¡Hola a todo el mundo! Para quienes ya me conocen..¡¡He vuelto!! Ja, ja. Sí, en mí se cumple el dicho de : "mala hierba nunca muere" ¬¬
En fin, muchas cosas han pasado y, a la vez nada importante. Me he dedicado a leer algunos fics de Naruto y he decidido hacer uno que no tenga que ver con el yaoi. ¿Seré capaz de hacer algo sin enredar a los hombres en esto? Pasen, lean y juzguen por ustedes mismos.
Disclaimer: Naruto y sus personajes no me pertenecen, de otra manera la desabrida e inútil de Sakura hubiera muerto en lugar de Asuma Sensei. Por otro lado, yo no hubiera podido crear a un personaje tan hermoso como lo es Gaara, eso solo Masashi Kishimoto.
Justify. Cap. 1 "El día en que me enamoré de ti".
Justificación. ¿Son todas nuestras acciones excusadas de manera que no puedan tener consecuencias dolorosas para los demás ó, incluso para nosotros mismos? ¿En verdad lo que hacemos vale la pena como para exponernos ante y por los demás?
En realidad la vida es solo eso: una justificación..
Sakura pensaba en Hinata. Llevaba varios días callada y, en sí esto no era lo más raro, de por sí la chica era ya así. Pero, existía un instinto femenino que le indicaba que algo no andaba bien con la shinobi.
-Aquí tienes, Sakura- la peli rosa miró el té que su ex compañera de clases le ofrecía. Dando una pequeña reverencia con un movimiento, le indicó un 'gracias' mudo.
Hinata se sentó en silencio sobre sus piernas justo enfrente de la oji verde, con las manos apoyadas sobre sus rodillas y con la mirada clavada en ellas. La Haruno le miraba por encima del borde de la taza y decidió hacer una pequeña prueba para averiguar lo que le pasaba a la muchacha.
-Naruto..- la oji blanco mostró su sobresalto de inmediato y Sakura se sonrió triunfalmente, al momento en que depositaba con parsimonia la tasita en la mesa y no le quitaba la mirada de encima.
Hinata volvió la mirada al jardín de la casa pero, su labios se encontraban entre abiertos, dejando que a intervalos su lengua los humedeciera: clara muestra de que estaba nerviosa y Sakura supo, entonces, que el asunto iba ligado al chico.
-Naruto ha estado entrenando arduamente en todos estos días- prosiguió Haruno. Su amiga asintió con la cabeza y musitó un: 'Lo sé'. –No te hemos visto por el campo, pensé que quizás podrías ir, ya sabes, para levantarle el ánimo.
La heredera del clan le miró sorprendida, ante la sonrisita de la oji verde. Pero, rápidamente bajó la mirada, reflejando nuevamente algo que la mano derecha de la Hokage interpretó como tristeza.
-¿Qué pasa, Hinata? Últimamente te he notado como distante con nosotros. ¿Se trata de Naruto, no es cierto?- la chica se le acercó, llegando a ella a gatas y poniendo su mano derecha sobre el hombro femenino. Ladeaba la cabeza ligeramente para tratar de ver los ojos de la peli negra.
Hyuuga hizo un mohín que aparentaba ser una media sonrisa. Sí, claro que se trataba de Naruto kun. Claro que sabía de sus entrenamientos y claro que había ido a levantarle los ánimos pero, se dio cuenta de que estaban pasando cosas contra las cuales no podía luchar.
-Hinata, ¿por qué de una buena vez no le dices a Naruto que te gusta?- los ojos blancos se llenaron de terror de inmediato, a la vez que un sonoro sonrojo se asomó por sus mejillas.
-E-eso.. eso no..
-¡Oh, vamos, mujer! Todo el mundo sabe lo que sientes por ese descerebrado y perdóname que lo llame así pero, solo un falto de cerebro no se daría cuenta de ello.- le guiñó un ojo.
Hinata bajó la mirada, esta vez con vergüenza.
-Perdóname, Sakura. Todo esto debe de ser muy molesto para ti.
-¿Uhm? ¿A qué te refieres con eso?
-Creo..- se aclaro la garganta, se notaba que le era difícil hablar sobre el asunto. –Creo que si estas aquí, es para que hablemos sobre este asunto con franqueza. Perdóname por sentir lo que siento por él pero, la verdad es que siempre lo he mirado de lejos, trataré de ya no hacer ni eso pues, tú..
-¡Momento, momento! ¿Qué diablos te crees que soy yo de Naruto para que pienses de esa manera?
-Te he visto, a diario te veía presente en el entrenamiento de Naruto kun. Observándole aún bajo la lluvia y llevándole de píldoras de soldado(1), creo que hechas por ti misma. Eso solo puede significar que tú y él..
Las carcajadas por parte de Sakura le interrumpieron, no entendía aquel gesto y de hecho, la hacían sentir mal.
-Perdón, perdón pero, no pude evitarlo- le respondió aún con una lagrimita amenazante en sus ojos. –Hinata, él y yo solo somos amigos. Además, el que también solía ir era Sai y eso no quiere decir que él esté enamorado de Naruto.
((Aunque a veces, me da miedo ¬¬)), reconoció el iner de Sakura.
-Entonces..
-Por supuesto que no. Además, ¿no te acabo de instar a que le 'llegues' al chico?
-No, eso jamás podría- le reiteró con un movimiento de su cabeza.
-Hinata..- esta vez le colocó ambas manos en los hombros, ejerciendo una ligera presión en ellos. –Si no lo haces, él jamás se dará cuenta y estas expuesta a que cualquier otra lo haga. ¿Quieres tú eso?.. ¿verdad que no?
-¿Y si él me rechaza? Quien le gusta realmente eres..
-¡Ninguna excusa! Deja de ponerte 'peros' tú misma. ¡Es más, yo te voy ayudar!
La peli rosa se levantó con ambas manos en la cintura, no solo sus palabras sino, también su rostro reflejaban su determinación de hacerlo. Se despidió con un movimiento de la mano y salió a toda velocidad de la residencia Hyuuga.
O&o&o&o&
Comenzaba a cansarle el hecho de que muchos hicieran comentarios dando a entender que entre Naruto y ella había algo. ¿Es que no podían ver una simple amistad entre un chico y una chica? ¿No se daban cuenta de que ella para Naruto solo era como una hermana?
Sí, era cierto que el chico rubio había estado enamorado de ella cuando más niños pero, ahora ya hacia mucho tiempo en que él ni le chistaba nada. Sus esfuerzos estaban enfocados en traer de vuelta a Sasuke.
Sasuke.
Se detuvo en uno de árboles, recargando una de sus manos en la áspera corteza de este. Ya era tarde y las primeras estrellas tachonaban el cielo. Cada que pensaba en el Uchiha le pasaba lo mismo, una tristeza infinita le invadía. Ella no era como Ino quien, al parecer, estaba de verdad interesada en Sai.
-Eres una estúpida, Sakura- se maldijo así misma, limpiándose con fuerza las lagrimas del rostro.
Reanudó la carrera, directo al campo en donde entrenaba el chico zorro, viendo a lo lejos como este parecía huir de Kakashi. Aquella escena le causo gracia.
-Sakura chan- le saludó al verla, esta solo le sonrió, en tanto escondía sus manos detrás.
Naruto corrió hacia ella, con una sonrisa de poseso. Kakashi intercambió una mirada con Yamato y ambos se apartaron como al tiro de una piedra.
-Tenzou, ¿alguna vez te he contado de cómo me hice la cicatriz de mi abdomen?
-Preferiría que me llamara Yamato, Kakashi Sempai. Y no tiene que fingir que solo nos alejamos para dejarlos a solas.
-Bueno, si tanto insistes, te lo contaré- a Yamato le resbaló una gota de sudor. De solo pensar en lo 'ilustrativo' que sería aquel relato, un escalofrío le recorrió el cuerpo.
-¿Eh? ¿En serio? ¿Y para que querría verme a mí Hinata?- cuestionó el rubio.
-Y yo qué voy a saber. Tú solo ve, ¿de acuerdo?- notó que el chico titubeaba por un instante. –Creo que ella quiere ayudarte con tu entrenamiento pero, ahora mismo su papá le obliga a entrenar duro y no puede salir de casa a menos que sea por una misión, ¿entendiste?
-Está bien, iré- le sonrió de lado a lado y Sakura estaba a punto de burlarse por la ingenuidad del chico. Era tan fácil engañarlo.
Naruto se acercó a Kakashi, mientras que Yamato vaciaba su estómago en el árbol más cercano.
-Kakashi sensei, iré a entrenar con Hinata, parece que ella tiene una buena idea para mí. Regreso pronto- y el chico se fue a toda velocidad.
-¿Uhm? ¿Hinata? Ya veo pero, ¿crees que esté bien eso, Sakura?
-La pobre necesitaba un poco de ayudadita. Además, no creo que sea perjudicial para el entrenamiento de Naruto- la peli rosa sacó la lengua de manera traviesa.
-No me refería a eso, exactamente.- la chica lo miró sin comprender.
-Lo que Kakashi Sempai quiere decir es ¿que si con eso estarás bien?- dijo Yamato, acercándose de nuevo pero, guardando las distancias con el peli plateado.
Ella chasqueó la lengua y les dio la espalda.
-Naruto y yo solo somos amigos, ¿por qué insisten en mencionar toda esa bobería?- les dijo con molestia.
-Bien pero, tampoco veo la razón de tu enojo, Sakura chan- la susodicha miró con recelo a su antiguo sensei. Cada que usaba ese 'chan', sentía como si se estuviera burlando de ella.
La chica prefirió marcharse del lugar.
-Sigue sin darse cuenta- dijo Yamato.
-¿En qué nos quedamos?- al no recibir respuesta del castaño, el ex capitán ANBU se volvió. Se encontró solo en aquel páramo.
O&o&o&o&
Naruto se encontraba feliz. Había completado la técnica y ahora solo se encontraba en la fase de poder controlarla y manejarla con mayor facilidad. Se sentía ya seguro de poder enfrentarse contra Sasuke y traerlo de regreso tal y como se lo había prometido a Sakura.
Sakura.
Algo extraño se le atiborró en el pecho. Ya tenía tiempo que no sentía aquello. De hecho lo había dejado de sentir después de que se fue a entrenar con Ero- Senin, entregándose tanto a su preparación que ya no tenía tiempo de pensar en su amor platónico.
Sí, fue justo cuando le hizo esa promesa que había comprendido que Sakura era y seguiría siendo solo eso: un amor in correspondido.
El ver las luces de la casa de Hinata le cambiaron los pensamientos. Aquella niña le caía bastante bien, aunque la mayoría de las veces se le hacia extraña. Pero, sin saber por qué, le agradaba pasar algún momento con ella.
Antes de llegar alcanzó a divisar la silueta de la Hyuuga que se alejaba del tejado de su casa y Naruto incrementó su paso. Sin embargo, al entrar al bosque se le perdió.
El rubio se paró a buscar rastros de la shinobi.
-Sí que es rápida, 'ttebayo- se dijo, mirando para todas partes y después de unos instantes encontró el camino a seguir.
Su pista le dirigió hasta un río. Estaba a punto de llamarla cuando notó que la chica estaba sumida en una especie de danza, teniendo como compañera el agua del arroyo. Pronto la luz de la luna se aclaró, como si esta aprobara que el chico mirara la desnudez de la chica.
Sus orbes azules miraban con encanto el espectáculo, la malicia no existía en aquella mirada, solo admiración. Y su cerebro olvidadizo y despistado le pareció funcionar justo en ese momento.
-Entonces, eras tú..-dijo impresionado.
El agua cayó pesadamente. Hinata se cubrió avergonzada.
-Na-Na- Naruto kun- sus palabras se ahogaron en su garganta.
Ella pensó que nada peor que esto podría estarle pasando, quería que la Tierra, ó en este caso, el agua, se la tragara viva. Sus piernas se encontraba paralizadas ¡Y ella tantas ganas que tenía de salir corriendo!
Sintió que las lagrimas comenzaban a agolparse en sus ojos y un sollozo no pudo controlar. Finalmente, solo atinó a dejarse caer de rodillas y llevarse ambas manos al rostro para llorar.
-Hi..Hinata, no llores, por favor- dijo Naruto, despabilándose al fin.
Miles de gotitas de sudor le recorrieron el rostro sin saber qué hacer, acababa de darse cuenta de lo avergonzada que debía estar su amiga. Sus ojos se toparon con su ropa y la cogió con rapidez.
Hinata se sobresaltó al sentir que le cubrían los hombros, al alzar la mirada notó que el chico mantenía los ojos cerrados con fuerza, como asegurándose con ello que no vería nada.
-Perdóname, Hinata. Vine porque Sakura chan me dio tu recado. Te me perdiste al entrar al bosque y cuando te encontré me sorprendí tanto que no pude hacer otra cosa más que sorprenderme, no me malinterpretes. Pero, es que ya una vez te había visto así y..
Un ligero gemido de sorpresa salió de los labios de la chica.
-No, no, no, no es lo que te imaginas, Hinata- Naruto movió las manos en negación pero, al hacerlo una de ellas rozó el seno de la chica.
Eso fue demasiado para el pudor de la Hyuuga y por más tímida que fuera no iba a permitir que le tocasen. Le abofeteó y se paró rauda.
-¡Espera! Déjame explicarte. Maldición- el chico kyubi se daba cuenta de que no podía dejar las cosas de esa manera, no ante ella.
Que Sakura y Sai le consideraran pervertido era más que suficiente.
-Espera, por favor- estaba loco si pensaba que lo haría.
Sentía las mejillas ardiendo y comenzaba a considerar la posibilidad de recluirse para siempre en su casa. Se echaba la culpa por lo sucedido ya que, pensaba que si ella hubiera detenido a Sakura de su 'ayudadita' nada de esto estuviera sucediendo.
De pronto, la planta de su pie se astilló con una de las ramas y a cada paso le era más molesto. Se impresionó de que eso sucediera pues, ya anteriormente había sido gravemente herida y aquello tan pequeño le hacia aminorar su loca carrera (2).
De pronto, la rama que había alcanzado se partió y ella no encontró de donde sostenerse. Naruto la atrapó en el aire.
-¿Estas bien, Hinata?- él la colocó encima de una piedra. –Toma- le extendió la ropa que él había recogido de la orilla del río y ella bajó la mirada avergonzada.
Se había resignado a sufrir su humillación.
-Lo siento, no quise que te sintieras mal. Pero, al verte me emocioné tanto. Descubrí que tú eres mi Tenhyo (3).
Hinata alzó la mirada sorprendida y sus labios se abrieron, temblando. ¿Había escuchado bien? ¿Naruto la consideraba..?
-Hace ya algún tiempo, yo te había visto en esa misma danza. Fue antes de que me fuera con Ero-senin, cuando tu equipo y yo fuimos en busca de ese insecto ¿recuerdas? Desde ese entonces, a veces pensaba en aquella que había visto y me preguntaba si en verdad era real ó lo había soñado.
Naruto alzó la mirada para ver el cielo azul y se sonrió.
-Así que decidí llamarle Tenhyo a aquella hermosa visión.
-Naruto..- murmuró sonrojada.
-¿Ya puedo voltear?- le preguntó moviendo su cabeza a la derecha. Fue hasta que ella se percató de que él permaneció de espalda todo ese tiempo.
Le agradeció tanta gentileza. Aunque la gente dijera que era un tonto, se daba cuenta de que era muy amable. Se apresuró a vestirse. Pensaba en todo lo sucedido, razonando nerviosamente sobre lo que pudiera significar todo ello.
Si no lo haces, él jamás se dará cuenta y estas expuesta a que cualquier otra lo haga. ¿Quieres tú eso?.. ¿verdad que no?
Hinata se mordió el labio inferior. En el fondo sabía que Sakura tenía razón. Sentía que la sangre se le arremolinaba en las sienes, palpitándole. Sus manos sudaron frío y cuando abrió la boca no salió nada. Cerró los ojos, como dándose valor. ¿Qué podría ser más vergonzoso que lo que acababa de pasar? Además, él le confesó que le parecía bonita.
"No, espera, un momento," pensó, "él no dijo que creía que fueras bonita. Solo dijo que le parecía bonito lo que hacías, eso es todo".
((¡Deja de ponerte trabas tú sola, ¿quieres?!)) El iner de Sakura apreció en un recuadro al lado suyo.
"Pero.."
((¿Se lo dices tú ó se lo digo yo?)) Sakura bufó desesperada. ((Naruto, ¿sabías que le gustas a Hinata?))
-¿Uhm? ¿Dijiste algo?- Naruto se volvió completamente, no sabía si veía el rostro de la peli negra ó un semáforo en alto.
-Na- Naruto kun- balbuceó nerviosa y jugando con la punta de los dedos. –Tú.. en verdad.. bueno, yo..
"No entiendo nada de lo que dice, 'ttebayo. Siempre sucede lo mismo. Es por eso que nunca puedo tener una charla con ella".
-..gustas..- finalizó la heredera del byakugan.
-.. ¿qué?
"Creo que me dijo algo y yo me lo perdí..".
Hinata se descolocó, tanto trabajo que le había costado decírselo y parecía que él no le había escuchado. Suspiró hondo, sí ya lo había dicho una vez, podía hacerlo de nuevo.
-Quiero decirte que me gustas, Naruto-kun-
Bien, ahí estaba. Más claro no se podía. Si el otro no le entendía era porque no lo deseaba y ahí daría por terminado todo. Trataría de olvidarlo y punto.
Naruto se quedó frío. Jamás se había imaginado ser objeto de una confesión de amor ó al menos no por parte de Hinata. En sus locas fantasías se había pensado con Sakura pero.. no con ella. no porque le desagradase, sino.. no, definitivamente no.. es que..
El cerebro de Naruto expiró definitivamente y no supo que contestar y Hinata sobre entendió el silencio como un rotundo no.
-No te preocupes, Naruto kun. Yo sé que a ti te gusta Sakura y que yo no tengo..
Espera, espera. ¿Había mencionado a Sakura por delante? Pero, si ella ya no significaba nada más allá de su mejor amiga y.. Ya no significaba nada..
-No digas eso, Hinata. Sakura chan y yo somos amigos- el rubio le sonrió. –¿Quieres ir mañana conmigo a comer ramen? Ah, no espera, Sakura me dijo que tu papá te tiene prohibido salir de casa.
-¿?
-Entonces, vengo yo y comemos ramen en tu casa ¿vale? Y después podemos entrenar juntos como me mandaste a decir. Nos vemos, entonces.
Naruto habló tan rápido que a la pobre chica le fue imposible responderle algo. No había entendido del todo pero, suponía que si el Uzumaki deseaba pasar tiempo junto a ella después de la confesión, era porque él sentía algo similar.
Sintió que su corazón gritaba desde su pecho.
O&o&o&o&
Sí, no podía creerlo.
¡Él, Uzumaki Naruto le gustaba a una niña tan linda como Hinata Hyuuga! Necesitaba decírselo a alguien y que mejor que otra que Sakura. Ella era su amiga y quizás hasta podría aconsejarle algo ¿no? En esto de las chicas era un total novato y no sabía que hacer exactamente.
Bien, la luz de la habitación de su compañera de equipo aún estaba encendida. Se acercó y tocó la ventana.
Dentro, la peli rosa se sobresaltó al ser interrumpida en sus pensamientos. Al abrir la ventana se quedó sorprendida. De todas las personas de Konoha a la que menos quería ver en ese momento era al rubio revoltoso.
-¡Sakura chan!- los brazos expresivos del chico se estiraron hacia su persona.
En otros tiempos aquello le hubiera molestado y sin dudar le mandaría lejos pero, ya hacia tiempo en que se comenzaba a acostumbrar a eso. Extrañamente, el gesto la invadió de un calor agradable.
-¿Qué haces aquí, Naruto tonto?- le soltó, solo para no perder la costumbre de molestarlo.
-¡Sakura, Sakura chan!- repetía una y otra vez de manera exaltada.
-Cálmate y dime que diablos te pasa- la chica se alejó del agarre.
Después de todo no iba a dar pie a que dijeran algo más los vecinos, sino era que de por sí el hecho de que un chico entrara a hurtadillas a tu cuarto por la noche ya daba de qué hablar.
-Hinata acaba de decir que le gusto. ¿Entiendes, Sakura? Que le gusto y yo quería que me dieras un consejo de qué debo regalarle ó a dónde la puedo llevar. ¿Crees que esté bien que salgamos a comer ramen? ¿Debo hablar ya con su padre? Quizás pueda llevar a Iruka sensei para que me apoye ó crees que..
-¡Momento galán! Si haces eso, la asustarás. Solo.. solo sé tú mismo.. ¡no espera! Eso la asustará aún más.
De pronto, Sakura se quedó callada. Notaba la sonrisa abierta y sincera de su amigo y una sensación extraña la invadió. Así que finalmente, Hinata se había decidido. Le daba gusto pero, había algo.
-¿Sucede algo, Sakura chan? De pronto te has quedado callada.
-Nada de nada. Es solo que uno es gente normal y duerme, ¿sabes?- le respondió agresiva, nada fuera de lo común en ella. Lo empujó afuera. –Mañana hablamos, Uzumaki- y le cerró la ventana en las narices.
Sakura se quedó recargada en la ventana breves minutos y se dirigió a apagar la luz. Ahí se quedó por otro momento, con la mirada clavada en la pared.
Si no lo haces, él jamás se dará cuenta y estas expuesta a que cualquier otra lo haga. ¿Quieres tú eso?.. ¿verdad que no?
Recordó las palabras que ella misma le dijera a Hinata. También recordó las tantas veces que le dijeron algo relacionado con el rubio. ¡Kami! Si hasta Sai se había atrevido a hacer comentarios que daban a entender que ella no comprendía lo que sentía en realidad por el shinobi.
Lo que sentía por Naruto.
Desde que este volviera de su viaje se sentía segura cada que salían juntos en una misión. Sentía que él jamás permitiría que algo le hiciese daño. Con ese gesto tan amable de traer de vuelta a Sasuke, así le costara la vida.
Sasuke. Tan frío y tan lleno de sí mismo. Siempre había sido así, queriendo ser mejor solo para cumplir una venganza. Tan distinto de Naruto.
Naruto. Un shinobi que había logrado destacar a base de puro esfuerzo. De no ser nada a convertirse en uno de los mejores ninja que ella conociera. Queriendo ser mejor para demostrar que él podía ser un Hokage y ahora para vencer al Uchiha y salvar a su amigo. Lo único que deseaba era eso y la única que desde un principio siempre creyó en él había sido Hinata.
Hinata. Y ahora ambos recibían el galardón por nunca dejar de creer.
Sakura se sintió estúpida, tan estúpida que comenzó a llorar con desaliento.
Lo había tenido tan cerca y por tanto tiempo y ahora no se había dado cuenta del cómo lo había perdido…..
CONTINUARA…
(1)Que más que píldoras, parecen canicas y por el sabor y el color no creo que fueran de chocolate XD.. comentario muy personal, claro está.
(2)A ver, ¿a quién no le ha pasado que una ENORME cortada no le duele tanto como una pequeña? ¿En qué diablos consiste eso? ¿O es que es solo a mí a quien le sucede?
(3) Tenhyo. Diosas que bajan a la Tierra para bañarse a la luz de la Luna llena.
Notas de la autora:
OK!
Espero que les haya gustado la declaración de Hinata. A mí me pareció que fue lindo lo que le dijo Naruto respecto a lo de sus entrenamientos. De hecho es una de mis escenas favoritas del anime.
Bien, ¿por qué el título del fic? Pues, sencillo. Así se llama la canción más padre del nuevo disco de The Rasmus y como ya están próximos a venir a México, quise celebrarlo de esta manera. ¿Ya mencioné que voy a ir a su concierto? Ja, ja, ni la larga distancia podrá impedírmelo, neh?
Por otro lado, esto no será nada fácil para esta parejita. No señor ¿cuándo han visto que haga fics tan censillos? ¡Nunca me suceda eso! Esto no será un simple triángulo amoroso, sino más bien ¡un cuadrado amoroso! Y es que no podía dejar de poner una parejita que me late, aunque por desgracia él no se porte tan bien aquí.
En fin, creo que eso es todo. Por favor, no sean tan malos y déjenme un review para saber qué les pareció.
Mattau!
A Neji aquello no le pareció. No iba a permitir que sus planes se fueran al caño con la grandiosa idea del Uzumaki y mucho menos ahora que contaba con la palabra de su tío.
