La guerra finalmente finalizo, Aizen fue derrotado, las cosas en la Sociedad de Almas fueron regularizándose, Rukia se le dio un permiso especial para quedarse en la Ciudad de Karakura para informar cualquier indicio de fuerzas malignas, por lo tanto se quedó en casa de Ichigo, los únicos espadas que decidieron empezar una nueva vida fueron Nel, Grimmjow, Nnoitra y Ulquiorra.
Urahara le proporcionó un gigai a cada uno. Nel se quedó a vivir con Urahara y ayudaba en su tienda; Grimmjow y Nnoitra consiguieron un edificio abandonado y vivían allí luego de arreglarlo lo suficiente para poder habitarlo; por último, Ulquiorra, fue invito por Orihime Inoue a vivir en su casa, la chica le tenía un cariño especial luego de ser el único que la protegía en esa celda.
Ulquiorra acepto ya que veía que vivía sola y pensó que sería buena idea acompañarla. Un par de días habían pasado desde que ellos llegaron a vivir al mundo humano. Rukia decidió ir a la tienda a comprobar cómo iban las cosas con Nel.
-Oh, Rukia, que raro verla por aquí- decía alegremente el dueño de la tienda.
-Sí, ha pasado mucho tiempo desde que vine aquí, pero no vine a comprar nada, solo vine a ver cómo andan las cosas con Nel- aclaro Rukia.
-Ah, la señorita Nel, me ha ayudado bastante en estos últimos días- exclamo con una sonrisa en su cara -Debe estar en su habitación, espera aquí, ya la llamo- dijo retirándose del almacén. Al cabo de unos minutos regreso con Nel.
-Rukia!- grito y corrió a abrazarla -Que alegría verte, el tonto de Itsygo no ha venido a visitarme- dijo algo triste. Rukia río y le dio unas palmadas en la espalda.
-No te preocupes- río Rukia -Ya vendrá, tal vez cuando pase el tiempo, Cifer ganara nuestra confianza, yo tampoco estaba muy segura de eso pero ella fue la que tomo esa decisión y el acepto quedarse con ella- dijo Rukia tratando de calmar a la chica peli verde que tenía en frente.
-Está bien- suspiro -Solo hay que darle tiempo- tomo un sorbo de té y siguió platicando animadamente con Rukia.
No muy lejos de allí, Ichigo se estaba aproximando a la casa de Orihime Inoue, tenía muchas dudas de que Ulquiorra se quedara viviendo allí, no confiaba en él y aun no sabía porque Orihime decidió aquello. Toco el timbre dos veces al llegar a la puerta de su apartamento. Una animada Orihime con una camisa blanca algo grande y unos pantalones cortos de color chocolate le abrió la puerta.
Orihime quedo sorprendida al ver quien era que el tocaba su timbre de la puerta.
-Kurosaki tu... - no pudo terminar la frase, el había entrado en su departamento.
-Ya te dije que no me llames Kurosaki, llámame Ichigo- dijo algo molesto.
-Lo siento Kur... Ah lo siento Ichigo- sonrió.
-¿Todo está bien?- pregunto algo angustiado.
-Preguntas por Ulquiorra, vaya - rio la pelirroja -Si aunque le ha costado un poco acomodarse a esta nueva vida, ahora mismo está lavando los platos, ayer le enseñe pero creo que se demora mucho- rio otra vez poniendo sus mejillas de un color rojizo que Ichigo pudo notar.
-Iré a hablar con el- dijo sin ni siquiera mirarla y se marchó a la cocina. La verdad, Orihime aún estaba sorprendida de que el la viniera a visitar a su casa.
Ulquiorra se encontraba en la cocina terminando de secar el último plato, eran cosas para ayudar a la mujer así que acepto. Su concentración fue interrumpida por un chico de cabello naranja entrando en la cocina.
-Que haces aquí, Kurosaki?- pregunto Ulquiorra algo confuso.
-Vine a ver a Orihime, espero que no le hayas echo nada- le dijo mirándolo muy serio.
-¿A qué viene eso?- pregunto Ulquiorra algo fastidiado.
-Nada, solo espero que no le hayas echo nada, ni la hayas maltratado ni le hayas dicho algo que la ponga sensible- respondió.
-Yo no la maltrataría, después de todo ella me dio un lugar donde vivir- respondió sin mirarlo.
-¿Dónde duermes?- pregunto Ichigo inquieto.
-En el cuarto que era de su hermano- respondió.
-Eso espero, donde me entere que la hayas lastimado entonces te matare- exclamo Ichigo algo enfadado.
-¿Me estas amenazando? - pregunto el muchacho de ojos verdes -Creo que a la mujer no le agrado escuchar eso- En ese momento salió Orihime de su escondite, ella estaba escuchando toda la conversación.
-¿Cómo supiste que estaba allí?- pregunto algo confundida.
-Puedo sentirte mujer- dijo posando su mirada fría en los ojos de la chica haciendo que casi temblara.
-¿Que tanto escuchaste?- pregunto Ichigo inquieto.
-Todo- respondió -Ichigo no tienes que preocuparte tanto por mí, puedo cuidarme sola y además Ulquiorra me cuida- sonrió.
-¿Porque confías tanto en el?- pregunto.
-Estas incomodando a la mujer, mejor será que te vayas- dijo Ulquiorra.
-Maldito, tu eres el que la incómoda- dijo Ichigo apretando sus puños.
-No empiecen a pelear- suplico Orihime -Ichigo gracias por tu visita, todavía tengo que enseñarle modales a Ulquiorra- sonrió.
-Retírate, Kurosaki Ichigo- exclamo el chico de ojos verdes de una manera que Ichigo hizo que temblara pero no pudo hacer nada, se despidió y se fue del apartamento de la chica.
Hubo un silencio entre Ulquiorra y Orihime hasta que el pelinegro empezó a hablar.
-No entiendo a los humanos, si el no está interesado en ti porque se toma la molestia de venir a verte- Orihime abrió mucho los ojos, trato de disimular, era verdad lo que decía Ulquiorra.
-Soy su amiga, es normal que se preocupe por mí- respondió con la cabeza agachada.
-No entiendo mujer, ¿porque te importa una persona que no le importas de la misma manera?- pregunto el chico.
-Son cosas que no se pueden explicar, mejor ya no hablemos de eso- Ulquiorra pudo ver una lagrima por la mejilla de la pelirroja, el extendió su mano y con sus dedos la limpio, Orihime lo miro, por alguna razón le gustaba ver esos ojos verdes. Lo único que se le ocurrió decir fue "gracias".
Ulquiorra se levantó y se dispuso a leer un libro que le había comprado Orihime. Hablaba de "cosas humanas" según Ulquiorra, sentimientos, cosas que debían hacer, responsabilidades, muchas páginas eran aburridas pero la mujer se ponía feliz cada vez que lo veía leyendo así que creyó que sería buena idea seguir leyendo para subirle el ánimo.
Orihime le gustaba mirar cuando Ulquiorra leía ese libro, solo tenía 3 días leyéndolo y ya casi iba por la mitad, a lo mejor a él le gustaba leer pero en Hueco Mundo no había libros ni nada interesante que hacer. El chico de ojos verdes a veces se incomodaba, la manera en que ella lo miraba con sus ojos resplandecientes, pareciera como si lo estuviera admirando, él no era un objeto como un jarrón o algo parecido para ser admirado, él era ahora un espada metido dentro de un gigai tratando de llevar una vida normal de humano, como la mujer tanto había deseado, y así mostrarle lo que es un corazón.
HOLA, SI SOY YO :D tengo otro fic pero no creo actualizarlo más, lo siento murió mi inspiración para ese. Llevo días leyendo fics antes de dormirme y se me ocurrió este, no se preocupen, no lo dejare a medias, este lo actualizare cada vez que pueda ^^ si quieren dejen reviews, ah bueno si quieren contactarme o decirme algo o simplemente hablarme pueden hacerlo a través de mi twitter: Diixiie24 y yo con gusto los seguiré (solo díganme que consiguieron mi cuenta leyendo este fic) hare el siguiente capítulo más largo puesto que tal vez tarde un poco en actualizar los premiare con capítulos largos ^^ nos vemos!
