¡Hola mis queridos lectores!
¿Cómo han estado?
Bien, aquí traigo mi primer fic de
"El origen de los guardianes" (JackxLectora)
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Una razón para ser feliz
Capítulo 1: Sentimientos, sensaciones y emociones.
Abres tus ojos aterrorizada, tarde o temprano el hielo en el que estás parada se romperá, caerás al lago y… morirás, una lágrima corre por tu mejilla y muchos pensamientos empiezan a invadir tu mente, intentas moverte pero los patines sólo hacen que el hielo cruja más, estás sola, Jamie fue a pedir ayuda a sus amigos, no puedes creer que en tu primer día de vacaciones vas a morir… ni siquiera verás la Navidad.
-De todas formas no le importo a nadie… así que ninguna persona va a extrañarme.-El hielo vuelve a crujir, empiezas a recordar los momentos más felices que has tenido en toda tu vida y esbozas una sonrisa. -Morir no es tan malo. -Dices en voz alta al recordar la muerte de tus padres.-Después de todo volveremos a estar juntos y haremos una hermosa familia. -Una grieta profunda aparece en el hielo, cierras tus ojos y lanzas un grito al sentir que el hielo por fin se ha roto, notas algo extraño, puedes respirar, abres los ojos como platos y te das cuenta que alguien te sostiene de la cintura y… ¿Están flotando?
-Tranquila, no voy a soltarte ¿De acuerdo? - Ambos empiezan a descender hasta que llegan al helado piso cubierto de nieve, te suelta y te giras rápidamente hacia la persona que te ha salvado, te encuentras con un chico vestido con una sudadera azul y pantalón café, cabello blanco y unos hermosos ojos azules.- ¿Puedes verme? -Pregunta con curiosidad y asombro.
-Sí, ¿Por qué preguntas eso? ¿Acaso piensas que estoy ciega o algo por el estilo?
-No, no es eso, es solo que, esto es muy extraño, ¡Puedes verme y escucharme!- Tu retrocedes al ver que el muchacho aparentemente "lunático" empieza a saltar de alegría y remplazas rápidamente esos patines por tus tennis.
-¿Quién eres?
-Soy Jack Frost -Una risa burlona sale de tu boca.
-Sí, claro, y yo soy el Conejo de Pascua.-Sueltas una carcajada y el albino te dedica una sonrisa.
-Imposible, Bunnymund es el Conejo de Pascuas así que no puedes ser tú.-Lo miras confundida.
-No, tú no puedes ser Jack Frost, debo estarme volviendo loca o algo parecido.
-No estás loca, enserio soy Jack Frost.
-Pruébalo.
-Ya te lo he probado, te salvé de caer en el lago y ahogarte.
-Eso no cuenta, pudiste… no lo sé… pudiste saltar muy alto. -¿Enserio? ¿Fue lo mejor que se te ocurrió decir? ¿Saltar muy alto? Eso no tiene sentido.
-De acuerdo, De acuerdo, ¿Quieres ver que en verdad soy Jack Frost? ¡Pues ahora lo verás!- Él toma un palo muy raro y entonces crea una brisa con él, lanza un soplido al viento y… millones de copos de nieve empiezan a caer sobre la ciudad.
-¡No puedo creerlo! ¡En verdad eres Jack Frost! Siento mucho no haberte creído cuando me lo dijiste, pero es que yo siempre he creído en ti y en algunos otros seres mágicos, pero … muchas personas me han dicho "El hada de los dientes no existe" "El espíritu del invierno es ficticio" "Santa Claus no vendrá así que no tengas muchas ilusiones de que te dejará un regalo" "¿Enserio crees que Sandman es el creador de los sueños ¡Es hora de que mires la realidad!" "¿Buscando huevos de Pascua? ¡Entiende, ese conejo no existe!" y… algunas otras cosas.-Ibas a seguir hablando pero entonces un par de turistas se te quedan mirando raro y luego se te acercan.
-¿Señorita se siente bien? ¿La llevamos a un hospital? ¡Este frío debe estarle haciendo daño!
-No es eso.-Dice la esposa del señor que está haciéndote preguntas acerca de tu salud. -¡Esta demente! ¡Debemos llevarla a un psiquiátrico!
-¿Disculpe?-Jack te mira divertido y luego se acerca a ti mientras la pareja sigue discutiendo acerca de tu "enfermedad", ustedes empiezan a alejarse, los señores están tan distraídos peleando que ni siquiera se dieron cuenta el momento en que te fuiste de ahí.-¿De qué te ríes? ¡No es gracioso! ¡Esas personas pensaron que yo era una enferma mental que probablemente escapo del manicomio!
-Sí, se me olvido decirte que solo las personas que creen en mí pueden verme, generalmente son niños por eso se me hizo bastante raro que tú puedas verme, ¿Cuántos años tienes?
-19… a mí también se me olvido decirte algo.
-¿Enserio?
-Sí, ¡Gracias por salvarme!-Lo abrazas, él te corresponde el abrazo y por primera vez en tu vida vuelves a sentirte querida, algo que desde que murieron tus padres nunca habías sentido con otra persona que no fuera Jamie, tu vecino de 8 años que prácticamente es como tú única familia, una lagrima resbala por tu mejilla, no te extraña llorar en el hombro del albino , en realidad… es bastante normal, hoy es 22 de diciembre por la noche, faltan dos días para vísperas de Navidad, la época más triste del año para ti… te recuerda a ese 19 de diciembre cuando tus padres murieron a causo de ese terrible accidente aéreo, fue hace 5 años… que se dicen fáciles pero en verdad no lo han sido para nada, todas las Navidades a partir de ese trágico día las has pasado sola en tu casa, a veces Jamie te invita a la cena que su mamá realiza, otras veces él se va de viaje y tú te encierras en tu casa a llorar o ver películas de terror para distraerte un rato, no te gusta ir al baile decembrino porque todos los estudiantes bailan y ríen sin ningún tipo de preocupación, ellos son felices y tu… no, porque prefieres hundirte en un mar de tristeza en lugar de tratar de divertirte.
-¡Tranquila! No llores, todo está bien.- Él pone su rostro cerca del tuyo, sientes su aliento frio y mentolado golpear tu rostro suavemente.-Tranquila.-Pasan algunos segundos y por fin logras tranquilizarte.
-Lo siento, yo… yo, lo siento tanto.
-Descuida, no hay problema, es bueno llorar y desahogarse… ¿Cómo te llamas?
-_.
-_ Es un nombre muy lindo, pero tú eres hermosa-Tus mejillas se tiñen rápidamente de un color rojo carmesí al escuchar ese comentario, esbozas una sonrisa y te quedas mirando fijamente esos hermosos ojos azules por un rato, miras al piso al sentir algo extraño que recorre tu cuerpo de pies a cabeza. Sensaciones, emociones y sentimientos que habían estado dormidas durante todo este tiempo, empiezan a despertar.
¡Hola a todos mis lectores!
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¡Cuidense!
Atte: Nina West Rutter