26. Pistola:

Cuando se estresaba demasiado, había pocas cosas que lo pudieran liberar.

Ootori, iba camino a la casa de Shishido, pero se da cuenta de que no estaba.

En ese momento recuerda que su sempai le había dicho que estaba muy estresado, y que debía relajarse un poco. Inmediatamente recordó que era lo que lo relajaba mas rápido, y con una cara de fastidio se dirigió hacia ese lugar.

Una ves que entro, pregunto por el y le dijeron donde estaba. Allí lo encontró, demasiado concentrado en su "terapia" como para notar su presencia.

En el momento de cambiar el cargador, se produjo el cruce de palabras.

-Tenes una forma muy violenta de relajarte.

- Es la forma más efectiva que encuentro. En cada disparo, me libero un poco. Es como vos haces con la música, misma terapia, distinta forma de llevarla acabo.

Cargando nuevamente la pistola, lo miro de reojo, notando que ante cada disparo de las otras personas, se estremecía y golpeaba su cabeza contra la pared. Ya que su visita fue una sorpresa, el también le daría otra.

-Las armas las carga el diablo Shishido-san.

-Y el diablo hace cosas que no debería. Como las cosas que yo hago, y pienso hacer contigo durante las noches. ¿No crees?