Disclaimer: Los personajes no son míos. Son de la maravillosa Stephenie Meyer. La historia si es mía y prohibo la copia parcial y/o completa de la misma.
Capítulo 1.
Es muy triste que unas simples palabras te hagan sentir como si tu vida se desmoronara ante tus ojos - salotwilighter1
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Isabella tosió una vez más y suspiró con cansancio, antes de levantarse de la cama.
—¡Bella! ¡Ya está servido el desayuno!
—¡Ya voy a mamá!
Se cambió lo más rápido que pudo, cepilló sus dientes y mientras iba bajando las escaleras, se peinó.
—Buenos días.
—¿Como dormiste cielo?—Preguntó su padre, apartando las vista del periódico y posándola en su hija.
—Bien—Mintió un poco, ya que en la noche, su tos la había despertado. Parece que se está engripando.
Comenzaron a desayunar en familia, cuando un bocinazo los interrumpió.
—Ya llegó Edward—Bella se puso de pie, mientras tomaba una tostada—Adiós, que tengan lindo día.
—Adiós Bella—Se despidieron sus padres al mismo tiempo.
La castaña tomó su mochila y salió comiéndose la tostada, para luego subirse al auto de su novio y saludarlo con un beso.
—Hola amor—Dijo Edward, poniendo en marcha el auto.
—Hola Eddie.
—Sabes que odio que me llamen así.
—¿Que tiene de malo?
—Es muy...Gay.
Y los dos se rieron de lo absurda que era esa conversación.
—¿Como dormiste esta noche?—Preguntó Edward con toda la intención. Bella ya le había dicho un par de veces sobre sus molestias en la noche. Como lo eran la dificultad para respirar y la tos seca.
—No muy bien—Confesó.
—¿No pensaste en ir a un médico? ¿Ya hablaste con tus padres sobre esto?
—No... Ed... No quiero preocuparlos. Seguramente no es nada.
—Pero también podría ser algo—Replicó—No pierdes nada con consultar un medico. Podríamos preguntarle a mi padre.
—No Edward—Dijo firmemente—No es nada. Estaré incubando un resfriado.
—Si tu dices...
Suspiró resignado, sabiendo que es prácticamente imposible discutir con ella.
—Oye...—Comenzó Bella—Te noto el cabello diferente... Con más brillo.
—Cambié el Shampoo. El otro me lo secaba mucho. Este es muy bueno. Es el mismo que utiliza Alice, pero para hombre—Guiñó un ojos en su dirección.
—¿Desde cuándo cuidas de esa manera tu cabello?—Cuestionó divertida.
—Desde que dijiste lo genial que se me ve después del sexo—Le sonrió con picardía y Bella se rió a carcajada limpia.
—Tu cabello siempre se ve genial.—Llevó una mano a la cabeza de su novio y acomodó uno de sus rebeldes mechones—Definitivamente lo amo.
—¿Ves? Lo amas. Una razón mas para cuidarlo.
—Si, es verdad, lo amo, pero amo más a su dueño.
—Se que ese chico también te ama.
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Cuando llegaron al instituto, Edward se estacionó en el lugar de siempre y allí ya se encontraban todos sus amigos.
Alice es su hermana menor. Ella tiene 16 años mientra que él 17. Jasper, mejor amigo de Edward y compañero de escuela es novio de la pequeña Cullen. Tiene una hermana gemela, Rosalie, que es novia de Emmett Brandon. Todos tienen 17, menos Alice. Eso es lo que odia porque dice que cuando todos sus amigos y novio se gradúen, ella tendrá que soportar un año entero de instituto sola.
—Y ahí llega la pareja más cursi del mundo—Anunció Emmett cuando Edward y Bella llegaron a su lado.
—¿Diciendo estupideces desde temprano Emm?—Cuestionó Edward rodeando los hombros de su novia con un brazo.
—No lo pueden negar, ustedes empalagan con tanta miel que sueltan.
—Bueno, ya—Interrumpió Alice, la cual siempre es llevada a la escuela por Jasper—Tenemos que entrar a clases.
Cada uno se dirigió a su correspondiente clase, pero cuando Bella llegó a su salón, le dijeron que el profesor había faltado con parte médico, así que tenían hora libre.
—Hola Bella—Kate se acercó hacia su amiga.
—Hola.
—Una pregunta ¿Hiciste la tarea de Matemática?
—Si, aunque para mi gusto fue muy difícil.
—Si, a mi también se me complicó un poco hacerla—Hizo una mueca—Seguramente el novio de la profesora Chasse terminó con ella y se desquitó con nosotros.
—Eso es lo más probable—Rió.
—Ey ¿Y cómo van tu y Edward?
Al ver que todos los alumnos estaban saliendo del salón, ellas los imitaron y comenzaron a caminar hacia el patio de la escuela. Por suerte Chicago cuenta con unos hermosos paisajes y ahora presentaba un sol espectacular.
—Excelente—Respondió—Creo que estamos cada día mas enamorados el uno del otro.
—¿Piensas que Edward es el indicado? ¿Con él compartirías tu vida?
—¿Sabes? Toda mi vida me la pasé imaginando un futuro perfecto. Casada, con hijos, un marido ejemplar. Era una niña. Pero luego conocí a Edward y decidí vivir el hoy y dejar que el destino me sorprenda.
—Me encanta tu manera particular de pensar.
—No es una manera particular de pensar, solo digo algo obvio. Nunca se sabe lo que puede pasar el día de mañana. Así que solo me dedico a vivir el presente.
Continuaron hablando de otras cosas, como las demás tareas que tenían que entregar, el examen de biología para el cual estaban estudiando y todas esas cosas, cuando escucharon que el timbre sonaba, anunciando su próxima clase.
Y así hasta que llegó la hora del almuerzo.
—Ey Bella—Dijo Emmett, quien había compartido esa ultima clase con la susodicha—Te juego una carrera.
Y Bella, sin decir ni si ni no, comenzó a correr.
—¡Ey! ¡Tramposa!
Emmett la comenzó a seguir y estuvieron corriendo, como hacían siempre, ya era una costumbre para ellos. Pero ese día algo diferente pasó. A metros antes de llegar a la cafetería, Bella se detuvo abrúptamente, ya que le costaba demasiado respirar.
Emmett siguió corriendo, pensando que Bella solo estaba bromeando, pero se detuvo cuando se dio cuenta que no.
—Bella ¿Estas bien?
Se acercó a ella y vio que trataba de recuperar el aliento.
—Si...—Suspiró como pudo—Estoy...—Tosió...—Estoy bien.
—¿Segura?—Cuestionó.
—Si, muy segura, me agité como cualquier persona engripada, eso es todo—Trató de tranquilizarlo.
—De acuerdo.
Caminaron esos pocos metros que los separaba de la cafetería y luego se dirigieron a buscar su almuerzo, para luego ir hacia su meza, donde estaban todos sus amigos.
—Que raro que no vinieron todos sudorosos—Dijo Alice mirándolos—Siempre juegan una carrera de su salón hacia aquí.
—Si, hoy no tuvimos ganas—Mintió Bella, logrando que Emmett se confunda ¿Por que no decía nada? Edward se percató de la expresión de su amigo, así que mentalmente se dijo que luego hablaría con Bella.
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Cuando las clases terminaron, cada pareja se subió a su auto y partieron rumbo a su casa, excepto Edward y Bella, que se quedaron estacionados.
—Listo, ya estamos solos ¿Que pasó antes del almuerzo? No me creo ese cuento de que no tuvieron ganas de hacer la carrera Emmett y tú. Los conozco muy bien y se que nunca dirían que no a una competencia, sin importar lo estúpida que sea.
Bella miró a su novio, preguntándose cual va a ser el día que aprenda a mentirle o que Edward deje de conocerla tan bien.
—De verdad, es lunes y no tenemos ganas de nada. Solo eso.
—Bella...—Gruñó Edward frustrado—Dime la verdad ¿Es que a caso no confías en mi?
—Si, pero, no pasó nada importante.
—"Nada importante"—Repitió—Osea que algo pasó.
—Bueno—Rodó los ojos resignada—Estábamos corriendo y me agité, así que nos detuvimos y seguimos caminando.
—¿Te agitaste? ¿Tú? ¿Pero si nunca lo haces? Y casi siempre eres la que gana ¿Segura que estás bien?
—Si Edward, no es na...—Pero antes de que pueda terminar la oración, tosió, tapándose la boca y después, sintió un sabor horrible en la dicho lugar.
—¿Bella?—Se giró hacia su novio cuando sintió su nombre y el rostro de Edward se desfiguró—¡Oh Dios!—Miró la boca de su novia y ahí había... Sangre. Tomó la mano con la que ese había cubierto la boca al toser y ahí tenía mas sangre.
—¿Que diablos...?—Exclamó Bella consternada.
—Esto ya es suficiente—Edward encendió el auto y rechinando las ruedas, salió del aparcamiento con rumbo al hospital.
—No, por favor, no me lleves al hospital—Suplicó Bella, sabiendo lo que haría su novio—No quiero preocupar a mis padres.
—¡Tosiste con sangre Bella!—Exclamó Edward apretando el volante con ambas manos—Esto es algo de que preocuparse.
No le dio lugar a réplica, así que Bella, por primera vez, hizo caso a alguien. Dejó que Edward la llevara al hospital, mientras miles de miedos la invadían.
—Llama a tus padres y diles que nos retrasaremos un poco, que nos metimos en el comité del baile o algo así—Dijo Edward sin apartar la mirada de la carretera.
Bella tomó su celular y llamó a su padre, quien atendió en el segundo tono.
—¿Hola?
—Hola papá, soy Bella. Te llamaba para decirte que que con Edward llegaremos un poco tarde porque ayudaremos a un profesor con algunos trabajos—Mintió, ya que era imposible que faltando seis meses para el baile estuvieran haciendo los preparativos, pero parecía que Edward en ese momento no estaba pensando con racionalidad—¿Podrías avisarle a la madre de Edward, por favor?
—Claro cielo, pero por favor, no lleguen muy tarde.
—Descuida papá, adiós.
Y colgó.
—Llegamos—Anunció Edward estacionándose.
Se bajaron del auto y comenzaron a caminar hacia la entrada.
—Le diremos que venimos a ver a mi padre, porque no nos atenderán sin turno.
Bella se tensó al saber que sería Carlisle, el padre de Edward, quien los atendería. Él le diría a sus padres sobre su visita al hospital y los preocuparía para nada.
—Hola Carmen—Saludó Edward a la recepcionista, de unos cuarenta años.
—Hola Edward—Contestó sorprendida de ver a uno de los hijos del doctor Cullen—¿Y esta linda chica?
—Es mi novia—Respondió—Isabella Swan, Bella, te presento a Carmen Denali, recepcionista del hospital y amiga de mis padres.
—Es un placer.
—El placer es mío, cariño—Le sonrió dulcemente—¿Y que los trae por aquí?
—Mi padre se olvidó su celular en casa y vinimos a traérselo. Ya sabes como es mamá.
—Si—Rió—Vayan, está en su despacho.
—Okay.
Se dirigieron hacia el despacho de Carlisle, cuando Bella habló.
—Edward, tu padre es Oncólogo ¿Que es lo único que va a poder decirme? Que estoy engripada. Eso ya lo se.
—Mi padre, como buen doctor, tiene que tener un saber general, por lo tanto va a saber diagnosticarte bien—Replicó.
Golpearon la puerta y cuando escucharon un "pase", entraron, sorprendiendo a Carlisle.
—Bella, Edward ¿Que hacen aquí?—Carlisle dejó los papeles que estaba leyendo para prestarle atención a los jóvenes.
—Quería que un doctor revisara a Bella. Últimamente ha tenido tenido síntomas muy raros en ella.
—Solamente me estoy engripando—Interrumpió Bella rodando los ojos.
—Tu nunca te engripaste—Espetó Edward.
—Siempre hay una primera vez para todo—Replicó ella.
—Bueno, basta—Carlisle los interrumpió—¿Que síntomas tuvo?
—Mucha tos seca—Comenzó a enumerar Edward—Se agita fácilmente. El otro día que estuvimos en el parque, pude percibir como un leve silbido en su respiración—Carlisle asentía mientras escuchaba atentamente a su hijo—Hoy en el auto, comenzó a toser de nuevo, pero esta vez con sangre—Carlisle se giró rápidamente hacia Bella y miró nuevamente a su hijo.
—¿Algo más?—Cuestionó al ver que Edward se había callado.
—No que yo sepa—El cobrizo miró Bella y esta última se encogió de hombros.
—Bella ¿Haz tenido dolor en el tórax?—Preguntó Carlisle, utilizando su tono formal. La aludida negó con la cabeza—¿Ronquera? ¿Hinchazón en el cuello? ¿La cara? ¿Nada?
—E-el otro día me miré al espejo y noté mi rostro un poco hinchado—Confesó mordiendo su labio inferior.
Carlisle pasó una mano por su rostro mientras suspiraba pesadamente.
—Voy a necesitar hablar con Charlie.
—¿Que? ¿Por que?—Cuestionó Edward entre confundido y preocupado—¿Que tiene Bella?
—Ella es menor de edad, no puedo darle cierta información si no están sus padres presentes.
—Pues dímelo a mi.
—No eres pariente cercano.
—Papá, no evitarías responderme si no fuera grave ¿Que le sucede a mi novia?
—Edward, no puedo decírtelo—Dijo Carlisle—En eso estoy atado de manos ¿Quieres saber? Tráeme a Charlie y Renne para poder hablar con ellos, luego, está en Bella contártelo. Ademas, no puedo decirte lo que tiene, por ahora solamente es una sospecha.
—De acuerdo, llámalos—Demandó Edward—No me quedaré tranquilo hasta que no sepa que es lo que tiene.
Carlisle miró a Bella, buscando su permiso, pero la encontró con la vista gacha, así que solo suspiró y tomó el teléfono.
—¿Hola?
—Hola Charlie, soy Carlisle.
—Ahh, hola Carlisle ¿Que sucede?
—Llamaba para decirte que aquí están Edward y Bella.
—¿Que pasó? ¿Edward? ¿Bella? ¿Ellos están bien?
—Si, no les pasó nada, pero necesito que vengas y que también la traigas a Renne.
—¿Por qué? ¿Es algo malo?
—Por favor... Solo vengan.
—De acuerdo.
Y colgó.
—Solo nos queda esperar—Dijo Carlisle sentándose en su escritorio—Pónganse cómodos.
Edward y Bella se ubicaron en el sofá de tres cuerpos que tenía. Él abrazó a Bella mientras el miedo lo invadía por completo ¿Qué tiene? Es lo único que se pregunta. Su padre estaba preocupado. De eso no había duda ¿Pero por qué?
Veinte minutos después, el intercomunicador de mi padre sonó y era Carmen, anunciando la llegada de Charlie y Renne.
—Hazlos pasar—Le ordenó.
Segundos después, los Sres. Swan se adentraban al despacho con una cara repleta de preocupación.
—¿Que sucedió?—Cuestionó Renne.
—Edward, Bella ¿Nos pueden dejar solos, por favor?—Pidió Carlisle.
—No—Se opuso la castaña—Van a hablar sobre mi, creo que merezco estar aquí.
—Si tus padres están de acuerdo...
—Deja que se quede—Aceptó Renne.
—De acuerdo, tomen asiento.
Renne y Charlie se ubicaron en las sillas que hay frente al escritorio de Carlisle y Edward y Bella se quedaron de pie a un costado.
—Los chicos vinieron aquí porque Edward estaba preocupado, ya que Bella estuvo teniendo algunos síntomas muy poco comunes en ella. No quiero alarmarlos...—Comenzó un poco tenso—Pero los síntomas que me dijeron Edward y Bella que ella tuvo son los mismo que tiene un enfermo de cáncer pulmonar.
—¿¡Que!?—Exclamaron todos al mismo tiempo.
—¿Como que cáncer?—Cuestionó Charlie exaltado—Pero... Pero... Eso... ¡Es imposible!
—De hecho, no tanto. Pero, solo son suposiciones—Trató de tranquilizarlos, aunque ni él lo estaba.
Por otro lado, Edward y Bella se habían quedado estáticos en sus lugares. No podían creer lo que sus oídos habían escuchado.
—Tenemos que hacerle unas radiografías de los pulmones y también una resonancia magnética, para ver si encontramos algún tumor.
—Tengo cáncer—Murmuró Bella al borde de las lágrimas y Edward la acercó mas a él, tratando de reconfortarla con un abrazo.
—Son solo suposiciones—Corrigió Carlisle—Creo que mañana mismo tendríamos que empezar con los exámenes, solo para estar seguros.
—No podemos esperar hasta mañana—Replicó Edward—Háganle los estudios hoy.
—No es tan simple. Tengo que hacer una cita para el estudio en un día y horario específico.
—¡Por Dios Carlisle!—Exclamó Edward sorprendiendo a todos—No puedes decirnos que Bella posiblemente tenga cáncer y luego que tenemos que esperar un día para poder confirmarlo.
—Edward...—Trató de interrumpirlo su padre, pero el cobrizo fue mas rápido.
—No, haz algo. Tu eres una persona muy influyente en este hospital. Muévete, soborna, no lo se, pero no nos hagas esperar un día entero cuando lo que está en juego es la salud de mi novia.
Al ver la desesperación en el rostro de su hijo, solo fue capaz de decir:
—Veré que puedo hacer.
Treinta minutos después, Bella se encontraba con una bata azul puesta, apunto de realizarse la resonancia.
—Recuéstate aquí querida—Pidió amablemente una doctora, indicándole la maquina que mostraría que es lo que tiene Bella.
En la parte de afuera, donde se encontraban todas las computadoras y demás cosas, estaban Carlisle y otro doctor, llamado Aro Vulturi.
—De acuerdo, comencemos—Anunció el Dr. Vulturi.
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Minutos después, Charlie, Renne, Bella y Edward se encontraban en el despacho de Carlisle, esperándolo a él, pero principalmente a los resultados.
—¿Están preparados?—Todos se sobresaltaron cuando escucharon la voz de Carlisle, ya que estaban tan sumergidos en sus pensamientos, que no lo sintieron entrar.
—¿Encontraron algo? ¿O ella está bien?—Cuestionó Renne con esperanza.
Carlisle no respondió, en su lugar sacó los resultados de la resonancia y se los mostró a los Sres. Swan. Señaló un pequeño sector mas oscuro en el pulmón derecho y dijo:
—Lamentablemente sí. Encontramos un tumor. Necesitamos hacer una biopsia para saber si es de células cancerígenas.
—¡No!—Exclamó Renne lastimosamente, abrazándose a Charlie—Mi bebé, ella... ella no puede... Es decir... ¿Cáncer?—Sollozó.
—Pero...—Charlie carraspeó tratando de tragar el nudo que se le había formado en la garganta—Pero... Ella va a estar bien ¿No?
—Primero necesitamos saber si lo que ella tiene es un tumor benigno o maligno... Luego...—Dirigió una mirada a Edward y Bella, para que su corazón se estruje. El la tenía abraza, mientras ambos soltaban lágrimas silenciosas—Luego se verá. Voy necesitar que me firmen algunas autorizaciones... Ya saben... Para poder hacerle la cirugía. Consiste en hacerle una pequeña incisión con una aguja, que entrará por entre las costillas y extraeremos un poco de tejido y...
—Si, lo que sea—Lo interrumpió Charlie, confiando ciegamente en él. Carlisle le tendió unos papeles al Sr. Swan y este último los firmó casi con la histeria recorriendo sus venas.
—A las siete es la biopsia. Por ahora, Bella es paciente del Dr. Vulturi y dependiendo de los resultados, se ve si el caso pasa a mis manos.
—De acuerdo, gracias Carlisle.
—Es mi deber Charlie—El Dr. Cullen se puso de pie—Los dejaré solos, para que puedan hablar. Edward, vamos.
El aludido le dio un beso en los labios a su novia, antes de retirarse.
—Mi niña—Renne se puso de pie y se dirigió hacia Bella para estrecharla fuertemente entre sus brazos y llorar juntas.
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—Cuenta del diez hacia atrás—Le dijo el Dr. Vulturi a Bella, mientras un anestesiólogo le inyectaba la anestesia—Antes de llegar al siete te quedaras dormida.
—10...—Comenzó susurrando—... 9...—Continuó casi sin ser consciente de lo que ocurría a su al rededor...—Och...—Y para ella todo se volvió negro.
Holaaaaa :D Yo acá, subiendo el primer capitulo de una historia nueva :D Espero que sea bienvenida :D Pueden dejarme sus opiniones en los Reviews :D
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