Disclaimer: Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo. Lo que me pertenece es la idea de las historias y no busco lucro en Esto.

Título: Por siempre Juntos

Autor: Al Shinomori

Pareja: Nelliel Tu x Grimmjow

Capítulo I

Dejó escapar un profundo y largo suspiro – Todo esto es muy aburrido – Musitó.

Los días en donde la mayoría de las personas eran presas cegadas de la mercadotecnia eran todo un caso perdido. Especialmente en ese día en que las amistades y los enamorados festejaban "Su día".

-¿Envidia? – Le cuestionó con reproche su conciencia al encontrarse pensando en que aquel día sólo era una pérdida de tiempo. Se encogió de hombros y siguió sentada en esa pequeña y solitaria banca. Observaba como las personas caminan de ahí para allá a gran velocidad.

-Seguro que a más de uno se le ha olvidado comprar algo para su ser amado – Se dijo en silencio haciendo un gesto de molestia, arrugó su nariz. Igual y su conciencia tenía algo de razón, sólo un poco de razón, y lo que realmente le molestaba de ese día en especial era no tener con quien compartirlo.

- Aquí estas – Las palabras del recién llegado interrumpieron sus pensamientos – Pensé que la Tierra te había tragado – Le dijo con algo de molestia.

La chica le ignoró, aunque para ser franca consigo misma, la presencia de aquel joven le había tomado por sorpresa. Era cierto que intercambiaban dulces, chocolates y tarjetas con pensamientos lindos relacionados con la amistad, nada significativo, mucho menos romántico.

-¡Hey! – Aquella exclamación por fin hizo que el rostro de la chica girará para encontrarse frente al de su amigo de infancia - ¿Dónde rayos tienes la cabeza hoy? - Preguntó entre molesto y curioso sin apartar su vista del rostro de la chica.

- Pues en todas partes – Hizo un corto silencio, dejando libre el aire que contenía en sus pulmones – Y en ninguna a la vez – Se recargo en el respaldo de la banca – Supongo –

-Vaya – Le miró de reojo imitándole, su cuerpo se relajo al dejar que su espalda hiciese contacto con el respaldo – Como que hoy andas filosófica – Rió con ironía.

- Y tú con un humor muy bizarro – Le dijo sin mirarle.

-¿Por qué estas molesta? – La pregunta, predeciblemente la vio venir. Él le conocía a la perfección, como podía llegar a pensar que no se daría cuenta.

- No es nada – La respuesta inmediata y cortante le hizo reincorporarse. Algo no andaba bien, no cuando Nel estaba de aquella manera, tan seria, tan sombría - ¿Qué ocurría con Ella?, se suponía que al ser el día de la amistad, ella debía estar feliz, ¿no? – Sus pensamientos le llevaron a buscar en lo más profundo de estos una respuesta. Sin embargo, no obtuvo nada, sólo ella sabía que le ocurría – Aunque averiguarlo, sería toda una aventura donde podría jugarse su vida – Sonrió para él mismo – Una odisea en donde él como protagonista se debatiría entre la vida y la muerte – Vaya dilema, se encogió de hombros y giró su rostro para observar a la chica. Se encontraba de la misma manera, con su cuerpo recargado en el respaldo de la banca y no parecía tener interés de hacer otra cosa, seguía ahí sentada observando cómo las personas iban y venían - De izquierda a derecha de derecha a izquierda –

- Y tú, ¿Qué haces acá? – La cuestión se leía entre líneas, aquellas palabras habían sonado entre curiosas y molestas, con gran carga de reproche – Se supone que debes andar por ahí – hizo un silencio incomodo – Buscando un lindo y especial obsequio para tu novia – Las palabras casi se escupieron mordaces, muy poco característico de Ella.

-¡Bingo! – Exclamó su conciencia. Por fin había obtenido una respuesta. Seguro que Nel se encontraba molesta por el hecho de que él tuviera que compartir aquel día con su novia - Se supone - Dijo sin dar importancia al tema - En teoría es así, pero en práctica – Sonrió con ironía – No se me da la gana –

Aquellas palabras sorprendieron a Nel - ¿Qué quería decir Grimm con aquellas palabras? – Se preguntó en silencio ahora observándole – Pues creo que eso no le va a gustar a tu noviecita - las palabras salieron sin esfuerzo, su voz y actitud parecían más relajadas – Deberías de ir con Ella – La tristeza de sus palabras no pudieron pasar desapercibidas.

-O podría estar acá contigo contemplando a las personas que van de ahí para allá – giró su rostro para encontrarse con el de Ella – Dime ¿Qué hay de interesante al hacer esto? –

Nel sonrió al escucharle – ¿Pues qué otra cosa crees que podamos hacer? – Sus miradas se cruzaron cómplices.

-Que te parece si vamos a la Feria que está en la plaza – Le respondió sin dejar de mirarle – Necesito un obsequio para mi novia – Se dijo en silencio, lo último que buscaba en ese momento era herir los sentimientos de Nel – Y después podemos ir a tomar un café o comer un helado – La chica sonrió complacida - ¿Qué te parece? –

Quería estrangularlo. Seguro que necesitaba de su ayuda para encontrar un lindo y especial obsequio para su novia, como odiaba conocerle como la palma de su mano.

-Excelente – Hizo una media sonrisa y se puso de pie – Vamos – Giró su cuerpo y quedo frente a él – Seamos de las personas que andan de aquí para allá – Le guiño un ojo y empezó a caminar.

-Espera – Le seguía de cerca – ¿De dónde has sacado aquel entusiasmo?-

No hubo respuesta, debía apresurarse o Nel le dejaría atrás.

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Caminaron durante unos veinte minutos, observando aparadores y puestos pequeños donde vendían toda clase de objetos, desde globos con helio hasta peluches y todo tipo de curiosidades.

-Por fin – Caminaba a un lado de Nel – Pensé que jamás llegaríamos –

- Y dime – Le miró de reojo – ¿Cómo que habías pensado comprarle? – La pregunta iba dirigida hacía él - Con tema oculto – Pero, bien sabía él a lo que Ella se refería.

- No tenía nada en específico – Soltó sabiendo que no la engañaría.

-Pues tiene que ser algo lindo y especial – Las palabras se inyectaban de sarcasmo y mofa.

- Supongo – Metió las manos a los bolsillos de su pantalón. En lugar de aquello hubiese querido decir alguna otra cosa.

-¿A qué hora has quedado de verla? – La pregunta le tomó por sorpresa.

- A las seis – la respuesta salió por sí sola.

-Ya casi no tenemos tiempo – Nel miró su reloj de pulsera, viendo que eran las cuatro y media – Necesitamos encontrar un obsequio deprisa – La chica seguía caminando a toda velocidad – Tienes que ponerte guapo – Las palabras se ahogaron en su garganta y ya no pudo decir nada más.

- Por qué vas tan rápido – Grimmjow iba tres pasos detrás de Ella. Le estaba siendo difícil, casi imposible alcanzarle - ¿Por qué demonios vas tan de prisa? –Escupió ya molesto asiendo la muñeca de Nel, halando de está por la fuerza y la velocidad con la que Ella andaba el resultado fue el choque de la frente de Nel con su pecho. – Lo siento – musitó acercando sus labios al oído de la joven.

En silencio Nel giró sin mirarle, su cabeza estaba baja y a pesar de que deseaba soltarse del agarré de la mano de Grimmjow, no tuvo las fuerzas para hacerle frente, se dejo guiar. Ahora, era él quien guiaba el camino y marcaba la velocidad con la que debían caminar.

Levaban cerca de quince minutos caminando y Nel seguía sin decir una sola palabra – Esto es una locura – Se dijo en silencio.

-Lo encontré – Las palabras de Nel le hicieron que se detuviera.

- ¿Cómo? – Se quedó quieto a un lado de Ella mientras la mirada de Nel se perdía observando un lindo dije en forma de llave antigua, aquella que abría roperos o cofres.

-Es precioso – Soltó Nel embelesada, mirando el bello dije de plata que se encontraba en una cajita roja de terciopelo.

- Excelente elección señorita - Escuchó la voz de una mujer madura que le acercó la caja donde estaba el dije – Tiene usted muy buen gusto – Miró de reojo a Grimmjow y le guiño un ojo – Sin duda es el obsequio más acertado para una pareja de enamorados – Sonrió cuando posó su vista en donde el joven tenía su mano. Grimmjow aún no soltaba su muñeca - Era un lazo posesivo - Pero, sin dañarla le tenía bien sujeta.

Con disimuló el joven soltó la prisión en donde tenía la muñeca de Nel. Ella extendió su mano para que la Señora pudiera depositar en está la caja – Este es el obsequio lindo y especial que andamos buscando – Dijo Nel girando su rostro para donde se encontraba parado Grimmjow.

-No lo sé – Dijo al sentirse observado por la mujer.

-Por supuesto que lo es – La mujer se metió en su conversación – Este dije – Sacó otra caja de terciopelo color negro – Tiene su par, viene junto a este corazón – La mujer abrió la caja para mostrar un corazón de plata algo más grueso y grande - Más varonil - a diferencia de la llave que era delicada y ligera – Si usted introduce la llave en cerradura que está en el corazón – La mujer hizo lo que decía – Podrá abrir el corazón y leer lo que viene dentro –

- Por siempre juntos – Leyó Nel maravillada – Este es un obsequio perfecto para la ocasión – La voz de Nel se hizo cada vez más silenciosa. Sintió un nudo en su garganta y su mirada cristalizarse.

- No lo sé – Volvió a decir.

- Pues si se decide – La mujer sonrió – Le obsequiaré las cadenas con las que las puedan usar –

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Aprovechando que la mujer hablaba con Grimmjow, Ella siguió curioseando, mirando encantada lo que había en ese lugar.

-¿Has visto algo qué te guste? – Preguntó dando por olvidado el tema de los dijes.

- Muchas cosas – Sonrió – Son demasiadas que no sabes que elegir –

-Escoge lo que quieras – Sonrió sin dejar de mirarle, le gustaba tanto verle feliz – Te lo compraré – Le guiñó un ojo.

En ese momento quiso decirle regresemos con la mujer de los dijes y cómprame esa Llave, aunque visto de esa manera, parecía más una orden que una petición – Sonrió para sus adentros – Resignada a seguir siendo la mejor amiga, respiró profundamente.

– Pues no me decido entre una rosa o un globo o un peluche – Hizo una cara divertida e infantil – No lo sé – Soltó un suspiró - Quiero todo – dijo más que frustrada.

-No seas materialista –

-Sólo por hoy – Suplicó como una niña indecisa.

- Ya he dicho que no – Le miró divertido – Decídete – Aquello fue una orden.

- Se te hace tarde – Observó su reloj – ¡Oh por Dios! – Se sobresalto – Es tardísimo, te estoy demorando –Le asió su mano y empezó a caminar a toda prisa.

-¿Y tu regalo? – Preguntó sorprendido por su reacción.

-Ya me lo darás luego – Seguía caminando, esquivando personas – Es una verdadera fortuna que nuestras casas queden a unas cuadras – Sonrió doblando en la esquina – De aquí en adelante te vas Tú solo – Le dio un rápido beso en la mejilla – Suerte - Sonrió soltando su mano – Feliz día, disfrútalo – Giró sobre sus talones y se marchó corriendo sin darle tiempo de impedir su huída.

Volvió a meter su mano a su bolsillo y al sacarla en sus manos aprisionaba una caja pequeña de terciopelo color rojo. Hizo la misma acción ahora con su otro bolsillo y saco de esté otra caja de color negro – Sin duda este será un obsequio lindo y especial – Se dijo mientras se apresuraba para alistarse y así llegar a la cita que tenía con su novia.

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Notas de autor: Gomen Nasai! No pude evitar subir este fic que tenía rato pensando. No se alarmen, sólo cuenta con tres capítulos y espero estar subiendo el siguiente para el viernes. Por fis dejen comentarios. En el otro fic de Eventos sólo hay uno ;_;. Aunque para los que leen ya estoy escribiendo el siguiente one-shot.