Estábamos en la típica fiesta de fin de año, al fin salíamos de 4º medio y había que celebrarlo en grande. Obviamente estabas tu, como no si eras la mas popular del colegio. Te veías tan hermosa, tan radiante… todas las miradas estaban pendiente de tus movimientos y yo no era la excepción. Mis celos crecían cuando algún chico te invitaba a salir, pero se calmaban cuando tú, amablemente rechazabas esas invitaciones. No sabia como actuar cerca de ti… quería bailar con tigo pero mi cuerpo no reaccionaba, no entendía. Siendo yo una mujer bastante rebelde, persistente y segura de si misma, no sabía como invitar a bailar a la mujer que me quitaba el aliento. Como a las 4:30 de la mañana me arme de valor, sin antes haberme tomado una botella de whisky junto con un amigo que lo único que decía era que me declarara luego o te perdería sin haberte tenido. Estaba dispuesta a bailar contigo… caminaba atropellando a quien se me cruzara, sentía como todo me daba vueltas, llegue tambaleando a tu lado. Estabas con 3 amigas, también muy populares, me quedaron viendo y yo solo veía tus ojos. Todo el discurso que había preparado se me olvido, temblaba entera. Una de tus amigas me llamo fenómeno y me tiro la bebida encima, todos reían menos tu, sentí que me apoyabas y me arme de valor para declararme, no supe como pero las palabras "te he amado desde el primer día que te vi" retumbaba por toda la casa. Mi amigo, que estaba más borracho que yo, había desconectado el equipo. Todos los invitados de la fiesta se me quedaron viendo y un gran silencio se rompió cuando comenzaron a reírse de mi y me apuntaban con el dedo, tu rostro se volvió del color de tu vestido y luego mi cara ardió, tenia tus 5 dedos marcados, pero luego… sentí volar, me estabas besando frente a la mirada atónita de todos, apenas y pude responder el beso, todos se habían quedado callados… te acercaste a mi oído y me dijiste "yo también". La música sonó de nuevo y todos comenzaron a bailar, me tomaste de la mano y me llevaste a la pista de baile, nos mirábamos, sonreíamos, nos volvíamos a besar y bailamos toda la noche. Nos fuimos a mi departamento y estuvimos amándonos hasta el amanecer. Cuando desperté estabas a mi lado, no lo podía creer, te veías tan hermosa durmiendo y desee despertar así el resto de mi vida. Y así fue, pasaron 6 años y seguía despertando junto a ti, en 3 semanas mas nos casaríamos, pero justo un par de días antes ocurrió lo peor. Te esperaba en nuestro departamento para ir a cena… las horas pasaban y no llegabas. Sonó el teléfono y por un momento me sentí aliviada, poco me duro… en vez de escuchar tu dulce voz al otro lado de la línea se escuchaba una ronca y fría. Me sentí fatal cuando me dijeron que habías tenido un accidente y habías muerto camino al hospital. Todo se me nublo y las lágrimas se escurrían por mis mejillas, deje caer el teléfono y me dirigí a toda velocidad al hospital, no me dejaron verte… dijeron que estabas desfigurada y que no era bueno verte así… me sentí morir: la razón de mi vida había muerto y mi corazón lo había hecho también. Llevo 2 años visitándote al cementerio y cada vez que regreso a nuestro departamento siento la misma necesidad de suicidarme y viajar a tu lado. Pero algo me detiene y no puedo evitar sentirme desolada… espero tener algún día la suficiente fuerza para lograrlo y reunirme contigo…
