Rainboom que su ahora amiga Rainbow Dash hizo en el cielo, y al ver esos colores vividos y alegres, no solo su crin pasó de ser lacia a esponjada, también quiso compartir su felicidad haciendo su primera fiesta: ¡su familia quedo encantada! Nunca habían sonreído como aquel día en que Pinkie se convirtió en la poni alegre y sonriente que conocemos.
Pero hoy, ocurrió algo raro. Alguien tocaba la puerta mientras Pinkie había casi terminado de dar los últimos toques a su fiesta que como era costumbre, casi todas sus fiestas las hacía en la pastelería donde trabajaba, la muy conocida Sugarcube Corner. Pero aun no era la hora de traer al nuevo poni, pues les dijo a sus amigas que lo trajeran a las dos y media de la tarde cuando apenas faltaban diez para las dos.
-GUMI, ¿PUEDES ABRIR?-grito mientras tenía en sus cascos una cinta que estaba por colgar-.
Luego suspiro, recordaba que su cocodrilo bebe Gumi, estaba siendo cuidado en la casa de Fluttershy, por cuestión de la fiesta al poni nuevo.
-Vooooyyyyy-dejando la cinta en su lugar, inmediatamente se dirige a la puerta y la abre-.
No encontró a nadie. Pero si algo pequeño que estaba frente a su puerta.
¡Oh, un paquete!-miraba una caja envuelta en papel azul con moño amarillo-.
Después de tomar el paquete y entrar de nuevo a la pastelería inmediatamente lo abre para encontrarse con un cupcake de glaseado azul. Pinkie saco el cupcake y vio que había una nota debajo de este.
"Este es un regalo por hacer felices a todos esos ponis, espero que te guste recibir algo de vez en cuando, lo hice especialmente para ti" Firma Anónimo.
-Gracias-decía como si aquella entidad lo escuchara- aunque no recuerdo haberte hecho una fiesta Sr. Anónimo, seguro que te gustaría.
Pinkie le dio un mordisco al cupcake. Estaba delicioso.
-Mmm…mora-saboreaba el bocado-este Anónimo sabe cocinar bien-.
Pero entonces cuando trago su primer bocado, como 10 segundos después empezó a sentir que la cabeza le daba vueltas. Deja el cupcake en una mesa.
-Guauuuuuu-decía en un tono enfermo-sientoooo queeee eeel mundooo meee daaa vuuuueltaaaasssss-.
Inmediatamente comenzó a sentir un cosquilleo en su barriga, que este se hacía más intenso a tal punto que no podía contenerse y reía un montón, como si estuviera en una guerra de cosquillas.
¡JAJAJAJAJAAJAJA!-se lleva los cascos a la barriga, fuente de su incontrolable risa-QUE…JAJAJA…ME-E...JAJAJA…E-ESTA…JAJAJA…PA-PASANDO…JAJAJAJA…
***3 minutos después***
Inmediatamente las cosquillas se detuvieron. A lo que Pinkie solo pudo dar gracias a que eso terminara.
-Menos mal que termino-decía jadeante intentando recuperar el aliento-.
Pero entonces vino algo que no se esperaba: un dolor punzante proveniente de su barriga.
-AAAAUUUUUU-decía sosteniéndose el vientre como si estuviera teniendo un batallón ahí dentro-.
Comenzó a moverse de forma descontrolada, mientras en un descuido tira la mesa que contenía el ponche y los bocadillos. Más tarde se escucha el ruido de vidrios rotos quebrándose, Pinkie resbala por culpa del ponche derramado y se cae de espaldas contra los cristales rotos, causándole todavía más dolor. Sus gritos de agonía fueron todavía más grandes y eso había comenzado a llamar la atención de varios ponis que estaban pasando cerca de ahí.
-¡GRRRRRRRRRROOOAAAAAAAHHHH!-gritaba a todo pulmón mientras se le salían unas lágrimas de dolor-.
Su corazón latía rápido, sentía calor en el cuerpo, y también un ardor en su lomo. Comenzó a sentir que se le iban las fuerzas, cuando escucho a un grupo de ponis que habían entrado para ver que sucedía.
-PINKIE-fue el último sonido que escucho antes de perder el conocimiento-.
Es mi segundo fanfic (GRACIAS A UN REPENTINO ATAQUE DE INSPIRACION), y espero que como el primero este haya captado su atención. Subiré un capitulo entre 3-7 dias maximo. Espero dejen sus comentarios, diciendo que les gusta y que no. Toda critica (no destructiva)es bien recibida.
¿Quién creen que le envió ese paquete a Pinkie? ¿Qué puede tener? DESCUBRANLO (TAL VEZ) EN EL SIGUIENTE CAPITULO.
