Estaba en ese punto de su vida en el que nada le importaba. ¿Que mas daba estar en la cima de sus propósitos? ¿Que mas daba el hecho de que por fin había logrado aquello que se había propuesto por muchos años?. Eso estaba ahí, ese horrible vació seguía en su pecho.
¿Que era? ¿Por que lo sentía? Fue el momento en que se dio cuenta que era depresión, o al menos, un indicio de ello. Pero no era lo suficiente capaz como para visitar a un especialista. Ya suficiente tenia con el cansancio que le provocaba trabajar doce horas diarias cada dia, durante toda la semana. Y aun asi, sonreír para llegar a casa y sustentar un matrimonio que, si bien le hacia feliz como nunca se había sentido. Abría paso a otro vació existencial en su cabeza.
Ese horrible existencialismo que pasaba por todo ser humano, en verdad estaba haciendo tiempo extra en pasar tiempo con su persona. Siendo sinceros, estaba demasiado cansado como para continuar con aquello.
Y venga, que intentos de suicidio no le faltaron. Por que solo eso habían sido, intentos.
O por lo menos en aquello había concluido, porque por mas que lo intentaba, alguien le interrumpía, perdía la motivación o estaba demasiado inconsciente como para continuar, y de nuevo, a la mañana siguiente comenzaba su rutina.
¿Que demonios era todo esto? Pese al dicho que constantemente habia escuchado en su infancia "No vivas para trabajar, trabaja para vivir". Sabia perfectamente que todo era una jodida excusa.
Estaba harto, no había logrado tener reparo en si mismo desde que tenia memoria. Bajo una estricta educación durante su infancia, los constantes maltratos si fallaba alguna prueba o la calificación no era lo que sus padres esperaban. O el hecho de que tras terminar sus estudios solo trabajaba, y trabajaba... y trabajaba. Estaba realmente cansado. Su motivación estaba realmente deshecha, y vaya que se felicitaba a si mismo por aguantar, tolerar, tanto tiempo.
En definitiva no estaba conforme con su vida, ni con la crianza, ni con el camino que había tomado.
Si quería vivir, alimentarse, debía trabajar. Si quería divertirse, debía trabajar, si necesitaba vacaciones, debía trabajar, si quería tener un pasatiempo, debía trabajar. Y de aquella manera, como un bucle interminable.
Todas las comodidades que podía tener como ser humano, uno que siente, debían ir de la mano con el trabajo. Con el trato de los empleados, jefes, compañeros, o lo que fuera que hubiese en el camino.
La economía era una mierda, el salario mínimo estaba peor, lo que equiparaba a tener que trabajar horas extra por una mínima cantidad.
Pero seguía ahí, frente a su ventana viendo la lluvia caer mientras su pareja reposaba en el sofa continuo, pensando tanto como su mente le había dejado procesar, y pese a ello. Eso y tratar de ser positivo. Volvía a recaer en un bucle interminable de emociones negativas.
No estaba conforme, pero tampoco tenia ganas de luchar o avanzar con ello.
¿Que hacer? ¿Por que vivir?. Tener la mente mas prodigiosa de todas, no era suficiente.
Wubba Lubba Dab-dab
