INOCENCIA VENDIDA
Prefacio
La decisión ya estaba tomada. No había marcha atrás. Debía hacerlo. No podía arrepentirme. De pie frente a esa gran puerta de madera, mi cuerpo no parecía reaccionar. Estaba inmóvil, fría y probablemente pálida. Cuando cruzara esa entrada, mi vida cambiaría irremediablemente.
Jamás pensé que haría algo como esto, pero las circunstancias me llevaron a ejecutarlo. Aunque arruinara mi existencia, esta era la única alternativa.
Con el poco valor que fui capaz de reunir, giré el pomo y abrí la puerta. Con lentitud y temor, levanté la mirada. La habitación estaba a oscuras, pero una silueta estaba enmarcada por la tenue luz de la luna.
Sin poder evitarlo, temblé.
