Silencio… solo se escuchaba el silencio.

Caminaba despacio por un oscuro bosque, solo alumbrado por la tenue luz de la luna llena. Tenía mucho miedo, estaba solo entre un montón de árboles y flores que ni siquiera podía ver. Aunque el no había ido solo allí.

Se habían separado sin darse cuenta, el cielo había ido oscureciendo y ya poco era lo que se podía ver, debía hacer dos horas que caminaba sin rumbo, solo intentando encontrar a su padre, aquel con quien había ido a ese bosque, hermoso de día, y escalofriante de noche, donde las hojas de los árboles eran de un verde brillante, donde flores de colores adornaban los caminos, donde de noche no había ni una luz, y uno llegaba a imaginarse que criaturas horrendas vivían en él.

Aquel que estaba perdido por el bosque era demasiado chico para soportar la situación, tendría entre 6 o 7 años.

Seguía caminando, aterrorizado por la oscuridad, era un niño perdido en la inmensidad, el bosque era enorme y habia un solo camino por el que podías tomar muchos direcciones, para doblar o seguir derecho, como un gran laberinto.

Mientras caminaba, escucho unos ruidos provenientes de los arbustos y paro en seco, se quedo mirando hacia el lugar de donde provenía el ruido intentando ver que o quien era lo que lo provocaba y cuando se fue a dar cuenta de que algo se le acercaba peligrosamente, ya estaba entre la boca y las garras de aquella criatura que no había podido distinguir entre lo oscuro de la noche.

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Un aullido..

Un grito..

Solo eso se escucho en el bosque (un nombre para el bosque)

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Un hombre alto, de pelo castaño claro, ojos azules, delgado, de mediana edad, caminaba preocupado por el camino de un oscuro bosque…

¿Cómo deje que se separara de mí? Que mal padre que soy!

No se ni cuidar a mi hijo! Espero que no le pase nada.. ruego que no le haya pasado nada.. por favor.

Necesito encontrarlo, la preocupación me esta matando.. no lo aguanto más.. pensaba con desesperación.

Pero, seguía sin entender como era que lo había dejado separarse de él..

FLASH BACK

Era un día soleado, caluroso, un día de esos que a todo el mundo le dan ganas de hacer algo distinto, un día hermoso para una excursión a un bosque. Un hombre entraba con un niño de 6 o 7 años tomado de la mano a el bosque (nombre..).

Caminaban tranquilos, charlando, buscando algún espacio para hacer un picnic y quedarse allí el resto de la tarde. No estaban acostumbrados a hacer excursiones solos, siempre las hacían con Mary, esposa del hombre y madre del niño. Una bruja excelente, quién siempre hacia todo con magia en las excursiones.

Se soltaron las manos y cada uno empezó a buscar el lugar que mas le gustaría entre los árboles. El niño por un lado del camino, y el hombre por el otro.

Una mariposa preciosa volaba por allí a donde se había ido el niño, era grande, de color rosa con puntitos violetas. Y paseaba por alrededor de las flores que adornaban el sendero, parecía que volaba bailando, se movía con el viento de una forma que hacia que cualquiera que estaba por allí se quedara viéndola. Claro que un niño, no solo se le quedaría mirando sino que intentaría agarrarla, y eso es lo que hizo este niño, pero la mariposa se alejo de él justo a tiempo. El pequeño no se iba a rendir tan fácilmente, así que empezó a perseguirla, y poco a poco, se fue alejando, sin que su padre lo notara.

FIN DE FLASH BACK

Cuando lo llamo porque ya había encontrado el lugar ideal para hacer el picnic, su hijo no le había contestado, y lo empezó a buscar por todos lados gritando su nombre, pero no había caso, el chico no aparecía y cada vez se iba oscureciendo mas, hasta que ya casi no se podía ver.

Ya habían pasado como dos horas y si no lo encontraba pronto se iban a tener que quedar en el bosque toda la noche, cada uno por su lado, y el niño era demasiado chico, le tenía miedo a la oscuridad y no entendía como no lo había escuchado llorar. Si todavía no estaba llorando, estaría por echarse a llorar en cualquier momento, cosa que si lo pensaba bien sería algo bueno, porque talvez lo podría escuchar.

Un aullido..

Un grito..

Se sobresalto. Ese grito.. Ese grito.. ERA SU HIJOO!

Algo le había pasado, y ese aullido no le había gustado nada.

El grito venía de por allí, de esos arbustos que estaban cerca. Del otro lado del camino. O no.. talvez era de alli.. cerca de aquel lago.. no, no, definitivamente provenía del otro lado del camino, detrás de esos arbustos.

Fue corriendo esperando que aquel grito solo fuera por susto y que no le hubiera pasado nada.. pero.. cuando lo vio..

Le sangraba en el cuello, y tenía una mordida que se veía fea.. y un montón de arañazos por toda la cara y los brazos. Estaba desmayado por la perdida de sangre, que en muy poco tiempo ya era mucha.

REMUS! –grito desesperado.

No, no podía ser, no a su pequeño hijo, tan adorable, lindo, tranquilo, no a él.

¿Qué lo habría mordido?

No! No hay tiempo para pensar en eso, se dijo a si mismo.

Agarro al pequeño Remus y lo cargo.

Lo llevo hasta el auto, tendría que llevarlo a casa, imaginaba que lo había mordido alguna criatura mágica, porque el bosque, era un bosque mágico.

No podía ni pensar en lo que le diría Mary, pero ciertamente, mucho no le importaba, solo quería que su hijo, su único hijo, Remus, se pusiera bien.