Slytherin four ever

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Jotaka Rowling y a la Warner Bros.

Advertencias: Yaoi-Slash (Relación hombre x hombre) OoC (Out of Character) M-preg (Embarazo masculino) Chan (Relación Adulto x niño) Gary Stu.

Parejas: Lucius x Remus – Sirius x Severus – Voldemort x Harry & las que se me vallan ocurriendo en el camino.

Prologo: La huida.

Había pasado tan poco del extraño suceso. Un niño de tan solo un año de edad había asesinado al villano del mundo mágico. Cuando la maldición asesina le había rebotado, saliendo libre con tan solo una cicatriz.

Harry Potter, el niño que vivió, salió en todos los periódicos mágicos, todos ellos decían que había acabado con el que no debe ser nombrado.

Todos los magos y brujas estaban sumamente felices, muchos de sus antiguos seguidores habían ido a parar a Azkaban, la prisión mágica de alta seguridad.

¿Pero porque el señor tenebroso estaba buscando a los Potter? Porque existía una profecía. Esta recitaba que un niño nacido de los que lo habían desafiado tres veces lo vencería, no podría vivir uno mientras el otro estuviera vivo. Solo dos parejas de hechiceros una neutral y la otra de la luz lo habían desafiado tres veces, los Potter, y los Longbottom.

Las parejas se comenzaron a someter al encantamiento fidelio. Pero los Potter hicieron una mala elección, condenando no solo su vida, sino también la de sus amigos y la de su hijo. Habían escogido al heredero de la noble casa Black, desertor de esta, mortifago sin marga, gran y fiel amigo a los Potter pero el al decir que sería muy obvio esa elección. Lo comento con sus amigos. Así escogieron al que creyeron el más apto, al que ellos pensaban no tenía nada que ver con la secta oscura. Peter Pettigrew. ¡Pero se equivocaron! Él era un mortifago, y al enterarse de eso, fue corriendo con su amo.

Los Potter murieron a manos del terrible Lord Voldemort, pero como ya se había mencionado, la maldición había revotado para desaparecer al antiguo lord. Sirius Black después de enterarse de la muerte del que fue su amigo corrió a encontrar al culpable, lo encontró pero este Peter Pettigrew ataco matando a doce muggles y cortándose un dedo en el proceso; acusado de traición, de matar a doce muggles y a su amigo de antaño Pettigrew Sirius Black fue a parar a Azkaban sin un juicio previo.

Los Longbottom creyendo que ya no había peligro quitaron el fidelio, cuando la prima de sirius Black, Bellatrix Lestrange, ataco junto con su esposo y su cuñado atacaron a los Longbottom dejándolos locos por culpa de los crucios que recibieron, dejando a su hijo sin ambos padres que fueron a parar a la sección de daños por encantamientos del hospital de san mungo.

Albus Dumbledore se encargó de llevar al pequeño Harry Potter a la casa de sus tíos en Privet Drive número 4. Pero estos al ser muggles odiaban la magia. Siempre Petunia diciendo que su hermana era una fenómeno. Y su esposo apoyándola. En esa época ellos la familia Dursley también tenían un hijo Dudley un niño demasiado mimado, quien se llevaba con Harry tan solo treinta y nueve días.

Los Dursley pese a sus negaciones tuvieron que aceptar a Harry Potter como… alguien más en esa casa.

Pasaron los años, donde Vernos y Dudley mayoritariamente golpeaban al pequeño Harry, su tía Petunia simplemente lo olvidaba, y de vez en cuando lo alimentaba y daba agua. Cuando el pequeño enfermaba simplemente lo aislaban, y no lo sacaban del cuarto debajo de las escaleras. Para no enfermar a Dudley.

13 de enero del año 1,986.

El pequeño Harry Potter, cansado de tanto llorar se encontraba acostado en el pequeño e incómodo colchón que tenía en la alacena debajo de las escaleras.

—Ya no quiero sufrir más —murmuraba entre espasmos de dolor, todo gracias a su tío, Harry había hecho magia accidental y simplemente lo había golpeado.

Con mucho cuidado, abrió la puerta de la alacena. Vio a todos lados, viendo que la casa se encontraba sumamente oscura, seguro por la hora (Era de noche), y porque todos estaban dormidos.

Tomo la funda de su almohada, y metió un poco de ropa, que le quedaba grande debido a que era la ropa vieja de su primo, su cepillo de dientes y un libro que le encantaba, el titulo por mas gastado que estaba se alcanzaba a leer "Dorian Gray y la piedra de la resurrección" le encantaba ese libro, lo había encontrado tirado en la basura hace dos años, no sabía leer, debido a que no alcanzaba las letras, y por eso solo veía los dibujos.

Salió de la alacena, para caminar hacia la puerta con total silencio. Vio que la puerta estaba cerrada, y busco con el tacto las llaves de la puerta, parándose de puntitas para alcanzar la mesa.

Sintió algo frio y lo tomo sintiendo que eran las llaves. Busco la que tuviera la goma en la cabeza, lo que la diferenciaba de las demás.

Se acercó a la puerta, y metió la llave en el picaporte. Abrió con delicadeza, tratando que sus tíos no escucharan. Pero cuando iba a salir, una ráfaga de viento (por la tormenta que se acercaba) hizo que la puerta rebotara, haciendo que Vernon y Petunia bajaran extremadamente rápido, estos vieron como Harry comenzaba a salir corriendo.

—¡Nunca vuelvas a esta casa! — escuchaba los gritos de Vernon —Mal agradecido —mientras el pequeño seguía corriendo, la lluvia se desato, posiblemente por la tormenta pronosticada. Aunque para Harry era más otra prueba de que el cielo estaba con él, no soportando la retención de lágrimas, las dejo fluir, para que se mesclaran con la lluvia.

Siguió corriendo, hasta que sus piernitas no daban para más, llego a un parque, siempre jugaba en ese parque, le encantaba.

Se acercó a los columpios, y con total lentitud se subió a uno. Se comenzó a mecer mientras la lluvia seguía en su máximo potencial.

No se dejó de mecer, hasta que vio una banca, bajo del columpio camino hacia ella.

La toco, se encontraba fría, pero era eso mejor que nada.

—No me siento bien —murmuraba el pequeño Harry mientras se recostaba en la banca. La funda de almohada que traía con su cambio de ropa, un libro desgastado y su cepillo de dientes, la dejo bajo la banca. Tratando de cubrirla con su cuerpo lo mejor que pueda.

Poco a poco se comenzó a sentir más cansado, hasta que se rindió, y callo a los brazos del dios del sueño Morfeo.